martes, mayo 31, 2022

RESUMEN DE LA TEMPORADA (7) Lo que los arbitrajes cambian una temporada

Minuto 77 del partido que la Real jugó en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid, en la lejana y aparentemente intrascendente jornada décima. Luis Suárez marca el empate a dos al convertir un penalti. Unos segundos antes, su caída en el área había pasado totalmente desapercibida. Su intento de remate quedó en nada, pero Hernández Hernández decidió llamar a Munuera Montera para chivarle que Merino había rozado levemente al uruguayo en ese momento. Y Munuera Montero señaló un penalti increíble, uno de los que atenta contra el fútbol, una de esas jugadas para las que ninguno pensábamos que se había instaurado el VAR. Hagamos ahora un ejercicio de ciencia ficción. Sin ese gol, la Real habría ganado en Madrid y habría recibido al Atlético en Anoeta en la última jornada de Liga a solo tres puntos y con ventaja en el average. Lo que fue un partido en el que no había ningún objetivo clasificatorio en juego, tendría que haber sido, literalmente, una final por una plaza de Champions.

Ese y no otro es el poder de cambiar las cosas que tienen los árbitros, y el fútbol sigue viviendo en un estado de letargo inverosímil, sin entender que un mal trabajo de quienes tienen que impartir justicia puede alterar decisivamente los logros que consigue uno u otro equipo. A la Real también le pasó en la Copa, también con Martínez Munuera, que decretó a instancias del VAR un milimétrico fuera de juego que anuló el que habría sido el 1-1. En la retransmisión se vieron dos imágenes distintas con las famosas líneas trazadas desde el VAR, una que validaba el gol y otra que lo anularía. Inaudito. Tanto fue así que la empresa que presta los servicios del videoarbitraje, Hawk-Eye, tuvo que emitir un comunicado de disculpas en el que literalmente pidió un ejercicio de fe, asegurando que para anular el gol se usó la toma correcta, aunque la primera que se vio en televisión fue la que habría servido para dar por válido el gol. Y también pasó en Europa, con el penalti, asombroso, que sirvió para que el Leipzig empatara a dos en el partido de ida.

En las competiciones de eliminatorias, el daño es inmediato y de difícil solución, y la Real fue claramente perjudicada por lo que señalaron los árbitros principales y por lo que le dijeron, o no, los que estaban frente a la pantalla. Evidentemente, las ligas duran 38 jornadas y los árbitros no van a hacer que un equipo salte de luchar por la permanencia a hacerlo por clasificarse por competiciones europeas, ni viceversa. No se trata de eso, ni de hacer clasificaciones de ficción en las que el uso del VAR quita más o menos puntos. Pero sí que hay que dejar claro que las decisiones tienen trascendencia, y no se le da en su justa medida o se le da de tapadillo, como con la nevera inferida de Arberola Rojas en el tramo final de la temporada. El increíble penalti que pitó este colegiado a Mikel Rico a tres jornadas del final en el Ciutat de Valencia, en un partido que la Real perdió en el último minuto por esa pena máxima, provocó que el colegiado no volviera a pitar en lo que quedaba de Liga. Ni se anunció, ni se publicitó, ni salió el nuevo mandamás de los árbitros, Medina Cantalejo, a explicar nada. A Munuera Montero no le pasó lo mismo cuando pitó aquel penalti del Metropolitano.

¿Qué quiere decir esto? Que cualquier aficionado puede tener la sensación, casi la certeza, de que el criterio no existe, que los clubes están vendidos, porque no saben qué es penalti y qué no, de qué tiene que avisar el VAR y de qué no, cómo y cuándo se trazan las líneas de esos fuera de juego milimétricos que causan sonrojo por cómo adulteran el trabajo de los profesionales. ¿Por qué el propio Munuera Montero, que era quien estaba en la famosa sala de videoarbitraje, no le dijo a Arberola Rojas que lo que estaba pitando a la Real ante el Levante era una barbaridad, y sin embargo Del Cerro Grande sí se lo dijo a González Fuertes cuando este imaginó otro penalti, finalmente rectificado, que podría haber privado a la Real de la brillante victoria que logró en Villarreal? Son tantas las preguntas que cuando el máximo organismo arbitral sale a defender el trabajo de los suyos, con un corporativismo feroz y un nivel mínimo de autocrítica, no queda más que sentir lástima por el fútbol que se está construyendo. O por el que se está destruyendo, que es el que nos ha gustado siempre a todos.

No tiene mucho sentido que uno u otro equipo se sienta perseguido, aunque, insistimos, sea una sensación hasta lícita entre los aficionados. Si realmente se dan esas circunstancias, es algo que solo se puede saber desde dentro y nunca hemos visto en España las conclusiones de una investigación seria en este sentido. Pero lo que sí es cierto es que año tras año se percibe una injusticia galopante que no resulta normal si el fútbol quiere abrazar la modernidad tecnológica y profesional que sí tienen otros deportes. Y la Real ha visto en sus partidos situaciones de lo más asombrosas a lo largo de este curso. Oyarzabal estuvo bien expulsado en Anoeta por la entrada que hizo en el partido ante el Villarreal, sin duda, pero ofende que apenas unas horas después de eso, por citar un ejemplo, Casemiro haga una entrada parecida y siga jugando. Si lo que pone Díaz de Mera en el acta del Real Sociedad - Betis para justificar la tarjeta roja a Silva es cierto, es una expulsión correcta, pero las cámaras captan menosprecios salvajes de otros jugadores con otras camisetas y no pasa nada. Mateu Lahoz ha permitido hasta empujones sin mandar a nadie a la ducha antes de tiempo.

Mateu Lahoz, por cierto, es protagonista de una de las decisiones más polémicas de la temporada de la Real, como ya lo fue un año atrás por esa expulsión a Illarramendi que ayudó decisivamente a que el Betis eliminara a la Real en la Copa y por la que no dudó en pedir disculpas al final del encuentro a la delegación realista, como si eso sirviera para compensar una derrota en un torneo como el del KO. Estamos en la jornada 15, Espanyol - Real Sociedad, minuto 65 y 0-0 en el marcador. Silva lanza un pase paralelo a la frontal del área, el balón rebota en Mateu Lahoz y cae en los pies de Isak, Mateu grita claramente "no mejora", para expresar que su toque no tiene por qué invalidar la jugada, y eso es algo que las cámaras de televisión captan a la perfección. A partir de ahí, Isak toca a Januzaj, este le lanza una pared por alto y el sueco marca. Incomprensiblemente, después de haber dejado seguir y sin cambiar el gesto del rostro, el colegiado anula el gol a instancias del videoarbitraje. ¿Y qué árbitro estaba ahí? Munuera Montero. No tiene sentido que algo que el árbitro ha visto claramente, una jugada que ha entendido y que hasta ha razonado a los jugadores en vivo, sea rearbitradada y además sin la mínima discusión que puede haber acudiendo el árbitro principal al monitor a ras de césped.

No, no ha sido la temporada de Munuera Montero con la Real, no. Y para muestra, otro partido más, el Alavés - Real Sociedad. La Real gana por 0-1 cuando Isak se planta solo delante del portero. Cuando va a tirar, Laguardia le da un empujón alevoso para desequibrirle y su disparo se va al palo. Martínez Munuera, árbitro VAR, no avisa de nada a Del Cerro Grande, que se desinhibe de la jugada para obstaculizar al realista de forma antirreglamentaria y el penalti se va al limbo. Y en cambio, en el minuto 56, un leve toque de Zubeldia sobre De la Fuente en un salto sí lo manda el colegiado a los once metros, de manera inmediata, sin pensarlo, y por supuesto sin que Munuera Montero le corrija. No hace falta insistir mucho más en que el problema está en el criterio, en la ausencia del mismo, en que nadie sabe qué va a ser penalti, fuera de juego, mano o tarjeta roja, ni siquiera con el mismo árbitro a los mandos.

El VAR vino para arreglar uno de los grandes problemas del fútbol y el bajo nivel arbitral que nunca se termina de reconocer y que solo sirve para protagonizar polémicas interesadas en los medios, la veleta que lo rige para aplicar criterios que nada tienen que ver no ya entre distintos partidos sino incluso dentro de uno mismo, están haciendo que la situación sea más negativa que nunca. No se entiende, y nadie lo explica, por qué el cabezazo a Merino en Valencia no es penalti, ni siquiera por qué en una retransmisión de una Liga que quiere considerarse como la mejor del mundo no llega a verse una repetición que enseñe sin lugar a dudas dónde está el penalti que pitan a favor de la Real en Elche, el que sí señaló Cuadra Fernández sobre Sorloth. O, por citar casos que no tuvieron incidencia en la victoria de la Real, por qué los dos goles del Granada en el 2-3 txuri urdin fueron ilegales, uno por venir de un córner que no fue y el otro por ser un penalti que no existió, sin que ninguno de los muchos árbitros que intervienen en el partido no dijeran nada.

El arbitraje es un problema. No duele reconocerlo, y más viendo el colofón que le dio a la temporada Del Cerro Grande en el partido en Anoeta contra el Atlético de Madrid, con una salvaje entrada a Sorloth de las que el VAR se supone que puede alertar y en la que el colegiado principal ni siquiera señaló fala. La Real es de los equipos que, por norma, más ayudan a los árbitros, y no se siente que se trate a los jugadores realistas con esa misma deferencia. El VAR no soluciona nada de lo que debía mejorar, y el criterio brilla por su ausencia y cambia radicalmente a la hora de arbitrar las jugadas más decisivas. No es un buen momento para el arbitraje y a la Real este año le ha tocado vivir una serie de situaciones extraordinarias, incluso la justa tarjeta amarilla a Isak por la paradinha en el penalti en Elche que no se había visto en la Liga española. Mucho que trabajar en este aspecto, y, por desgracia, mucho que seguir reclamando desde este lado del fútbol.

lunes, mayo 30, 2022

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2021-2022 (6) Olabe, un examen cada vez más exigente

El éxito de la Real Sociedad, con un modelo que tiene condicionantes tan evidentes como la situación económica estructural de un equipo alejado de las grandes fortunas y el respeto a la propia cantera, está llevando a su director deportivo, Roberto Olabe. a ser tan exigido como el entrenador del primer equipo. Y eso, aunque la tensión arterial de Olabe no estará de acuerdo, es algo positivo, denota que la Real crece y que un paso atrás en sus pretensiones no va a ser bien recibido. En un deporte como el fútbol, que olvida con una facilidad tremenda lo conseguido apenas una semana antes, la situación es todavía más complicada para quien enarbola la ambición por bandera como lo hace el máximo responsable deportivo de la Real. Es cierto que sus decisiones que tuvo que tomar durante la temporada recién finalizada no han sido tan llamativas como las que sirvieron para crear la plantilla que acabó siendo campeona de Copa, al menos desde un punto de vista mediático, pero hay que tener en cuenta que este año tenía un reto añadido: la presencia del Sanse en Segunda División. 

Olabe tuvo que gestionar en realidad dos plantillas y eso supuso un problema y una solución a la vez. ¿Cómo se puede reforzar un equipo en el que, de facto, solo hay una salida? Ese es el rompecabezas al que tuvo que hacer frente Olabe el pasado verano. La única baja que se dio fue la de Moyá, y la reacción del director deportivo fue rápida y acertada, contratando a un guardameta veterano, internacional y con experiencia en la Liga española, Ryan. Puede que el australiano llegara la Real pensando que iba a jugar más de lo que lo ha hecho, y que eso mismo le lleve a buscar una salida, pero Olabe cumplió con el perfil que necesitaba. El otro gran problema al que tuvo que hacer frente fue la lesión de Monreal. Puede que nadie esperara un año en blanco del ex del Arsenal, cuyo fichaje en todo caso fue grande y está más que amortizado pese a no haber podido disfrutarlo en su tercer y último año de contrato, pero Olabe se movió bien para encontrar sustituto. El elegido fue Diego Rico, al que el director deportivo ya tenía en su lista de deseos desde hace tiempo y lo trajo en una buena operación. Ninguno de los dos fichajes de verano se conocieron hasta que estaban ya casi cerrados, lo que habla del sobresaliente hermetismo con el que se trabaja en la dirección deportiva realista. 

A toro pasado, en todo caso, podemos concluir que ninguno de los dos fichajes mejoró realmente el rendimiento del once de la temporada pasada. Eso, en todo caso, no merma el buen trabajo de Olabe. Es, simplemente, el fútbol en su desarrollo. Quizá por este argumento se pueda entender que el juego de la Real se haya resentido. Sin mejoras de calado, con tres pilares forzados por la ausencia de vacaciones, los olímpicos Oyarzabal, Merino y Zubimendi, y una cantidad de lesiones exagerada durante buena parte del curso, no es fácil conseguir los mismos resultados. La baja en pretemporada de Carlos Fernández, aunque se cubrió con una cesión de nivel, la de Sorlorh, incluso colocaba a la Real en una posición complicada con respecto a la temporada anterior. Y ahí es donde Olabe puso al Sanse en la búsqueda de soluciones. Los jugadores jóvenes que no contaron con demasiados minutos pasaron a reforzar el filial. Ese fue el caso de Sangalli, Roberto López y Robert Navarro. El movimiento fue inteligente, dotó de más experiencia al filial y liberó fichas del primer equipo. No salió tan bien como pintaba en el papel, como tampoco se consiguió gran resultado con las incorporaciones que firmó para el Sanse, Pokorny, Valera o Romero, jugadores que en teoría tenían que estar en la primera línea del salto al primer equipo pero que no tuvieron éxito ahí ni tampoco destacaron en Segunda. 

Con este gran debe en el rendimiento deportivo nacido de la planificación de su máximo responsable y a tenor de lo dicho hasta ahora, casi parece que la nota a Olabe en este curso tendría que ser negativa, y no sería del todo justo. Primero, porque en cada uno de sus movimientos se intuye una lógica. Y después porque ha conseguido lo que hace no tanto tiempo era impensable, que sean los propios jugadores de cierto nivel y desde destinos de relevancia los que quieran jugar en la Real. Rafinha es, desde luego, su gran acierto de la temporada en todo y la demostración de que hay pocos equipos que puedan convencer como la Real a gigantes europeos para conseguir la cesión de sus futbolistas. Ese es el perfil que desencadenó con Odegaard, que trató de seguir con Sorloth, con quien además consiguió arrancar una opción de compra aunque fuera con un precio elevado, y que aplicó para convencer al PSG de que Rafinha debía venir a Donostia. Rendimiento inmediato, implicación absoluta, no se puede pedir mucho más a un fichaje invernal que incluso mejor sus perspectivas iniciales y pasó a ser un jugador de importancia creciente cuando daba la sensación de que venía para dar descanso a Silva.

Olabe esta haciendo una obra de gran calado para que la Real sea su Real en todos los sentidos y siempre de la mano de Imanol. Trabajo que se entiende que está en un momento importancia ahora que, con la salida de Januzaj, la plantilla ya solo tiene fichajes suyos. Puede que esta temporada tengamos una sensación ligeramente parecida a la que se produjo en su anterior estaba, cuando reforzó a un subcampeón de Liga únicamente con el exotismo de Lee Chun-Soo y al temporada no salió del todo bien. No es el caso del momento actual, ni por asomo, porque Europa volverá a ver a la Real, pero si la ambición sigue siendo creciente hay fórmulas que Olabe sabe que no se puede permitir. La temporada le ha dado tiempo con los jóvenes, le ha resuelto la papeleta de los jugadores con los que no parecía contar demasiado y le abre ahora escenarios en los que va a tener que saber moverse para que esta vez sí tengamos la sensación de que la nueva Real está en condiciones de superar el techo de cristal que tiene el equipo con Imanol y asaltar de una vez los puestos Champions y las rondas decisivas en Europa. Hay renovaciones importantes pendientes y hay puestos por cubrir. Por Olabe no parece que vaya a quedar, porque sus movimientos siempre tienen una razón de ser más que interesante, salgan bien o salgan mal. 

sábado, mayo 28, 2022

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2021-2022 (5) Imanol, el. comandante ideal

Es extraño el mundo que están dejando las redes sociales, porque crean una realidad paralela a la que le damos tanta importancia como la que podemos ver, oír y tocar. Y la tiene, ojo. Esto pasa en la vida, como también en el fútbol, que no deja de ser un reflejo social de primer orden, y en clave txuri urdin la figura de Imanol Alguacil es la constatación perfecta de este fenómeno. Partido tras partido, y de una forma acentuada cuando la Real no gana, se discute su once inicial, sus cambios y cuándo llegan, su forma de jugar, sus preferencias por uno u otro futbolista y la manera en la que gestiona el refuerzo que supone el Sanse. Pero llega el partido de la siguiente jornada en Anoeta y esa teórica división no se ve en la grada. Cuando la Real fue superada por el colista, el Levante, en un partido decidido injustamente por el colegiado de turno, Arberola Rojas, se llegó a pedir un fin de ciclo. Y dos semanas después, todos hemos gozado con Imanol felicitando a los suyos por haber logrado el objetivo europeo. Fútbol. Y sí, también la vida.

No es ningún secreto, Imanol no es perfecto. Si leemos todo lo que hace en los partidos, seguro que encontramos grietas en sus acciones. Nunca va a acertar en todos los onces, ni mucho menos en todos los cambios de futbolistas que haga durante los encuentros, ni en los nombres ni en los momentos en los que se decida a mover el banquillo. A veces habrá otros entrenadores, los rivales, que acierten más que él, e incluso en días en los que el técnico consiga un nivel de acierto descomunal en los partidos habrá un delantero realista que falle una ocasión clamorosa que impida al equipo txuri urdin. ¿Pero quién sería más perfecto¿ Hemos tenido entrenadores de todo tipo en los últimos años, entrenando a jugadores, nuestros jugadores, de muy alto rango, y este nivel competitivo durante tanto tiempo no lo ha conseguido ninguno. ¿A pesar de Imanol, como a veces se llega a leer? Las casualidades en el fútbol no duran tres años.

Además, si analizamos lo que le ha venido sucediendo en los últimos tres años a la Real, vemos que la evolución, llegue hasta donde llegue, procede en buena medida desde el banquillo. La fortaleza defensiva creciente del equipo txuri urdin es trabajo táctico. Los cambios en el sistema de juego, durante los partidos y desde el inicio, con ese salto evidente del 4-2-3-1 al 4-4-2 con el que la Real ha terminado la temporada, son formas de afrontar los problemas que le han ido surgiendo al técnico, desde la lesión de un referente tan gigantesco como Oyarzabal hasta la alarmante falta de gol que ha mermado las opciones de los realistas de cara a logros clasificatorios mayores. La ambición adquirida en la Copa, que no se puede ni se va a ganar todos los años, es una marca de su entrenador. Y aunque no gustara la forma en la que se afrontó el duelo europeo decisivo ante el Leipzig, fue una muestra de aprendizaje con respecto a lo que salió mal contra el Manchester United un año atrás.

No, Imanol no es perfecto, pero es muy buen entrenador, mucho mejor de lo que seguramente se le reconoce, dentro y fuera del entorno txuru urdin. Podemos no compartir algunos de sus mensajes públicos, como el de no elevar casi nunca la voz contra los árbitros, o incluso la forma en la que ha tratado de incentivar a los potrillos para que den un paso más en su formación y sean aptos para el primer equipo (lo que dijo de Karrikaburu levantó una cierta y razonable polémica). Pero no se trata de que Imanol contente a nadie con lo que hace. Lo ha dicho, y es cierto, los resultados mandan en el fútbol, y los suyos son muy buenos. Y la plantilla va a muerte con él, incluso los que no juegan, que están tan implicados como el que más minutos juegue, cosa que se ha dicho por ejemplo estos días de un tipo como Monreal.

Y puede parecer una tontería, pero el hecho de que la sangre de Imanol sea txuri urdin es un lujo del que casi ningún equipo puede presumir a estos niveles. Si la Real es un club de cantera, el banquillo no es mal sitio para que eso también se demuestre, porque el nivel de implicación que hemos visto en los últimos tiempos a las figuras de Oyarzabal, Xabi Prieto o Aranburu, por citar a los tres grandes capitanes que hemos tenido, es algo que desde el banquillo también se puede aportar. Imanol lo ha demostrado, cumplió con el sueño de ser campeón con la Real, con su Real, con la nuestra, y día tras día se convierte en un pilar esencial del realismo contemporáneo. Imanol es de Orio, y es de la Real. Lo demuestra cada día, compitiendo contra gigantes que todavía están un peldaño por encima pero a los que hace sufrir con unas puntuaciones regulares y con rasgos de que su crecimiento todavía no ha terminado.

El día que haya un fin de ciclo en la Real porque el tiempo de Imanol se haya consumido será seguramente el día en el que nos demos cuenta de verdad de todo lo que se ha conseguido bajo su mando. No se trata de remar todo lo que hace, no. Se trata de entender que el fútbol es un deporte, que a veces el rival es mejor, que uno mismo puede fallar, pero siempre dejándolo todo. Eso es la Real, así es Imanol, y la conjunción entre ambos, club y entrenador, es lo mejor que nos ha podido pasar.

viernes, mayo 27, 2022

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2021-2022 (4) Los jugadores

 


1. Remiro (8)
Partidos jugados: 42. Titular: 42. Minutos: 3.782.
Amarillas: 1.
No comenzó bien la temporada para Remiro. Las salidas de la Real de Llopis y Moyá, además del fichaje de Ryan, rompían una zona de confort en la que había rendido muy bien. Errores graves, como el cometido en Anoeta ante el Athletic y en el Villamarín, no auguraban tampoco nada bueno. Pero desde ahí reaccionó y se convirtió en un guardameta decisivo. Casi una veintena de porterías a cero le avalan desde los fríos datos, pero también ha sido vital en intervenciones concretas que han salvado puntos en partidos igualados. Muy meritoria su reacción en la que se intuía como su temporada más complicada en una portería que sigue siendo suya.

2. Zaldua (6)
Partidos jugados: 35. Titular: 24. Minutos: 2.006.
Goles: 0. Asistencias: 3. Amarillas: 8.
El lateral derecho ha sido, probablemente, el puesto más volátil de esta temporada. Zaldua y Gorosabel han peleado por él, sin que realmente ninguno de los dos destaque de manera regular por encima del otro, e incluso Aritz ha jugado partidos ahí. No ha sido un año especialmente brillante el de Zaldua, aunque tiene buenos números en ataque y forma parte de una defensa que, en conjunto, ha dado un paso adelante brutal. Es uno de esos jugadores que ha destacado más por el conjunto que por sus propios méritos personales, y no ha terminado de coger todavía los galones que quería cuando Odriozola irrumpió en el equipo.
 
3. Zubimendi (8)
Partidos jugados: 47. Titular: 34. Minutos: 3.325.
Goles: 3. Asistencias: 2. Amarillas: 7.
Qué pedazo de futbolista es Zubimendi, tanto que es el nombre al que vincula la habitual rumorología de este verano con el Barcelona. Que paguen lo que vale, que es mucho, si es que el jugador quiere irse. En el arranque de la segunda vuelta tuvo un tramo con menos minutos que le ha hecho volver todavía con más fuerza. Su dominio del balón y del espacio en el centro del campo es espléndido y su juventud un aval maravilloso para ser el mediocentro de la Real durante tantos años como él quiera. Esta temporada, además, ha añadido mucha llegada al área y tres goles, datos que no son nada malos.
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4. Illarramendi (6)
Partidos jugados: 10. Titular: 7. Minutos: 421.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
Duele ver a un futbolista de la talla de Illarramendi reducido a un papel tan testimonial como el que tiene ahora mismo en la Real, y más siendo el capitán. Las lesiones han destrozado la parte final de su carrera. Imanol confía en él, y no ha dudado en darle partidos importantes, pero no ha jugado ninguno completo en toda la temporada, ni siquiera en las rondas previas de la Copa. Sigue teniendo la misma clase y visión de juego, pero le cuesta mantener el ritmo que exige la más alta competición. Es una incógnita saber qué se puede esperar de él la próxima campaña, para empezar dependerá de que pueda estar más tiempo disponible para el técnico.

5. Zubeldia (6)
Partidos jugados: 34. Titular: 25. Minutos: 2.220.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 9.
Pocos debates puede haber más encendidos ahora mismo en la Real que el que genera Zubeldia. Su reconversión a central no fue sencilla, no partía como titular, pero Imanol ha optado por él en lugar de Aritz durante grandes tramos de la Liga, sobre todo en su segunda mitad. No parece la mejor elección, y ha salido en demasiadas fotos de derrotas de la Real, pero al mismo tiempo es parte de la mejor línea del equipo de este curso y habido partidos junto a Le Normand en los que ha jugado a gran nivel. No tiene una papeleta fácil, y lo que no se le pueden negar es voluntad siempre. Tiene trabajo para convencer a los indecisos.

6. Aritz (7)
Partidos jugados: 40. Titular: 31. Minutos: 2.922.
Goles: 4. Asistencias: 1. Amarillas: 5.Roja directa: 1.
En la primera vuelta conformó con Le Normand la mejor pareja de centrales de la Liga, dicho esto sin tapujos ni falsos orgullos. Su expulsión ante el Valencia en la decimoquinta jornada, eso sí, provocó que empezará a perder minutos de juego, hasta que en el tramo final de la temporada perdió literalmente la titularidad en favor de Zubeldia. Eso ha dejado la sensación de que su temporada ha sido más floja de lo que realmente ha sido, porque en el arranque estuvo inmenso e incluso marcó cuatro goles, doblete incluido al Granada. Ese ostracismo que en realidad no ha sido total, en la segunda vuelta dejo de jugar en apenas seis partidos, siembre ciertas dudas.

7. Portu (5)
Partidos jugados: 49. Titular: 24. Minutos: 2.170.
Goles: 2. Asistencias: 3. Amarillas: 5.
La temporada más complicada de Portu, con mucha diferencia. Siempre enchufado, siempre voluntarioso, pero no le han salido las cosas en absoluto. Un futbolista con su forma de jugar y con su personalidad no puede sobrevivir con dos goles, uno de penalti en la 36ª jornada de Liga y de penalti y en la Copa en las rondas contra equipos de inferior categoría. La Real ha echado mucho en falta sus goles, y ha notado hasta su desánimo en partidos en los que tendría que haber sido el revulsivo, papel que le ha dado Imanol con frecuencia. El murciano sabe que a este ritmo tiene muy difícil mantener el papel protagonista que ha tenido en sus primeros años en el equipo txuri urdin.

8. Merino (8)
Partidos jugados: 43. Titular: 43. Minutos: 3.682.
Goles: 4. Asistencias: 4. Amarillas: 9.
Es un futbolista sencillamente espectacular, clave para el juego que tiene la Real, dominador de todo lo que sucede en el centro del campo y con una capacidad de sacrificio gigantesca. Eso mismo, y el hecho de venir de los Juegos Olímpicos casi sin descanso, le ha pasado factura. Ha jugado mermado por todo tipo de golpes, infiltrado, con fracturas, pero ahí ha estado siempre, Pocas veces encontraremos un jugador tan comprometido y de tanta calidad, al que sin duda se echa de menos cuando su nivel baja. Buenos números de goles y asistencias (solo Silva dio más pases de gol), más aún si tenemos en cuenta los números globales del equipo.

9. Carlos Fernández (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Temporada en blanco para el sevillano. Se lesionó en agosto, en el amistoso de pretemporada ante el AZ Alkmar, y aunque ha asomado la cabeza por Zubieta y se ha habló mucho de él como refuerzo para el tramo final de la temporada, no llegó a debutar. No es un caso extraño en la Real, un equipo en el que las ausencias por lesiones de larga duración se prolongan más de lo previsto sin que realmente lleguemos a saber las causas. Dado que es la misma lesión que tiene Oyarzabal, asusta pensar que el 10 pueda estar tanto tiempo lejos de los terrenos de juego. Ojalá Carlos vuelva con la fuerza con la que llegó a la Real

10. Oyarzabal (8)
Partidos jugados: 33. Titular: 28. Minutos: 2.554.
Goles: 15. Asistencias: 4. Amarillas: 1. Roja directa: 1.
Santo y seña del equipo, el mejor jugador del curso en la faceta ofensiva y máximo goleador a pesar de perderse los dos últimos meses de competición. Tan importante es en el juego de la Real, incluso cuando peor está, que Imanol tuvo que buscar otras opciones tácticas para responder a su ausencia. Ha vuelto a ser el lanzador infalible de penaltis, siete convertidos, y el único borrón de la temporada fue la temeraria entrada que le costó su primera expulsión como profesional, ante el Villarreal. Viendo el carácter que tiene, volverá aún más fuerte, incluso aunque lo ajustado de los plazos pueda dejarle sin Mundial y no reaparecer hasta después del parón que provocará.

11. Januzaj (6)
Partidos jugados: 33. Titular: 17. Minutos: 2.392.
Goles: 5. Asistencias: 3. Amarillas: 7.
No hay nada que no se haya dicho ya de Januzaj. Pocos tienen su clase, y su intermitencia ha sido su peor enemigo. Esta temporada, mientras se hablaba de esa renovación que nunca se produjo aunque se dio dos veces por cerrada, llegó a ser el mejor de la Real, el más incisivo y hasta decisivo, más de lo que lo ha sido en sus cinco años en la Real. Pero a eso él mismo contraponía un Januzaj frío, indolente, pasota y protestón. Genio y figura, dicen. Y es verdad. No hay muchos como él, veremos si la Real encuentra sustituto o si no le echa de menos, aunque solo fuera en esos pocos momentos de magia que nos daba en cada curso.

12. Aihen Muñoz (7)
Partidos jugados: 31. Titular: 25. Minutos: 2.208.
Goles: 1. Asistencias: 1. Amarillas: 4. Doble amarilla: 1.
El lateral que más difícil lo tenía es el que más rendimiento y regularidad ha aportado al equipo. Estaba llamado a salir en verano, pero las lesiones de Monreal y Rico le convirtieron no solo en un titular indiscutible sino en un jugador a cuidar por su falta de relevo. Y su rendimiento, desde esa posición fue espléndido, muy parecido al que dio cuando asomó la cabeza en el primer equipo y lejos del dubitativo lateral que vimos la pasada campaña. Tiene mucho mérito su temporada, incluso sabiendo que el regreso de Rico le iba a convertir en suplente. Hasta debutó como goleador en Copa en el partido ante el Panaderías Pulido.

13. Ryan (6)
Partidos jugados: 9.Titular: 9. Minutos: 810.
Amarillas: 0.
No tenía una papeleta fácil el australiano Ryan, coger el relevo de un portero tan querido como Moyá es una losa pesada. Imanol no dudó en darle la portería en partidos importantes, cuando Remiro estaba mostrando más dudas en su rendimiento. En Liga sobresalió en Balaídos, y en Europa League, por ejemplo, jugó la eliminatoria decisiva ante el Leipzig. El crecimiento de Remiro le ha dejado sin opciones de jugar en la segunda mitad de la temporada, excepción hecha del doble duelo europeo, sus únicos partidos en 2022 junto con la eliminatoria copera ante el Leganés. No tiene el juego de pies de Remiro, y eso le resta posibilidades en este equipo.

14. Guridi (5)
Partidos jugados: 9. Titular: 2. Minutos: 290.
Goles: 2.  Asistencias: 0. Amarillas:0.
El tren para ser importante en la Real se le escapó no estando disponible para Imanol prácticamente en la primera mitad de la temporada por lesiones musculares. Cuando más cargado estaba el calendario, cuando más rotaciones se podían hacer, Guridi no llegó a entrar en la rueda de cambios. Y así, hay que reconocerlo, parece imposible. Siempre ha despertado esperanzas, pero su momento no ha llegado y es complicado que ya pueda llegar. No fue el recambio de Merino ni siquiera cuando este estaba medio cojo. Y aún así, el último gol de la temporada fue el suyo. ¿En su despedida de la Real?

15. Diego Rico (5)
Partidos jugados: 26. Titular: 22. Minutos: 1.922.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 4.
Rico no ha sido el Doctor Jekyll y Míster Hyde, pero casi. El lateral que acabó la temporada no tiene nada que ver con el que la empezó, mediatizado por las lesiones. Durante demasiado tiempo de la temporada, pareció un error de Olabe, porque no se veía progresión, y hasta sorprendía la fe ciega de Imanol en él, ya que ha sido el lateral que más garantizada ha tenido la titularidad teniendo competencia de todo el curso. Pesa mucho su inicio, pero con el paso de los partidos, más acostumbrado al juego de la Real, ha dado muchas muestras de mejoría y hasta de atrevimiento, con movimientos técnicamente muy buenos y buscando lanzamientos a puerta con los que, eso sí, no ha tenido acierto. El beneficio de la duda y la confianza de Imanol están con él. Veremos la próxima campaña.

16. Guevara (5)
Partidos jugados: 24. Titular: 18. Minutos: 1.349.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 4.
Habitual en la primera vuelta, incluso a veces apuntalando el centro del campo junto a Zubimendi, tras jugar en Copa ante el Betis desapareció de las alineaciones y hasta de la rotación. La llegada de Rafinha y el cambio de sistema le ha dejado sin sitio, aunque paradójicamente sí sirvió para encontrar hueco a Illarra en una posición que parecía más natural para Guevara. No ha sido su año, cometió algunos errores graves en momentos claves de la temporada y eso hizo que las preferencias del técnico fueran por otro lado. Tiene categoría para dar la vuelta a la situación, pero tiene mucho trabajo por delante.

17. Rafinha (7)
Partidos jugados: 19. Titular: 5. Minutos: 715.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 3.
Es complicado encontrar un rendimiento tan inmediato como el de Rafinha en el mercado invernal. Cierto que le ha faltado más acierto de cara a gol, y lo que se le escapó en la última jornada ante el Atlético es un claro ejemplo, y que tiene que ser más decisivo en el último pase, pero ha regalado entrega, asociación e implicación. Parecía que venía como relevo de Silva y ha sido mucho más que eso, jugando a su lado, y en esquemas de tres y cuatro centrocampistas. Ha dado la sensación de que le gustaría quedarse, y parece lógico que la Real intente su fichaje, ya que su cesión no tenía opción de compra.

18. Gorosabel (6)
Partidos jugados: 40. Titular: 28. Minutos: 2.632.
Goles: 0. Asistencias: 4. Amarillas: 5.
Como a Zaldua, le ha costado mucho destacar en la banda derecha. Quizá, en términos generales y por tener un juego más alegre y ofensivo que su rival por el puesto, pueda haber brillado algo más, y de hecho se nota en sus números, ya que es el lateral derecho que más ha jugado y el carrilero de la plantilla que más asistencias de gol ha dado durante el curso. Ha terminado la temporada probablemente en su mejor nivel, pero necesita recuperar la regularidad que tuvo hace un par de años, la que las lesiones le suele cortar y la que le va a hacer falta si quiere tener protagonismo la próxima temporada.

19. Isak (5)
Partidos jugados: 43. Titular: 35.  Minutos: 2.761.
Goles: 10. Asistencias: 3. Amarillas: 7.
Si el gol ha sido el gran problema de la Real, es inevitable mirar a quien debía explotar definitivamente esta campaña tras los 17 goles que hizo en la anterior. No hay que cargar las tintas contra él, su empuje ha sido encomiable durante todo el año, pero la pelota no le entraba. Su frustración ha sido tan grande por momentos que protagonizó una de las imágenes del año, el penalti que se le anuló en Elche por hacer una paradinha ilegal. Imanol le buscó espacios por banda, le puso al lado a Sorloth, y con eso maquilló un poco sus cifras, pero siguen siendo decepcionantes. Es muy joven, le queda mucho por hacer, pero este no ha sido su año.

20. Monreal (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Como en el caso de Carlos, Monreal ha dejado en blanco sus datos de la temporada, pero con un peligroso añadido: su edad. Tiene ya 36 años, y que una lesión como la suya le haya tenido tanto tiempo lejos de los terrenos de juego complica sobremanera que pudiera volver al nivel al que le hemos visto en la Real. Nadie podrá negar que su fichaje ha sido más que rentable, y que fue parte del equipo que mejor fútbol ha hecho con Imanol en el banquillo e integrante del once campeón de Copa. Esa final, de hecho, es el último partido que jugó de txuri urdin. Enorme recuerdo y gratitud debida. Lástima que su adiós a la Real no fuera en el campo.

21. Silva (7)
Partidos jugados: 32. Titular: 29. Minutos: 2.103.
Goles: 2. Asistencias: 6. Amarillas: 5. Rojas directas: 1
La magia que tiene Silva en las botas es innegable. Que esté en la Real es un lujo que hay que saborear cada minuto. Cierto que de txuri urdin le ha costado ser tan decisivo como lo ha sido siempre, pero verle con el balón es una delicia. Con el cambio de esquema, quedándose libre la mediapunta para él, se ha notado una mejoría sensible en su juego. Su renovación, un éxito para todos. Nos queda al menos otro año de Silva y eso es algo a lo que la Real no podría haber aspirado hace tanto. Su único problema real, que los árbitros parecen sacarle de quicio desde que ha vuelto a la Liga. Su discutible roja ante el Betis, mostrada por Díaz de Mera, un claro ejemplo. 

22. Barrenetxea (5)
Partidos jugados: 17. Titular: 11. Minutos: 745.
Goles: 1. Asistencias: 2. Amarillas: 0.
No hay que olvidar que Ander Barrenetxea tiene todavía 20 años, aunque lleve ya cuatro temporadas asomándose al primer equipo, y que todavía tiene tiempo para pulirse, pero esta temporada ha dejado esa sensación, la de que tiene que templarse todavía. Cuando ha jugado, ha dado muestras de calidad, pero le ha faltado concretar. Ha agitado la banda izquierda, pero el resultado ha sido escaso. Un solo gol, tres puntos ante el Levante conseguidos con él, pero suena a un bagaje demasiado escaso. Una vez salga de la lesión que le ha hecho perderse toda la segunda vuelta, tiene que dar un paso adelante. No es el mejor momento para exigirle, pero tiene que hacerlo.

23. Sorloth (5)
Partidos jugados: 44. Titular: 25. Minutos: 2.247.
Goles: 8. Asistencias: 1. Amarillas: 2.
Viendo sus primeros partidos, y sobre la exhibición que dio en el Metropolitano, parecía que su rendimiento podía ser espectacular, pero fue cayendo hasta el punto de que se plantó en la jornada 30 de Liga con un solo gol marcado. Su final de temporada nos ha devuelto al mejor Sorloth y nos ha dado pistas de lo que tendría que ofrecer a la Real, y ha formado una dupla interesante con Isak en el nuevo esquema de Imanol. Su cesión acaba y veremos si el club ejerce la elevada opción de compra que hay en el contrato o si hay posibilidad de renegociarlo a la vez. A día de hoy su continuidad parece complicada.

24. Le Normand (9)
Partidos jugados: 48. Titular: 48. Minutos: 4.252.
Goles: 2. Asistencias: 2. Amarillas: 6.
Descomunal la temporada de Le Normand, con diferencia el mejor jugador del curso y uno de los defensas más destacados de la Liga, aunque haya quien no quiera verlo. Bueno en todo, en la marca, al corte, en anticipación, con defensa adelantada y metida atrás, iniciando el juego y movimiento el balón en la zona más delicada del campo, el socio preferente de Remiro para salir desde abajo. Un líder nato. Solo dejó de jugar tres partidos en todas las competiciones y nadie jugó más minutos que él en las 39 jornadas de Liga. Puestos a ponerle un pero, sigue arriesgando en los agarrones dentro del área. Ha hecho mejores a todos los centrales que han jugado con él.

26 Pacheco (6)
Partidos jugados: 18. Titular: 9. Minutos: 870.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 2.
La situación de Pacheco ha sido bastante extraña. Era, previsiblemente, el cuarto central de la plantilla, y ese es el rol que le ha tocado jugar, pero incluso sin contar demasiado tampoco se le ha bajado al Sanse salvo en un par de ocasiones en las que el primer equipo no jugó. Cuando estuvo con los mayores, su nivel pareció alto y nunca pareció desentonar, ayudado sin duda por el buen nivel general de la defensa txuri urdin durante toda la temporada, aunque Imanol le dio algún toque público y siempre le colocó por detrás del reconvertido Zubeldia en sus preferencias. El año que viene tiene que ser el definitivo para él si ha de consolidarse en Primera.

27. Turrientes (6)
Partidos jugados: 13. Titular: 1. Minutos: 324.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
De los potrillos del Sanse, el que más sensación de madurez ha dado en sus presencias en el primer equipo ha sido Beñat Turrientes. Zubieta no para de producir centrocampistas de enorme nivel y da la sensación de que a este se le ha quedado pequeña la Segunda División, aunque si Imanol no le consigue acomodo con los mayores quizá el club se plantee una cesión. Lo que está claro es que hay ganas de ver qué puede hacer este futbolista en la élite, a la que acabará llegando a poco que mantenga sus cualidades y el hambre que demuestra en cada balón. Muy preciso con él en los pies, muy inteligente en lo táctico.

29. Robert Navarro (-)
Partidos jugados: 6. Titular: 4. Minutos: 259.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
No es sencillo dar un paso atrás, y eso es lo que le ha tocado hacer a Robert Navarro. La pasada campaña jugó en el primer equipo con dorsal del Sanse, y jugó poco, y en el ascenso del filial a Segunda se le pidió estar con los potrillos para coger experiencia y los minutos que no iba a tener en Primera. Pero comenzó la temporada con el primer equipo, con esporádicas apariciones en el campo, ni siquiera tres partidos completos. Cuando regresó al Sanse, demostró que la categoría se le puede quedar pequeña, pero le queda el enorme paso, otra vez, de ganarse un sitio en el primer equipo. Calidad tiene, la prueba de carácter llega ahora.

30. González de Zárate (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
No ha tenido opciones esta temporada González de Zárate, y el tiempo dirá si su conversión a central es algo que le allana o que le complica el salto al primer equipo. La verdad es que tanto en defensa como en el centro del campo la nómina es amplia, por lo que su futuro ahora mismo es complicado de adivinar. Calidad tiene, pero Imanol no ha tenido opción de darle minutos para que la demuestra en el primer equipo. Solo tres convocatorias sin que llegara a saltar al campo, y las tres en el mes de septiembre.

31. Sola (-)
Partidos jugados: 2. Titular: 0. Minutos: 39.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Puede que sea por su entusiasmo al cabalgar por la banda diestra, puede ser por las lesiones que ha sufrido, pero una de las mejores noticias que un potrillo ha dejado esta temporada en el primer equipo ha sido poder ver de nuevo a Sola en el campo. Solo dos partidos y entrando al final, ni siquiera medio tiempo sumando los minutos entre ambas apariciones, pero eso es más que suficiente para que su renovación sea una espléndida noticia. Sin desmerecer lo presente y si la suerte le acompaña, tiene trazas de ser el lateral diestro de la Real que más guerra pueda dar desde la irrupción en el primer equipo de Carlos Martínez.

32. Marrero (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Amarillas: 0.
Si Ayesa fue el primer escudero del Sanse para la portería del primer equipo, Marrero fue el segundo, aunque ninguno de los dos ha llegado a disputar ningún minuto de juego. En el caso de este segundo, ha estado convocado en cuarto partidos, tres de Europa League y uno de Liga. Una buena experiencia, desde luego, pero la Real sigue necesitando hacer una reflexión sobre los guardametas de la cantera, porque hace ya demasiados años que no consigue sacar ninguno para el primer equipo.

33. Karrikaburu (-)
Partidos jugados: 1. Titular: 0. Minutos: 1.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Hay muchas, muchísimas esperanzas puestas en Karrikaburu, y eso, unido a la falta de gol del primer equipo, ha hecho que muchos le mencionaran como una solución de la que Imanol no llegó a tirar. Esta temporada le deja únicamente el debut testimonial en Europa League y la reprimenda pública del técnico txuri urdin para que adquiera el fondo físico que exige la Primera División y que, dicen aceptó con naturalidad. Tiene el ángel del gol, y eso es algo que tiene un valor incalculable. Lo natural sería que la próxima temporada siguiera en el Sanse, tiene solo 19 años, y que fuera rodándose con los mayores, pero las pretemporadas dejan sorpresas siempre.

34. Ayesa (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Amarillas: 0.
Ayesa estaba llamado a ser el portero titular del Sanse en Segunda, y así comenzó la temporada, y eso le convirtió de facto en el tercer portero de la plantilla, el que entró en las convocatorias cuando Ryan estuvo ausente o cuando Imanol quiso contar con tres guardametas para algunos partidos o concentraciones. No llegó a debutar en todo caso con el primer equipo, a pesar de sentar en el banquillo en cinco partidos de Liga, uno de Europa League y tres más de Copa.

35. Lobete (6)
Partidos jugados: 14. Titular: 1. Minutos: 287.
Goles: 2. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Es de lo más curioso que el delantero con mejor promedio anotador de la temporada haya sido Lobete, que cuando marcó su segundo gol, en el señalado día en el que se festejaba con el público la Copa del Rey y en el último suspiro, apenas había jugado 240 minutos en Liga. No tiene demasiada apariencia ni hechuras de 9, pero es un atacante ágil y con mucha movilidad. Cuando ha aparecido, no ha desentonado lo más mínimo, ha pedido el balón y se ha jugado tiros destinados a las grandes estrellas del equipo en su gol ante el Mallorca. Su bautismo anotados fue en el Camp Nou y dio esperanza de sacar algo de un escenario maldito, no es poca cosa.

37. Djouahra (6)
Partidos jugados: 11. Titular: 2. Minutos: 342.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
La gestión del vestuario del primer equipo, teniendo además al Sanse en Segunda, ha multiplicado las opciones de Imanol, pero es cierto que eso ha hecho, por ejemplo, que Djouahra juegue mucho menos de lo que seguramente necesitaba. Entre los dos equipos no llega a los 1.400 minutos, porque se ha pasado media temporada convocado con la Real y viendo los partidos desde el banquillo o entrando en los minutos finales. Se mueve constantemente, agita bien los partidos desde la banda, pero necesita más concreción si quiere hacerse un hueco en la élite. En toda la temporada, en Primera y en Segunda, solo marcó un gol, en Copa y ante el rival más débil, el Panadería Pulido, y esos son números bajos incluso para el papel que ha tenido.

39. Jonathan Gómez (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
La apuesta, exótica, por Jonathan Gómez, sí ha dado sus frutos. Incorporación del mercado invernal aunque su fichaje estaba cerrado desde mucho tiempo antes, ha sido el lateral izquierdo con el que el Sanse ha luchado por la permanencia en Segunda. Imanol se lo llevó a un solo partido, al de Mallorca, y no llegó a hacerle debutar, pero no sería extraño que sí tuviera esa oportunidad en la próxima temporada. Ofensivo, dinámico y con todo por conseguir, si tiene ambición podría ser uno de los nombres de futuro de la banda izquierda de la Real. Pero no olvidemos que solo le hemos visto media temporada en el filial y nada aún en el primer equipo.

41. Valera (-)
Partidos jugados: 3. Titular: 0. Minutos: 40.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
Cuando se anunció la cesión de Valera desde el Atlético de Madrid, lo lógico era pensar que era un fichaje para apuntalar al Sanse, pero ha acabado siendo algo extraño. Llegó a debutar con el primer equipo en tres encuentros, y con presencia habitual, cinco convocatorias en Liga y dos más en Europa League entre septiembre y octubre, para después pasar a un ostracismo casi total... incluso en el Sanse. Muy poquito tiempo para evaluarle, pero si no ha tenido hueco ni siquiera en Segunda no parece que vaya a haber mucho más futuro de Varela como txuri urdin.

42. Romero (-)
Partidos jugados: 2. Titular: 0. Minutos: 27.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
El de Romero es un caso bastante parecido al de Valera, aunque en este caso su club de procedencia es el Málaga. Algo debió de ver Imanol en los comienzos de la temporada para hacerle debutar, incluso en un partido de enorme exigencia, el 2-2 en la Europa League ante el PSV, cierto es que la Real llegó a tener en el dique seco a sus tres laterales izquierdos y era el relevo más lógico, pero también ha caído en el olvido en el Sanse, donde Xabi Alonso apenas le ha hecho jugar cinco ratitos en toda la segunda vuelta.

46. Olasagasti (6)
Partidos jugados: 2. Titular: 2. Minutos: 171.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 0.
Hay pocas dudas de que Olasagasti es de los jugadores del Sanse que más papeletas tiene para hacerse un hueco en el primer equipo, a pesar de la gran cantidad de centrocampistas que sigue sacando Zubieta. Y la apuesta de Imanol por él, aún siendo escasa, ha sido la más firme. Dos partidos, los dos como titular. En Copa, sí, pero salir en el once inicial es un claro mensaje de confianza, de ganas de verle en acción. Y Olasagasti ha cumplido con creces, ha demostrado que está preparado para empresas mayores después de haber sido un fijo en el Sanse de Xabi Alonso. Incluso se permitió el lujo de dar su primera asistencia de gol con el primer equipo nada menos que a Mikel Oyarzabal y ante el Leganés. Un nombre subrayado en rojo para el futuro inmediato.

47. Ander Martín (6)
Partidos jugados: 6. Titular: 1. Minutos: 86.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
No era de los grandes favoritos a dar el salto al primer equipo, y sin embargo ha sido de los potrillos que más presencia ha tenido en el último tercio de la temporada. Y las sensaciones han sido buenas. Mucho recorrido todavía por delante, desde luego, pero se le ve carácter y presencia. La pretemporada del próximo curso definirá el papel que jugará en el primer equipo, aunque su lugar está de momento en el Sanse. Siempre es bueno que haya jugadores como Ander que puedan presionar a los teóricos titulares, porque la oportunidad puede surgir en cualquier momento.