Blanditos. Muy blanditos. Y eso en Primera cuesta los puntos que no nos costó en Segunda. La Real debió ganar en Almería y se quedó con el empate. Y con algo peor. Con cara de haber perdido. La película del partido es muy distinta a la de hace dos semanas y deja a la Real en bastante peor lugar, no sólo por el resultado sino también por las prestaciones que ha dejado sobre el césped el equipo de Martín Lasarte, a pesar de que hubo también cosas muy buenas. La Real se puso en ventaja por su buen hacer de inicio, se dejó empatar de la forma más imperdonable. Volvió a adelantarse en el marcador gracias a sus virtudes aunque el partido no estaba tan de su lado en esos minutos. Y llegó el empate por culpa de la Real. Por culpa de un error puntual en el salto de Mikel González y por jugar de forma muy blandita del centro del campo en adelante, sin matar un partido que parecía bastante fácil de finiquitar. Estos tres puntos eran de la Real, pero mañana en el periódico veremos al equipo txuri urdin sólo con cuatro. Así es la vida.
Lasarte decidió repetir el once que debutó en la Liga ante el Villarreal, con la única salvedad de su delantero centro. Tamudo fue finalmente el elegido para suplir al lesionado Llorente (Agirretxe ni siquiera tuvo minutos en la segunda parte) y cumplió con su papel. A los siete minutos ya había adelantado a la Real, marcando su primer gol con la camiseta txuri urdin. Queda raro hablar del primer gol de Tamudo, teniendo en cuenta que con éste aumenta sus fantásticas estadísticas, esas que le han convertido en el máximo goleador en activo de la Liga española. Marcó Tamudo porque la Real estaba haciendo muy bien las cosas en el arranque del partido, cumpliendo con el guión previsto: presión arriba y obligando a la defensa de tres del Almería a buscar movimientos y pases en los que no estaba cómodo. En esas aguas nadaba Zurutuza como pez en el agua. Espectacular su asistencia a Tamudo, pero lástima que no prolongara más esas cualidades durante demasiados minutos.
La cosa empezó a cambiar en el minuto quince. El Almería reaccionó a base de casta, pero no fue hasta que Bravo tuvo que hacer su primera gran parada que se creyó el equipo local que podía sacar algo de este partido. No fue la única intervención de Bravo. Y por ello no es nada descabellado decir que si la Real ha llegado al descanso en ventaja ha sido por el guardameta chileno, que sigue al altísimo nivel que ha demostrado en las dos últimas temporadas. Como también, por ejemplo, De la Bella. Los de Lasarte no cambiaron el guión ni siquiera con el primer gol local. Seguía agazapada atrás esperando una buena salida. La opción llegó de la manera menos esperada en esos minutos. Aranburu, desparecido hasta entonces (quizá el más flojo de los realistas hoy), robó un magnífico balón en las proximidades del área, dejó sentada a la defensa y sirvió el gol a Sutil, que se estrenó, al igual que Tamudo, como goleador txuri urdin. La Real se fue al descanso en ventaja gracias a sus mejores avales, a las asistencias de sus centrocampistas, a los goles de sus atacantes y a las partadas de su portero.
Aunque de inicio se mostró más cómoda sin el balón que con él, en la segunda parte la Real cedió la posesión casi por completo y optó por fiar sus opciones de ampliar la ventaja al contraataque. Y fue justo entonces cuando el Almería se quedó sin argumentos. El equipo de Lasarte se atrincheró en su área y con ello, por mucho nerviosismo que eso pueda producir al espectador txuri urdin, disminuyó al mínimo las opciones del equipo de Lillo. En la segunda mitad, los almerienses no generaron ocasiones de gol y, muy al contrario, fue la Real el conjunto que gozó de oportunidades de cambiar el marcador. La mejor, un disparo de Griezmann al larguero tras una espléndida contra lanzada por Xabi Prieto y continuada por Viguera. El partido se pudo ahí resolver por calidad, pero minutos antes se debió resolver por simple lógica. Sutil lanzó un espléndido contraataque, Tamudo se llevó a los dos defensas y Xabi Prieto entró suelto al área almeriense. Sutil no vio a Prieto y disparó, cuando se hubier cantado gol si llega a centrar al 10 realista. Ahí se fue la posibilidad real de conseguir el 1-3 y finiquitar el partido. Por desgracia, blanditos.
También por blanditos llegaron los goles del Almería. El primero, recordando la presión y la intensidad con la que jugó la Real en la primera jornada, fue sencillamente sorprendente. La Real estaba en ventaja, contra un equipo con atacantes rápidos y una defensa de tres que no parecía tenerlas todas consigo. Y sin embargo se dejó sorprender en una contra en velocidad. El segundo gol fue la jugada más vieja del fútbol. Un balón bombeado al área, a la desesperada y sin precisión. Parecía que Mikel González saltaba con ventaja, pero midió mal. Y digo que parecía con ventaja porque Ansotegi ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar ante el error para cerrar el disparo y De la Bella no dejó en ningún momento de seguir retrocediendo para cerrar la banda ante el posible despeje de Mikel. Es magnífico que la defensa tenga esa confianza, pero ahí pecó de lo que no se puede pecar en Primera, de exceso de confianza. Y llegó el gol del empate del Almería de forma cruel, en el minuto 90 y cuando menos lo mereció.
Como siempre, es la historia del vaso medio lleno o medio vacío. La entrega de la Real obliga a mirar el vaso medio lleno. Más que medio lleno. Obviamente, empatar fuera siempre es bueno. y más teniendo una victoria anterior en Anoeta. La Real suma cuatro puntos en dos partidos, y es una buena cifra pensando que el primer objetivo es sumar 42 cuanto antes. Pero el vaso medio vacío se ve en que estos dos puntos los echaremos de menos en algunos tramos de la temporada, sea cual sea el lugar po el que pelee el conjunto txuri urdin, porque éstos ya estaban casi en el casillero realista. Quizá lo peor, más allá del doloroso minuto en que se produjo el empate, fue lo blandito del rendimiento realista en algunos detalles. Porque son los detalles los que decidieron este partido. La Real, como hizo la semana pasada, demostró que la Primera División es su sitio natural, que pocos equipos van a demostrar una clara superioridad que nos conduzca a la derrota. Pero no dio el salto de calidad necesario para sacar la victoria de Almería.
La euforia enque vive la Real todavía desde el ascenso va a hacer que se minimicen los errores, pero errores hubo y no se pueden obviar porque Cristiano Ronaldo, Ozil, Benzema, Higuaín y compañía los verán con más facilidad que los jugadores del Almería. El centro del campo permitió demasiada soltura al Almería durante todo el partido y obligó en la primera parte a que los centrales se multiplicaran y en la segunda a que fueran los laterales (descomunal Carlos Martínez en el segundo tiempo). Blandito estuvo el equipo en las faltas, porque hace muy pocas y se lleva tantas tarjetas como los rivales. Blandito estuvo en algunos despejes, permitiendo que el Almería viviera demasiado cerca de la portería de Bravo incluso sin crear peligro real. Y blandito estuvo en lo de siempre: en no matar el partido. Ansotegi forzó una gran parada de Diego Alves en la primera mitad y en la segunda tuvo cuatro o cinco jugadas que debieron generar como poco eso mismo, una actuación brillante del portero. Y con bastante probabilidad el tercer gol de la Real. No es bueno para el equipo que un partido controlado no acabe en victoria txuri urdin.
No se puede obviar, aunque seguro que casi todo el mundo lo hará, el calamitoso arbitraje de Iglesias Villanueva. Concedió el primer gol del Almería en fuera de juego, decidió perdonar algunas tarjetas necesarias al Almería (quizá incluso la segunda a Ortiz), que abusó de las faltas a Xabi Prieto y Zurutuza y de esos codos al aire que, decían, se iban a castigar con más dureza este año. Además, castigó a la Real con otras tarjetas livianas como poco. No controló el partido y equivocó algunas decisiones que hasta los jugadores le indicaban para el lado contrario al que el colegiado señalaba. Un horror. Y un horror que ha costado dos puntos, pero al que la Real, al menos, ha conseguido sobrevivir. Dos jornadas y la Real es cuarta. Podría haber sido tercera y colíder de mantener el 1-2. Pero recibirá al Madrid por delante del conjunto blanco en la clasificación. Lo mejor no es, obviamente, dormir en plaza Champions, porque ahora eso no tiene ninguna importancia. Lo importante es que la Real lucha cada balón, aunque a veces sea sin acierto, y que se mantiene invicta. Sólo Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla y Real Madrid pueden decir lo mismo. Que siga la racha. Y que siga con un partido grande que todos los realistas nos merecemos.
5 comentarios:
Estoy por preocuparme, coincido en todo contigo. Voy a ver si me revisa un médico jeje.
Buen analisis como siempre.
Una pena que se escapara la victoria, nos echamos demasiado atrás y no presionamos mucho. Tuvimos el 3º y en 1ª hay que matar los partidos, en 2ª nos bastaba con el 1-0 para ganar pero ahora en cualquier jugada te pueden marcar gol.
Hay que ser optimistas, este inicio lo hubiéramos firmado, el partido del Madrid va a ser muy difícil pero el equipo debe morder desde el minuto 1 y jugar con mucha intensidad.
No me disgusto Sutil aunque peco de individualista, Tamudo es un seguro de cara al gol y el resto eran los del año pasado.
Creo que los cambios quitando Griezmann bajaron el nivel del equipo, Viguera y Markel la temporada pasada no iban sobrados en 2ª, a ver si jugadores como Ifran o Sarpong aportan cosas positivas.
Toda la razón, ya comenté en otro post que la Real pecaba de falta de experiencia, si tienen muchos partidos encima pero jugadores como Karpin y otros de otras épocas demostraban que parte de su éxito era que sabían que hacer en cada momento y cuando un partido lo tienes tan de cara hay que saber esconder el balón, remolonear y perder tiempo como los italianos porque 2 puntos perdidos contra el Almería puede significar muchas cosas al final de temporada, aún así me encató la actitud y si se sigue así se pueden hacer cosas buenas, el de Tamudo un señor gol.
Campanilla, en el fondo sabes que coincidimos más de lo que dices, je, je, je... Muchas gracias.
Cityground, yo creo que Viguera se merece un voto de confianza, pero es verdad que el lunes aportó poco. Tampoco es que el equipo le ayudara mucho.
Alter, sí, lo hablamos antes de que empezara la temporada, que nos falta un Karpin. Poco se ha dicho del gol de Tamudo, y a mí, como a ti, me pareció un golazo. ¡Ah, si vistiéramos de blanco o blaugrana!
Toda la razón, tendremos que volver a ganarnos el puesto que merecemos y aunque sigamos, desde haca unos años, sin matar los partidas el equipo puede dar mucho en primera.
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