Merino, la pasada temporada, en Villarreal. |
La nueva convocatoria de 23 que se permite en este extraño fútbol post-confinamiento ha deparado una nueva sorpresa negativa. Si ya sabíamos que Zaldua, Guevara, Illarramendi, Sangalli y Januzaj no volverían a jugar en lo que resta de Liga, podemos sumar a esa lista a Aritz Elustondo, con una rotura de fibras. Imanol dejó entrever que Odegaard e Isak no estaban para jugar ante el Granada, y aún así estuvieron en la lista, y está por ver si sucederá lo mismo en Villarreal. Con la lista de ausencias ya conocidas, la consecuencia es siempre un número mayor de potrillos. El que se suma por primera vez al grupo es Robert Navarro. Junto a él estarán los ya habituales Pacheco, Roberto López, Zubiaurre como tercer portero, Näis Djouahra, Arambarri, Lobete y Zubimendi, hasta ahora el que más protagonismo ha tenido.
Es literalmente imposible saber por dónde va a poder salir Imanol en este encuentro ante el Villarreal para confeccionar su once. Moyá y Remiro siguen jugándose la portería, con más opciones en teoría para el primer de aquí a final de temporada. Gorosabel y Monreal podrían recuperar los laterales, y no sería descabellado que Pacheco entrara en el centro junto a Le Normand o Llorente. Seguramente el mediocentro escogido será Zubeldia, Merino estará a su lado, este parece el partido en el que se arriesgue con Odegaard porque una derrota podría saca a la Real de la séptima plaza, y eso permitiría dar descanso a Portu o Barrentxea, seguramente al primero, para que Oyarzabal recupere una de las plazas atacantes. Visto el bajo nivel de Willian José, si Isak está para jugar seguramente será el sueco quien complete el once.
La Real es séptima con 51 puntos, dos menos que el Getafe pero con el average perdido, seis menos que el Villarreal con el duelo directo todavía en contra por su derrota por la mínima en Anoeta, y solo uno por encima de sus dos principales perseguidores, Valencia y Granada. El Villarreal es quinto con 57, muy lejos de la Champioms, ahora en manos del Sevilla con 63, pero que aseguraría plaza de Europa League en caso de ganar al equipo txuri urdin. Cuatro de 24 puntos es el pobre bagaje realista tras el reinicio, que no gana lejos de Anoeta desde el 1-2 en Eibar, justo antes del estado de alarma, y desde entonces ha empatado un partido, el último, y ha perdido los dos anteriores. El Villarreal solo ha perdido un empate de esta frenética miniliga, 1-4 ante el Barcelona y ha ganado seis partidos. No obstante, como local ha dejado escapar puntos en nueve de los 17 encuentros que ha jugado, cinco empates y cuatro derrotas y de los diez primeros es el que más goles encaja en casa, 23.
Los últimos años no han sido buenos para la Real en sus partidos en Villarreal, pero sus datos globales no son malos. Quince veces se han enfrentado en suelo castellonense, siete se los quedó el equipo local, cuatro volaron para Donostia y tres más acabaron en empate. La Real, eso sí, solo ganó el último de los últimos nueve encuentros en Villarreal, una vez desde que volvió a Primera en 2010. Antes del descenso de 2007, en cambio, el equipo txuri urdin había salido triunfante en tres de los seis encuentros disputados allí. Hay claramente un antes y un después en la historia de estos choques. La victoria más clara es el 1-3 de la temporada 2000-2001, con Rekarte, Tayfun e Idiakez como goleadores aquel día. El 5-1 de la campaña 2013-2014 es el triunfo más holgado logrado por el Villarreal.
El último precedente, eso sí, cayó del lado realista. 1-2 venció el equipo txuri urdin en la temporada 2018-2019. Y eso que se adelantó el Villarreal al cuarto de hora de juego con un buen gol de Gerard Moreno, que conectó un buen disparo que sorprendió a Rulli por su palo. Pero la Real reaccionó y aprovechó los regalos en defensa del Submarino Amarillo. Una horrenda cesión de Funes Mori a su portero la aprovechó Willian José para adelantarse y clavar un potente derechazo que supuso el 1-1 antes del descanso. En el minuto 71 fue Álvaro, el otro central, quien cometió otro grave error en el despeje, dejó el balón muerto en una contra realista a los pies de Oyarzabal, que cedió a Juanmi para que conectara un buen disparo desde la frontal ante el que nada pudo hacer Asenjo. El Villarreal buscó el empate y tuvo la mejor ocasión, sorprendentemente, en una contra, pero Rulli evitó el empate con una espléndida salida a los pies de Ekambi. Primer partido y primera victoria de la Real de Garitano.
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