La competición ya está aquí, quedan solo unos días para que se dé el pistoletazo de salida a la nueva temporada, y la Real 2022-2023 parte desde pretensiones muy ambiciosas, después de acumular tres años de éxitos, con otras tantas clasificaciones europeas consecutivas y un título de Copa que engrandece el palmarés del club. ¿Suficiente? Todos pedimos más al nuevo curso. Y estos son los principales retos a los que hace frente el equipo que dirige Imanol desde ya y hasta el próximo mes de mayo de 2023.
· Sobresalir en Europa
La Real lleva años de crecimiento. Desde que volvió a Primera División en 2010 ha tenido grandes momentos y varias participaciones en competiciones europeas, pero el Viejo Continente sigue sin saber hasta dónde es capaz de llegar el conjunto txuri urdin. Desde aquel año, Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid, Sevilla y Villarreal han sido campeones europeos, de Champions o de Europa League, mientras la Real no ha conseguido llegar ni a los cuartos de final de esas competiciones. El equipo txuri urdin está obligado a pensar que el salto que busca lo tiene que dar entre semana, los jueves. superando por fin de nuevo la frontera de los octavos de final y asustando a más de un grande.
· La cuarta clasificación europea consecutiva
Hablando de Europa, Imanol logró la pasada campaña algo que solo Alberto Ormaetxea había realizado hasta la fecha: tres clasificaciones europeas consecutivas en la Real. Si llegara la cuarta, igualaría al mítico entrenador del equipo campeón en sus años más dorados, los que comprenden los títulos y el año de la imbatibilidad. Este es otro fútbol, son otros tiempos, y es obvio que Imanol no ha ganado la Liga en dos ocasiones como para que tracemos comparaciones más espectaculares. Pero llegar a Europa con esta frecuencia no es fácil y hay que alabárselo a los responsables. El reto es mayúsculo para una Real que sigue siendo muy ambiciosa.
· Mejorar los datos anotadores
Si hay algo que frenó claramente a la Real la pasada temporada fue la falta de gol. Es casi inverosímil que un equipo que juega como lo hace este y que genera tanto en ataque apenas lograra sumar 40 goles en Liga, con una media que supera por los pelos el gol por partido. El Villarreal y el Betis, al final sus rivales por la Europa League del pasado curso, lograron una veintena más de goles cada uno. La fortaleza defensiva mantuvo a la Real en la pomada europea, pero haber logrado repetir las cifras goleadoras de años precedentes habría catapultado al equipo en la clasificación de una manera que ya solo podemos imaginar. Toca recuperar gol.
· Recuperar a Carlos Fernández
Gol y goleadores, claro. Carlos Fernández llegó a la Real por la insistencia de Olabe Ya lo intentó fichar en ventanas anteriores y solo pudo traerlo en el mercado invernal de la 2020-2021. No dejó mala imagen, y se esperaba que la pasada campaña fuera la de su explosión. Pero cayó lesionado en pretemporada y despidió el curso en blanco, sin haber podido debutar. Eso hace que todas las ilusiones que se tenían hace un año se vuelvan a tener ahora. Siempre es duro estar tanto tiempo sin jugar, pero seguro que eso ha hecho que tenga todavía más hambre. Buena parte de lo dicho se puede aplicar también a Barrenetxea. El club apuesta por él y le ha dado el 7. Ahora le toca a él.
· ...sin olvidar la Copa
Dentro de ese crecimiento del que hablábamos, es evidente que juega un papel capital la Copa que se conquistó el 3 de abril de 2021 ante el Athletic. La Real volvió a saber lo que es ganar un título 34 años después del anterior, y eso fue consecuencia de que Imanol se tomó la Copa tan en serio como era obligado hacerlo. Aquella Real que tuvo que esperar un año para coronar el trofeo perfecto, en el que ganó todos los partidos, ha abierto un camino, muchos equipos han visto que aquí se puede aumentar el palmarés. Pero ojo, que eso también lo sabe la Real. La Copa es la mejor vía ahora mismo para volver a ganar un título. Solo hace falta seriedad, dedicación y una pizca de suerte. Casi nada.
· Consolidar el modelo Olabe
Nadie puede dudar de la enorme ambición que tiene Olabe, y su modelo es una apuesta brutal. Tan pronto se renueva de golpe a media docena de canteranos como se suelta una cantidad de dinero importante en un jugador extranjero poco conocido para el espectador local o que supone una apuesta en base a su calidad más que a su rendimiento previo. Ha encontrado un modelo que funciona y con el que ir dando un relevo periódico a los jugadores veteranos. Su Real es una joven y de calidad. Y la apuesta sigue en pie, sin miedo a renovar lo que haga falta para seguir en la brecha. El éxito mayor o menor de esta temporada, saliendo nombres importantes, incluyendo el último fichaje de Loren, tendría que irremediablemente asociado al nombre de Olabe.
· Que Momo repita o supere los patrones de Isak
Aunque sus números de la pasada temporada no fueran los más espectaculares, Isak llegó a la Real con mucha juventud pero siendo un valor consolidado en el mercado europeo y con una inversión interesante para los parámetros en los que se movía el club. Tres años después, Isak vale mucho más, y lo hemos visto con los clásicos rumores de verano. Con Mohamed Ali Cho, Momo como quiere que le llamen, se busca repetir la misma jugada. Es tan promesa como realidad, su coste es alto para su edad y para un club como el nuestro, pero también lo son las esperanzas de que logre un rendimiento más o menos inmediato.
· Ganar a los grandes
Hay un patrón que se repite en las últimas temporadas, y es el freno que supone no ganar a los equipos punteros de la clasificación de la Liga. En la pasada temporada y contra los otros seis conjuntos que acompañarán a la Real en Europa, el equipo de Imanol logró una única victoria. Una en doce partidos, y fue en la jornada 37, en Villarreal, contra el séptimo clasificado. Son números malos, que desde luego sobresalen cuando se recuerda que la Real, desde que empató a uno en la temporada 1994-1995, ha acumulado nada menos que 24 derrotas consecutivas en el Camp Nou. Nadie ha logrado una marca tan lamentable. Tiene que ser ya la hora de frenarla y de que los grandes sientan algo distinto al ver enfrente a la Real.
· Rentabilizar el año del Sanse en Segunda
Hay quien piensa que el descenso del Sanse de Xabi Alonso tras una única temporada en Segunda ha sido un fracaso. Lógicamente, todos habríamos celebrado la permanencia, pero la función principal del filial es suministrar jugadores al primer equipo. La experiencia lograda en este año, con la camiseta txuri urdin y no cedidos, ha hecho que nueve potrillos arrancaron la pretemporada antes incluso que el primer equipo, que algunos de ellos se ganaran dorsal del primer equipo ya de partida, y que varios más hayan encontrado acomodos en equipos de Primera y Segunda, también más allá de nuestras fronteras. Es da una idea del nivel alcanzado, y de lo que el Sanse tiene que seguir aportando a la Real. Pero también hace falta rendimiento inmediato, y eso ahora mismo recae en los Sola, Pacheco, Turrientes y compañía
· Recuperar la hegemonía en los derbis
Cierto es que la Real, con sus tres clasificaciones europeas consecutivas, ha logrado el objetivo de quedar por delante de su eterno rival, el Athletic, durante esos tres años seguidos. Y eso es algo que no se conseguía, de nuevo, desde la Real de Ormaetxea. Pero si exceptuamos la final de Copa, lo que desde luego es mucha excepción, la Real lleva tres derbis sin conseguir superar al Athletic, y además con mal sabor de boca en algunos. Dos empates a uno en Anoeta, uno en el partido del pasillo y con un gol en el descuento de Roberto López, y otro con un fallo de Remiro también en el tiempo añadido, y la dolorosa derrota en San Mamés por 4-0 son los últimos resultados en los duelos demáxima rivalidad regional. Toca cambiar la tendencia.