miércoles, febrero 25, 2009

No nos rindamos antes de tiempo

Hay una costumbre muy arraigada en el mundo del fútbol que no acabo de entender, la de proclamar campeones y derrotados antes de tiempo. Suele haber una primera proclamación en noviembre, antes del final del año en todo caso. Siempre hay algún equipo que cobra ventaja, que parece sólido y todo el mundo da por triunfador seguro. En Primera, el Barcelona ya era campeón de Liga. En Segunda, el Salamanca olía a ascenso fácil. La segunda proclamación suele ser por estas fechas. Ahora el campeón en Primera casi parece el Madrid, a pesar de estar siete puntos por detrás del líder. El Xerez, en Segunda, ya ha ganado para casi todos. El Zaragoza, que empezó la temporada casi como campeón irrefutable, ya no lo es tanto. ¿Y la Real? Pues la Real en septiembre tenía muchas opciones de subir, en noviembre las mantenía intactas y ahora, dicen estos expertos de la adivinación, ya no tiene opción alguna de ascender. Así lo han proclamado muchos periodistas y aficionados.

Yo no pienso rendirme antes de tiempo, como parece que ya han hecho algunos. El fútbol ha dado sobrados ejemplos de que todo, absolutamente todo, es posible. Y más quedando tanto por jugar. No estamos hablando de que quedan tres jornadas, que la Real tiene que ganar los tres partidos y que dos equipos tienen que perderlo todo. Eso sí sería una misión imposible que justificaría un honroso lanzamiento de toalla al cuadrilátero. Pero no es el caso. Estamos, sin duda, en el peor momento de la temporada después de sumar un punto de los últimos nueve posibles, estamos a siete de la tercera plaza y el sueño amenaza con romperse. El realismo también obliga a ver estos hechos. Los números tampoco ayudan a ser optimista, cuando uno ve que la Real sólo ha marcado más goles que tres equipos de la categoría y no ha sido todavía capaz (o no le han dejado, no olvidemos esa parte) de ganar dos partidos seguidos.

Pero la Historia ofrece ejemplos sobrados a los que agarrarse. Esta misma temporada, en este mismo instante, el Rayo Vallecano viene de sumar cinco triunfos consecutivos. ¿Por qué no los va a sumar la Real en los próximos cinco partidos? ¿Qué impide ahora mismo pensar que eso es posible? El año pasado, la propia Real fue capaz de remontarle doce puntos al Málaga (que era indicustible campeón en noviembre y ascendido seguro en febrero, pero que las pasó canutas hasta junio y tuvo que recurrir a lo que todos sabemos). Pero hay más. Esta semana, la prensa donostiarra está recordando precedentes que pueden devolver la ilusión. El espejo es el Getafe de la temporada 2003-2004, en el que jugaba Diego Rivas. Logró 43 de los 63 puntos posibles en la segunda vuelta y remontó al líder, el Sporting, los quince puntos que le sacaba y le aventajó al final en seis más.

Por si estos ejemplos no son suficientes para demostrar que la Real puede hacer algo parecido y para rebatir a quienes piensan que lo de fuera es siempre mejor que lo que tenemos en casa, la propia Historia txuri urdin tiene dos antecedentes que demuestran que nada se tiene que dar por perdido a estas alturas. En la campaña 66-67, el último ascenso a Primera, el de Puertollano, la Real encadenó 14 victorias, un empate y una derrota en los últimos 16 partidos. Y subió. En la temporada 80-81, la Real no perdió uno solo de los últimos diez encuentros y remontó seis puntos al líder, cuando entonces la victoria sólo otorgaba dos. ¿Que aquellos equipos eran mejores que el actual? Puede ser. ¿Y qué? Yo he visto a la Real irse a Segunda con buenos jugadores y clasificarse para la UEFA con jugadores no tan buenos.

Y si me agarro a los anteriores ejemplos, hay uno mucho más desconocido que me hace pensar que todo es posible. Uno mucho más rebuscado si queréis, pero con más valor sentimental. La Real de la temporada 79-80 perdió la Liga por la derrota en Sevilla, la única de la temporada. Un año más tarde, empató en la ciudad andaluza y ese punto le habría dado el título anterior. En la 97-98, la Real pudo haberse clasificado para la Champions por primera vez si hubiera derrotado al Athletic en Anoeta, pero sólo pudo empatar. La victoria, por 3-1, llegó un año después. En la temporada 2002-2003, la Real podría haber ganado la Liga si hubiera triunfado en Balaídos (perdió 3-2) o en el Bernabéu (empató a cero). En la campaña siguiente, la Real logró los tres puntos en ambos campos (2-5 y 1-4). Dicho de otra forma, la Real gana al año siguiente los partidos clave que le privaron de lograr sus grandes objetivos un año antes.

El año pasado, el equipo txuri urdin no subió a Primera por la triste tarde de Vitoria y por el empate en casa ante el Salamanca de una semana antes. Este año ya se ha ganado al Salamanca en Anoeta. Ahora vamos a Vitoria. Si ganamos, aunque estemos a cuatro, seis o siete puntos del ascenso, mi fe en el regreso a Primera seguirá intacta, por muy mal que juegue la Real, por pocos goles que marque o por muchas profecías sobre el no ascenso que lea antes de tiempo. Podrán cumplirse, sin duda, pero hoy no lo han hecho. Todavía no. Y el corazón sigue latiendo. Lento, con dificultad, pero late. Si se logran los tres puntos de Vitoria, se iniciará la racha de dos victorias seguidas que tanto necesitamos (no concibo que el Sevilla Atlético puntúe en Anoeta, por historia, por necesidad y por corazón). Y entonces iremos a Xerez a demostrar si la Real es un grande. Ya veremos de qué color se ve todo dentro de dos semanas. No nos rindamos antes de tiempo, que eso no conduce a nada.

5 comentarios:

Edu dijo...

dos victorias seguidas y todo cambia 360 grados. Eso si: dos victorias seguidas...

Iván dijo...

Lo malo es todo lo que rodea al fútbol de once contra once.

Comparecencias de presidentes , Badiola y Aperri.

Y cuestionar constantemente al equipo.

Si no se sube no pasa nada, para el año que viene se intenta, no hay que añadir más presión a los jugadores con la necesidad imperiosa del ascenso.

Un saludo

José Sellés dijo...

hola, grandes reflexiones
por favor pásate por mi blog.
GRACIAS

PatiodeCaballos dijo...

Si el futbol para bien o para mal, puede cambiar en un minuto, la liga de Gijon, la derrota de Vitoria, como no puede cambiar faltando 17 partidos? A esa gente que dice que ya no hay nada que hacer seguro que se les ve en los proximos partidos en Anoeta y si se sube diran, ya lo deciamos nosotros. Ni una semana eres muy bueno ni la sigueinte eres muy malo. Lo mejor de esta mala racha, de juego y de resultados es que haya venido ahora, y no mas adelante cuando todavia nos jugemos mas. Otros equipos la pueden tener mas adelante y nosotros ya la hemos tenido

Luis dijo...

Bien – Mal
Cielo – Infierno
Arriba – Abajo
Victoria – Derrota
Ganar – Perder
Primera - Segunda
Y tantas y tantas palabras antagónicas.

Pero que más me da, el resultado final. Solo sé que sigo a mi Real, con esa ilusión, y que si subimos estará bien. Pero que la vida que me trasmiten ahora mismo no esta mal, nada mal.

Podemos llevar pocos goles, pero también éramos el equipo que menos partidos perdidos llevaba (siempre que entendamos que perder es que metan más goles que tú). Porque últimamente, me he dado que no perdemos cuando trabajamos bien, no perdemos, cuando nos roban, no perdemos y cuando …tampoco perdemos. Solo perdemos, cuando jugamos de manera violenta, solo perdemos cuando no estamos unidos. Por esos como dicen las chicas Eutsi Equipo (unión equipo).

Si tú crees Juan, pues yo también, estoy contigo.

Un abrazo Real, para la Real y a por todas campeones, que os seguimos.