Raro. Qué raro ha sido el partido de Santander. Y todo lo raro, todo lo que es ajeno al desarrollo tradicional de un partido de fútbol, es perjudicial para la Real. Todo. Lo que sale desde dentro del vestuario de la Real y lo que viene desde fuera. Todo. Absolutamente todo. Hoy ha perjudicado todo. El radical cambio de sistema, innecesario e inmotivado, además de la traición que supone a lo que hace fuerte a este equipo, que es la confianza en sus armas. La actuación arbitral, casera como siempre que la Real juega fuera pero como nunca cuando lo hace en Anoeta. Los rebotes, el del Racing que entra sin que Bravo pueda hacer nada y el de la Real que no sabemos si entra o no pero sí tenemos claro que el árbitro jamás lo dará como gol. Todo lo extraño. Hasta el ritmo extraño de los partidos, como el de hoy en la primera mitad sobre todo, va en contra de los intereses del conjunto txuri urdin.Y extraño es el cuerpo que se queda, porque hoy la Real ha desmentido todo lo que se ha venido diciendo de ella en las últimas semanas... pero ha vuelto a perder. Y son cinco semanas sin ganar. Lo raro entierra las opciones de ganar. Volvamos a lo normal, a lo que conocemos, a lo que es la Real.
Lasarte fue el primero en contribuir a la extrañeza del partido. No sólo hubo cambio de jugadores, sino también de sistema. Si la Real juega con un 4-3-2-1 es porque es el sistema que le vale. No tiene mimbres para jugar con dos arriba, con cinco atrás o con un rombo en el centro. Se puede alterar ese esquema durante un partido, se puede hacer más flexible tanto en defensa como en ataque, pero los experimentos siempre pesan. La idea del técnico uruguayo era fácil de entender, el objetivo era apuntular la defensa para acabar con la sangría de goles que amenaza con convertir a la Real en uno de los peores equipos de Primera. Habrá quien piense que esa faceta se consiguió en buena medida. Yo no lo comparto. Ante un Racing prácticamente inofensivo, la sensación no era de seguridad absoluta. Sólo hubo dos ocasiones de gol locales en la primera mitad y las dos llegaron por errores de la defensa. Mikel González interceptó un balón que era fácil para Bravo y lo dejó a pies de Kennedy, que disparó arriba. El propio Kennedy se marchó con una facilidad tremenda por banda y cedió a Rosenberg para que fallara un gol clamoroso. Había desajustes, diría incluso que nervios.
¿Y en el otro área? Nada. Nada porque el sistema, que no funcionó para asentar al equipo atrás, tampoco funcionó para conseguir opciones de ganar el partido. La clave estuvo en el centro del campo. En realidad, la Real no defendió casi nunca con cinco, pues los dos laterales ocuparon posiciones más adelantadas (y eso, en realidad, cercenaba buena parte de las cualidades de De la Bella y, sobre todo, de Carlos Martínez), pero el doble pivote no funcionó. Elustondo rozó la intrascendencia en el partido, y no es la primera vez. Ni ayudó a cerrar huecos atrás ni contribuyó a sacar al equipo en ataque. Aranburu tuvo tantos aciertos como errores. Entre los primeros estuvieron los inicios de algunas de las mejores combinaciones de la Real, incluyendo la única medio ocasión de gol que tuvo la Real en la primera mitad, un centro de primeras de Carlos Martínez que Griezmann no remató porque se adelantó demasiado en su incursión en el área desde atrás. Los laterales se convirtieron en los extramos y dejaron a los dos extremos un poco en tierra de nadie, sobre todo a un Xabi Prieto que estuvo desaparecido.
A la larga, los errores del capitán pesaron más en el desarrollo del partido que sus aciertos. Uno sobre todo. Una frivolidad, como dijo Lasarte en la rueda de prensa, fue lo que costó el primer gol del Racing. Aranburu quiso dejar atrás de tacón y se perdió el balón. Luego pasó lo de siempre, esa mala suerte que parece perseguirnos y que se convirtió en un diabólico rebote en la bota de De la Bella que contribuyó decisivamente a que el disparo de Kennedy se convirtiera en algo imposible para Bravo. Era, una semana más, el primer disparo del rival txuri urdin entre los tres palos. El primero. Otra vez. Y otra vez con un maldito rebote en un jugador realista. A pesar del mal primer tiempo, el castigo era de nuevo excesivo para los méritos de la Real (a pesar de que no había hecho nada demasiado mal y de que el gol llegó en el mejor momento del equipo de Lasarte, lo cierto es que para ganar un partido hay que hacer muchísimo más) y, sobre todo, demasiado benévolo con las prestaciones del Racing, un equipo en realidad bastante inofensivo.
El partido entró en ese momento complicado en el que cuesta lanzarse hacia arriba por el riesgo de encajar el segundo gol. La Real ya había tirado la primera mitad y tampoco hizo demasiado en los primeros 14 minutos de la segunda. Pero el minuto 59 cambió el panorama. Mucho. Muchísimo. Lasarte hizo un doble cambio. Ifrán entró por un Tamudo que lleva más de una semana pidiendo descanso y Zurutuza ocupó el lugar de Mikel González. El cambio es valiente, y eso se aplaude, pero también raro. Teniendo en cuenta que el Racing iba ya a vivir del contraataque, es raro que Lasarte prescindiera del central más rápido para retocar el esquema y volver al tradicional 4-2-3-1. Raro es también que Labaka juegue por delante de Mikel González. Da la impresión de que Lasarte está desprovechando a Mikel, condenándole a la banda en algunos partidos y con cambios como éste. De hecho, el panorama pudo compplicarse si Giovani llega a marcar el uno contra uno que tuvo contra Bravo y que lanzó fuera. La inacción de Elustondo (insisto: Rivas renovación, porque no hay nadie como él ni en la Real ni en el Sanse) contribuyó a que los huecos que dejaban los laterales al subir y puso la derrota en el filo de la navaja.
Esa media hora final mostró las virtudes de la Real, gane o pierda. El trío de mediapuntas comenzó a sacar su clase. Ifrán aportó una movilidad y unas opciones de gol dignas de elogio, más si tenemos en cuenta el tiempo que llevaba sin jugar por las lesiones, casi un año. Carlos Martínez, y eso era obvio que se necesitaba, fue el mejor realista sobre el césped y un atacante más. Así llegaron las ocasiones. Y así llegó el gol. El impresionante pase de Xabi Prieto al segundo palo encontró una preciosa volea de Griezmann que se pareció al gol que consiguió en Getafe, en aquella ya lejanísima última victoria de la Real fuera de casa en esta temporada. 1-1. Y una sensación de que la Real estaba arrollando al Racing, con bastante fútbol y con numerosas ocasiones. Ifrán tuvo un mano a mano que le sacó Toño, el mejor jugador del Racing, que ya hubiera supuesto el 1-2. Griezmann mandó una chilena al larguero en una jugada que ya estaba anulada por fuera de juego. Zurutuza provocó otra gran intervención del meta racinguista. La Real merecía ganar. Y ya podemos despotricar lo que queramos contra el equipo, que la sensación era esa.
Cuando mejor estaba la Real, cuando más parecía factible el 1-2, llegó el 2-1. La defensa de la Real anduvo algo blanda y en ella corrió demasiado detrás del balón, pero fue un buen gol de Giovani, tras una notable combinación desde atrás. Quedaban 13 minutos por jugar y los más agoreros, como suele suceder, ya verían el partido finiquitado. Nada más lejos de la realidad, aunque este equipo no destaque precisamente por sus remontadas. La Real dio una demostración de pundonor en esos minutos y desmintió a quienes piensan que el problema de su rendimiento está en la cuestión física. Toño volvió a sacar un gran disparo de primeras de Ifrán. Aquel disparo, córner claro, lo convirtió Paradas Romero en saque de puerta. Fue otro arbitraje perjudicial para la Real. Otro arbitraje raro. La Real se llevó más tarjetas sufriendo más faltas, las pérdidas de tiempo del Racing no sirvieron más que para los tradicionales y aberrantes tres minutos de descuento. Y las incontables faltas que sufre Xabi Prieto todos los días no valen para nada porque no hay sanción. Lejos de Anoeta, todos los árbitros parecen caseros y eso nosotros no lo catamos en casa. Pero no pasa nada.
Cuando sí pasó fue en el descuento. Ifrán forzó una falta al borde del área. Y se arremolinaron todos junto al balón, pero el uruguayo tenía la portería entre ceja y ceja. Su disparo se fue al palo y recorrió la línea hasta que Toño, otra vez Toño, la sacó. Yo no voy a decir si es gol o si no lo es, porque muchos me tacharían de forofo. Yo me limitaré a seguir lamentando que el fútbol sea el único deporte incapaz de implantar la tecnología necesaria para impedir las injusticias. No hay ninguna repetición que deje claro en televisión, sin ningún género de dudas, si el balón entró o no. Lo que sí voy a decir es que estaba claro que el árbitro no iba a conceder gol. Habría que ver qué habría pasado si esa misma falta sucede en la portería de Bravo con un 1-2 en el marcador. Habría que verlo. El caso es que, sea por el árbitro, sea por la mala suerte o sea por lo que sea, el partido acabó 2-1. Inmerecido a todas las luces. Injusto desde cualquier punto de vista con la segunda parte que ha hecho la Real. Pero ya se sabe que los goles no se merecen, se marcan. Y los partidos no se decantan por sensaciones, sino por goles.
Tómese como se quiera, pero imagino que ahora ya estaremos todos satisfechos. La Real no pelea por Europa, sino por la salvación. Y eso que sigue estando más cerca de la séptima plaza que de la decimoctava. Pero ahí sí cuentan las sensaciones. Hasta que el equipo txuri urdin no sea capaz de nuevo de pensar en jugara cada partido y nada más, el nerviosismo que siempre se instala en el entorno a cada leve traspiés será una constante. La semana que viene no hay Liga, por lo que habrá dos semanas para rumiar el disgusto, lamerse las heridas y pensar en la importancia radical que tiene el partido en Anoeta contra el Hércules del primer fin de semana de abril. Los alicantinos llegarán a San Sebastián como colistas. Como lo era el Málaga. Y la Real le recibirá después de cinco semanas sin ganar, con un punto de los últimos quince. Mantengo la misma idea de siempre: si la Real es la Real, puede con todo. Si hay cosas raras, echémonos a temblar.
5 comentarios:
Muy preocupante el bajón de la Real, también es verdad que nos estan ganando haciendo los rivales muy poco. No sacar nada ante Depor, Malaga y Racing es decepcionante.
El partido contra el Hercules es el mas importante de la temporada, hay que ganara para recuperar la tranquilidad, en caso de mal resultado nos podemos complicar mucho la vida.
Parece que Ifrán dejo buenos detalles ayer, puede ser importante en este tramo final de liga.
El sistema inicial de Lasarte no me gusto nada.
Ifran me recuerda un poco a Nihat... ese disparo al primer toque que era corner y fue saque de puerta... no?
Recuerdo además cómo Nihat pidio tirar una falta decisiva como la de ayer en uno de sus primeros partidos, estando el gran De Pedro en el campo!!! Y creo que tambien fue al palo...
Con que se acerque a lo que nos dio el turco será suficiente!!
Coincido en que los 3 centrales no aportaron tranquilidad. Se echan muy atrás. También los laterales reculan mucho y se juega muchas veces en el área de la Real.
Falta Rivas. Falta Rivas. Falta Rivas que hace faltas.
Y arriba parece que podemos si están los buenos enchufados (Xabi, Zuru, el niño...) si no nada.
También rezo para que Ifrán se destape a lo Nihat...
Un saludo a todos.
Aupa Real!
Aunque el partido en sí no se mereció perder, porque la 2ª parte de la Real fue muy buena, me preocupa que Lasarte cambie porque parece que ya no confíe en lo que ha venido haciendo y que tan bien ha ido.
Comentando algo sobre jugadores en concreto, lo primero es dar la razón Juan en cuanto C. Martínez y su empuje y entusiasmo, lo poquito o nada que aporta Elustondo cuando juega para tener el poderío y calidad que realmente tiene, y de Ifrán solo decir que es muy bueno y que otra alternativa es ponerlo por detrás del 9 que con su movilidad se puede hinchar(tipo Nihat-Kovacevic)
Cityground, estoy contigo en que lo peor es precisamente los rivales a los que se ha enfrentado la Real en esta mala racha. Y en lo importante que va a ser Ifrán. Espero que le dé tiempo a demostrarlo esta temporada.
Soruz, yo también lo pensé. Se presta por altura y posición en el campo, pero es que huele a Nihat. Ojalá triunfe como el turco. Buscaré esa falta que recuerdas de los primeros días de Nihat, la buscaré...
Payo Yanguas, ya sabes que yo también considero imprescindible a Rivas porque no hay otro jugador de su corte en la plantilla, pero... Incluso sin estar del todo enchufados, los tres de arriba sacan cosas. Mira el gol de Griezmann, a pase de Xabi Prieto. Ni jugaron su mejor partido ni están en su mejor momento, pero estas cosas salen por calidad.
Javi, gracias por los acuerdos, a mí me alegró especialmente ver a Carlos Martínez como uno de los mejores en Santander. Ojalá se apostara así por Ifrán (cuando su forma física lo permita), pero de momento lo veo difícil, porque supondría renunciar a un pivote o al mediapunta y no creo que Lasarte lo haga. Veremos.
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