martes, septiembre 09, 2008

El día que Clemente salió de la Real

Clemente vuelve a Anoeta este sábado. La cosa tiene su morbo porque, como sabe todo el mundo, Clemente fue entrenador de la Real Sociedad. Relevó a Bernd Krauss al poco de iniciarse la temporada 99-00 y fue cesado tras las sexta jornada de la campaña siguiente. Estuvo casi un año sentado en el banquillo txuri urdin. Su Real jugó 37 partidos, ganó 10, empató 13 y perdió 14. Marcó 37 goles, apenas uno por partido, y encajó nada menos que 51. A pesar de que la gente confesaba al final que esperaba no sufrir tanto con Clemente, fue suficiente para que la Real no bajara a Segunda División en su primera campaña (la primera en la que el equipo realista luchó por ese objetivo en su historia moderna).
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Pero hay una historia de Clemente que no todo el mundo conoce o recuerda, y es la forma en que el técnico vizcaíno salió de la Real. Todo el mundo sabe lo que figurará en los libros de historias, en las estadísticas, que en su segunda temporada sólo aguantó seis partidos. Que en ese periodo de tiempo sufrió tres goleadas vergonzantes (entre ellos el 0-6 del Barça en Anoeta que, todavía hoy, es la derrota más abultada de la Real como local en Anoeta) y el partido suspendido en Montjuic por la lluvia, aquel en el que ese malísimo árbitro que es Medina Cantalejo obligó al equipo txuri urdin a saltar al campo con una camiseta suplente roja del Espanyol, sin el escudo de la Real.
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Clemente cayó cuando su Real hizo el ridículo en Vallecas el 22 de octubre del año 2000. 4-1 fue el resultado final. Increíble tanto para los aficionados realistas, que todavía recordaban días más gloriosos, y para los vallecanos, que veían a su equipo goleando a un histórico. Y eso que Asper, el portero sueco que Clemente trajo, detuvo un penalti en el descuento para maquillar un partido nefasto. Pero aquel día no pasará a la historia por la destitución de Clemente (que en realidad se produjo al día siguiente, tras el regreso del equipo a San Sebastián). Aquel día fue inolvidable porque el estadio del Rayo Vallecano, un lugar en el que se tiene mucho aprecio por el equipo y la afición txuri urdin, cantó en su totalidad el grito de "Clemente, vete ya" que iniciaron los pocos realistas que aquel día estuvieron en sus gradas.
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Tito Irazusta, en El Diario Vasco, lo contaba de esta forma: "Vallecas fue un clamor en la demanda de la marcha de Clemente de ese banquillo en el que casi ni asomó. Aunque debe constar también que a continuación gritaban un ¡Aupa la Real! para diferenciar conceptos, esa palabra que tanto le gusta al míster. Y no sólo era un grupo de seguidores de la Real los que se dejaban oír, que ya hubiera bastado para tenerlo en consideración, porque fue todo Vallecas el que se unió al repertorio, sacándonos los colores. Es que así no vamos a ninguna parte". Clemente, en la rueda de prensa que dio tras el partido lo explicó así: "Lo de la afición del Rayo cantando Clemente, vete ya es como de cachondeo. En Anoeta sólo grita eso un grupo reducido, que los tengo localizados y sé quiénes son".
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Clemente volvió a hablar de este asunto al día siguiente, pero con su destitución, que se produjo horas después, esas palabras cayeron bastante en el olvido. El Diario Vasco recogía este entrecomillado: "Lo de Vallecas fue un cachondeo. Sé que son madrileños de una Peña de la Real. Desde luego mostraron muy poco respeto hacia el entrenador de la Real". Entiendo que un día después la noticia era la destitución y no este asunto, pero esa transcripción dejaba mucho que desear. Yo oí esas declaraciones íntegras gracias a que me las permitió escuchar Gorka Reizabal, uno de los periodistas que más ha querido y quiere a la Real. Y no se limitó a decir eso. Cuando dijo "madrileños" lo dijo en un tono insultante, convencido de que por ser "madrileños" no podíamos ser de la Real. Dijo que él sabía "lo que hay en Madrid", y que ya podíamos hacer lo que quisiéramos por la Real, que sólo seríamos "madrileños".
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Yo estaba en las gradas de Vallecas aquel día. Yo formaba parte de esas decenas de aficionados realistas que estaban viendo atónitos como el Rayo goleaba a los nuestros, como ese equipo no se parecía en nada a la Real que todos soñábamos. Es más, yo cogí un bombo en un momento dado e impulsé el grito de "Clemente vete ya". Y pedí a los aficionados rayistas que estaban junto a nosotros que se sumaron, algo que hicieron, insisto, por cariño a nuestro equipo. Y aquel día, en las gradas y con la camiseta de la Real, había madrileños, sí. Y vascos. Y extremeños. Y castellanos. Pero, por encima de todo, lo que había era realistas. Todos teníamos en común una cosa: nuestro corazón txuri urdin. Clemente sí que nos faltó al respeto otorgándose la potestad de repartir carnets de realista entre los aficionados que él quiera. No defenderle a él era, por lo visto, no defender a la Real.
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Lo más gracioso es que ese desprecio a los aficionados realistas lo proclamaba alguien que no entendía la Real en absoluto. Alguien que decidió fichar nada menos que cinco jugadores extranjeros ese mismo verano, de los cuales sólo Tayfun era interesante, tras haber incorporado a otros dos en el anterior mercado invernal. Alguien que contribuyó a cavar la fosa económica en la que todavía nos hallamos con un dispendio incomprensible, que ascendió a más de 4.000 millones de pesetas, en fichajes que nadie conocía (lo de los 400 millones por un tal Peiremans, jugador que ni siquiera llegó a debutar con la Real por venir lesionado en una rodilla forma parte de la historia más triste de este equipo; y todavía recuerdo a Clemente mofarse de los periodistas porque nadie se había enterado de esa operación antes de que se hiciera).
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A mí aquel día no me avergonzó el grito de los aficionados rayistas. Al contrario. Me llenó de orgullo porque era un grito nacido desde el cariño y el respeto a un equipo otrora admirado, un equipo que ya está empezando a volver tras los años más oscuros que muchos hemos vivido. Me resultó curiosa la ironía de ver, esta misma temporada, el debut de Clemente en Segunda con el Murcia. En Vallecas. Y perdió. Ahora vuelve a Anoeta. Y confieso que es uno de los partidos que más ilusión me hace ganar esta temporada...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Pues no conocía yo esa anécdota.

La verdad es que nunca he visto a la Real en el campo del Rayito, pero intentaré remediar eso este año, y más si dices que se nos tiene cariño por allí.

Saludos.

Txuri Urdin Por El Mundo dijo...

De todos es sabido que las aficiones del Rayo y de La Real se llevan muy bien, creo que los de la Peña * Mujika y Los Bukaneros han estado hermanados pero ahora mismo no sé cómo esta la situación.

Por otro lado la verdad es que Clemente es un entrenador que da mucho juego a los periodistas y si el equipo va mal es capaz de quitar la presión a los jugadores y asumir todas las responsabilidades; es un tio con caracter, pero la verdad no me gustaría que una persona cómo Javier volverá a ser entrenador de La Real.

Que sigan con Lillo que por ahora les va muy bien y dicen todos los jugadores estar muy contentos con él.

Espero que esta vez sumemos +3 :)

Juanjo dijo...

Simplemente es un payaso. Un buffon que en su tiempo rozó la gracia y hoy es una caricatura que despierta antipatía.

Saludos