Debido al absurdo atraso de la Federación en este torneo, que tan poco se valora incluso desde los estamentos que la organizan, la Copa es la única competición en la que sólo se pueden convocar 16 jugadores. Y la noticia de la lista de la Real, aunque ya era conocida, está en la portería. Bravo está concentrado con su selección y se perderá los dos partidos frente al Zaragoza, el de mañana de Copa y el del sábado ya de Liga. Zubikarai debutará con el primer equipo y tendrá el mejor escaparate posible para ponerle las cosas difíciles al chileno. Que debute un jugador procedente del Sanse es siempre una gran noticia. Que además sea portero, un puesto en el que han jugado tantas figuras en este equipo, multiplica esa ilusión. Suerte Eñaut. Ramírez, del Sanse, estará en el banquillo.
Lillo no ha tirado en esta ocasión del Sanse para completar la convocatoria y ha dejado fuera de la misma a Agirretxe. La decisión sorprende puesto que el único delantero que hay en la lista es Díaz de Cerio, que además la semana pasada sufrió algunas molestias. Lillo tendrá que improvisar un delantero si Iñigo no aguanta los 90 minutos (que podrían ser 120 si hay empate). De la alineación que saldrá poco se sabe. El técnico ha dicho que introducirá algunos cambios, aunque no serán demasiados puesto que la escasa amplitud de la plantilla no lo permite. Quizá Diego Rivas disfrute de su primer partido como titular en esta segunda etapa en la Real. Labaka es el tercer jugador que entró en la lista para el partido frente a Las Palmas que tendrá que ver la eliminatoria copera desde la grada.
Nadie puede decir antes del partido si será bueno o malo que el rival sea el Zaragoza, puesto que experiencias con equipos mucho más modestos ya nos sacaron los colores con demasiada frecuencia. Nadie podrá decir si es mejor jugar ahora contra los equipos fuertes o con el campeonato más avanzado. Nadie puede decir si será bueno o malo jugar dos partidos consecutivos contra los maños en dos competiciones tan distintas como la Liga y la Copa. Lo que sí está claro es que el equipo aragonés llega necesitado. Recién descendido a Segunda División y con una derrota en la primera jornada, el Zaragoza de Marcelino busca una alegría para arrancar de verdad en su paso por la categoría de plata. Y la Copa podría dársela ya que, como la Real, el Zaragoza no está dispuesto a tirar por la borda esta competición. Eso hace pensar que el partido puede ser abierto, bonito y vibrante.
La maldición que arrastra el equipo realista en la Copa dura ya dos décadas. Desde que en las semifinales de la campaña 87-88 eliminara al Real Madrid con aquella inolvidable goleada 0-4 en el Bernabéu, no ha conseguido eliminar a un solo equipo de Primera División. Pero es que últimamente ni siquiera llega a jugar contra ellos, siendo el último rival de la máxima categoría el Atlético de Madrid (en la temporada 98-99, y porque el equipo se clasificó aquel año para la UEFA y entró en la Copa en octavos). La Real no supera una eliminatoria del torneo del K.O. desde el 27 de octubre de 2004, cuando superó por 1-3 al Burgos en la primera ronda, a partido único, aunque después cayó ante el Mirandés en los penaltis. La última victoria en casa fue hace dos años, el último en Primera. El 2-1 frente al Málaga no sirvió para remontar el 4-1 adverso de la ida. ¿Será ésta, por fin, la ocasión que esperamos para que la Copa vuelva a ser ilusionante?
Esta será la cuarta vez que Real Sociedad y Zaragoza se ven las caras en la Copa. El equipo txuri urdin ganó las dos primeras, en las temporadas 56-57 (1-0 en el partido de desempate, tras dos igualadas previas) y 70-71 (sólo hubo un gol en los dos partidos, conseguido en La Romareda por Marco Antonio Boronat). La última vez que jugaron ambos equipos ya fue a un sólo partido, en la temporada 02-03. Fue la última vez que los maños pasaron por la Segunda División y cuando la Real luchó por ganar la Liga. Pero ni siquiera aquel grandísimo equipo consiguió sorterar la maldición copera. A pesar de que De Pedro empató a un gol al transformar un penalti que dejó al Zaragoza con diez jugadores, el equipo maño consiguió ganar 3-1. Una humillación más de las muchas que ha vivido el equipo realista en esta competición durante las dos últimas décadas.
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Como la de la temporada pasada, en el campo de Las Palmas. La Real que entrenaba Chris Coleman se presentó en las islas habiendo perdido el primer partido liguero en Anoeta frente al Castellón y después de ganar al Eibar en Ipurúa, con ganas de que la Copa certificara el potencial del equipo. Pero el batacazo fue mayúsculo. El conjunto canario se quedó con diez jugadores nada más comenzar el partido, en el minuto dos, por roja directa a Juanpa. Un gol en una falta lateral, en la que Riesgo fue claramente obstaculizado (en la imagen) colocó en ventaja a los locales mediada la primera parte. Y a partir de ahí la Real demostró una impotencia impropia de un equipo que aspira a lo más grande. A pesar de que jugó 88 minutos con un jugador más, cayó. Como casi siempre. Ojalá cambie la historia.
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