martes, febrero 11, 2014

PREVIA Real Sociedad - Barcelona. La historia se escribe con ilusión y unión

El gol de Agirretxe de hace un año.
Llegó el día (miércoles, 22.00 horas, Anoeta, Antena 3). 26 años años después, la Real se juega de nuevo el pase a la final de la Copa del Rey. Esta vez lo hace en Anoeta, con la rabia que provocó el arbitraje de González González en la ida, con un horario terrible y con todo en contra ante el Barcelona, sobre todo ese 2-0 que se dio en el Camp Nou. Pero la historia se escribe en noches como ésta, con la ilusión de demostrar que el fútbol sigue siendo un deporte en el que todo es posible, con la magia que desprende la camiseta txuri urdin y que ha sido heredada de generación en generación para que la actual viva por fin su momento de gloria en esta competición, y con la unión que ha de haber entre equipo, afición, escudo y fútbol. Todo eso es lo que puede conducir a la Real a vivir una de las noches más mágicas de su historia reciente. O, al menos, para morir de pie ante los elementos. 90 minutos, dos goles para la prórroga, tres para ganar y tres de ventaja si el Barça marca un gol. Esa es la forma de escribir la historia.

La gran noticia para Jagoba Arrasate es que la enfermería la tiene ya prácticamente vacía para afrontar el partido, el más importante de la temporada porque superar la eliminatoria ante el Barcelona, además de una final, da el billete para disputar la Europa League. A la baja por sanción de Iñigo Martínez, que cumplirá el primero de los partidos de sanción en Copa que siguen a su expulsión en el Camp Nou, sólo se unen Estrada y Granero. Es decir, que el técnico realista tiene a su disposición a los 20 jugadores restantes de la primera plantilla más Zaldua y Gaztañaga, ya habituales en el grupo. Los cuatro descartes se conocerán horas antes del partido, pero no hay mucha información sobre quiénes podrían ser porque no están nada claros los planes del técnico. En condiciones normales, dos de ellos serían los potrillos, pero que no esté Zaldua dependerá del estado de De la Bella y Gaztañaga ya tiene muchas opciones de seguir ahí por su espléndido rendimiento.

Si adelantar la convocatoria es complicado, mucho más lo es adivinar el once que pondrá en liza Arrasate. Las dudas arrancan desde la portería, aunque parece probable que Zubikarai seguirá siendo el portero de la Copa. Ante la ausencia de Iñigo Martínez, los centrales serán Ansotegi y Mikel González. A partir de ahí, muchas incógnitas. Parece seguro que Carlos Martínez ocupará el lateral diestro y seguramente José Ángel el izquierdo. Markel estará por delante de ellos, pero sus dos acompañantes no están nada claros. Gaztañaga, Zurutuza, Pardo, Elustondo, Prieto y Canales tienes opciones en esas dos plazas. Por delante de ellos también se puede dar por segura, como en el Camp Nou, la presencia de Griezmann y Vela. Pero para el nombre que complete el once primero habría que saber qué esquema pretende usar Arrasate. Si repite el del Camp Nou, serán tres los lugares a completar por los seis centrocampistas. Si juega sin nueve, entrará Chory Castro, o quizá Canales. Y si hay nueve, tendrá que decidir entre Agirretxe y Seferovic. Para recibirles a todos ellos, habrá concentración en el estadio a las 20.00 y kalejira desde el Boulevard a las 19.00.

Desde que la Real ascendió a Primera División al final de la temporada 2009-2010, el Barcelona no ha sido capaz de ganar en el estadio de Anoeta. Perdió por 2-1 en la temporada 2010-2011, empató a dos en la 2011-2012 después de ir ganando 0-2, y dilapidó la misma ventaja ante una arrolladora Real que logró un enorme 3-2 en el último minuto en la 2012-2013, con aquel mítico gol de Agirretxe en la víspera de San Sebastián. En las 67 visitas del Barcelona a la Real en su estadio, 26 acabaron con triunfo txuri urdin. De todas esas, sólo los resultados de tres de ellas le darían el pase en esta eliminatoria tras el 2-0 de la ida, el 3-0 de la 1928-1929, el 4-1 de la 1930-1931 y el 4-1 de la 1987-1988. Ese 2-0 que mandaría a la prórroga se ha dado en seis ocasiones. En la presente temporada, la 2012-2013, la Real ha ganado siete de sus once partidos como local, y todas esas victorias menos el 4-3 al Celta le bastarían para al menos forzar la prórroga. El Barcelona sólo ha perdido un partido a domicilio esta temporada en Liga y fue por 1-0 en el nuevo San Mamés.

La historia es una enemiga más para la Real. De las quince semifinales de Copa anteriores, en ocho cosechó un resultado negativo en el partido de ida. Y nunca consiguió una remontada como la que necesita ahora. Cuando sí consiguió darle la vuelta a la eliminatoria fue en los octavos de la temporada 1979-1980 ante el Barcelona. Perdió la Real 2-1 en el Camp Nou y venció después en Atotxa por 3-0. El 2-0, en cambio, es un resultado que jamás ha conseguido remontar la Real cuando se ha traído de un partido de ida disputado a domicilio. Le sucedió en siete ocasiones precedentes y cayó eliminada en todas ellas. Lo igualó en las temporadas 1934-1935 ante el Unión y en la 1994-1995 ante el Numancia, pero en la primera fue eliminada en un partido de desempate que acabó 3-0 y en la segunda por penaltis. La última vez que la Real encajó un 2-0 en Copa fue precisamente la temporada pasada ante el Córdoba y en la vuelta Anoeta vio un 2-2. El Barcelona ha conseguido nueve veces un 2-0 en un partido de ida de la Copa y sólo en una ocasión fue eliminado. Y fue hace nada menos que 81, en la temporada 1933-1934, cuando el Betis remontó ese marcador con un 4-0.

En Donostia, siempre hasta ahora en Atotxa, se han jugado once encuentros de Copa entre la Real Sociedad y el Barcelona, con un bagaje favorable a los blaugranas, que se han llevado para tierras catalanas cinco victorias y tres empates, por sólo tres triunfos del equipo txuri urdin. Siempre que la Real ganó en Atotxa consiguió la clasificación, lo hizo en con el mencionado 3-0 de la temporada 1979-1980 y con el 5-1 del partido de ida de 1968-1969, que el Barça no pudo remontar con el 3-0 de la vuelta. Ese 5-1, con dos goles de Urreisti y uno de Silvestre, Arzak y Gaztelu, es la mayor goleada realista al Barça en Copa. Su otra victoria fue el 5-4 de la liguilla previa de la temporada 1927-1928, en la que ambos equipos acabarían disputando la final. El 1-3 que logró en los cuartos de final de la temporada 1918-1919 es la más clara de las cinco victorias cosechadas en Atotxa por el Barcelona. El último choque, el de la 1989-1990, acabó con el marcador de 0-1 para el Barça, gol de Julio Salinas, aunque en el Camp Nou hiciera falta una prórroga para que el equipo catalán siguiera adelante.

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