Fútbol de Primera. No lo es, pero esa es la sensación que debe dejar el partido de esta jornada (sábado, 18.30 horas, Anoeta; ETB-1, Aragón Televisión, Telemadrid-La Otra; no he podido confirmar si otros canales autonómicos también ofrecen el partido). Porque juegan dos equipos históricos, dos que tienen su sitio en la máxima categoría del fútbol español. Dos conjuntos que tiene como objetivo volver a Primera y se encuentran inmersos en esa lucha. La Real ya ha dejado una espléndida sensación en los dos partidos que ha jugado contra el Zaragoza (en Liga en La Romareda y en Copa en Anoeta) y que se enfrenta a una preciosa posibilidad de dar un golpe en la mesa, de ganar dos partidos seguidos por primera vez en la temporada, de derrotar a un rival directo y ganarle el average y, sobre todo, de ofrecer una noche verdaderamente feliz a una afición deseosa y merecedora ya de alegrías.
Para afrontar este partido, Juanma Lillo ha convocado a los 18 jugadores de la primera plantilla que tiene disponibles. A las ya conocidas bajas por lesión de Gorka Elustondo e Iñigo Díaz de Cerio, se suman esta semana los sancionados Mikel González (vio la quinta amarilla la jornada pasada) y Markel Bergara (a pesar de su injustísima expulsión en Las Palmas, no se librado del partido de sanción). Vuelven a la lista los dos jugadores que se quedaron en casa hace una semana, Estrada y Dramé, cuyo papel esta temporada está siendo bastante testimonial (más en el caso del segundo). Este último podría ser el recambio de los centrales (el puesto que queda más desguarnecido por la baja de Mikel González) en caso de que sucediera algún contratiempo, ya que el técnico ha optado por no echar mano de alguno de los centrales del filial.
Esta Real de Lillo empieza ya a tener bastantes jugadores intocables, y eso ayuda a configurar su once de forma previa, aunque también es sabido que al técnico realista le gusta sorprender. Bravo es fijo en la portería, igual que Abreu en la delantera. El uruguayo debe ser la referencia realista en ataque hasta el final de la temporada, y sólo sus convocatorias con la selección le sacarán del equipo. Xabi Prieto por la derecha (o en la mediapunta, según el sistema escogido) es igualmente indiscutible, como también Castillo en el lateral izquierdo y Aranburu en alguno de los puestos del centro del campo. Ni en el centro de la defensa ni en el mediocentro hay competencia esta jornada para tener dudas sobre los elegidos. Labaka y Ansotegui guardarán la portería de Bravo y Diego Rivas actuará por delante de ellos.
Pero aquí es donde empiezan las incógnitas en el once de Lillo. Se ha rumoreado durante la semana que su idea es jugar un 4-4-2 clásico, con dos delanteros, rombo en el centro del campo y dos laterales largos que ayuden en ataque. Si esta fuera la opción, Aranburu podría pasar a la derecha, con Xabi Prieto en el centro y Marcos o Moha en la izquierda (sorprendería que Marcos se quedara otra vez sin jugar un solo minuto, como le sucedió en Las Palmas, dado el buen estado de forma que había demostrado en los últimos partidos). La necesidad de carrileros podría dar ventaja a Carlos Martínez por encima de Gerardo. Abreu y Necati podrían jugar así juntos en punta por primera vez, aunque Agirretxe también podría ser el acompañante del uruguayo. Si Lillo optara por el doble pivote, Aranburu retrasaría su posición junto a Rivas y Abreu jugaría sólo en punta. Con este sistema, Agirretxe parece tener más opciones que el turco.
La victoria de la Real, además de darle el average particular (es ya vital tener en cuenta estos pequeños detalles) colocaría al equipo de Lillo automáticamente en la cuarta posición, pues adelantaría al Zaragoza que le precede en la tabla con un punto más. Para entrar en puestos de ascenso, el equipo txuri urdin necesitaría también de un pinchazo de Hércules (que visita Vallecas, un campo peligroso ante un rival que también lucha por entrar en la pelea por el ascenso) o Tenerife (que recibe a un Eibar en horas bajas y en puestos de descenso). No va a ser un partido definitivo, pero sí una buena oportunidad para que la Real dé un golpe sobre la mesa. Hace un año pesó no tener buenos resultados contra los de arriba (dos derrotas tantos contra el Sporting como contra el Numancia). Es hora de demostrar que se ha aprendido de los errores. Será en Anoeta, donde se espera la mejor entrada de la temporada (aunque habrá que ver si el mal tiempo no lo impide) y, cuidado, ante un árbitro que tiene malos antecedentes contra la Real.
El Zaragoza es un equipo al que no se le da bien San Sebastián. De los 45 encuentros disputados, sólo cuatro han acabado con triunfo visitante, mientras que en 30 ha vencido la Real (dos de cada tres). De hecho, los aragones no consiguieron vencer en campo realista hasta la temporada 94-95, en la segunda ocasión en la que visitaron Anoeta, ya que de Atotxa jamás salieron victoriosos. Una de las cuatro victorias que ha logrado el Zaragoza es, precisamente, la última vez que visitaron Anoeta en Primera División, hace dos temporadas, en la 2006-2007, la del descenso txuri urdin. Xabi Prieto adelantó a la Real (en la foto) al transformar un penalti cometido sobre Darko Kovacevic. Ahí comenzó el festival del árbitro, que en pocos minutos dejó a la Real con diez, expulsando a Diego Rivas tras una falta inexistente (que acabó en el gol del empate) y pitando otro penalti que no era, éste a favor del Zaragoza. Con diez y con toda la segunda parte por delante, Bakero sacrificó a Darko y el equipo maño amplió su ventaja hasta el 1-3 final.
En Segunda División hay tres precedentes, dándose una igualdad máxima: una victoria para cada equipo (3-0 para la Real en la temporada 46-47, 1-2 para el Zaragoza un año antes) y un empate (a un gol, en la 44-45). Esta misma campaña, Real y Zaragoza ya se han visto las caras en dos ocasiones. La primera fue en el debut de ambos equipos en la Copa del Rey. En un ambiente fantástico, la Real hizo uno de los mejores partidos de la temporada y doblegó a los maños por 1-0, con gol de Marcos. Fue el día que nació la prietinha. La segunda, unos días después, fue en La Romareda, en el partido de la primera vuelta. Tras encajar dos goles en pocos minutos, en un horrible comienzo de partido, el equipo txuri urdin remontó con un futbol tan espectacular que el empate final supo a poco. Marcos hizo el 2-1 y Díaz de Cerio, con un precioso tanto de cabeza, materializó el segundo.
(Nota: estaré en Anoeta viendo el partido, por lo que la crónica la publicaré el lunes. Muchas gracias y perdonad las molestias)
2 comentarios:
Vaya, pues entro tarde, pues podíamos haber quedado para ver el partido juntos. Otra vez será...
Yo, si fuese tú, no escribiría nada. A veces expresa más un silencio que cualquier artículo. Estamos en un punto de no retorno.
Saludos!
Vaya robo, es una vergüenza lo de los arbitrajes con la Real, lo vi por Aragon Tv y me pille un cabreo de narices.
Estos tipos son unos desgraciados que se ríen de nosotros, ¡BASTA YA!
Otra cosa es el partido que hicimos y el planteamiento ultradefensivo de Lillo que se las trae, peor en el 89 ganamos 1-0 legalmente hasta que intervino el Bernabe Garcia de las narices.
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