Lo más curioso es que Alkiza no jugó en la Real en la temporada 61-62 y su presencia en ese álbum no concuerda con lo que dice la historia. Pero en la Real sí jugó, ya lo creo que jugó. Debutó a finales de la temporada 55-56, y no pudo tener un mejor día para vestir por primera vez la camiseta realista. Fue en Madrid, en un épico 4-5 ante el Atlético de Madrid. Contando aquel, tras un paréntesis de una campaña en el Eibar y hasta el final de la temporada 60-61, disputó 73 partidos y marcó nueve goles (el primero de ellos en Copa ante el Jaén, en un escandaloso 7-0 de junio de 1958). Se retiró por un problema renal y, sin saberlo entonces, resulta que Alkiza se libró de vivir como jugador el último descenso a Segunda antes del que vimos hace tres años.
Estas tres imágenes dan idea del paso del tiempo. En la primera está entregando la insignia de oro y brillantes del club a su predecesor en la Presidencia, José Luis Orbegozo. Era el año 1983, cuando comenzó su mandato al frente de la Real, después de cuatro años como miembro de la junta dirigida por el propio Orbegozo. En la segunda imagen es él quien está recibiendo ese reconocimiento de manos de su hijo Bittor. Habían pasado nueve años, hasta 1992. La tercera es en el palco de Anoeta, cuando Iñaki Badiola, en 2008, reunió a todos los ex presidentes vivos del club. Pocos recordarán cómo se desenvolvía por la banda izquierda de Atotxa, pero muchos tenemos un grato recuerdo de él como presidente.
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