Inocencia y juventud no siempre van de la mano. La juventud de Agirretxe no es nada inocente. Ya es el 9 de la Real y ha corroborado todo lo bueno que hizo el año pasado marcando hoy un golazo de gran jugador. La juventud de Estrada, que tiene la misma edad que Agirretxe pero más recorrido en el primer equipo, hoy ha sido muy inocente. Él ha regalado el gol de Las Palmas en una jugada difícil de explicar. Martín Lasarte no es tan joven como sus jugadores, claro está, y tampoco es inocente. Hoy ha dejado buenas pinceladas, con su estilo de juego, con su ambición por la victoria y con unos buenos cambios. Pero tendrá que poner equilibrio porque su equipo es joven e inocente. Tan inocente como el que hemos visto en temporadas precedentes y el tanto canario, error al margen, ha sido una buena muestra. Tan inocente como para perdonar el 0-2 en las dos jugadas inmediatamente anteriores al empate.
No ha parecido el primer partido de la temporada, ni mucho menos. Ha tenido un ritmo de juego muy alto, a pesar del calor canario, y muchas llegadas de gol en ambas porterías. El empate se puede considerar justo, porque si bien la Real se ha adelantado, ha gozado de buenas ocasiones y ha terminado acosando la portería local, también es cierto que Bravo ha hecho dos paradas de gran categoría (es el mejor portero de Segunda, de largo) y que el conjunto txuri urdin ha tenido un complicado inicio de la segunda mitad. El punto es bueno, como visitante y en el campo de uno de los muchos equipos que empiezan la temporada mirando al objetivo del ascenso. Se rompe la estadística de la Real contra Las Palmas en Segunda (hasta hoy, todos los encuentros habían finalizado con victoria realista), pero el punto es bueno, como siempre se dice, si se hace bueno con tres más en el debut en Anoeta, el próximo domingo ante el Murcia.
Con la alineación prevista sobre el campo, lo peor de la Real hoy ha estado atrás, marcando una diferencia preocupante con respecto a la pasada campaña. Muchos nervios, demasiados balones ganados por alto por los delanteros canarios, varios errores graves (Labaka ha hecho un mal partido) y un gol imperdonable que reabirá dos de los debates del verano. Ese gol ha sido un grave error de Dani Estrada, que ha realizado un control orientado hacia la banda sin percatarse de que tenía un jugador rival a su espalda. Robo de balón, pase de la muerte y gol. El primer debate que abre esta pifia inocente e impropia de este nivel es la necesidad de contar con otro lateral derecho, además del hasta ahora lesionado Carlos Martínez. El segundo, la ingenuidad que este equipo sigo teniendo con demasiada frecuencia. La falta de mala leche, que dijo Lasarte hace días. Son ya muchos años viendo como las jugadas de pillería en los partidos de la Real las protagoniza el equipo rival.
Pero ese mismo gol abre más reflexiones. La jugada se produce con Diego Rivas en el suelo (con la marca de los tacos de un jugador canario, que el árbitro no consideró falta incomprensiblemente), sin que Las Palmas tire el balón fuera. La Real que conocemos no habría aprovechado esta coyuntura, como ya todos sabemos. Los canarios sí lo hicieron, y ya podemos quejarnos de que sea antideportivo, que lo es, que el gol subió igualmente al marcador. El árbitro tampoco detuvo el juego, lo que demuestra una vez más que cuanto menos poder tenga el colegiado sobre el campo, menos problemas habrá. Tras el gol hubo tangana, y al menos sirvió para que Xabi Prieto demostrara sus galones, los que tiene que llevar. La ingenuidad también se cura pegando un grito de vez en cuando, provocando alguna tarjeta (y Xabi la vio por este lance, al igual que Bravo).
Los galones de Xabi también quedaron claros con el elevadísimo número de faltas recibidas. Él y Nsue (el mejor de los debutantes gracias a su movilidad y su velocidad) forzaron infinidad de ellas. Por desgracia, las informaciones que hablaban de que el colectivo arbitral tenía orden de proteger a las figuras parece circunscribirse a la élite, a Madrid y Barcelona, a Cristiano Ronaldo y Messi. Esa ha sido una de las muchas muestras que ha dado el árbitro de que hoy iba a demostrar un carácter casero (cinco tarjetas para la Real, tres por protestar, dos por agarrones; a pesar de todo, expulsó a un jugador canario a cuatro minutos del final) y dos fueras de juego de los que no se pueden pitar, porque es imposible que el asistente viera con claridad posiciones antirreglamentarias que no existieron. Uno acabó en gol de Nsue y otro con un penalti cometido por el portero canario sobre el mismo realista. Ojo, que en los dos años anteriores los árbitros ya quitaron demasiado.
Agirretxe se confirma como uno de los grandes valores de esta Real. No es sólo que mantenga su olfato goleador intacto, sino que ha marcado un tanto de gran jugador, controlando el balón, con un habilidoso movimiento y un gran disparo. De los que vemos cien veces si lo converte un crack de Primera. El gol hizo justicia a la primera parte de la Real, a pesar de que Elustondo no ha terminado de erigirse en el creador de juego que se espera (el entrenador recordó que ha estado mucho tiempo lesionado). Quizá la falta de ritmo provocó que Las Palmas se hiciera abiertamente con el control del partido en el primer tramo de la segunda mitad, pero los cambios de Lasarte, en especial la entrada de Markel, devolvieron el equilibrio en el juego. Y poco a poco la Real fue recuperando presencia en ataque hasta el punto de acabar el encuentro sobre la portería rival.
Primer peldaño de esta larguísima temporada y primer empate. Un punto que hay que dar por bueno porque lo es. A estas alturas de la temporada, la Real ha dado un muy buen tono físico, ha demostrado que sus fichajes son buenos y que tiene potencial. Ojo a los defectos, pero una de las máximas del fútbol es sacar al menos un empate cuando no se puede ganar. Como hoy. El punto conseguido colocará a la Real de inicio en la mitad de la tabla. Pero quedan 41 batallas más. Y la Copa, que nadie se olvide de la Copa, que es el próximo reto que encara este equipo. Peldaño a peldaño.
sábado, agosto 29, 2009
viernes, agosto 28, 2009
PREVIA Las Palmas - Real Sociedad. El primero de los 42 peldaños
La Real afronta el primer peldaño, el primero de los 42 que deberá subir para lograr el ansiado ascenso a Primera. Y lo hará ante el mismo rival contra el que comenzó su segundo intento de volver a la élite, Las Palmas (sábado, 18.00 horas, Estadio de Gran Canaria; ETB-1, Televisión Canaria). Muchos debuts, en especial el de su nuevo entrenador, en una Real que ha hecho una interesante pretemporada y que encara la competición con un único objetivo, recuperar su lugar entre los mejores. No tendrá un inicio cómodo, pues además de un rival complicado, tendrá que hacer frente al calor que a buen seguro vivirá la isla a la hora del partido. Debuta la nueva Real de Martín Lasarte y el principal aliciente es ese, saber en qué se va a diferenciar este equipo, en la forma y en el fondo, del que Lillo dejó en sexta posición al final de la pasada temporada. 42 peldaños y todavía estamos en el primero.
Con su primera lista, Lasarte ya ha sentado las bases del que será su equipo, que no se va a diferenciar mucho del once tipo que se ha vislumbrado durante la temporada. Si el cierre del mercado no ofrece sorpresas, queda claro que Claudio Bravo será su portero y que Asier Riesgo no cuenta aunque se quede. Ante la lesión de Eñaut Zubikarai, Toño Ramírez viaja a Las Palmas como suplente del internacional chileno. La defensa estará formada por Dani Estrada (ante la prolongada, más de la cuenta, lesión de Carlos Martínez) y De la Bella (viaja también Sarasola, pero parece poco probable que sea el elegido) y Ansotegi y Labaka en el centro. Mikel González no parece haber recuperado todavía el buen nivel que dio en Primera y en la primera temporada en Segunda, y empezará desde el banquillo. Esnaola es, por el momento, el cuarto central de la plantilla.
Las lesiones y las dudas condicionan el centro del campo que alineará Lasarte en Las Palmas, aunque no el mediocentro, zona de la que por el momento parecen dueños Diego Rivas y Elustondo. Ambos tendrán que confirmar el buen nivel de la pasada campaña, el canterano en el poco tiempo que pudo jugar y el manchego sobre todo en la segunda vuelta. Xabi Prieto, a pesar de haber sido duda, ha entrado en la lista. Si está para jugar, la derecha es suya. Si no, ahí entrará Nsue. El jugador cedido por el Mallorca podría ocupar también la media punta, puesto en el que parece tener ventaja sobre el tocado Sergio, ante la baja por lesión del ilusionante Zurutuza. La izquierda, a falta de un refuerzo que seguramente no llegará y de nuevas oportunidades para Griezmann (que entra en su primera convocatoria oficial), es de Jonathan Estrada. En la delantera, el 9 en la camiseta y en el campo es para Agirretxe. Bueno esperará su oportunidad en el banquillo y Viguera en próximos compromisos, quizá en el próximo, el encuentro copero ante el Rayo.
Nueva temporada y tercer intento de subir a Primera. Decir que la Real es favorita es aventurar mucho, puesto que en Segunda hay una docena de equipos que parten con el objetivo probable y nada utópico del ascenso. El Betis está en las quinielas como el Zaragoza hace un año, pero todo está por ver. La pretemporada ha ofrecido luces y sombras. La principal entre estas últimas sigue siendo la falta de gol, que se evidenció, en los mismos niveles de la temporada pasada, cuando el equipo txuri urdin se encontró con rivales de igual o mayor categoría como Osasuna o Numancia. Los goles de Bueno, que apenas ha jugado en pretemporada, tendrán necesariamente que unirse a los de Agirretxe si este equipo quiere aspirar a las tres primeras plazas. Eso sí, y también siguiendo lo visto en la Real de Lillo, sólo el Real Madrid fue abiertamente superior a los realistas, que se han mostrado altamente competitivos. Pero eso ya da igual. Lo que importa empieza ya, en Las Palmas y será una muestra de lo que nos espera. Eso sí, mantengamos la cabeza fría porque, se gane o se pierda, hasta junio del año que viene no sube nadie.
En Primera División, las Islas Canarias no han sido precisamente afortunadas para la Real cuando ha tenido que jugar contra el conjunto amarillo. De los 28 partidos disputados en Las Palmas, sólo cuatro acabaron con triunfo txuri urdin. Para encontrar el último hay que remontarse nada menos que a la temporada 86-87, en la que un solitario gol de Zamora, y de penalti, valió la victoria. La mayor goleada realista en Las Palmas se logró en la campaña 80-81, la de la primera Liga de la Real. Uralde, Diego y Kortabarria de penalti pusieron un contundente 0-3. La Real ha empatado ocho encuentros y ha visto cómo Las Palmas vencía en los 16 restantes. En las temporadas 59-60 y 85-86, los resultados fueron de auténtico escándalo: 6-0 para los canarios.
Pero en Segunda la historia es diferente. La Real cuenta por victorias sus dos visitas, ambas tras el último descenso. De hecho, el cuadro txuri urdin ha ganado los cuatro partidos que ha disputado con los canarios en estas dos últimas campañas, también los de Anoeta. Los tres puntos conseguidos la temporada pasada en las Islas se sumaron con mucho sufrimiento. Abreu, recién llegado al conjunto txuri urdin, forzó un claro penalti que él mismo transformó. Era el primer cuarto del primer partido de la segunda vuelta, y todo parecía encarrilado para lograr el triunfo y seguir en el grupo de cabeza. Pero muy pronto también, Markel Bergara vio una exagerada tarjeta roja directa. La Real se puso el manto del sufrimiento y capeó como pudo el intenso dominio canario durante más de una hora de partido. Con estos tres puntos, la Real durmió la noche del sábado en ascenso, pero el domingo volvió a la realidad. Justo una semana antes de que un peligroso árbitro comenzara a cavar, ante el Zaragoza, la fosa que nos condenó a un tercer año en Segunda.
Con su primera lista, Lasarte ya ha sentado las bases del que será su equipo, que no se va a diferenciar mucho del once tipo que se ha vislumbrado durante la temporada. Si el cierre del mercado no ofrece sorpresas, queda claro que Claudio Bravo será su portero y que Asier Riesgo no cuenta aunque se quede. Ante la lesión de Eñaut Zubikarai, Toño Ramírez viaja a Las Palmas como suplente del internacional chileno. La defensa estará formada por Dani Estrada (ante la prolongada, más de la cuenta, lesión de Carlos Martínez) y De la Bella (viaja también Sarasola, pero parece poco probable que sea el elegido) y Ansotegi y Labaka en el centro. Mikel González no parece haber recuperado todavía el buen nivel que dio en Primera y en la primera temporada en Segunda, y empezará desde el banquillo. Esnaola es, por el momento, el cuarto central de la plantilla.
Las lesiones y las dudas condicionan el centro del campo que alineará Lasarte en Las Palmas, aunque no el mediocentro, zona de la que por el momento parecen dueños Diego Rivas y Elustondo. Ambos tendrán que confirmar el buen nivel de la pasada campaña, el canterano en el poco tiempo que pudo jugar y el manchego sobre todo en la segunda vuelta. Xabi Prieto, a pesar de haber sido duda, ha entrado en la lista. Si está para jugar, la derecha es suya. Si no, ahí entrará Nsue. El jugador cedido por el Mallorca podría ocupar también la media punta, puesto en el que parece tener ventaja sobre el tocado Sergio, ante la baja por lesión del ilusionante Zurutuza. La izquierda, a falta de un refuerzo que seguramente no llegará y de nuevas oportunidades para Griezmann (que entra en su primera convocatoria oficial), es de Jonathan Estrada. En la delantera, el 9 en la camiseta y en el campo es para Agirretxe. Bueno esperará su oportunidad en el banquillo y Viguera en próximos compromisos, quizá en el próximo, el encuentro copero ante el Rayo.
Nueva temporada y tercer intento de subir a Primera. Decir que la Real es favorita es aventurar mucho, puesto que en Segunda hay una docena de equipos que parten con el objetivo probable y nada utópico del ascenso. El Betis está en las quinielas como el Zaragoza hace un año, pero todo está por ver. La pretemporada ha ofrecido luces y sombras. La principal entre estas últimas sigue siendo la falta de gol, que se evidenció, en los mismos niveles de la temporada pasada, cuando el equipo txuri urdin se encontró con rivales de igual o mayor categoría como Osasuna o Numancia. Los goles de Bueno, que apenas ha jugado en pretemporada, tendrán necesariamente que unirse a los de Agirretxe si este equipo quiere aspirar a las tres primeras plazas. Eso sí, y también siguiendo lo visto en la Real de Lillo, sólo el Real Madrid fue abiertamente superior a los realistas, que se han mostrado altamente competitivos. Pero eso ya da igual. Lo que importa empieza ya, en Las Palmas y será una muestra de lo que nos espera. Eso sí, mantengamos la cabeza fría porque, se gane o se pierda, hasta junio del año que viene no sube nadie.
En Primera División, las Islas Canarias no han sido precisamente afortunadas para la Real cuando ha tenido que jugar contra el conjunto amarillo. De los 28 partidos disputados en Las Palmas, sólo cuatro acabaron con triunfo txuri urdin. Para encontrar el último hay que remontarse nada menos que a la temporada 86-87, en la que un solitario gol de Zamora, y de penalti, valió la victoria. La mayor goleada realista en Las Palmas se logró en la campaña 80-81, la de la primera Liga de la Real. Uralde, Diego y Kortabarria de penalti pusieron un contundente 0-3. La Real ha empatado ocho encuentros y ha visto cómo Las Palmas vencía en los 16 restantes. En las temporadas 59-60 y 85-86, los resultados fueron de auténtico escándalo: 6-0 para los canarios.
Pero en Segunda la historia es diferente. La Real cuenta por victorias sus dos visitas, ambas tras el último descenso. De hecho, el cuadro txuri urdin ha ganado los cuatro partidos que ha disputado con los canarios en estas dos últimas campañas, también los de Anoeta. Los tres puntos conseguidos la temporada pasada en las Islas se sumaron con mucho sufrimiento. Abreu, recién llegado al conjunto txuri urdin, forzó un claro penalti que él mismo transformó. Era el primer cuarto del primer partido de la segunda vuelta, y todo parecía encarrilado para lograr el triunfo y seguir en el grupo de cabeza. Pero muy pronto también, Markel Bergara vio una exagerada tarjeta roja directa. La Real se puso el manto del sufrimiento y capeó como pudo el intenso dominio canario durante más de una hora de partido. Con estos tres puntos, la Real durmió la noche del sábado en ascenso, pero el domingo volvió a la realidad. Justo una semana antes de que un peligroso árbitro comenzara a cavar, ante el Zaragoza, la fosa que nos condenó a un tercer año en Segunda.
jueves, agosto 20, 2009
Así no
Vayan por delante dos ideas de base. En primer lugar, mantengo mi postura de agradecimiento al Real Madrid por su participación en su fiesta del centenario. Todo fue digno de elogio: que vinieran, las facilidades que pusieron, que cumplieran con su obligación contractual de sacar a los mejores (y no quitarles en el descanso, que hubiera sido lo fácil), su actitud durante el partido (me gustó que Raúl se marchara corriendo al ser sustituído con 0-1, respetando el tiempo que le faltaba a la Real para luchar por el empate), el cambio de Xabi Alonso para que le demostráramos cariño, las palabras de sus jugadores, entrenadores y dirigentes sobre lo que significa el club txuri urdin. Todo. La segunda idea, que me parece esencial en el mundo del fútbol actual la buena convivencia entre clubes y, por extensión, entre las aficiones. Una de las imágenes con las que me quedé el sábado pasado fue la de un padre con su camiseta de la Real llevando de la mano a su hijo vestido con la elástica del Madrid. Eso es el fútbol. Y eso se vio el pasado sábado en Anoeta.
Una vez que ambos puntos quedan claros, como evidencia del respeto a todos los clubes que creo que he mostrado siempre, reconozco que no puedo estar de acuerdo con uno de los detalles que más desapercibidos han pasado (¿por qué ese silencio cómplice de algunos?) de la celebración del centenario. En la comida entre las dos directivas, el presidente de la Real, Jokin Aperribay, impuso a su homólogo madridista, Florentino Pérez, la insignia de oro y brillantes del club txuri urdin. Lo triste del asunto es que la información la dio la web del Real Madrid, pero no la de la Real, lo que supone un desprestigio inmenso para lo que debiera ser la mayor condecoración que puede imponer un presidente realista. Se la damos, pero no lo decimos. Así no podemos hacer las cosas, y menos cuando la promesa que hizo este Consejo cuando llegó al poder fue la de transparencia. Promesa que no se está cumpliendo en algunos aspectos, como por ejemplo éste obsequio, los aconteceres en los fichajes de Estrada y Bueno o lo que ha pasado con las camisetas del centenario.
Parece lógico pensar que esto no se ha publicitado porque el Real Madrid no es precisamente el club más querido en el entorno de la Real, que la decisión de otorgarle esta insignia podía generar animadversión hacia el Consejo. Y es un pensamiento lícito, que asumo como normal en las deliberaciones de los consejeros realistas cuando debatieron cómo debían agradecer al Real Madrid su presencia en este evento tan especial. Pero si el Consejo hace esta deliberación, sólo tenía dos caminos posibles. El primero, darle la insignia a Florentino Pérez con todas las consecuencias. Ser valiente, en definitiva. Decir que se le ha dado porque el Madrid ha tenido un gesto notable al acceder a venir en condiciones no demasiado ventajosas a nuestra fiesta del centenario. El segundo camino es no dársela. Optar por algún otro tipo de recuerdo que todos los aficionados pueden entender, incluso aquellos que no sienten aprecio por el Real Madrid.
Lo que no se puede es darle la insignia e informar en el web oficial que lo que se les ha dado es "un cuadro conmemorativo" del centenario y poner una fotografía del obsequio que el Madrid le hizo a la Real por esta fecha tan hermosa. Esto es innegociable. La forma tiene que ser una, valiente y decidida. Si se toma una decisión, hay que defenderla con gallardía y arrojo, con luz y taquígrafos. Yo habría respetado mi decisión, probablemente ni la habría comentado. Pero de haberlo hecho, habría sido para mostrar mi rechazo. No creo que venir al partido del centenario valga una insignia de oro y brillantes, reconocimiento que debiera estar reservado para quienes muestran un absoluto e incondicional sentimiento txuri urdin. Creo que el rechazo a la medida es comprensible, habida cuenta de que somos muchos los que nos dejamos la vida por la Real y no vamos a recibir, probablemente nunca, un reconocimiento similar.
Yo me dejé mis lágrimas y mis ilusiones en Vigo o en Valencia, yo he visto a la Real en Madrid, en Zaragoza, en Salamanca, en Sevilla y hasta en Almendralejo. Me ha chupado horas de tren y autocares, me he dejado buena parte de mi sueldo en seguir a este equipo. Ahora trato de divulgar su grandeza con estas líneas, como antes presidí una peña. Y ni he pedido, ni tengo, ni seguramente me merezco la insignia de oro y brillantes. Ni siquiera tengo la bandera del centenario con la que se ha obsequiado a tanta gente durante los últimos meses, incluyendo a nuestros colegas de los grandes medios pero no a quienes usamos Internet para hablar de la Real. El centenario de la Real tendría que ser de los realistas, y ese reconocimiento al Real Madrid, a través de la figura de su presidente, me parece excesivo teniendo en cuenta lo que vemos (o no vemos) algunos realistas de corazón.
Muestro mi desacuerdo, pero nada más. Si es una medida del Consejo, adelante con ella, que para eso ostentan el poder. Pero que no la oculten. Porque entonces no sólo caen en ese oscurantismo que tanto criticaron al anterior presidente, sino que además dan pie a pensar que hay más cosas que ocultar de las que no tiene por qué informarnos la web oficial del Real Madrid. Y ese es un camino peligroso que sólo puede provocar que la angustia institucional que nos aflige desde hace tanto tiempo se prolongue todavía más. Así no.
Una vez que ambos puntos quedan claros, como evidencia del respeto a todos los clubes que creo que he mostrado siempre, reconozco que no puedo estar de acuerdo con uno de los detalles que más desapercibidos han pasado (¿por qué ese silencio cómplice de algunos?) de la celebración del centenario. En la comida entre las dos directivas, el presidente de la Real, Jokin Aperribay, impuso a su homólogo madridista, Florentino Pérez, la insignia de oro y brillantes del club txuri urdin. Lo triste del asunto es que la información la dio la web del Real Madrid, pero no la de la Real, lo que supone un desprestigio inmenso para lo que debiera ser la mayor condecoración que puede imponer un presidente realista. Se la damos, pero no lo decimos. Así no podemos hacer las cosas, y menos cuando la promesa que hizo este Consejo cuando llegó al poder fue la de transparencia. Promesa que no se está cumpliendo en algunos aspectos, como por ejemplo éste obsequio, los aconteceres en los fichajes de Estrada y Bueno o lo que ha pasado con las camisetas del centenario.
Parece lógico pensar que esto no se ha publicitado porque el Real Madrid no es precisamente el club más querido en el entorno de la Real, que la decisión de otorgarle esta insignia podía generar animadversión hacia el Consejo. Y es un pensamiento lícito, que asumo como normal en las deliberaciones de los consejeros realistas cuando debatieron cómo debían agradecer al Real Madrid su presencia en este evento tan especial. Pero si el Consejo hace esta deliberación, sólo tenía dos caminos posibles. El primero, darle la insignia a Florentino Pérez con todas las consecuencias. Ser valiente, en definitiva. Decir que se le ha dado porque el Madrid ha tenido un gesto notable al acceder a venir en condiciones no demasiado ventajosas a nuestra fiesta del centenario. El segundo camino es no dársela. Optar por algún otro tipo de recuerdo que todos los aficionados pueden entender, incluso aquellos que no sienten aprecio por el Real Madrid.
Lo que no se puede es darle la insignia e informar en el web oficial que lo que se les ha dado es "un cuadro conmemorativo" del centenario y poner una fotografía del obsequio que el Madrid le hizo a la Real por esta fecha tan hermosa. Esto es innegociable. La forma tiene que ser una, valiente y decidida. Si se toma una decisión, hay que defenderla con gallardía y arrojo, con luz y taquígrafos. Yo habría respetado mi decisión, probablemente ni la habría comentado. Pero de haberlo hecho, habría sido para mostrar mi rechazo. No creo que venir al partido del centenario valga una insignia de oro y brillantes, reconocimiento que debiera estar reservado para quienes muestran un absoluto e incondicional sentimiento txuri urdin. Creo que el rechazo a la medida es comprensible, habida cuenta de que somos muchos los que nos dejamos la vida por la Real y no vamos a recibir, probablemente nunca, un reconocimiento similar.
Yo me dejé mis lágrimas y mis ilusiones en Vigo o en Valencia, yo he visto a la Real en Madrid, en Zaragoza, en Salamanca, en Sevilla y hasta en Almendralejo. Me ha chupado horas de tren y autocares, me he dejado buena parte de mi sueldo en seguir a este equipo. Ahora trato de divulgar su grandeza con estas líneas, como antes presidí una peña. Y ni he pedido, ni tengo, ni seguramente me merezco la insignia de oro y brillantes. Ni siquiera tengo la bandera del centenario con la que se ha obsequiado a tanta gente durante los últimos meses, incluyendo a nuestros colegas de los grandes medios pero no a quienes usamos Internet para hablar de la Real. El centenario de la Real tendría que ser de los realistas, y ese reconocimiento al Real Madrid, a través de la figura de su presidente, me parece excesivo teniendo en cuenta lo que vemos (o no vemos) algunos realistas de corazón.
Muestro mi desacuerdo, pero nada más. Si es una medida del Consejo, adelante con ella, que para eso ostentan el poder. Pero que no la oculten. Porque entonces no sólo caen en ese oscurantismo que tanto criticaron al anterior presidente, sino que además dan pie a pensar que hay más cosas que ocultar de las que no tiene por qué informarnos la web oficial del Real Madrid. Y ese es un camino peligroso que sólo puede provocar que la angustia institucional que nos aflige desde hace tanto tiempo se prolongue todavía más. Así no.
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lunes, agosto 17, 2009
"...seguimos siendo de la Real"
Nada más finalizar el partido contra el Madrid, el speaker de Anoeta dijo que "a pesar del resultado, seguimos siendo de la Real". Yo casi diría que somos de la Real incluso porque a veces el resultado no nos acompaña. No sé si sabría explicar lo que significa tener el corazón txuri urdin, porque son muchas cosas. Muchas de las que se vivieron el sábado en este estadio, tercera casa del equipo txuri urdin, encajan con lo que cualquier realista siente. Por eso fue una noche inolvidable, que se recordará durante los próximos cien años. Por lo menos hasta que este club conmemore su segundo centenario. Entonces, quienes tengan la suerte de vivirlo echarán la vista atrás y revivirán todo aquello que ha pasado en ese tiempo, como hicimos todos el sábado con los cien primeros. Si estos ya han sido increíbles, lo que nos queda por vivir es igualmente apasionante. La noche empezó con la metáfora que supone la música de Desafío total, para saludar la salida de los jugadores al campo en su presentación, pero acabó con un I will survive que encaja con el momento actual. Y es que si la Real es algo es precisamente el desafío de sobrevivir.
Todo, desde la presentación del equipo hasta la despedida, todo estaba pensado para despertar el sentimiento txuri urdin más intenso. Y todos rememoramos algún momento especial para nosotros. Pudo ser cuando saltó al campo en la presentación ese jugador que nos emociona o al que conocemos. Pudo ser cuando todo Anoeta se puso en pie para aplaudir a Xabi Alonso. Pudo ser cuando, con el primero de los vídeos que repasaban nuestra Historia, cantamos el gol de Zamora. Yo siempre quise cantar el gol de Zamora, ese que nos dio una Liga y nos convirtió definitivamente en el más grande de los pequeños, y ahora he cumplido ese pequeño sueño. Pudo ser con la hermosa narración del segundo vídeo. Pudo ser cuando Anoeta se quedó a oscuras y saltaron al césped los cuatro trofeos esenciales para entender por qué tiene tanto mérito la Real. O cuando Mikel Erentxun y compañía cantaron el himno que han compuesto para conmemorar este centenario o al escuchar el Zorionak Zuri de Amaia Arberas. Pudo ser cuando se soltó un globo por cada gol, cada uno pensando en ese tanto que jamás podrá olvidar. Pudo ser en muchos momentos. O en todos ellos.
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Cuando la bandera del centenario entró en Anoeta y recorrió toda la pista de atletismo, el sentimiento era de orgullo. El mismo que sentí cuando en la segunda parte vi a un chaval animando sin parar a su Real, con su camiseta y con uno de los mil balones que se lanzaron a la grada. El mismo que al dejarme la voz y la garganta cantando al final el Txuri urdin más emotivo que jamás he vivido (impagable e inolvidable la actuación de Amaia Arberas; gracias), mientras Anoeta se convertía en una fuente de luz, fuegos artificiales y magia, y sobre su cesped se reflejaba ese número mágico. Cien. Cien años ya y toda una vida para todos los que nos sentamos el sábado en Anoeta, para los que no estuvieron, y para los que lo viven en la distancia. Qué digo sentarnos, nos pusimos de pie tantas veces... Y alguna lágrima se escapó casi sin querer. Las mías fueron de felicidad al ver al gran Arconada, el 5-0 al Athletic, el 4-2 al Real Madrid (que, sí, engrandeció con su presencia y con la de sus aficionados, sobre todo dos muy especiales, una noche que jamás se borrará de mi cabeza), y de tristeza al ver de nuevo a mi equipo perder una Liga en Vigo. Esa misma lágrima que ya se me escapó en 2003.
Y cuando acabó este hermoso compendio de sensaciones, la que predominó por encima de todas es la de que la Real es inmortal. No importa en qué división esté. No importa que sean momentos de gloria o de sufrimiento. No importa que las cosas vayan mal. La Real nunca va a morir porque va en nuestros corazones. Lo del sábado fue una muestra más. Durante toda la tarde se vieron muchas camistas blancas y azules, pocas del centenario por un error difícilmente perdonable y bastante inexplicado, pero daba igual. No fuimos a ver al Madrid, tampoco por un partido de fútbol. Fuimos por la Real. Por la que saltó al campo, por cada una de las que han jugado en estos cien años, por las que nos quedan por ver. Por la Real. Siempre por la Real. Y como gritamos todos juntos al unísono, para animar nuestros corazones, para demostrar el realismo que llevamos dentro desde que nacimos, ¡¡¡bat, bi, hiru, lau, bost, sei, zazpi, Real!!! Porque seguimos siendo de la Real y lo seremos siempre, para lo bueno y para lo malo.
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REAL SOCIEDAD 0 - REAL MADRID 2 El espejo en el que mirarse
La Real que jugó el partido del centenario ante el Real Madrid fue el espejo en el que el equipo de Martín Lasarte debe mirarse durante toda la temporada. Al menos la Real de los primeros 45 minutos, la que fue capaz de tutear a un conjunto plagado de grandísimos jugadores, la que les frenó, la que llegó en alguna ocasión a la portería de Iker Casillas con peligro, la que se dejó la piel en el campo y la que dio una lección de coraje y entrega mientras duraron las fuerzas. Esa primera mitad nos devolvió por momentos a otros tiempos de nuestra ya casi centenaria Historia, a otros partidos en los que el Madrid tenía que sudar para sacar una victoria de San Sebastián. El partido nos demostró que la Real puede dar la cara en el reto que se ponga por delante, incluso aunque haya tanta diferencia de partida entre uno y otro contendiente. Para eso sirvió este encuentro, al margen del resultado final. La ovación final, pese a ese 0-2, fue más que merecida. ¡Qué ganas tiene Anoeta de aplaudir y los suyos!
Faltó, eso sí, la guinda del gol. Con un gol hubiera sido un partido cercano a la perfección. Agirretxe lo tuvo en una ocasión magnífica en la que, dentro del área pequeña, impulsó el balón con la cabeza apenas unos centímetros a la izquierda de Casillas. Podía haber disparado con el pie, pero no se dio cuente de que Casillas le había dado ese espacio suficiente para no acelerar tanto su resolución. Si ese gol sube al marcador, quién sabe si esta pequeña Real de Segunda hubiera podido darle un susto al grandísimo Real Madrid de Cristiano, Kaká, Benzema, Xabi Alonso y compañía. Quién sabe. La derrota por 0-2 da idea de la superiodad de los madridistas, cierta sobre el papel, pero la forma en que llegaron los goles hace que sea necesario relativizar la derrota. Primero, porque los dos goles llegaron a balón parado, no como producto de una superioridad técnica que, también hay que decirlo, se notó por momentos incluso aunque el Madrid no hiciera un partido brillante. Lasarte tiene trabajo en Zubieta para asegurar la defensa de las faltas. Segundo, porque en Segunda División no hay muchos jugadores que lancen faltas como Cristiano o Sneijder.
Faltó, eso sí, la guinda del gol. Con un gol hubiera sido un partido cercano a la perfección. Agirretxe lo tuvo en una ocasión magnífica en la que, dentro del área pequeña, impulsó el balón con la cabeza apenas unos centímetros a la izquierda de Casillas. Podía haber disparado con el pie, pero no se dio cuente de que Casillas le había dado ese espacio suficiente para no acelerar tanto su resolución. Si ese gol sube al marcador, quién sabe si esta pequeña Real de Segunda hubiera podido darle un susto al grandísimo Real Madrid de Cristiano, Kaká, Benzema, Xabi Alonso y compañía. Quién sabe. La derrota por 0-2 da idea de la superiodad de los madridistas, cierta sobre el papel, pero la forma en que llegaron los goles hace que sea necesario relativizar la derrota. Primero, porque los dos goles llegaron a balón parado, no como producto de una superioridad técnica que, también hay que decirlo, se notó por momentos incluso aunque el Madrid no hiciera un partido brillante. Lasarte tiene trabajo en Zubieta para asegurar la defensa de las faltas. Segundo, porque en Segunda División no hay muchos jugadores que lancen faltas como Cristiano o Sneijder.
De puertas hacia fuera se dice que este partido no tenía como objetivo sacar conclusiones para el futuro, pero se pueden sacar, ya lo creo que sí. La más positiva, que la Real ha encontrado lo que hace años que no tenía: un mediapunta. Zurutuza se convirtió en el jugador txuri urdin más destacado (y por eso sorprendió que fuera el primer jugador sustituido por Lasarte; y, ya puestos, también sorprende que hace un año se tuviera tanto empeño en cederle y no darle oportunidades en el primer equipo). El canterano ha aprovechado la confianza que le ha brindado el entrenador uruguayo y ha tomado ventaja a Sergio, el jugador que a priori partía con más posibilidades de ser titular en la primera jornada de Liga, por su lesión. Y también es de destacar la presencia de Dani Estrada en el lateral derecho. Lo que empezó siendo una solución de emergencia parece ya una fórmula asentada, a menos que Carlos Martínez trabaje más allá de sus límites. Estrada, que lleva dos años pasando inadvertido en el equipo como suplente de Xabi Prieto, parece haber encontrado su lugar. Tuvo su papel en que Cristiano Ronaldo fuera la estrella madridista a la que menos se vio, y hay que reconocérselo.
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Los nuevos realistas no tuvieron demasiadas oportunidades para brillar. La banda izquierda que forman De la Bella y Jonathan Estrada parece conjuntada, pero no encontraron margen para trenzar jugadas de ataque, algo que debe ser su fuerte en Segunda. Por la derecha, Xabi Prieto dejó alguna pequeña pincelada ante Drenthe, pero no se erigió aún como el líder que debe ser para este equipo. Agirretxe se fajó con bravura con los defensas del Madrid y, como decía, tuvo la mejor ocasión del partido tras una inteligente y brillante dejada de cabeza de Zurutuza. En Liga no debe fallar esas ocasiones, pero es que en Liga tampoco se va a encontrar porteros que puedan intimidar tanto como Casillas. En la portería de la Real, Bravo hizo un partido muy interesante, con bastantes paradas de mérito, pero, curiosamente, pudo hacer más en los dos goles. No debe ser fácil blocar un tiro de Cristiano Ronaldo y no debió intentarlo. Y la barrera en el segundo no pareció del todo bien ajustada. Pero, si no media un traspaso, es el portero de la Real, el Zamora de Segunda y uno de los valores más seguros del equipo.
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En la segudna parte, Lasarte dio minutos a los dos potrillos más prometedores: Ros y Griezmann. El primero confirmó las sensaciones del final de la pasada campaña y se confirmó como alternativa a los mediocentros del primer equipo, puede que no de forma demasiado habitual en la temporada que está a punto de empezar, pero seguro que en el futuro. Al francés, la sensación de esta pretemporada, el partido y el rival le vinieron grandes y poco pudo intervenir, pero seguro que le ha servido para aprender, seguro que en Segunda tendrá un espacio a lo largo de la campaña y seguro que se convertirá en un valor importante del equipo. También tuvo minutos Markel Bergara, que dejó una gran arrancada desde atrás, y Nsue, que a pesar de ser un fichaje muy deseado por la dirección deportiva no parece arrancar la temporada con un papel demasiado destacado.
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Las conclusiones, en todo caso, parecen más claras en cuanto a los nombres que sobre la forma de jugar. Obviamente, la Real no se va a encontrar rivales de la talla del Madrid. Obviamente, el equipo no va a precisar un esfuerzo físico tan grande en defensa en toda la temporada. Sí pareció clara la vocación del equipo de jugar mucho por las bandas, de que sus laterales se incorporen constantemente al equipo y de que los extremos lleven buena parte de la carga ofensiva. También quedó de manifiesto que el mediapunta (o el segundo delantero, según el esquema que finalmente escoja Martín Lasarte para cada partido) tendrá mucha libertad para caer a las bandas, igual que uno de los mediocentros tendrá camino abierto para adentrarse en el área. Elustondo (que jugó unos minutos como mediapunta), aunque no hiciera un gran partido ante el Madrid, es el elegido para hacer esa labor.
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Del Madrid, que colocó a todas sus estrellas para engrandecer este partido del centenario, siempre se puede esperar lo que sucedió sobre el césped de Anoeta. No arrolló a la Real, no, en parte por el buen hacer y la entrega de los de Lasarte y en parte porque la maquinaria blanca todavía no está del todo engrasada. A Xabi Alonso se le vio ya como el jugador fundamental que fue en la Real y después en el Liverpool. A Kaka se le vislumbró como el desequilibrante centrocampista que es. Benzema mostró que domina toda la frontal del área con brillantez. Cristiano no necesita siquiera estar enchufado en el partido para cambiar su curso en una sola acción. Todo ese arsenal se vio frenado en la primera mitad por la Real. Si no olvidamos dónde estamos, aunque todos tengamos claro (incluso Pellegrini, qué grandes palabras las suyas hacia la Real) que nuestro lugar está más arriba, entenderemos el mérito que tuvieron los realistas.
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Porque si algo deja el partido del centenario, pese a la derrota, es una Real crecida, que se agarra a lo que sabe hacer, a lo que su técnico quiere que haga, y que por encima de todo muestra corazón. No sé si conseguirá aprovechar esta inercia para la Liga, pero bien haría el técnico realista en recordarles que quienes tutean al Real Madrid durante 45 minutos pueden y deben mostrar la misma grandeza en Segunda División durante toda la temporada. Sólo así un público que no cesó de animarles en todo el encuentro verá el regalo que más ansía: el ascenso a Primera. Esa, y no otra, sería la mejor guinda al año del centenario. Los recuerdos son hermosos, pero el presente empieza ahora y no es precisamente bueno, no lo olvidemos. La temporada empieza en Segunda. Que acabe en Primera. Que esta visita del Madrid sea la última que vemos con el equipo en el pozo de la categoría de plata.
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viernes, agosto 14, 2009
PREVIA Real Sociedad - Real Madrid. Dos horas de nuevo entre los grandes
Durante dos horas, soñaremos que la Real sigue entre los grandes. Durante algo más de tiempo, celebraremos que la Real cumple cien años. Es un día de fiesta, sí, pero el partido ante el Real Madrid (sábado, 22.00 horas, Anoeta, La Sexta, ETB-1), el acto central de un centenario algo deslucido por el presente en el que vive el club, es mucho más que una fiesta. Es un partido grande en el que la Real, al margen del resultado que refleje el marcador al final de los 90 minutos, deberá demostrar que quiere volver a la élite. El mundo entero estará mirando a Anoeta gracias a la presencia de los Kaka, Cristiano Ronaldo, Benzema... y Xabi Alonso. Que esté el tolosarra, el último gran jugador salido de la cantera de Zubieta, es un aliciente más para esta emocionante jornada. No habrá tres puntos en juego, pero sí algo más trascendente: el orgullo de ser de la Real y de vestir su camiseta.
Tanto la Real Sociedad como el Real Madrid están obligados a presentar en Anoeta a sus mejores equipos. En el caso de la escuadra txuri urdin, por una cuestión de orgullo y de imagen. En el del conjunto merengue, por contrato y para dar minutos juntos a todas sus nuevas estrellas. Martín Lasarte parece haberse formado ya una idea muy clara de la plantilla que maneja en una pretemporada en la que cuenta sus partidos por victorias. Si no se produce el traspaso que la Real viene buscando desde el comienzo del verano futbolístico, parece que su portero va a ser Bravo (la lesión de Riesgo ha ayudado a aclararle el panorama). Las bandas también parecen estar definidas: De la Bella y Jonathan Estrada estarán por la izquierda y Dani Estrada (también por la lesión de Carlos Martínez) y Xabi Prieto ocuparán la derecha. Y Agirretxe, a falta del interminable fichaje de Bueno, será la referencia arriba.
Los dos mediocentros también parecen elegidos. Serán Diego Rivas y Elustondo, dos jugadores de los que ha hablado muy bien Lasarte en sus comparecencias ante la prensa desde que llegara a San Sebastián, y que ofrecen un interesante equilibrio entre trabajo y calidad para sacar el balón jugado con rapidez. Las dudas están en el centro de la defensa y en la mediapunta. Atrás, la Real cuenta con cuatro centrales para dos puestos y sólo Esnaola parece estar un paso por detrás en las preferencias del técnico. Como la pasada temporada, Mikel González, Labaka y Ansotegi se jugarán los dos lugares en el once. En la mediapunta, Zurutuza ha sabido aprovechar la baja de Sergio, que ya se entrena con normalidad. Nsue también tiene papeletas para jugar ahí. Y en el banquillo, presumiblemente, esperará su oportunidad la perla de la pretemporada, el francés de 18 años Antoine Griezmann.
Las estrellas del Madrid estarán todas sobre el césped de Anoeta. El conjunto de Pellegrini sólo cuenta con una baja sensible, la de Sergio Ramos. El partido tendrá el inmenso aliciente que supone el regreso a Anoeta de Xabi Alonso, cinco años después de ser traspasado al Liverpool. No está confirmado, pero se ha publicado que el club tendrán un detalle con él. Se lo merece, porque lleva cinco años dejando dinero en nuestras maltrechas arcas y es un jugador muy querido. También regresa a Anoeta Xabier Mancisidor, el ahora preparador de porteros del Real Madrid, al que se hará raro ver detrás de la portería de Casillas y no de la de Bravo. Y el chileno tiene la oportunidad de lucirse ante un de los equipos que, al parecer, más interés mostró en contratarle este verano, antes de ofrecer la renovación a Dudek.
Antes y después del partido todos los realistas tendremos ocasión de celebrar el centenario del club, de olvidarnos de las penas que nos han afligido en los últimos años y de recordar que, por muy negro que sea el presente, seguimos siendo un grande. Todo tiene que contribuir a hacer del 15 de agosto de 2009 una fecha que los realistas recordemos por mucho tiempo. Anoeta estará prácticamente lleno, aunque todavía quedan algunas entradas (con lo que ha dicho la Real y el dato publicado en la prensa de Madrid de que 900 socios devolvieron su asiento para este partido, ya estarían vendidas 27.000 o 28.000 localidades). Si el equipo, además, pone su granito de arena y nos recuerda la grandeza que supone vestir por primera vez la camiseta que conmemora los cien primeros años de vida de la Real (¡qué lástima la horrible gestión que ha impedido que pueda haber más de mil de estas camisetas en la grada!), la fiesta será completa. Independientemente del resultado. Pero que gane la Real.
El Real Madrid es uno de los rivales clave de la centenaria Historia txuri urdin, y así es como hay que entender su presencia en Anoeta en esta fecha conmemorativa, más allá incluso del elenco de estrellas que tiene ahora mismo. No sólo por ser uno de los tres rivales con los que más veces se ha enfrentado en Liga (64 partidos jugados en San Sebastián, entre Atotxa y Anoeta, de los cuales 21 se saldaron con victoria de la Real y empate y 22 con triunfo madridista), sino también porque ha sido el principal adversario al que se ha tenido que medir en sus momentos más grandes. El Real Madrid fue quien arrebató a la Real dos ligas que mereció (temporadas 79-80 y 02-03), el que se arrodilló ante la bravura realista en 1981 y el que sucumbió ante el conjunto donostiarra en la Supercopa de 1982, la primera que se jugó.
Quizá el referente más apropiado que se le pueda encontrar a este partido sea la inauguración del estadio de Anoeta, en agosto de 1993. Aquel día, Loren marcó el primer tanto de la Historia del recinto (después de que se le anulara por fuera de juego otro gol legal), Butragueño igualó para el Real Madrid, Océano puso el 2-1 y de nuevo Butragueño llevó al marcador el 2-2 final. La última vez que el conjunto madridista jugó en Anoeta fue en la temporada del descenso txuri urdin, la 06-07. Y venció gracias a dos tantos de Van Nistelrooy y Beckham (en un clamoroso fallo de un Bravo recién aterrizado en San Sebastián después de jugar un partido con su selección) que remontaron el tempranero gol de Aranburu (la imagen es de esta celebración). Acababa de empezar la segunda vuelta de la Liga, pero el descenso que efectivamente se consumó en junio de 2007 ya empezaba a parecer una realidad. Lo de este sábado es distinto. A disfrutarlo.
(Nota. En una fecha tan especial, estaré en las gradas de Anoeta. El lunes colgaré crónica del partido y del ambiente de la fiesta con la que se va a conmemorar el centenario de la Real)
Tanto la Real Sociedad como el Real Madrid están obligados a presentar en Anoeta a sus mejores equipos. En el caso de la escuadra txuri urdin, por una cuestión de orgullo y de imagen. En el del conjunto merengue, por contrato y para dar minutos juntos a todas sus nuevas estrellas. Martín Lasarte parece haberse formado ya una idea muy clara de la plantilla que maneja en una pretemporada en la que cuenta sus partidos por victorias. Si no se produce el traspaso que la Real viene buscando desde el comienzo del verano futbolístico, parece que su portero va a ser Bravo (la lesión de Riesgo ha ayudado a aclararle el panorama). Las bandas también parecen estar definidas: De la Bella y Jonathan Estrada estarán por la izquierda y Dani Estrada (también por la lesión de Carlos Martínez) y Xabi Prieto ocuparán la derecha. Y Agirretxe, a falta del interminable fichaje de Bueno, será la referencia arriba.
Los dos mediocentros también parecen elegidos. Serán Diego Rivas y Elustondo, dos jugadores de los que ha hablado muy bien Lasarte en sus comparecencias ante la prensa desde que llegara a San Sebastián, y que ofrecen un interesante equilibrio entre trabajo y calidad para sacar el balón jugado con rapidez. Las dudas están en el centro de la defensa y en la mediapunta. Atrás, la Real cuenta con cuatro centrales para dos puestos y sólo Esnaola parece estar un paso por detrás en las preferencias del técnico. Como la pasada temporada, Mikel González, Labaka y Ansotegi se jugarán los dos lugares en el once. En la mediapunta, Zurutuza ha sabido aprovechar la baja de Sergio, que ya se entrena con normalidad. Nsue también tiene papeletas para jugar ahí. Y en el banquillo, presumiblemente, esperará su oportunidad la perla de la pretemporada, el francés de 18 años Antoine Griezmann.
Las estrellas del Madrid estarán todas sobre el césped de Anoeta. El conjunto de Pellegrini sólo cuenta con una baja sensible, la de Sergio Ramos. El partido tendrá el inmenso aliciente que supone el regreso a Anoeta de Xabi Alonso, cinco años después de ser traspasado al Liverpool. No está confirmado, pero se ha publicado que el club tendrán un detalle con él. Se lo merece, porque lleva cinco años dejando dinero en nuestras maltrechas arcas y es un jugador muy querido. También regresa a Anoeta Xabier Mancisidor, el ahora preparador de porteros del Real Madrid, al que se hará raro ver detrás de la portería de Casillas y no de la de Bravo. Y el chileno tiene la oportunidad de lucirse ante un de los equipos que, al parecer, más interés mostró en contratarle este verano, antes de ofrecer la renovación a Dudek.
Antes y después del partido todos los realistas tendremos ocasión de celebrar el centenario del club, de olvidarnos de las penas que nos han afligido en los últimos años y de recordar que, por muy negro que sea el presente, seguimos siendo un grande. Todo tiene que contribuir a hacer del 15 de agosto de 2009 una fecha que los realistas recordemos por mucho tiempo. Anoeta estará prácticamente lleno, aunque todavía quedan algunas entradas (con lo que ha dicho la Real y el dato publicado en la prensa de Madrid de que 900 socios devolvieron su asiento para este partido, ya estarían vendidas 27.000 o 28.000 localidades). Si el equipo, además, pone su granito de arena y nos recuerda la grandeza que supone vestir por primera vez la camiseta que conmemora los cien primeros años de vida de la Real (¡qué lástima la horrible gestión que ha impedido que pueda haber más de mil de estas camisetas en la grada!), la fiesta será completa. Independientemente del resultado. Pero que gane la Real.
El Real Madrid es uno de los rivales clave de la centenaria Historia txuri urdin, y así es como hay que entender su presencia en Anoeta en esta fecha conmemorativa, más allá incluso del elenco de estrellas que tiene ahora mismo. No sólo por ser uno de los tres rivales con los que más veces se ha enfrentado en Liga (64 partidos jugados en San Sebastián, entre Atotxa y Anoeta, de los cuales 21 se saldaron con victoria de la Real y empate y 22 con triunfo madridista), sino también porque ha sido el principal adversario al que se ha tenido que medir en sus momentos más grandes. El Real Madrid fue quien arrebató a la Real dos ligas que mereció (temporadas 79-80 y 02-03), el que se arrodilló ante la bravura realista en 1981 y el que sucumbió ante el conjunto donostiarra en la Supercopa de 1982, la primera que se jugó.
Quizá el referente más apropiado que se le pueda encontrar a este partido sea la inauguración del estadio de Anoeta, en agosto de 1993. Aquel día, Loren marcó el primer tanto de la Historia del recinto (después de que se le anulara por fuera de juego otro gol legal), Butragueño igualó para el Real Madrid, Océano puso el 2-1 y de nuevo Butragueño llevó al marcador el 2-2 final. La última vez que el conjunto madridista jugó en Anoeta fue en la temporada del descenso txuri urdin, la 06-07. Y venció gracias a dos tantos de Van Nistelrooy y Beckham (en un clamoroso fallo de un Bravo recién aterrizado en San Sebastián después de jugar un partido con su selección) que remontaron el tempranero gol de Aranburu (la imagen es de esta celebración). Acababa de empezar la segunda vuelta de la Liga, pero el descenso que efectivamente se consumó en junio de 2007 ya empezaba a parecer una realidad. Lo de este sábado es distinto. A disfrutarlo.
(Nota. En una fecha tan especial, estaré en las gradas de Anoeta. El lunes colgaré crónica del partido y del ambiente de la fiesta con la que se va a conmemorar el centenario de la Real)
jueves, agosto 13, 2009
Sueña, chaval, sueña...
Cantera, cantera, cantera. Siempre he defendido la fórmula de cantera para la Real, por vocación y por necesidad. Siempre lo he hecho y siempre lo haré. Porque vale mil veces estar en Segunda con nuestros chavales, con los que de verdad sienten los colores, con los que se dejan cada gota de sudor en el campo por admiración hacia nuestro escudo, que malvivir en Primera con un conjunto de jugadores que ante la primera complicación piensan en salir huyendo. Cierto es que jugadores de la cantera también nos acaban de dejar claro que esta segunda actitud puede producirse también en productos de Zubieta, pero los años (y, también hay que recordarlo porque no debe primar la visión negativa, otros jugadores de la actual plantilla que han preferido quedarse en la Real porque ese y no otro es su sueño) nos han dejado sobradas razones para no detenernos en las ovejas negras más de lo necesario.
Ayer vi por primera vez a la Real en esta pretemporada, una pretemporada que está resultando intachable en muchos aspectos, en especial en cuanto a los resultados. Y me gustó lo que vi. Con los desajustes normales de estas fechas, vi un equipo ambicioso, con ilusión y hambre de victorias. Vi casi una decena de llegadas peligrosas al área rival (la del Eibar, un Segunda B) en apenas media hora de partido. Vi una apuesta por el toque que tendrá como principal escollo la salida de balón desde los centrales. Vi interesantes cambios de juego como constante para desatascar la fluidez de la maquinaria realista. Vi detalles interesantes a balón parado. Vi a Prieto asumir los galones que debe asumir. Y sobre todo vi dos cosas más. Vi que el partido lo comenzaron once jugadores de la cantera, algunos de los cuales no van a ser titulares durante la temporada, probablemente ni siquiera la empiecen con el primer equipo, y ofrecieron una espléndida imagen. Y vi a Antoine Griezmann.
Es sólo un chaval, tiene 18 años, y ya se ha convertido en el centro del debate entre los aficionados realistas. Eso tiene un mérito que no hay por qué esconder. Tiene detalles de grandísimo jugador. Había leído que su debilidad es el físico, y sí es cierto que le falta cierta corpulencia, pero no rehuye el contacto con el rival en absoluto. Ayer le vi meter centros en el área precisos e incisivos, de esos que generan ocasiones de gol. Le vi hacer conducciones de balón por su banda de bastantes metros sin llegar asfixiado al área rival y en condiciones de optar por la mejor solución. Le vi jugar al fútbol. Y le vi marcar un golazo. Lleva cinco en cuatro partidos de pretemporada y ya es el máximo goleador de la preparación. Contra el Madrid tendrá minutos porque se los ha ganado. En el actual páramo en el que vive la Real, cuando la gente se dedica a mirar con más atención lo que sucede fuera del campo que lo que acontece en el terreno de juego, Griezmann se ha convertido en un soplo de aire fresco. En un detalle de sincera ilusión para todos. Para él y para todos nosotros.
No creo que haya fórmulas infalibles con los chavales de la cantera. Llorente, Juan Domínguez y Oskitz Estefanía apuntaban muy alto, pero no llegaron a afianzarse en el primer equipo por uno u otro motivo. Probablemente Agirretxe se ha ganado el derecho de ser el 9 de la Real por haberle madurado más en el Sanse. En su día, López Ufarte no necesito de más tiempo para aclimatarse al primer equipo con la edad que hoy tiene Griezmann, y Etxeberria estaba listo para ser el sucesor de Kodro antes de su triste salida hacia Bilbao. No sé si es mejor apostar decididamente por él o si conviene foguearle en el Sanse. Eso lo tendrán que decidir sus entrenadores, Martín Lasarte e Imanol Idiakez. Yo sólo puedo decir que a mí este chico me ha ilusionado. Pero me ilusionará más que llegue al primer equipo con capacidad de estar en él durante más de una década, llegue cuando llegue este momento. Tengo la sensación de que el técnico uruguayo va a saber sacar lo mejor de este chaval y de escoger cuándo será un jugador realmente importante.
A Griezmann sólo podemos decirle una cosa: que siga como hasta ahora, sin que se le suba a la cabeza haberse convertido en la sensación de la pretemporada, pero sin dejar de mostrar ese desparpajo que le ha llevado a debutar con la Real en partido amistoso antes incluso de disputar un solo minuto con el Sanse, antes de que nadie fuera del club supiera de su existencia. Griezzman, y otros tantos como él, son la razón de ser de la Real, lleguen al primer equipo con 18 o con 22 años. Pero sueña, chaval, sueña, que los realistas queremos soñar contigo. Imagínate lo que queda por venir, pero siempre paso a paso. Sueña con marcarle un gol al Real Madrid, porque yo ya he soñado con cantarlo. Sueña con ir jugando minutos durante la temporada, como hizo Agirretxe la pasada campaña. Y sueña con el ascenso, con el tuyo al primer equipo y con el de la Real a Primera. Sueña, chaval, sueña...
Ayer vi por primera vez a la Real en esta pretemporada, una pretemporada que está resultando intachable en muchos aspectos, en especial en cuanto a los resultados. Y me gustó lo que vi. Con los desajustes normales de estas fechas, vi un equipo ambicioso, con ilusión y hambre de victorias. Vi casi una decena de llegadas peligrosas al área rival (la del Eibar, un Segunda B) en apenas media hora de partido. Vi una apuesta por el toque que tendrá como principal escollo la salida de balón desde los centrales. Vi interesantes cambios de juego como constante para desatascar la fluidez de la maquinaria realista. Vi detalles interesantes a balón parado. Vi a Prieto asumir los galones que debe asumir. Y sobre todo vi dos cosas más. Vi que el partido lo comenzaron once jugadores de la cantera, algunos de los cuales no van a ser titulares durante la temporada, probablemente ni siquiera la empiecen con el primer equipo, y ofrecieron una espléndida imagen. Y vi a Antoine Griezmann.
Es sólo un chaval, tiene 18 años, y ya se ha convertido en el centro del debate entre los aficionados realistas. Eso tiene un mérito que no hay por qué esconder. Tiene detalles de grandísimo jugador. Había leído que su debilidad es el físico, y sí es cierto que le falta cierta corpulencia, pero no rehuye el contacto con el rival en absoluto. Ayer le vi meter centros en el área precisos e incisivos, de esos que generan ocasiones de gol. Le vi hacer conducciones de balón por su banda de bastantes metros sin llegar asfixiado al área rival y en condiciones de optar por la mejor solución. Le vi jugar al fútbol. Y le vi marcar un golazo. Lleva cinco en cuatro partidos de pretemporada y ya es el máximo goleador de la preparación. Contra el Madrid tendrá minutos porque se los ha ganado. En el actual páramo en el que vive la Real, cuando la gente se dedica a mirar con más atención lo que sucede fuera del campo que lo que acontece en el terreno de juego, Griezmann se ha convertido en un soplo de aire fresco. En un detalle de sincera ilusión para todos. Para él y para todos nosotros.
No creo que haya fórmulas infalibles con los chavales de la cantera. Llorente, Juan Domínguez y Oskitz Estefanía apuntaban muy alto, pero no llegaron a afianzarse en el primer equipo por uno u otro motivo. Probablemente Agirretxe se ha ganado el derecho de ser el 9 de la Real por haberle madurado más en el Sanse. En su día, López Ufarte no necesito de más tiempo para aclimatarse al primer equipo con la edad que hoy tiene Griezmann, y Etxeberria estaba listo para ser el sucesor de Kodro antes de su triste salida hacia Bilbao. No sé si es mejor apostar decididamente por él o si conviene foguearle en el Sanse. Eso lo tendrán que decidir sus entrenadores, Martín Lasarte e Imanol Idiakez. Yo sólo puedo decir que a mí este chico me ha ilusionado. Pero me ilusionará más que llegue al primer equipo con capacidad de estar en él durante más de una década, llegue cuando llegue este momento. Tengo la sensación de que el técnico uruguayo va a saber sacar lo mejor de este chaval y de escoger cuándo será un jugador realmente importante.
A Griezmann sólo podemos decirle una cosa: que siga como hasta ahora, sin que se le suba a la cabeza haberse convertido en la sensación de la pretemporada, pero sin dejar de mostrar ese desparpajo que le ha llevado a debutar con la Real en partido amistoso antes incluso de disputar un solo minuto con el Sanse, antes de que nadie fuera del club supiera de su existencia. Griezzman, y otros tantos como él, son la razón de ser de la Real, lleguen al primer equipo con 18 o con 22 años. Pero sueña, chaval, sueña, que los realistas queremos soñar contigo. Imagínate lo que queda por venir, pero siempre paso a paso. Sueña con marcarle un gol al Real Madrid, porque yo ya he soñado con cantarlo. Sueña con ir jugando minutos durante la temporada, como hizo Agirretxe la pasada campaña. Y sueña con el ascenso, con el tuyo al primer equipo y con el de la Real a Primera. Sueña, chaval, sueña...
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El centenario, en 'Mundo Real'
Desde ayer, he comenzado una colaboración más en la familia realista en Internet, que se suma a mi presencia en Erreala.com. Mundo Real ha decidido publicar una serie de contenidos especiales para conmemorar el centenario de la Real Sociedad (Jurdan Arretxe lo explica en la primera entrada dedicada a este asunto) y entre sus colaboradores se encuentra un servidor. Lo que escriba para Mundo Real, en principio, no se publicará aquí, en Corazón Txuri Urdin. El primer post que he publicado allí es un recuerdo al jugador más emblemático del siglo de Historia de la Real, Luis Arconada. Espero que disfrutéis de este y de todos los posts que Mundo Real publique sobre el centenario.
domingo, agosto 09, 2009
Para Jarque
Cuando muere un futbolista, casi todos pensamos lo mismo. ¿Cómo sería si hubiera sido uno de nuestro equipo? ¿Cómo nos afectaría? Hace dos años lo vivimos con el sevillista Antonio Puerta y ahora le ha sucedido al espanyolista Dani Jarque. Cuando muere un futbolista, da la sensación de que se va alguien que no podía irse así. Que a un deportista no le puede fallar el corazón como le ha fallado a Jarque. Por eso es mucho más difícil explicarse por qué ha pasado esto. Y por eso choca tanto, por eso todos los que amamos el fútbol sentimos hoy una inmensa empatía con su novia, con el hijo que no verá nacer, con su familia y con todos los aficionados pericos. Por eso hoy todos querríamos estar en la puerta 21 del nuevo estadio espanyolista.
Jarque jugó varias veces contra la Real. El último de esos partidos fue en la temporada 2006-2007, la del descenso txuri urdin a Segunda División. Mentiría si dijera que recuerdo algún lance de Jarque en aquellos encuentros. Pero eso es bueno, porque significa que era un jugador que no se ganó nunca animadversión alguna de nadie, que era un profesional que defendía su escudo por encima de todo, pero con lealtad y respeto a los demás. Y ahora que se publican perfiles suyos, uno averigua el porqué de no tener nada malo en mente. Parecía un buen tipo. Seguro que lo era. Descanse en paz y todo el ánimo del mundo para la familia espanyolista.
Jarque jugó varias veces contra la Real. El último de esos partidos fue en la temporada 2006-2007, la del descenso txuri urdin a Segunda División. Mentiría si dijera que recuerdo algún lance de Jarque en aquellos encuentros. Pero eso es bueno, porque significa que era un jugador que no se ganó nunca animadversión alguna de nadie, que era un profesional que defendía su escudo por encima de todo, pero con lealtad y respeto a los demás. Y ahora que se publican perfiles suyos, uno averigua el porqué de no tener nada malo en mente. Parecía un buen tipo. Seguro que lo era. Descanse en paz y todo el ánimo del mundo para la familia espanyolista.
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sábado, agosto 08, 2009
Lecciones para el futuro
Tiendo a ser permisivo con las cosas que están sucediendo en torno a la Real Sociedad porque entiendo que vivimos un momento muy complicado que limita las posibilidades del club mucho más de lo que muchos se han hecho a la idea. Hace cinco años, cuando Xabi Alonso salió del equipo txuri urdin, teníamos un equipo que acababa de disputar la Champions, con una plantilla bastante aceptable. Teníamos un club que veía cómo sus arcas habían crecido con el dinero de la máxima competición continental y del millonario traspaso al Liverpool. Teníamos unas instalaciones magníficas en Zubieta, al alcance de pocos equipos de Europa. Entonces lo podíamos exigir todo. Pero lo que también teníamos entonces, sin que lo supiéramos, era el germen que nos ha llevado al momento actual. Al proceso concursal y a la Segunda División.
Y es aquí, en este instante, cuando tiendo a ser permisivo. El mal ya está hecho. Lo que es importante es que saquemos lecciones para el futuro. Lo único que me asusta es que no sea así, que prefiramos ponernos la venda y mirar hacia otro lado, que los males se enquisten y pasen a formar parte de la cotidianidad de un equipo que hace no tantos años era un modelo para muchos. Ya no se trata de buscar culpables, aunque se señalen en caso de haberlos, sino de evitar males futuros. El trabajo de recopilar ahora estas lecciones es de Jokin Aperribay como presidente y de Loren como director deportivo. Ya se verá si, como se dice en algunos lugares, hay elecciones la próxima temporada y llega alguien diferente. Pero por ahora son ellos los que deben velar por el buen funcionamiento de la Real. Y son muchas las cosas que no debieran permitir que se repitieran en el futuro. Por el bien del equipo txuri urdin y de sus aficionados.
En la parcela deportiva, la Real no puede permitirse el lujo de dar la imagen que ha dado con los fichajes de Estrada y Bueno. Sí, ambos están aquí (el delantero todavía no del todo), pero el espectáculo ha sido propio de una obra de Miguel Mihura. A falta de que alguien saliera a defender a la Real con contundencia, se ha dado la sensación de que nos han estado toreando un equipo sudamericano que no era precisamente del nivel de Boca o River y un represdentante de jugadores uruguayo. Como decía más arriba, quizá la necesidad de contar con esos jugadores ha sido muy fuerte y ha habido que tragar porque las opciones no pueden ser demasiado amplias en la situación económica en la que vive la Real. Pero no puede volver a repetirse. ¿Que alguien pone trabas para venir a la Real? No viene y punto. Pero no viene porque la Real no quiere que vengan. O no debe quererlo.
También sería bueno tener claro que la transparencia tiene efectos mucho más beneficiosos que el oscurantismo. Ahora mismo, la sensación general que se está transmitiendo es la de que los fichajes que han llegado a la Real Sociedad este verano son en su mayoría peticiones específicas del entrenador, Martín Lasarte, y que el secretario técnico, Javi Pérez, es el que está moviendo los hilos en Zubieta (como con la llegada del nuevo entrenador de porteros de la Real, Roberto Navajas). ¿Y Loren? ¿Cuáles son las funciones exactas de Loren? Este verano se le ha ascendido, pero la imagen que se tiene es que ha perdido poder. No es bueno que el hombre que tendría que estar gestionando la Real y el Sanse tenga esa imagen de debilidad. Sea cierta o no. Por desgracia, el rumor es en ocasiones más poderoso que la información. ¿Lo es en este caso y en realidad Loren es el que manda? Hay que dejarlo claro. Más claro. Como otras muchas cosas que suceden en torno al club, como el proceso concursal o el ERE.
Hablando de rumores, sería bueno que la Real controlara mejor lo que se dice de ella, más si cabe en el caso de que circulen falsedades. Y me quedo sobre todo con uno que demuestra el grado de inquina que hay ahora mismo en el entorno de la Real. Hay quien ha publicado que la Real habría renunciado al casi millón de euros que le corresponde por el traspaso de Xabi Alonso al Real Madrid, como una contraprestación clandestina por la presencia del club blanco en el partido del centenario. En los foros contrarios al actual Consejo de la Real, esa información encontró muchísimo eco, lo que obligó al club a informar en su web de que iba a cobrar "una cantidad" sin especificar. No es bueno que la Real deje que se manche (sobre todo si es mentira) una fecha tan importante como la celebración del centenario. No es bueno que el club deje que se diga de él que ha mentido cuando informó de los detalles del acuerdo con el Real Madrid. No es bueno que tengamos discusiones que pueden ser todo un absurdo en caso de partir de un rumor falso en lugar de centrarnos en lo importante.
Y siguiendo con el partido del centenario, no es bueno lo que está sucediendo con la camiseta y con Astore. Ayer, por fin y después de numerosos retrasos, se ha puesto a la venta la primera equipación del equipo para la próxima temporada, la que debutará el día del Madrid, aquella para la que se pidió a los aficionados realistas que votaran en la web del centenario. Llega tarde y mal. Ayer llegaron mil unidades a la tienda de la Real, y algunas tallas se agotaron. ¿Cuando se repondrán? No lo sabemos. ¿Podrá tener su camiseta todo el mundo que la quiera para lucirla en el partido del próximo sábado? Es una incógnita. ¿Llegarán las equipaciones para niños (el club anunció que se venderían el día 14, apenas un día antes del encuentro, pero se ha publicado, citando fuentes de Astore, que eso es imposible)? Cuánto daño a la ilusión de los más pequeños haría que no tuvieran su camiseta. Si Astore no cumple los requisitos mínimos para vestir a la Real, hay que salir al mercado. Si Astore se ha comprometido a ciertas cosas, hay que hacérselas cumplir.
La clave para solucionar todo esto es, como en casi todo, la información. No estaría de más que los responsables de la Real ofrecieran información de forma más periódica. No estaría mal que la web oficial diera detalles del club más a menudo. A estas alturas, a todo el mundo le gustaría saber qué pasa con Astore, por qué Carlos Bueno todavía no ha firmado con la Real, si vamos a cobrar dinero y cuánto por el fichaje madridista de Xabi Alonso, cómo están las obras del museo del centenario y muchas más cosas. Es obvio que no se puede contar todo al minuto. Y también es obvio que los muchos problemas que tiene ahora la Real tienen que hacer que el juicio a sus dirigentes sea mucho más benévolo que en otras circunstancias mejores. Pero que todo este triste presente se convierta en lecciones aprendidas para el futuro. Por favor.
Y es aquí, en este instante, cuando tiendo a ser permisivo. El mal ya está hecho. Lo que es importante es que saquemos lecciones para el futuro. Lo único que me asusta es que no sea así, que prefiramos ponernos la venda y mirar hacia otro lado, que los males se enquisten y pasen a formar parte de la cotidianidad de un equipo que hace no tantos años era un modelo para muchos. Ya no se trata de buscar culpables, aunque se señalen en caso de haberlos, sino de evitar males futuros. El trabajo de recopilar ahora estas lecciones es de Jokin Aperribay como presidente y de Loren como director deportivo. Ya se verá si, como se dice en algunos lugares, hay elecciones la próxima temporada y llega alguien diferente. Pero por ahora son ellos los que deben velar por el buen funcionamiento de la Real. Y son muchas las cosas que no debieran permitir que se repitieran en el futuro. Por el bien del equipo txuri urdin y de sus aficionados.
En la parcela deportiva, la Real no puede permitirse el lujo de dar la imagen que ha dado con los fichajes de Estrada y Bueno. Sí, ambos están aquí (el delantero todavía no del todo), pero el espectáculo ha sido propio de una obra de Miguel Mihura. A falta de que alguien saliera a defender a la Real con contundencia, se ha dado la sensación de que nos han estado toreando un equipo sudamericano que no era precisamente del nivel de Boca o River y un represdentante de jugadores uruguayo. Como decía más arriba, quizá la necesidad de contar con esos jugadores ha sido muy fuerte y ha habido que tragar porque las opciones no pueden ser demasiado amplias en la situación económica en la que vive la Real. Pero no puede volver a repetirse. ¿Que alguien pone trabas para venir a la Real? No viene y punto. Pero no viene porque la Real no quiere que vengan. O no debe quererlo.
También sería bueno tener claro que la transparencia tiene efectos mucho más beneficiosos que el oscurantismo. Ahora mismo, la sensación general que se está transmitiendo es la de que los fichajes que han llegado a la Real Sociedad este verano son en su mayoría peticiones específicas del entrenador, Martín Lasarte, y que el secretario técnico, Javi Pérez, es el que está moviendo los hilos en Zubieta (como con la llegada del nuevo entrenador de porteros de la Real, Roberto Navajas). ¿Y Loren? ¿Cuáles son las funciones exactas de Loren? Este verano se le ha ascendido, pero la imagen que se tiene es que ha perdido poder. No es bueno que el hombre que tendría que estar gestionando la Real y el Sanse tenga esa imagen de debilidad. Sea cierta o no. Por desgracia, el rumor es en ocasiones más poderoso que la información. ¿Lo es en este caso y en realidad Loren es el que manda? Hay que dejarlo claro. Más claro. Como otras muchas cosas que suceden en torno al club, como el proceso concursal o el ERE.
Hablando de rumores, sería bueno que la Real controlara mejor lo que se dice de ella, más si cabe en el caso de que circulen falsedades. Y me quedo sobre todo con uno que demuestra el grado de inquina que hay ahora mismo en el entorno de la Real. Hay quien ha publicado que la Real habría renunciado al casi millón de euros que le corresponde por el traspaso de Xabi Alonso al Real Madrid, como una contraprestación clandestina por la presencia del club blanco en el partido del centenario. En los foros contrarios al actual Consejo de la Real, esa información encontró muchísimo eco, lo que obligó al club a informar en su web de que iba a cobrar "una cantidad" sin especificar. No es bueno que la Real deje que se manche (sobre todo si es mentira) una fecha tan importante como la celebración del centenario. No es bueno que el club deje que se diga de él que ha mentido cuando informó de los detalles del acuerdo con el Real Madrid. No es bueno que tengamos discusiones que pueden ser todo un absurdo en caso de partir de un rumor falso en lugar de centrarnos en lo importante.
Y siguiendo con el partido del centenario, no es bueno lo que está sucediendo con la camiseta y con Astore. Ayer, por fin y después de numerosos retrasos, se ha puesto a la venta la primera equipación del equipo para la próxima temporada, la que debutará el día del Madrid, aquella para la que se pidió a los aficionados realistas que votaran en la web del centenario. Llega tarde y mal. Ayer llegaron mil unidades a la tienda de la Real, y algunas tallas se agotaron. ¿Cuando se repondrán? No lo sabemos. ¿Podrá tener su camiseta todo el mundo que la quiera para lucirla en el partido del próximo sábado? Es una incógnita. ¿Llegarán las equipaciones para niños (el club anunció que se venderían el día 14, apenas un día antes del encuentro, pero se ha publicado, citando fuentes de Astore, que eso es imposible)? Cuánto daño a la ilusión de los más pequeños haría que no tuvieran su camiseta. Si Astore no cumple los requisitos mínimos para vestir a la Real, hay que salir al mercado. Si Astore se ha comprometido a ciertas cosas, hay que hacérselas cumplir.
La clave para solucionar todo esto es, como en casi todo, la información. No estaría de más que los responsables de la Real ofrecieran información de forma más periódica. No estaría mal que la web oficial diera detalles del club más a menudo. A estas alturas, a todo el mundo le gustaría saber qué pasa con Astore, por qué Carlos Bueno todavía no ha firmado con la Real, si vamos a cobrar dinero y cuánto por el fichaje madridista de Xabi Alonso, cómo están las obras del museo del centenario y muchas más cosas. Es obvio que no se puede contar todo al minuto. Y también es obvio que los muchos problemas que tiene ahora la Real tienen que hacer que el juicio a sus dirigentes sea mucho más benévolo que en otras circunstancias mejores. Pero que todo este triste presente se convierta en lecciones aprendidas para el futuro. Por favor.
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