Así marcó Willian José al Celta la pasada temporada. |
Ya es sabido que a Garitano le gusta esconder sus cartas, con más razón esta jornada que se juega en casa, en horario nocturno de lunes y con la duda de Mikel Oyarzabal que se suma a las ausencias en el centro del campo. Lo que sí tenemos claro es que Illarramendi no estará, porque le toca cumplir un partido de sanción, que Elustondo tendrá que parar un par de semanas por lesión y que se mantienen las ausencias más prolongadas, las de Navas, Merquelanz y Sangalli. En principio podríamos asistir al regreso de Zaldua, que de estar para jugar entraría directamente en el once inicial, pero también al de Merino, y seguramente Zubeldia, que dejó el partido del Levante con molestias, también estará a disposición del técnico. En función de cómo estén los integrantes del primer equipo, en la lista podrían entrar dos potrillos, el central Le Normand y el atacante Barrenetxea, de solo 16 años.
Entre las dudas por estado físico y la extraña situación, que deja buenas sensaciones fuera como para repetir equipo pero que luego en casa decepciona, no va a ser nada fácil aventurar el once inicial por el que apueste Garitano para esta jornada. Todo hace pensar que la defensa la formarán Zaldua y Theo en los laterales con Llorente y Héctor Moreno por el centro, estos dos como únicos centrales del primer equipo disponibles para el técnico. Zubeldia, Pardo, Merino y Zurutuza optan a tres posiciones, mientras que lo normal es que en ataque veamos a Januzaj, Juanmi y Willian José. A priori, Rulli como portero suplente, Gorosabel, Kevin, Bautista y Sandro, junto con los jugadores de los equipos filiales con los que quiera contar Garitano tienen menos opciones de entrar en el equipo que arranque el encuentro ante el Celta.
La victoria de la Real ante el Levante, la cuarta del curso a domicilio, dejó al equipo txuri urdin en la décima posición con 16 puntos, a cuatro de Europa y seis por encima del descenso. El Celta es decimocuarto con dos puntos puntos. La Real, que aún no ha ganado dos partidos seguidos, es uno de los cinco conjuntos que todavía no saben lo que es ganar un partido en casa, pero es el mejor clasificado de los cinco por su trayectoria lejos de Anoeta. Los de Garitano apenas han marcado tres goles ante su afición y han sumado tres empates en cinco partidos. No es solo que se sumen ya cinco partidos sin ganar en Anoeta, es que en los tres últimos ni siquiera se ha conseguido marcar un gol. El Celta ha sumado cinco puntos como visitante, gracias a su victoria 1-2 ante el Levante y a sus empates en campos tan difíciles como Mestalla y el Benito Villamarín. Ojo, los gallegos han marcado al menos un gol en todas sus salidas.
Si nos fijamos en la historia, el Real Sociedad - Celta se ha producido en 55 ocasiones en Liga, 46 de ellas en Primera División. En la categoría de honor, el equipo txuri urdin se impuso en 27 ocasiones, en seis lo hizo el gallego y los trece encuentros restantes acabaron en empate. En Segunda División la Real ganó en cinco ocasiones, el Celta en una y las otras dos hubo igualada. La mayor goleada realista es el 5-0 de la temporada 1954-1955, en un partido en el que marcaron Paz, Elizondo, Zubillaga, Iriondo y Sarasqueta. Dos años antes, en la 1952-1953, el triunfo de Real fue por 7-2, con dos goles de Echeveste e Igoa y uno más de Juan Francisco en propia puerta, Carlos y Barinaga. El 1-3 e la 1970-1971 es la victoria celtiña más clara. Y atención, porque el Celta ha ganado en dos de sus tres últimas visitas a Anoeta.
La última victoria visitante fue la temporada pasada, la 2017-2018, y eso que el partido se puso de cara para la Real muy pronto. A los diez minutos, un sensacional pase de Xabi Prieto lo cabeceó a la red Willian José. Pero diez minutos más tarde, un absurdo penalti por mano de Juanmi permitió a Iago Aspas poner las tablas en el marcador. El partido deparó ocasiones para los dos equipos, y la Real, todavía en la primera mitad, tuvo la opción de ponerse por delante desde el punto de penalti, pero Willian José estampó el balón en el larguero. Era la primera pena máxima que fallaba con la camiseta de la Real. En la segunda mitad, con el Celta siempre dando mayor sensación de peligro aunque el equipo txuri urdin sobara más el balón, llegó el 1-2. Su autor fue Maxi Gómez, cabeceando un córner en el primer palo. La Real ya no tuvo opciones reales de empatar y cayó derrotada.