domingo, septiembre 27, 2015

REAL SOCIEDAD 0 - ATHLETIC 0 El peor derbi en décadas

Pardo fue titular y una de las grandes decepciones del derbi.
El tópico dice que los derbis suelen ser malos partidos. Si eso es cierto, este Real - Athletic ha sido un derbi de libro. Pero como no todos los derbis son malos partidos, es obligado decir que este ha sido el peor derbi en décadas. El barro del viejo y derribado San Mamés vio un 0-0 en la temporada 1994-1995 que igual se puede equiparar a este, pero de los disputados después no hay ninguno en el que se pueda encontrar tan poco fútbol como ha habido en este choque entre los equipos de David Moyes y Ernesto Valverde. El primero aún no sabe a qué juegan sus muchachos y el segundo les condenó a lanzar pelotazos a sus dos marrulleras torres, Aduriz y Raúl García, rezando que cazaran alguna bola y eso les solucionara el partido. Entre medias, la nada. El horror. Una frustrante desesperación para todos aquellos que gustamos de que un jugador le pase el balón a otro con la misma camiseta. ¿Cómo no iba a acabar este despropósito con el 0-0 inicial?

El gran problema de la Real es que sus mensajes antes de empezar a jugar no encuentran luego correspondencia en el campo. Porque hay mensajes en los onces de Moyes, sin duda. Pero no patrón de juego, no una idea como dijo Zurutuza, y desde luego no una personalidad, que es algo de lo que carece este equipo desde hace ya demasiado tiempo. Pero si Moyes apuesta por un centro del campo formado por Illarramendi y Pardo, con Zurutuza por delante y escorado en la izquierda y más aún con Canales como mediapunta, es porque el control del partido tiene que ser inevitablemente txuri urdin. Y no fue así. En cuanto el inefable Velasco Carballo señaló el comienzo del partido, la Real abdicó de cualquier idea de juego y volvió a las cavernas. Eso, siendo peligroso, tiene un agravante todavía más evidente en la forma en la que jugó el Athletic, con continuos balones largos. Los aficionados que tienen las localidades más elevadas de Anoeta vieron en este derbi más balones cerca de sus cabezas, lanzados por jugadores de ambos equipos, que en la suma de muchos partidos anteriores.

Y si para colmo los puntales del equipo arrancan el derbi en un estado de nerviosismo algo inaudito, se puede entender sin problemas que el fútbol pasara de puntillas por Anoeta. Rulli fue el primero en asustar a la grada de Anoeta con un despeje fallido que, afortunadamente, cogió a Aduriz despistado. Y después fue Iñigo Martínez quien incomprensiblemente se jugó los cuartos en casi media docena de balones, perdiendo la posesión de todos ellos, aunque al menos el capitán de facto (otra vez ejerció como tal) se recuperó para hacer una segunda mitad espléndida. Así las cosas, los únicos realistas que parecieron entender qué había que hacer en cada momento en el arranque del encuentro fueron Aritz Elustondo y Reyes. Los demás, combinando errores y aciertos pero destacando más en lo segundo, no eran capaces de imponerse a un Athletic que camufló su pobre condición con un control simulado. La Real no era capaz de dar dos pases seguidos y no precisamente porque el Athletic fuera superior en algún otro aspecto del juego que no fuera la captura de todos los rechaces.

Eso es lo que puso de los nervios al equipo txuri urdin, que olvidó lo más básico del fútbol combinativo al que invita la calidad de sus jugadores. Pero a cambio sí logró que el Athletic ni se acercara al área de Rulli en los 90 minutos. Puestos a encontrar ocasiones en el primer acto, sólo hubo una para cada equipo. El Athletic dispuso de un buen zapatazo de Raúl García que se marchó lamiendo el poste a la derecha del guardameta realista después de un espléndido corte de Reyes, y la Real respondió con un disparo franco pero muy flojo de Zurutuza que fue a las manos de Iraizoz. Si acaso, el cuadro realista pudo sumar una intentona de Canales que acabó desviado, precisamente tras una contra de Zurutuza, pero nada más. Absolutamente nada más. Por eso, el protagonismo recayó en la bronca. Y ahí hay dos jugadores del Athletic que se mueven en su salsa, Aduriz y Raúl García, dos tipos que no es fácil entender como no tienen mucha peor fama de la que tienen. En la Real, nadie saber jugar a eso, hasta el punto de que casi pareció cómico ver a Aduriz enfrentándose a Illarra.

Hubo polémica, claro, porque de eso siempre tiene que haber en un derbi. Y cuando se pone a dirigirlo un árbitro tan malo como Velasco Carballo, otro que no se entiende cómo ha podido llegar a ser internacional, todo es posible. A un tufillo anticasero en la señalización de las faltas y de las tarjetas (otra vez más la primera falta de la Real vio la tarjeta amarilla, en este caso a Illarra en el minuto 8, y la primera amonestación a su rival no llegó hasta pasada la media hora), respondió no pitando un penalti clamoroso precisamente de Illarra, que habría sido expulsado. Aduriz recibió el balón dentro del área, puede que en fuera de juego aunque ninguna de las repeticiones quiso detenerse en ese momento de la jugada, y su disparo chocó con los brazos del realista, claramente abiertos. Lo demencial es que Velasco explicó gráficamente que Illarra estaba volviéndose, lo cual es manifiestamente falso y lo que demuestra es que el colegiado no sabe lo que está viendo.

La reanudación del partido acentuó la ilusión de que el Athletic tenía más controlado el partido. Pero tan malo era el partido que hasta las ocasiones eran esperpénticas. A los seis minutos de la segunda mitad, un envío de Pardo, horrible partido el suyo por cierto, lo despejó Aduriz de tal manera que pudo acabar dentro de la portería de Iraizoz. En esos minutos, la única buena noticia para la Real es que reaparecieron Canales y Zurutuza. Entre ambos crearon una gran ocasión, que el cántabro malogró con un disparo desde dentro del área que cogió el efecto contrario al que debía. El mismo Canales buscó la sorpresa con un disparo muy lejano y escorado desde la izquierda que, de haber cogido portería, habría sorprendido al guardameta del Athletic. La respuesta de los rojiblancos la protagonizó Aduriz, que, en claro fuera de juego para seguir redondeando el calamitoso arbitraje de Velasco Carballo, se topó con la gran salida de Rulli. Quedaba poco más de un cuarto de hora y los dos entrenadores escogieron ese momento para quemar sus últimas naves.

Moyes, que había formado una convocatoria descompensada sin ningún centrocampista en ella, hizo un doble cambio. Aunque por físico suelen ser los primeros fundidos, sorprendió que optara por retirar a Canales y Zurutuza, que parecían haber revivido algo en esos minutos. A cambio, Xabi Prieto no dio más señales de vida que un centro flojito al que Agirretxe no pudo imprimir fuerza con la cabeza y acabó en las manos de Iraizoz, pero el otro escogido, Bruma, sí cambió el partido. El fichaje realista se convirtió en el tramo final en el mejor jugador del encuentro con diferencia. No siempre estuvo acertado y le faltó algo de precisión, pero fue un constante quebradero de cabeza para la defensa rojiblanca. Ya con Jonathas en el campo, Bruma puso un balón de oro en el interior del área para que el brasileño se estrenara en Anoeta. Su primer intento se topó con Iraizoz en una buena salida del guardameta, el balón quedó suelto y Jonathas volvió a probar fortuna para estrellarse de nuevo con el portero. Era el minuto 88 y ahí tuvo lugar la última acción destacada del partido.

El derbi vasco es una fiesta, digan lo que digan al otro lado de la A8 en sus ensoñaciones de grandeza, pero últimamente se está convirtiendo en una fiesta algo triste por los 90 minutos de juego. Lo de este primer derbi de la temporada, no obstante, se sale de las escalas. Es evidente que ni Real ni Athletic están para tirar cohetes, pero aunque sea por casualidad alguno de los dos equipos podría haber dejado alguna acción de mérito en un soporífero encuentro, indigno del nivel profesional que ambos conjuntos están obligados a mostrar. No lo hicieron y el 0-0 era, salvo accidente o catástrofe, el único resultado posible. A la Real le sonrió la suerte arbitral en lo decisivo, que no en el grueso del arbitraje, y eso también evitó que se moviera el marcador. Pero del sopor no se libra nadie. De la decepción que supone ver a una Real con tantos jugadores de calidad jugar como lo hace, tampoco. Moyes empieza a estar en una seria encrucijada y algunos de sus jugadores también. Y si un derbi contra un Athletic de tan bajo nivel no sirve para reaccionar, malo.

8 comentarios:

8Ligas24Copas2Supercopas dijo...

Solo tres cositas que me gustaría añadir a la crónica:

1) Se habla mucho en Donostia de los "atracos" que sufre la Real en San Mames pero poco se hace de los que sufre el Athletic en Anoeta. En los tres últimos, hemos sufrido dos robos flagrantes: En la 2013-14, Griezmann hace el 1-0 en posición dudosa, hay un penalti clarisimo no pitado por mano de Bergara y Pardo hace el 2-0 controlando con la mano. Y en este, mano flagrante de Illarra que reconoces y tratas de enterrar en no se que "grueso del arbitraje anticasero" de faltas y tarjetas. No hay mas verdad que un penalti no pitado en un 0-0. Blanco y en botella y dos atracos flagrantes al Athletic en Anoeta en los últimos tres años. Y a mi juicio, mas claros y decisivos que los perjuicios que ha sufrido la Real en San Mames (que los ha habido).

2) En los últimos 6 años el Athletic ha pegado un salto cualitativo que le ha llevado a disputar 7 finales (6 nacionales y 1 europea) y a ganar el 1º título vasco del Siglo XXI. Entenderás que en está nueva tesitura el "derbi vasco" se nos antoje un fiesta menor. No son "ensoñaciones de grandeza" que el llegar a perder la cuenta de las Copas y Supercopas que te has jugado con el Barcelona en los últimos años haya reducido los "piques regionales" a una cuestión secundaria. Para nosotros, el Real Sociedad-Athletic ha dejado de ser el partido del año hace tiempo. Y aún a riesgo de parecer pretencioso, puede que esto justifique en parte nuestra mala racha de los últimos años.

3) Entiendo la subjetividad de un blog realista y la tendencia a la glorificación propia y a la denigración del rival ("los marulleros Aduriz y Raulga merecen peor fama de la que tienen"). Pero lo de "en la Real nadie sabe jugar a eso" roza ya el ridículo autocompasivo. En el Athletic pocos negamos la sangre caliente de Aduriz, la inmadurez de Muniain, la brutalidad de Goiko o Amorebieta o los piscinazos de Etxebe. No conozco a estos jugadores de la Real pero me apuesto una comida a que también tenéis un "bocas", un niñato (me aventuro a decir que Griezmann ostento ese papel) y un soberano gilipollas. Porque es lo lógico y lo normal, ni mas ni menos.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Y encantado de que lo hagas, el debate siempre me parece sano. Y paso a responderte a lo que me comentas.

De esos "atracos" se habla porque son reales. No hay más que revisar vídeos y crónicas para comprobarlos. En la última década larga, y eso que hemos pasado como sabes tres años por Segunda, me salen más o menos media docena, lo que es una cifra suficientemente significativa. De ese partido de la 2013-2014, sólo recuerdo la mano de Pardo en el 2-0, que llegó en el descuento, no creo que tuviera tanta importancia como sí tiene esta mano de Illara. Y no lo trato de enterrar, es una valoración completa del arbitraje de un mal profesional como es Velasco Carballo. Si lo quieres más claro, te lo digo, el penalti de Illarra es clarísimo y la duda que tenía del fuera de juego de Aduriz ya la he solventado: la jugada es legal. ¿Borra eso el doble rasero en las tarjetas o en las faltas? ¿O consentir las protestas generalizadas de jugadores del Athletic? Pues no. Son aspectos diferentes. No borro el mal partido de Xabi Prieto por decir que le puso un buen pase a Agirretxe, ¿no? Esto es lo mismo. Y créeme, hace unos pocos mismos no leí ni una sola valoración tan contundente del penalti que se inventó Aduriz en el derbi de San Mamés del año pasado, incluso en Twitter me aseguraban que era un penalti como una casa.

En cuanto a lo segundo, pues la verdad es que no lo entiendo, no. La Real luchó la Liga 2002-2003 y jugó la Champions 2003-2004, fue cuarta en la 2012-2013 y un cúmulo de decisiones arbitrales le privó de jugar la final de Copa 2013-2014 y el derbi ha seguido siendo el derbi. Si por las razones que me dices para vosotros ha dejado de ser tan especial, yo no lo entiendo. Pero, por supuesto, para gustos los colores, respeto absoluto. Lo que pasa es que luego ves declaraciones y rostros de jugadores y directivos del Athletic y no terminas de creerte que ese salto cualitativo afecte tanto al derbi.

Y finalmente, la única subjetividad que expongo en mis escritos es la de ser txuri urdin. A partir de ahí, el partido se cuenta como es, no como me gustaría que fuera. Siento que lo veas como un ridículo autocompasivo, valoración que por supuesto no comparto y para la que creo que te falta mucha información. Llevamos años en el entorno realista pidiendo a gritos un jugador que exhiba carácter (sin valorar el límite de ese carácter), y no lo tenemos desde Karpin. Carlos Bueno, en el año del ascenso, pudo ejercer ese rol. Y quizá sea Jonathas quien lo herede, aunque todavía no lo hemos podido ver. No hay en la Real un solo jugador que proteste a los árbitros. Y de la misma forma que tú estás tan seguro de esas cosas, yo lo estoy de que Raúl García ha montado alguna en Osasuna o Atlético de Madrid contra el Athletic, incluso Aduriz jugando en el Valencia, y le habéis puesto a caer de un burro. Pero ahí sí que os tira la camiseta mucho más que a nosotros.

Carlos Arteaga dijo...

Nos has escrito la palabra Vela en toda la crónica, lo cual creo que dice mucho. Si están esperando que al darle minutos se motive y empiece a funcionar, de momento no está funcionando.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Toda la razón, Carlos, toda la razón... Ayer era un buen día para que reaccionara, pero no sucedió. Intrascendente en todo el partido. A ver si despierta ya, porque es obvio que la Real le necesita...

8Ligas24Copas2Supercopas dijo...

La 1ª respuesta... bueno. Normal que no recuerdes los detalles del atraco global de 2014 (los robos a favor se olvidan más fácilmente). En un intento de llegar a una conclusión desapasionada, podría aceptar que los árbitros tienen al caserismo en partidos complicados como nuestro derbi y que, cuantitativa y cualitativamente, ha habido un empate técnico en cuanto a robos en los últimos años de Athletic-Real. Pero, en ningún caso, la ofensiva anti-realista que se nos vende.

En la 2ª me mantengo: De la Real me hablas de 2 zarpazos de 2 temporadas (02-04 y 12-14) y un único título en juego real (la liga de 2003). En nuestro caso hablo de un periodo continuo y sostenido iniciado en 2009 de una media de una final cada 1,16 años. Desde 2008 (copa del valencia), solo Madrid, Barça, Atleti, Sevilla y nosotros estamos llegado a finales y ganado títulos. Abrimos cada Copa o UEFA con la ilusión legitima de una nueva final. Te aseguro que si la Real alcanzase un escenario parecido (como bien lo pudo tener entre 1979 y 1982, aspirante a 3 ligas y ganador de 2), los derbis os los pasaríais por el arco del triunfo.

Y la 3ª... ¿para qué entonces palabras tan duras contra Aduriz o Raulga? Si en el fondo también reclamas un tío con dos cojones para la Real tienes todo mi apoyo. Mi opinión es que la criminalización del "marullero" clásico solo beneficia a Madrid y Barça, porque esta figura es la única oposición real que se puede poner a su genocidio presupuestario. Y ahí están nuestras contadas victorias con el Barcelona, conseguidas con presión, dureza, media docena de amarillas y el gozo de ver al cínico de Xavi en las ruedas de prensa diciendo: "Hoy ha perdido del fútbol" y chorraras varias. Y mi teoría del marullero como oposición a la dictadura Madrid-Barça me la confirma Aritz "marullero-malafama" Aduriz, cuyo coraje nos ha valido la Supercopa (la ha ganado prácticamente él solito).

Juan Rodríguez Millán dijo...

Al decirte que sólo recuerdo la mano quiero decir que en las otras jugadas que mencionas no estoy de acuerdo en cómo las valoras. No comparto que se recuerden mejor los 'robos' en contra, yo recuerdo partidos y sus hechos, no tengo una memoria tan selectiva. Y no estoy de acuerdo, no creo que haya un empate técnico, y cuando quieras se puede calibrar, seguro que a ti sí que se te están olvidando unas cuantas jugadas que beneficiaron al Athletic. Lo que pasa es que, como te digo y a diferencia del reconocimiento explícito que aquí se ha hecho del penalti de Illarra, muchas de esas que no benefician a la Real se niegan, como el penalti que se le pitó a Aduriz el año pasado en San Mamés, y quizá por eso esa sensación de empate técnico.

Que te mantengas en la segunda, y te lo digo con todo el cariño del mundo, de verdad, no busques malicia en mis palabras porque no la hay, creo que no habla bien entonces del Athletic. La importancia del derbi es histórica y social. Si el interés que le dais depende de la coyuntura por la que paséis quiere decir que, por desgracia, no lo valoráis como merece. Yo por desgracia no tengo el recuerdo de la época de las ligas realistas, era demasiado pequeño, pero soy un ratón de hemeroteca y te puedo asegurar que entonces el derbi seguía teniendo la importancia que merece, incluso más.

Y en la tercera, te decía sin valorar el límite de ese carácter precisamente por eso. Broncas no quiero en la Real. Marrulleros tampoco. Ni mucho menos piscineros. Carácter sí, desde luego, que haya un jugador que en un momento dado levante la voz si nos quieren avasallar, sea un rival o un árbitro, pero siempre con límites. Y si jugar como Aduriz y Raúl García es la única manera de frenar a Madrid y Barça, por mí que lo ganen todo. Yo quiero luchar con fútbol, no con antifútbol. Nunca lo he defendido y nunca lo voy a hacer. El Barcelona no ha ganado en Anoeta desde que la Real volvió a Primera y te aseguro que ninguno de esos logros tuvo la bronca como protagonista. Ni tampoco en el gran 4-2 que logramos el año pasado contra el Madrid.

8Ligas24Copas2Supercopas dijo...

El buen juego te puede dar para ganar un partido en casa al Barcelona como os pasa a vosotros, pero en los partidos "decisivos", con el rival concentrado al 100% (no es el mismo Barça el de una final que el que visita Anoeta), te digo por experiencia que no vale para nada.

Bielsa construyó en un año el Athletic con mejor juego de la historia: Arrasó al Manchester y al Schalke con un juego de seda y llegó a dos finales (UEFA y Copa). ¿Que pasó? Que un Atlético de Madrid de menor calidad técnica pero con mas cojones nos ganó 3-0 (2 a la media hora) y que el otro equipo con calidad (el Barcelona) se impuso por mayor calidad (presupuesto) y ganó igualmente 3-0 (los 3 a la media hora). Caparrós y su anti-fútbol fueron los que mas lograron aguantar al Barça en la 1ª final (1-0 en el 9' y el Barça no hizo el 1-2 hasta el 54') y Valverde logró la derrota mas digna de las 4 finales de Copa y UEFA (1-3) y terminó ganando la Supercopa (5-1).

Y si te apuras te puedo poner un ejemplo realista: la "kalitatea" le dió a la gran Real de 2003 para llegar Líder a la jornada 37 pero en vuestra particular "final" (Celta-Real), el coraje del Celta y el planteamiento "guarro" de Lotina se impusieron a la seda de Denoueix. Aquel era el partido clave, para remangarse los pantalones y mojarse el culo. La Real no supo, como el Athletic de Bielsa, y se os fue mierda un año excepcional por 90 minutos de escasez de testosterona. Bielsa, Denoueix y su "jogo bonito" fracasaron en su particular pulso contra Madrid, Barça y Atlético y el único título vasco del siglo XXI ha llegado de la mano de un Valverde que juega sin centro del campo y los cabezazos de Aduriz a balones mal colgados al área.

Y no voy a repetirme mas porque veo que estamos en las antípodas ideológicas de lo que es el fútbol pero, insisto, me da rabia cuanto seguidores de equipos medianos piden seda con 500 millones menos de presupuesto que los dos grandes. Si quieres ver buen fútbol lo respeto pero con este reparto presupuestario despídete de cualquier opción de hacer algo grande. Un placer.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Discrepo en la valoración general, y precisamente por eso solemos ver finales de tan baja calidad. Si hubiera más apuesta por el fútbol de calidad, todos saldríamos ganando. Y eso no excluye en absoluto el carácter. Se pueden conjugar ambas cosas, y te invito a que revises lo que hizo esa Real de Denoueix para que lo compruebes. Hizo partidos espléndidos, pero sacó muchísimos, sobre todo en la segunda vuelta, precisamente por carácter. Y me acuerdo, por ejemplo, de un 1-0 en Anoeta ante el Recreativo en la jornada 34, que fue lo que nos dio el liderato, que recuperemos precisamente por casta y haciendo una buena remontada después de ceder el primer puesto... y hasta el segundo. Y el partido de Balaídos que recuerdas no se ganó por planteamientos guarros. Aquel Celta, y mira que detesto a Lotina, jugaba muy bien al fútbol y tenía un plantillón. La Liga no se perdió ahí.

Lo que sí que no haré será pensar que aquella Real, como dices, fracasó, por mucho que no ganara la Liga. La mereció, y por ejemplo, por seguir con el tema que ha empezado esta charla y parafraseando a Westerveld, con árbitros decentes habríamos ganado la Liga. Incluyendo el partido de San Mamés, con el marcaje más deleznable que he visto en décadas, el que sufrió Kovacevic, que tras ser agarrado en todas las jugadas del partido en el interior del área acabó intentando soltarse a puñetazos del hartazgo que tenía.

Y para que veas que la memoria también traiciona a la hora de pensar en el fútbol, recuerdo por ejemplo que aquella grandiosa eliminatoria del Athletic contra el Manchester United, que lo fue, fue contra un rival que no quería jugar esa competición (lo dijo Rooney públicamente), o sea que su motivación no sería tan grande, seguramente muy inferior a la del Barcelona que ha visitado Anoeta en una competición, la Liga, que no sólo quiere ganar sino que ha ganado con frecuencia en esos años en los que no ha podido derrotarnos.

No te creas que estamos en las antípodas. Diferimos en la base. Pero yo no desprecio otras formas de jugar al fútbol u otros recursos que se pueden utilizar. Obviamente, el reparto actual impide que un fútbol de mayor calidad te lleve al éxito en 38 jornadas, pero renunciar a él es lo que hace, por ejemplo, que en la Copa también haya un dominio aplastante de Madrid y Barcelona. Lo mismo digo, un placer.