Mesatlla volvió a ser un bálsamo para la Real. El momento era complicado y la Real volvió a ganar al Valencia, por quinta vez consecutiva y por tercera en el estadio de la capital del Turia. El 1-2 final se logró después de una primera parte con algunas dudas pero mostrando una muy buena actitud defensiva, recuperando en el mejor momento posible esa pegada que tantos partidos resolvió la temporada pasada y realizando una más que aceptable segunda parte, en la que cerró todos los caminos al Valencia y generó las suficientes ocasiones como para subir el 0-2 al marcador, incluso poder ampliarlo y dejar en anécdota el postrero gol de Pabon. Mestalla es de nuevo un golpe de efecto en una situación en la que era más que necesario que la Real respirase, le demuestra que puede ganar en cualquier campo y sube la moral de un equipo que buscaba algo así para recordar al que fue hace no tantas semanas. Y todo eso, justo antes de Old Trafford.
Jagoba Arrasate admitió en la víspera que la Real no estaba para pensar en sueños europeos y puso en Mestalla el once prácticamente de gala que se esperaba, manteniendo la defensa de la pasada temporada, con un centro del campo formado por Markel, Pardo y Zurutuza, sin rotaciones para sus extremos y estrellas y escogiendo a Agirretxe en lugar de a Seferovic en punta. No hay mucha discusión sobre que ese, excepción hecha del recuperado pero aún no al cien por cien Xabi Prieto, es el mejor once que podía presentar el técnico realista con lo que tiene. A la larga acabó saliendo bien y dejando elementos esperanzadores, pero lo cierto es que en la primera mitad sus mejores armas no permitieron al equipo txuri urdin un juego que recordara al de sus mejores momentos, no ya de la temporada pasada sino incluso de ésta, porque no hay que olvidar que en los dos partidos ante el Olympique y en el arranque liguero ante el Getafe sí se vio a un gran equipo.
A falta de fútbol, la Real se encomendó a la brega. Pero sus fallos en el pase no facilitaban en absoluto la labor, bien cimentada no obstante por su defensa. Nada más arrancar el partido, un mal despeje de Griezmann obligó a De la Bella a cortar un avance de Feghouli, que ya encaraba el área, y se cargó con una tarjeta amarilla que supo defender bastante bien en los primeros 45 minutos. El Valencia tenía el dominio del balón, ante un doble pivote, el formado por Markel y Pardo, que pasó absolutamente desapercibido. El primero no actuó como el stopper que tendría que ser y el segundo no encontró su sitio para sacar el balón desde atrás. No es de extrañar que la primera ocasión txuri urdin, aunque hoy el equipo vistiera de naranja, llegara a balón parado. Griezmann estuvo muy cerca de romper el maleficio de las faltas directas y anotar una algo retirada del pico derecho del área. Su trallazo se marchó fuera por muy poco.
El fútbol de ataque del Valencia llegó más por insistencia que por calidad. Pudo adelantarse en el minuto 15. De hecho, Jonas marcó de cabeza. Por su gesto, dio la impresión de que el colegiado Hernández Hernández señaló que el balón había sobrepasado la línea de fondo en la parábola que cogió desde el córner, algo difícil de apreciar en la retransmisión televisiva, porque si lo que señaló fue falta sobre Carlos Martínez fue un regalo apreciable. Si el árbitro se quedó con dudas, acabó compensando rápidamente. El propio Carlos Martínez fue objeto de un claro penalti pocos minutos después, pero el colegiado tampoco señaló nada. Feghouli estuvo cerca del gol con un buen disparo desde la frontal y Postiga buscó un rechace de Bravo en un disparo con mucho efecto, pero Carlos Martínez, rapidísimo, frustró la ocasión. En realidad, era un partido de mucho ritmo, muy poco fútbol y escasísimas ocasiones de gol.
Hasta que se movió el marcador. Agirretxe arrastró a media defensa del Valencia, dejando que Zurutuza pusiera una magnífica asistencia de cabeza sobre Griezmann que no perdonó solo ante Guaita. Por primera vez desde que el Olympique visitara Anoeta, la Real se adelantó en el marcador. Y pudo sentenciar antes del descanso en un contragolpe formidablemente llevado por Vela, que cedió a Agirretxe para que éste, incomprensiblemente, echara el balón fuera. A Agirretxe se le notó aún muy lejos de su mejor forma y sin chispa, porque estas son las que el año pasado marcaba sin despeinarse. Esos cinco minutos finales sirvieron para que la Real se diera cuenta de que podía ganar en Mestalla. Y con la confianza que le daba el 0-1 arrancó la segunda parte mostrando una descomunal fortaleza defensiva, con un Mikel González sensacional, y una espléndida salida, ya con un Pardo entonado y con un Zurutuza que conectaba a las mil maravillas sobre todo con Griezmann.
Y así el primer cuarto de hora supuso una muestra evidente de la superioridad realista sobre el Valencia. Agirretxe falló una primera ocasión solo delante de Guaita, intentó un segundo remate de primeras algo más complicado y estuvo muy cerca de llegar a un sensacional pase de Zurutuza. En el minuto 58, un Pardo que ya estaba comodísimo sobre el césped de Mestalla enganchó un zapatazo sensacional desde la frontal del área y colocó el balón junto a la cepa del palo izquierdo del guardameta valencianista. Un golazo sensacional, perfecto para que el chaval vaya cogiendo las sensaciones que necesita y para que todo el mundo vea lo que puede aportar a la Real, no sólo juego sino también unos goles que la temporada pasada no llegaron desde esa línea (Markel e Illarramendi, los que conformaron el once tipo, no marcaron ninguno). El partido pareció cerrado en el mismo momento en el que el balón tocó la red.
Esto fue así porque la Real mantuvo una intensidad defensiva muy buena que maniató por completo a los jugadores valencianistas. Sólo con la entrada de Canales pareció perder algo el control del mediocampo (más claramente cuando Pardo se marchó, a doce minutos del final, aunque Ros hizo un buen trabajo en su lugar). Mathieu tuvo una buena ocasión para marcar en una remate de volea dentro del área, pero hasta el minuto 35 no tuvo una jugada limpia el Valencia, y finalizó con el cabezazo fuera de Pabon. Los últimos minutos dejaron una buena noticia, la reaparición de Xabi Prieto (incluso algunos minutos para Chory, demasiado pocos para evaluarle), y otra mala, el gol del Valencia, que llegó en el descuento. Fue la única jugada en todo el partido en la que la Real dejó demasiado espacio a un atacante valencianista. Pabon anotó desde dentro del área ya sin tiempo para más, puesto que el colegiado mandó a los dos equipos a la ducha nada más sacarse desde el centro.
Es más que evidente que el deseo de todo el realismo es que estos tres puntos sean un punto de inflexión en la temporada. Por lo pronto, rompen una racha de siete jornadas sin ganar, suponen la primera victoria de la Liga lejos de Anoeta, impiden que la Real de Arrasate logre guarismos negativos históricos y alejan al equipo de la zona de descenso. No es poca cosa, aunque el juego de la primera parte siga sembrando dudas por la falta de esa velocidad más que permitía al conjunto txuri urdin desatascar partidos complicados y por la excesiva lentitud de un Agirretxe que está tardando mucho en coger la forma después de la lesión, incluso a pesar de su buen movimiento en el gol de Griezmann. El 1-2 de Mestalla sirve también para agarrarse a una máxima que hasta ahora se ha cumplido siempre: si la Real se adelanta en el marcador, acaba ganando. La segunda parte, desde luego, marca el camino a seguir y el buen partido de Pardo (que robó más balones que Markel, para aquellos que siguen pensando, Arrasate incluido, que no puede jugar de pivote más retrasado) invita a la esperanza. Ahora sí, ya se puede pensar en Old Trafford.
3 comentarios:
La verdad qué cuesta ganar cualquier partido, por lo qué tenemos qué estar doblemente satisfechos de ganar en este campo; y ganando como el año pasado, controlando y golpeando en momentos clave, aunque hay qué exigirles un poco más.
¡Qué pasa con los goles en el descuento??????.
Saludos.
Karpov Gon, a los buenos siempre hay que exigirles más y esa es la suerte que tenemos, que la Real es muy buena. Pero estoy de acuerdo contigo. Todavía hay pasos adelante que dar. Y, sí, lo de los goles en el descuento hay que mirarlo. En Valencia no costó puntos, pero...
Muy buen partido.
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