Zurutuza, en el encuentro de la temporada pasada ante el Atlético. |
Como era previsible, siendo la última jornada y teniendo el billete europeo en juego, Imanol se lleva a Madrid a toda la plantilla, incluyendo a todos los potrillos que han venido formando parte de la ultimas convocatorias. Será la última vez que Zurutuza forme parte de una lista. Se va un jugador fundamental en la última década de vida de la Real, el último integrante de la primera plantilla del ascenso de 2010, y sería bonito despedirle logrando el objetivo. La sorpresa de la última lista podría ser Jamuzaj. No es probable que el belga fuerce, pero el último entrenamiento lo ha completado con el grupo, por lo que tampoco se puede descartar su regreso antes de tiempo, algo que ya hemos visto con Zaldua y Barrenetxea. La convocatoria definitiva la dará Imanol al llegar al Wanda Metropolitano.
Para el último once de la Liga, Imanol tendrá que lidiar, primero, con el sistema escogido, y más teniendo en cuenta que ante el Sevilla casi le sale redondo. No obstante, parece más probable que el técnico txuri urdin acerque su once al más exitoso de la temporada, teniendo en cuenta ausencias y estados físicos. De esta manera, Moyá terminará la Liga como la empezó, bajo palos. La defensa la formarán Zaldua y Monreal en los laterales y Llorente y Le Normand por el centro. Lo normal sería apostar por Zubeldia, Merino y Odegaard, aunque no es descartable que la primera de esas posiciones la ocupa nuevamente Zubimendi. La línea de ataque es la que más dudas mantiene, con Oyarzabal más que asegurado. Podrían acompañarle Portu o Barrenetxea por un lado e Isak o Willian José por el otro.
Las cuentas son claras. La Real es sexta con 55 puntos. Si la Real gana asegura esa posición y sería quinta si el Villarreal pierde en casa con el Eibar o si empata y la victoria realista es por tres o más goles. Si la Real empata, solo hay un caso en el que se quedaría fuera de Europa, que ganen Getafe y Granada, y que el equipo andaluz lo hiciera además por seis goles de diferencia al Athletic. Esa goleada es lo único que podría impedir la sexta plaza si la Real empata y el Getafe no gana. Si la Real pierde es cuando tendrá que mirar el resto de marcadores. Quedaría fuera de Europa con la victoria de dos de sus tres perseguidores, Getafe, Valencia y Granada, o con el empate de los madrileños y un triunfo de cualquiera de los otros dos. El Atlético, por su parte, busca asegurar la tercera posición. Si gana, la tiene. Y si empata, el Sevilla tendría que superar al Valencia por cinco goles para perder el último escalón del podio.
Qué mal escenario ha deparado el azar para que la Real se juegue su futuro europeo. El Atlético es, con diferencia, uno de los peores rivales para el equipo txuri urdin, que ha visitado su estadio en 67 ocasiones, con 48 victorias de los colchoneros y solo seis para los realistas, con trece empates. 0-3 es la victoria más holgada lograda en Madrid por la Real, fue en la temporada 1928-1929 con goles de Bienzobas, Cholín y Kiriki. Y la mayor goleada sufrida en feudo del Atlético es el 6-2 de la campaña 1942-1943. La Real cuenta por derrotas sus presencias en el Wanda Metropolitano desde su inauguración, e incluso acumula ya seis derrotas consecutivas visitando al Atlético, con un descorazonador balance de catorce goles en contra y uno a favor, el que hizo Willian José de penalti en el 2-1 de la temporada 2017-2018. La última victoria de la Real, el 0-1 de la 2012-2013 con tanto de Xabi Prieto.
La pasada temporada, la 2018-2019, la Real cayó derrotada en el Metropolitano por 2-0. Garitano planteó un partido de resistencia para buscar opciones puntuales, y el plan iba bastante bien en la primera mitad. El Atlético tuvo sus ocasiones, pero sin puntería y sin forzar a Moyá, y Pardo dispuso de un buen disparo desde la frontal que se le marchó fuera por muy poco. Pero justo al borde del descanso un incomprensible despeje de Navas, blando y mal dirigido, se lo encontró Godín en el centro del área para disparar a placer y poner el 1-0. El plan realista saltó por los aires. Pudo cambiar el partido si la salvaje entrada a la cabeza de Sangalli que hizo Savic hubiera sido castigada con la tarjeta roja que mereció, pero Mateu Lahoz miró hacia otro lado y lo dejó en amarilla. El 2-0 definitivo lo hizo Luis Filipe con un espléndido disparo en jugada personal. Con media hora por delante, la Real bajó los brazos y el marcador pudo ser más abultado, lo evitó Moyá.
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