Mal partido de la Real en Murcia. Sin ninguna duda, el peor de los tres que conforman ya la peor racha de la temporada y que, sin embargo, ofrece un punto más para el conjunto txuri urdin y el liderato provisional, a la espera de lo que haga mañana el Hércules. Habida cuenta de las muchas cosas que hoy no han funcionado, no deja de ser paradójico que a la Real se le hayan escapado dos puntos por la mala suerte. Mala suerte, sí, porque esa también juega y hoy lo ha hecho en contra de los intereses del conjunto txuri urdin. Con el gol de Bueno ya se pensaba, otra vez, que lo más difícil estaba hecho, y otra vez se han escapado dos puntos con un gol encajado pocos instantes después de adelantarse en el marcador. Mal partido, sí, en casi todos los aspectos del juego. Y sin embargo, un punto más. Punto, eso sí, que se debe también a Claudio Bravo, que con dos paradones descomunales ha mantenido el nivel que se espera de un equipo que ocupa los puestos punteros de la tabla.
El partido ha empezado muy frío por parte de la Real. Mucho. Quizá demasiado frío, sobre todo si pensamos que hoy era el día en el que el equipo txuri urdin debía demostrar que no había sufrido un bajón. El principal problema realista ha estado en el centro del campo. Y eso a pesar de que Diego Rivas se ha mostrado hoy como todo un coloso en la tarea de recuperación de balones. Se ha hartado de adelantarse a los jugadores murcianos y de rebañar el cuero, y también de cubrir las, eso sí, escasas subidas de los laterales (Carlos Martínez se ha animado algo más por la derecha que Mikel González primero y De la Bella después). Al ya frío panorama se han sumado dos cuestiones más. La primera, la lesión de Mikel González. La segunda, la necesidad de hacer cambios en la línea de centrocampistas, que además ha venido también por lesión. Un Zurutuza también desaparecido dejó su puesto en el campo a Songo'o y ató las manos del entrenador y sus posibilidades de cambiar el partido en la segunda mitad desde el banquillo.
Antes de que eso llegara, el balón había sido del Murcia. Pero no así las ocasiones de gol. Se puede aplicar perfectamente lo que Lasarte dijo la semana pasada del partido ante Las Palmas. Era difícil ver cómo iba a marcar el Murcia, a pesar de algún desajuste en defensa. Las ocasiones parecieron más claras del lado de la Real. En especial, una clarísima de Nsue que debió ser el 0-1, o también un cabezazo de Elustondo que de haber llegado con un poco más de claridad podría haber acabado dentro de la portería. En la segunda parte, la Real dio un paso adelante. No demasiado atrevido, también es cierto, pero pareció controlar más el juego. Así llegó el gol de la Real. Gran pase de Carlos Martínez al que podría haber llegado Nsue antes de que Bueno impulsara el balón al fondo de la portería con la rodilla. Séptimo tanto del uruguayo, que además fue protagonista de los escasísimos detalles de calidad del partido.
Y con lo más difícil hecho, la Real volvió a dilapidar su ventaja. Hoy, bien es cierto, la Real no ha hecho mal las cosas para encajar ese gol, que ha llegado de la forma más dolorosa. Labaka desvió a gol un lanzamiento de falta que Bravo podría haber detenido con facilidad. El portero chileno personificó la decepción realista, sobre todo porque hizo dos paradas maravillosas, sobre todo la primera con el pie que, a la postre, fueron las que salvaron un punto para la Real. Y la suerte esquiva para la Real en el rechace de Labaka se prolongó con un rebote tras un disparo de Nsue que se marchó fuera. La suerte decidió beneficiar a los locales en los dos rechaces que descolocaron a los porteros. El Murcia tuvo una nueva ocasión en el descuento, clarísima, probablemente la mejor de todo el encuentro, pero esta vez el lanzamiento se marchó fuera. En la segunda parte, las opciones de gol sí fueron del Murcia, casualmente cuando el juego fue algo más favorable a la Real. Con este balance, el empate no es un mal resultado ni tampoco se puede considerar injusto.
Labaka culminó con el gol en propia puerta una tarde aciaga, en la que además vio una tarjeta amarilla bastante injusta pero que le impedirá jugar la próxima semana. Eso, sumado a la lesión de Mikel González, va a poner en un serio aprieto a Martín Lasarte la próxima semana, porque probablemente le obligará a alinear por primera vez a Esnaola. La tarjeta, decía, fue injusta. Como casi todo el arbitraje de Del Cerro Grande, con un tono caserísimo en las faltas y en las tarjetas y que, sin embargo, provocó las quejas de la grada y de unos jugadores murcianos que abusaron con descaro de pedir faltas inexistentes. Los jugadores realistas ven tarjetas amarillas con una facilidad pasmosa. En este partido, en el que no pasó absolutamente nada, vio tres amonestaciones y no sacó la única que vieron los murcianos hasta el minuto 70. Al menos el colegiado no picó en varias jugadas dentro del área y, dentro de lo malo, no adulteró el resultado final.
El césped de La Condomina es de vergüenza, pero no fue el causante del resultado. La Real no aprendió del todo la lección de Valencia. Lasarte ordenó a los suyos un juego más en largo de lo habitual, y fueron continuos los lanzamientos hacia los delanteros, pero Bueno no consiguió bajar ninguno y ahí se nota mucho no contar con Xabi Prieto para lanzar ese tipo de jugadas. La apuesta por la velocidad en la segunda mitad, con Nsue y Songo'o en las bandas, tampoco dio excesivo resultado porque nadie les surtió de balones en condiciones. De la Bella, aunque estuvo bien atrás, no subió demasiado y Carlos Martínez sí lo hizo, pero todavía le falta entendimiento con el único jugador fichado en el mercado invernal como para sacar más partido a sus jugadas (aunque el gol naciera de una jugada así). Si Bravo es el mejor realista, no se puede estar demasiado contento con el partido en casi ningún aspecto.
La Real consigue su peor racha de la temporada y encadena tres semanas sin ganar. Además, suma su tercer empate ante equipos que ocupan los puestos de descenso y sigue sin ganar en Murcia en Segunda División. Pero suma un punto, y eso nunca se puede desdeñar. Mañana el Hércules juega en casa del Betis, y puede suceder que la Real acabe la jornada como líder a pesar de esta racha y a pesar de este empate. La referencia del cuarto puesto, después de sumar dos puntos de los últimos nueve, está a ocho puntos gracias al triunfo hoy del Numancia en Elche. Eso habla del buen trabajo que se ha venido haciendo hasta ahora, que ha dado al equipo un inmenso colchón para pasar cómodamente estas jornadas, esta racha que tiene que llegarle a todos los equipos en algún momento de la temporada. Ahora, a recuperar el fortín de Anoeta frente al Nastic. Con eso, se recuperará el ritmo de ascenso.
3 comentarios:
Me empiezo a preocupar viendo los últimos resultados y sobre todo el mal juego, hay que ganar al Nastic para romper la mala dinámica.
Al menos marco Bueno y Bravo vuelve a estar inspirado, se nota demasiado la baja de Prieto y no entiendo que no jugara Griezmann.
El problema del otro día fue que para darle fuerza al mediocampo las bandas se quedaron vacías, y los laterales del Murcia se hincharon a subir. Con Songoo en la 2ª parte el lateral izquierdo no subió tanto. Para que jueguen Rivas y Elustondo hay que abrir más las bandas, porque si no sobra uno. Los que han subido su nivel son C. Martínez y De La Bella, y ahora nos hacen falta porque con las lesiones tienen que jugar si o si.
Este bache tenía que llegar y al final lo que cuenta son 42 partidos, no estos 3.
Cityground, yo de momento no me preocupo, pero sí hay que ganar al Nastic para despejar las dudas que puedan haber surgido.
Javi, estoy de acuerdo contigo, una de las claves de esta Real está en las bandas: en que nuestros atacantes obliguen a los defensores a quedarse y en que nuestros defensores sí consigan subir (como Charly el sábado pasado). Y también estoy contigo en que tres partidos no marcan la temporada. Son los 42. Y en junio ya veremos.
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