Que Imanol no haya recuperado a ninguno de los lesionados para esta jornada entre semana no quiere decir que no haya novedades en la convocatoria para afrontar el partido ante el líder. Las hay en la inclusión de dos potrillos. Por un lado entra Pacheco, lo que implica que hay cinco centrales en la lista, y por otro se suma también Ayesa, con lo que se convierte en el tercer portero del grupo para este encuentro. Queda por saber si hay razones tácticas o físicas que justifiquen estas incorporaciones al grupo. Lo que sí está claro es que las ausencias por lesión siguen siendo las mismas, las de Aihen Muñoz, Merino, Sangalli y Carlos Fernández. La buena noticia para Imanol es que no se hayan registrado nuevas bajas por ahora para afrontar estos tres partidos finales y abordar el objetivo de mantener la quinta posición.
Las novedades en la convocatoria hacen que adelantar el once sea algo más complicado que de costumbre. Si Imanol sigue fiel a su idea más habitual, lo normal es que jueguen Remiro en la portería, con una defensa formada por Gorosabel y Monreal en las bandas, Aritz y Le Normand en el centro, con la medular para Zubimendi, Guevara y Silva, y la punta de ataque para Oyarzabal, Januzaj e Isak. A partir de ahí, puede haber variaciones. Guridi podría repetir en el centro del campo, y Portu entrar por Januzaj. Incluso cabría la posibilidad de que Imanol colocara a Zubeldia en un esquema con tres centrales o con Aritz de lateral. Los que parece más probable que empiecen el partido desde el banquillo Moyá, Ayesa, Sagnan, Pacheco, Zaldua, Illarramendi, Roberto López, Merquelanz, Barrenetxea y Bautista.
Europa ya es real. El equipo txuri urdin es quinto con 56 puntos, nueve por encima del octavo clasificado y con todos los averages posibles en caso de empates siéndole favorables para mantener, al menos, la séptima plaza. Los de Imanol tienen dos puntos de ventaja sobre el Betis, su más directo perseguidor. Su rival en esta jornada, el Atlético, mantiene el liderato con 77 puntos, dos por delante de Real Madrid y Barcelona. La Real llega de un calendario de picos, tres victorias y dos derrotas en las últimas cinco jornadas, busca la primera victoria ante un equipo clasificado para la próxima Champions y mantener sus buenas cifras a domicilio, ha cosechado siete triunfos y cinco empates lejos de Anoeta. El Atlético, aunque líder, está en fase irregular, con tres victorias, dos empates y una derrota en las seis últimas jornadas. Solo ha perdido un partido en casa, 0-2 ante el Levante y es el que menos encaja como local, apenas nueve goles, y en diez de los 17 partidos jugados en casa no ha encajado ningún gol.
No es el campo del Atlético, cualquiera de los feudos que ha tenido como local, una buena plaza para la Real, que solo ha conseguido seis victorias en sus 68 visitas, todas ellas en Primera División, y catorce empates. Los 48 partidos restantes, victorias del equipo colchonero. Hasta la temporada pasada, además, la Real acumuló seis derrotas consecutivas en el campo del Atlético, y su último triunfo es el de la temporada 2012-2013, con un solitario gol de Xabi Prieto en busca de la clasificación para la Champions que finalmente se logró. Fue entonces la última vez que la Real acumuló dos resultados positivos en el campo del Atlético, tras el 1-1 de la Liga anterior, la 2011-2012. La victoria más amplia lograda por el equipo txuri urdin es el 0-3 de la temporada 1928-1929, en el primero de los duelos entre ambos equipos, con tantos de Bienzobas, Cholín y Kiriki. Para el Atlético, la goleada más contundente es el 6-2 que logró en la campaña 1942-1943.
La pasada temporada, la 2019-2020, el Wanda Metropolitano se convirtió en el escenario en el que la Real logró su agónica clasificación para Europa. Los resultados que se estaban dando en los partidos de sus rivales obligaba al equipo de Imanol a sumar un punto en Madrid. El objetivo se complicó cuando a la media hora Koke adelantó a los rojiblancos con un fuerte disparo desde dentro del área tras una dejada de tacón de Morata. Ya en la segunda parte, Odegaard pudo empatar con un gran disparo desde lejos que sacó Oblak, y el guardameta del Atlético no estuvo menos brillante ante un disparo cruzado de Portu. Moyá, por su parte, salvó un contragolpe que culminó Correa, dando a la Real le vida que aprovechó Januzaj cuando apenas quedaban tres minutos para el final. El belga lanzó a puerta una falta escorada desde la derecha, toco el balón Héctor Herrera, después Oblak, pero entró, desatando el júbilo txuri urdin por una más que merecida clasificación europea.
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