La Real afronta su segunda salida de la temporada (martes, 20.00 horas, Reyno de Navarra, PPV) después de dos grandes actuaciones en casa ante rivales de postín y un buen partido a domicilio con disgusto final. Y tres partidos ya han bastado para tener claro que el camino que necesita este equipo para triunfar ya está marcado. Es el camino que vimos el sábado en Anoeta frente al casi todopoderoso Real Madrid. Es, en realidad, el que marcó Lasarte para este equipo hace un año cuando todavía estaba en Segunda División, el que hizo que el ascenso se convirtiera en realidad. La prueba que vivirá la Real en Pamplona es doble, porque se enfrenta al presente de Osasuna, pero también al fantasma del pasado. Fue en aquel campo cuando la Real, todavía sin saberlo, certificó su descenso a Segunda. Y como no se puede vivir en el pasado, el equipo txuri urdin tendrá que lanzar su mirada al futuro. Con los tres puntos en juego en el bolsillo, sería una mirada mucho más cómoda.
Como ya sucedió antes de afrontar la visita del Real Madrid, Lasarte dará su convocatoria el mismo día del partido, con lo que es pronto para saber qué equipo saltará al cesped del Reyno de Navarra para enfrentarse a Osasuna. Lo que está claro es que habrás cambios en la alineación, a pesar del espléndido rendimiento ofrecido contra el conjunto blanco y tal y como adelantó el técnico uruguayo. Cuáles es una incógnita, pero algunos datos sí se pueden avanzar. Lo más probable es que portería y defensa sí permanezcan inalterables. Bravo, Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González y De la Bella han jugado completos los tres primeros partidos de Liga y, de no mediar sanciones o lesiones, parece complicado que cambie el panorama de aquí a enero, cuando llegue a San Sebastián Demidov, el ya confirmado fichaje realista. Labaka y Dani Estrada son los grandes damnificados de esta situación.
A partir de ahí, y dado que la Real está a punto de jugar el segundo de los tres partidos que disputará en apenas ocho días, cualquiera cambio encontrará justificación razonable. Elustondo parece tener más papeletas que Markel Bergara para entrar en el once inicial, bien en lugar de Aranburu o de Diego Rivas (quien, junto a los defensas y a Xabi Prieto, es el único que ha jugado hasta ahora todos los minutos). Viguera, que hasta ahora ha aportado minutos ilusionantes, podría tener su oportunidad en lugar de un Zurutuza que tiene su punto débil en lo agotado que llega al final de los encuentros. Sutil y Griezmann se juegan la banda izquierda, mientras que Xabi Prieto parece fijo en la derecha pase lo que pase. Sarpong, en todo caso, entrará esta semana con bastante seguridad en su primera convocatoria. Arriba, Llorente podría ya estar en condiciones de volver en Pamplona, aunque es difícil predecir que hará Lasarte, si alinear a su titular de la primera jornada, a un Tamudo que ha marcado ya dos goles o un Agirretxe que es con claridad, a estas alturas de la temporada, el tercer delantero de la plantilla.
La Real, como ya hiciera en Almería, viajará el mismo día del partido tras un entrenamiento en Zubieta, aunque esta vez la cercanía entre San Sebastián y Pamplona y tener otro viaje el fin de semana evita suspicacias de cualquier tipo sobre la oportunidad de esta forma de desplazamiento. Como suele suceder en Pamplona, en realidad en cada campo de la Liga tanto de Primera como de Segunda, habrá una nutrida representación de aficionados realistas en las gradas del Reyno de Navarra. No obstante, hay cierto malestar en tierras guipuzcoanas por el alto precio de las entradas. El equipo txuri urdin viajará a Pamplona en novena o décima posición, en función de lo que suceda en el partido de hoy lunes entre Getafe y Deportivo. Osasuna ocupa puesto de descenso con un solo punto, pero de caer derrotada la Real en Pamplona podría superarle en la clasificación. Nada importante, son los vaivenes típicos de las primeras jornadas, aunque a la Real le vendría muy bien una victoria que espante los fantasmas sobre su rendimiento como visitante que pueda arrastrar desde la temporada pasada.
Osasuna y Real Sociedad se han visto las caras en Pamplona en 34 partidos de Liga. En total, el equipo txuri urdin ganó en trece ocasiones y empató en seis (todas las igualadas en la máxima categoría), con quince triunfos para los osasunistas. Diez de esos triunfos realistas llegaron en los 27 encuentros disputados en Primera División. La victoria más abultada fue el 0-3 de la temporada 80-81, la del primer título de Liga conseguido por el mítico equipo entrenado por Alberto Ormaetxea. Uralde anotó los tres goles aquel día. El resultado más abultado a favor de Osasuna es el mismo, 3-0, y lo consiguió en la campaña 57-58. En las siete últimas visitas que rindió la Real a Pamplona, las de la última década, sólo venció en una ocasión, en la temporada del último subcampeonato, la 2002-2003. Nihat, Jauregi y Khokhlov hicieron posible el 2-3 final. Las tres últimas visitas de la Real a Pamplona, no obstante, finalizaron con derrota txuri urdin y sin anotar un solo gol.
El precedente más inmediato tuvo lugar en la temporada 2006-2007, la del descenso a Segunda. Y no es descabellado decir que fue aquel día en Pamplona cuando efectivamente la Real se condenó a perder la categoría. Quedaban tres jornadas para el final. Osasuna estaba prácticamente salvado y los rivales por la permanencia apuntaron sus suspicacias a este partido. Osasuna no sólo no se dejó ganar, sino que se empleó con unas ganas inusitadas para derrotar e incluso machacar a la Real. El publicó del Reyno de Navarra, que quería que la Real continuara en Primera pensando en que la Real le hizo ese favor a su equipo en la temporada 2000-2001, asistió atónito al espectáculo. El equipo de Lotina estuvo muy por debajo de lo esperado en el día más importante para luchar por su propia vida. David López marco a los 25 minutos remantando de cabeza un corner y Nekounam, también de cabeza, hizo el segundo siete minutos más tarde. El resto del partido fue un durísimo ejercicio de impotencia txuri urdin que limitó de forma dramática sus aspiraciones de permanencia a un milagro en las dos últimas jornadas. Un milagro que se no se produjo. ¿Venganza mañana? Nada elimina el pasado. Son tres puntos, nada más y nada menos que tres puntos.
1 comentario:
Hay que ganar para mantener la buena línea de resultados y juego del equipo, una 2ª derrota seguida seria una pena tal como esta el equipo.
Osasuna no me cae mal pero les tengo ganas por lo de hace tres años, no digo que se tenían que haber dejado ganar porque eso no me gusta pero vi alguna cosa que no me gusto.
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