Después de la quinta jornada de Liga, resulta que la Real tiene nueve puntos, tantos como los que había conseguido a estas alturas de la temporada pasada, en la que las críticas al juego del equipo fueron una constante. La impresión que ha dejado el equipo es muy distinta, mucho más positiva, además de estar con los mismos puntos que el tercer clasificado (el año pasado, a dos del Sporting) y a sólo dos del liderato (el Málaga tenía ya nada menos seis puntos de ventaja tras esta jornada). El optimismo sigue ahí, la confianza ya se la ha ganado el equipo con lo que ha enseñado hasta ahora. Pero, por descontado, quedan cosas por mejorar. Seguro que Lillo lo sabe y trabajará para solucionar los problemas.
El principal problema de la Real esta temporada, hasta ahora, parece estar en la sustitución de hombres clave en momentos determinados, a pesar del buen resultado que están dando las rotaciones y el uso de todos los jugadores. La lesión de Xabi Prieto (ojalá no se confirmen los peores augurios, que hablan de que su baja se prolongará hasta final de año) no ha encontrado una respuesta adecuada, como tampoco la encontró en el tramo final de la pasada temporada. La descomposición del fútbol ofensivo de la Real tras la lesión de Elustondo ante el Alavés no hace sino ahondar en esta herida. Hay que encontrar la forma de suplirles.
Otro obstáculo notable es no aprovechar del todo los mejores momentos de fútbol. Contra el Zaragoza, la primorosa segunda parte sólo sirvió para empatar (aunque bien es cierto que anotando dos goles y fuera de casa). La espléndida media hora ante el Alavés no dejó más fruto que el gol a los 13 segundos, dejando un partido abierto. Contra el Murcia lo mejor estuvo en la primera parte y ahí tampoco se supo cerrar el encuentro, que llegó al minuto 70 con un solo gol a favor del equipo txuri urdin y de penalti. La Real debe aprender a completar el trabajo cuando mejor hace las cosas. Eso, sobre todo en Segunda, asegura mucho puntos. Por ejemplo, los que se escaparon ante Hércules (pese a la superioridad de los alicantinos, hubo ocasiones para ganar incluso sin el imposible penalti en contra) y Alavés.
Los pocos goles encajados están costando demasiados puntos. Sólo cuatro goles y han supuesto que la Real deje de ganar seis puntos, con una media de 1,5 puntos por cada tanto encajado. Es una media demasiado cercana a la de la temporada pasada, cuando dejó escapar 58 puntos y encajó 39 goles (1,49 por gol en contra), y que como todos sabemos no bastó para subir a Primera. Que se escapen tantos puntos con tan pocos goles debe ser un motivo de preocupación. El año pasado a estas alturas se habían encajado dos goles más y se habían ido los mismos puntos. Una pena no haber aprovechado mejor el buen momento de nuestros dos porteros y de la defensa.
La estrategia está dando sus frutos, pero con matices. De los nueve goles marcados, tres han llegado de esta forma (este 33 por ciento ya mejora, con mucho, el porcentaje de toda la pasada temporada). La falta directa de Sergio ante Las Palmas, el penalti de Xabi Prieto frente al Murcia y el remate de cabeza a la falta sacada por Elustondo en Alicante. Con Garitano se ha ido buena parte del potencial que tenía la Real en esta faceta (tres goles la pasada temporada). Labaka se queda como el principal especialista (y ya ha marcado un gol, el de Alicante), pero quizá le falte compañía. ¿Necati, quizá?
El partido frente al Alavés nos enseñó los peligros de la defensa de tres. Por ahora, ninguno de los puntos perdidos se ha debido a este sistema, pero el error que tuvo Carlos Martínez, y que provocó que Bravo volviera a demostrar que es un grandísimo portero en el uno contra uno, debe suponer un aviso importante. Es preferible un balón fuera que una pérdida de balón en un lugar tan delicado. Lillo lo sabe y por eso emplea una variedad de sistemas y de jugadores, para no dar nunca más pistas de las necesarias al contrario.
Y algo que, evidentemente, no depende de la Real, pero necesita una rápida mejora: las actuaciones arbitrales. Que en cinco jornadas nos podamos sentir muy perjudicados en dos de ellas es un dato muy negativo. Incluso el día que el equipo txuri urdin se encontró con una decisión trascendente a favor (el penalti ante el Murcia), acabó perdiendo a un jugador (Xabi Prieto) por no saber (¿poder?) el árbitro cómo frenar la violencia de los rivales. Cuatro puntos se han quedado ya por el camino en esta ficticia lista de agravios arbitrales.
A pesar de todo lo anterior, el comienzo es muy bueno. Que los problemas no oculten la realidad. Esta Real es un firme candidato al ascenso. Tiene argumentos, tiene jugadores y tiene entrenador. La afición siempre la ha tenido. Pero queda mucho todavía para el 21 de junio...
2 comentarios:
Buen análisis, soy también aficionado de la Real desde pequeñito y me preocupa sobre todo lo corta que es la plantilla para una temporada tan larga, la baja de Prieto y Elustondo son un problema gordo, sus sustitutos no están ni de lejos a su nivel.
A ver que tal es Necati porque solo con De Cerio arriba no basta y como se lesione Iñigol lo tenemos claro.
Este año iré a Anoeta cuando juegue el Huesca que es mi otro equipo de la categoría y el equipo de mi ciudad.
me gusta tu blog, pasare mas asiduamente, y ¡GORA REAL!
te añado a mis favoritos, pasate si quieres por mi pagina dedicada a otro histórico como la Real, el Nottingham Forest.
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