VILLARREAL 1 - REAL SOCIEDAD 1. Los valientes, un paso al frente

Un punto es lo que ha sacado la Real de su visita a Villarreal. No ha sido la victoria con la que soñábamos. No ha sido la victoria que le hubiera acercado a la salvación. No ha sido la victoria que seguramente ha merecido por lo visto durante los 90 minutos. No. Ha sido un empate. No es malo el resultado en realidad y formaba parte de las quinielas, pero da pena que la Real no haya dado un paso al frente, no haya demostrado una mayor valentía en busca de un resultado que consolidase definitivamente la fe que estamos depositando en este equipo en su lucha por el objetivo de seguir el año que viene en Primera División. Hoy era el día ideal para ganar ya fuera de casa. No es que la Real se conformara, pero tampoco enseñó los dientes con la rabia que todos esperamos. Y el Villarreal se nos ha ido vivo, nos quedamos todavía de colistas y todavía no hemos ganado fuera de casa. La imagen sigue siendo buena, pero se han escapado dos puntos. ¡Qué lástima!

Y es que los valientes deben dar un paso al frente, mucho más en situaciones como la que vive ahora mismo la Real. El Villarreral no ha demostrado absolutamente nada, no se sabe a qué juega y a nada ha jugado. Cuando faltaban unos quince minutos, Cani se ha autoexpulsado con una patada a Garrido, pero la Real no ha reaccionado como debería. No ha dado la muestra de orgullo que tendría que haberle dado los tres puntos. Lotina, que ha vuelto a quitar a Kovacevic con 25 minutos por delante (sigo creyendo que es un lujo que este equipo no se puede permitir sacar del equipo al mejor jugador que tiene), ha esperado diez minutos para dar entrada a Díaz de Cerio. Al chaval sólo le ha dado dos minutos y el descuento. Qué poco tiempo, con el petróleo que saca este delantero en estas situaciones, y más teniendo en cuenta que lo que busca la Real es la heróica. "Igual sí", ha dicho Lotina en la rueda de prensa cuando se le ha preguntado si no ha tardado demasiado en sacar al segundo delantero.

Lotina vuelve a fallar en el desarrollo de los partidos y no reacciona ni a tiempo ni acertadamente ante los giros que dan los partidos (hoy ha sido la expulsión y el paso atrás del Villarreal tras el gol), aunque hay que decir que el planteamiento ha sido bueno. El trivote le dio a la Real el dominio absoluto del partido. Aranburu volvió a estar mal y Mikel Alonso dio mucho más rendimiento. No deja de ser curioso que la Real haya encontrado un juego de toque en el centro del campo con dos mediocentros como Garitano y Diego Rivas. A ver si realmente no iba a ser tan mala esta plantilla como primero Bakero y después Lotina, en sus primeros partidos, nos hicieron creer.

Y también se falla en cuestiones elementales. Otro gol encajado en un corner, otro fallo enorme de marcaje (esta vez de Xabi Prieto, que también tuvo en sus botas el gol al final, pero optó por ceder el balón a Díaz de Cerio y el árbitro señaló un inexistente fuera de juego). Con el cabreo encima de no haber ganado, lo cierto es que siguen viéndose cosas positivas. Savio, buen partido del brasileño dando siempre sensación de peligro, marcó su segundo gol consecutivo y nos hizo soñar con el triunfo. El buen hacer de algunos jugadores consolidó esas esperanzas. Qué bueno es tener a Garrido en el campo (¿y por qué tardó tanto en ser titular en este equipo?) y qué alegría ver a Riesgo otra vez de forma decisiva debajo de los palos. Víctor López hizo su mejor partido con la camiseta de la Real y Ansotegi no notó la inactividad. Eso quiere decir que la Real tiene equipo para afrontar lo que queda de temporada, independientemente de las bajas que vaya sufriendo por lesiones (que sigue teniendo muchas, que a nadie se le olvide) o por sanciones.

Insisto, además, en otra cuestión que vengo diciendo desde hace meses. Los árbitros siguen sin respetar a la Real. El arbitraje de hoy, de González Vázquez, sólo tuvo una concesión hacia la Real, la justa expulsión de Cani. Lo demás, fueron faltas en contra, faltas y más faltas, hasta el punto de que superó las 30 en contra de la Real, a pesar de que el equipo de Lotina tuvo mucho más tiempo el balón que el Villarreal. A favor absolutamente nada. Hoy es el día que seguramente menos influencia ha tenido en el resultado final, pero la labor arbitral sigue siendo nefasta e injusta para la Real.

Y otra cuestión más que casi nadie de fuera del entorno de la Real está diciendo: ¡tenemos la mejor afición de esta Liga! Digan lo que digan, ver el partido por televisión y escuchar sólo los cánticos de las decenas de aficionados realistas que acudieron a Villarreal llena de orgullo a cualquier seguidor de nuestro equipo. Por mucho que presuman otros equipos...

Ahora la Real vuelve a jugarse la vida en Anoeta. Ganar al Levante es una obligación que nos colocaría a siete puntos del equipo levantino, y ahora tendremos dos semanas para preparar ese encuentro. Hubiera sido extraordinario presentarnos allí con dos victorias consecutivas, con otro golpe de moral y con otro puñetazo encima de la mesa que escucharan los rivales. Pero, si todo transcurre con normalidad en lo que queda de jornada, la Real ha recortado un punto más. Ahora son nueve los que separan al equipo txuri urdin de la salvación. Lotina dice que las cuentas le salen. Me asombro a mí mismo diciendo que a mí todavía me salen también las cuentas. Pero con un poco más de valentía, las cuentas saldrían mejor, no me cabe duda. Con todo lo difícil que sigue siendo, sigue pareciendo probable que la Real acabe la temporada con tres equipos por debajo. Más que nunca, y seguimos ahí, ¡aupa Real!