Me gusta el logotipo del centenario de la Real, que se celebrará entre el próximo 20 de enero y el mes de septiembre de 2009, fecha oficial en la que el club alcanzará esta hermosa efeméride. Sí, la verdad es que me gusta. Me gusta por su sencillez y por la poderosa presencia del blanco y el azul. Me gusta porque sí me remite rápidamente a la Real y porque no hay motivo alguno para que genere crispación en un entorno ya suficientemente crispado. Me gusta. Pero me gustaron más otros pequeños detalles en torno a este logotipo y otros asuntos de los que trató el presidente, Iñaki Badiola, en su comparecencia ante los medios.
Me gusta que los autores del logotipo, José Luis y Fernando Lanzagorta, no hayan cobrado un solo euro por su buen trabajo. Me gusta porque con esto demuestran que hay gente que quiere a la Real por encima de todo y que está dispuesta a arrimar el hombro en esta hora de necesidad, para colaborar en lo que haga falta. Me gusta el generoso y (oh, sorpresa) poco comentado gesto de generosidad de Badiola al incluir a todos los ex presidentes vivos de la Real en la Comisión del Centenario. Me gusta porque lo fácil hubiera sido prescindir de quienes han anunciado querellas en su contra. Badiola ha puesto así a la Real por encima de sus intereses personales, porque Fuentes, De la Peña y Larzabal han sido presidentes del club y debían estar en esa comisión. Ya lo están.
Me gusta que, en medio de toda esta locura que es la actualidad de la Real, no se hayan detenido los trabajos para celebrar los 100 años de Historia del club. Me gusta porque hay ideas y plazos, porque habrá imágenes que todos los realistas guardaremos en nuestra memoria. Me gusta porque la Real se convertirá en más protagonista si cabe de la vida guipuzcoana y porque celebraciones como ésta sólo las veremos una vez en nuestras vidas. Sólo por eso, por dar a los aficionados una verdadera alegría, ya merece la pena impulsar los actos del centenario. Y ojalá pueda ser con la Real en Primera, que sería el mejor y más merecido premio para los valientes que van cada quince días a Anoeta, para los que están en las gradas de los demás estadios de Segunda, para los que se agarran con fuerza a la radio o a la televisión para saber qué están haciendo sus jugadores.
Y me gusta, me tiene que gustar a pesar de todas las críticas, que el presidente de la Real (sea quien sea y aunque sea otro y no el actual) siga hasta el final para descubrir si se amañaron partidos para que este equipo siga esta temporada en Segunda División y para que se castigue a quien pudiera haber cometido delito alguno en la administración de las cuentas y el funcionamiento interno del club. Muchos se escudan en que eso forma parte del pasado y en que removerlo no hará ningún bien a la Real. Yo, en cambio, soy de los que piensan que el que la hace la paga. Y para eso están las leyes, para que se cumplan. Quiero una competición limpia y quiero una Real más limpia todavía. Si Badiola lo consigue, recibirá mi aplauso sincero. Yo quiero saber la verdad en ambos casos. Y si bien entiendo que haya personas que no lo compartan porque tienen oscuros intereses en ello, no comprenderé jamás que la prensa quiera enterrar estos oscuros sucesos que han manchado ya para siempre la Historia de la Real. De nuestra Real. ¿Hemos olvidado que es nuestra? Espero que no.
1 comentario:
a mi tambien me gusta pero falta algo en euskara...
Yo abria puesta Real y Erreala...
Un saludo y aupa Real desde Roma!
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