martes, octubre 27, 2009

Una foto histórica

Claudio Bravo recogió ayer lunes en Madrid el Trofeo Zamora de Segunda División correspondiente a la temporada pasada y compartido con el rayista Cobeño. También recibió el premio al mejor portero de la categoría de plata, designado por los entrenadores que la pasada temporada entrenaron a los 22 equipos que la componen. Se mire como se mire, es una foto histórica para la Real Sociedad, y así hay que decirlo. Bien alto, para que se escuche entre todo el ruido que rodea a este equipo desde hace demasiado tiempo.

El chileno es el primer portero que gana el trofeo al menos goleado vistiendo la camiseta txuri urdin en Segunda. Eso ya convierte el premio en histórico. Pero es que en Primera sólo hay uno que lo haya consehguido. Nada menos que Luis Arconada, en tres ocasiones consecutivas, las tres temporadas más gloriosas de la Historia de nuestro club. El precedente ya tendría que dejarnos claro que lo que ha conseguido Bravo, aunque sea en Segunda, es memorable. Pero no es así. Encuentra más eco una extraña condena a nuestro ojeador en Francia y descubridor de Griezmann que el hito logrado por Bravo.

Llevamos demasiados años en los que tendemos a restar importancia a lo bueno que le acontece a la Real. Lo negativo lo inunda todo. Es comprensible, teniendo en cuenta que en las tres últimas temporadas hemos vivido sobre todo frustraciones, y algunas de carácter gigantesco como el descenso en Valencia o la negra tarde de Vitoria. Pero en la Real también están pasando cosas de las que nos podemos enorgullecer. El logro de Bravo es una de ellas. Y no parece que tuviera el reconocimiento que mereció al final de la pasada campaña, ni que ahora la noticia haya encontrado demasiado eco.

Para muchos, el Zamora es un premio menor. Para mí, ver al portero de la Real en la misma foto que el delantero que ha ganado la Bota de Oro o el portero del equipo tricampeón, ya es un orgullo. Sí, lo es, aunque estemos en Segunda. Quizá se pueda decir que sobre todo porque estamos en Segunda, e incluso desde allí la Real sigue teniendo la capacidad de brillar con luz propia. Es obvio que el Zamora no compensa que no se lograra el ascenso. Pero no por eso hay que dejar de proclamar bien alto que tenemos al mejor portero de Segunda. El año que viene, si siquiera en la Real y si el fútbol nos sigue sonriendo como hasta ahora, ya tendremos tiempo de colocarle entre los mejores de Primera.

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