Tengo que decirlo lo más alto y claro que pueda. Admiro a Carlos Martínez. El partido que hizo el pasado domingo ante el Villarreal, en la vuelta a Primera de la Real, fue un motivo más para que aumente la satisfacción por el rendimiento del equipo txuri urdin en la máxima categoría y, sobre todo, la estima que le tengo a él. No quiere decir eso que le vea cualidades que no tiene. Porque es cierto que no le sobra técnica. También es verdad que algunos de sus centros, sólo algunos, son imposibles de rematar. Hay que reconocer que alguna que otra laguna en defensa sí ha dejado en bastantes partidos. Pero decir eso de él es lo fácil. Forma parte de esta naturaleza tan propia de los realistas de despreciar o infravalorar lo que tenemos en casa. Veo sus defectos, por supuesto que sí, pero le admiro porque él también los ve y trabaja cada día, en cada partido, para que sus virtudes queden por encima de esos defectos. Y aunque algunos todavía no quieran verlo, lo consigue.
Repasemos la carrera profesional de Carlos Martínez. Debuta con el primer equipo en agosto de 2007, ya con ficha del primer equipo, en el primer partido de la Real en Segunda División. Nunca se había hablado de él antes para dar el salto al primer equipo, que, de puertas hacia fuera, pareció una decisión adoptada más por necesidad económica que por confianza en él. El anterior director deportivo de la Real antes de que él subiera con los mayores, José Mari Bakero, había fichado un lateral derecho en los dos veranos anteriores. Gerardo llegó en el de 2006. Cifu en el de 2005. En ambas temporadas, con Carlos Martínez en el Sanse, el que acabó jugando fue Aitor López Rekarte, que no es que estuviera en los mejores momentos de su carrera, cometiendo fallos clamorosos y pitado por una parte de la afición realista.
Cuando Carlos Martínez debuta en el lateral derecho, Sarasola hace lo propio en el izquierdo. Uno no volvió a jugar en toda la temporada, el otro sí. A Sarasola le encuentran sustituto en el Sanse, Castillo, mientras que Carlos Martínez tiene que seguir compitiendo con Gerardo, lateral que acaba jugando muchos partidos con los tres entrenadores que tuvo la Real aquella temporada (Coleman, Eizmendi y Lillo). De Carlos Martínez se alaba su entrega, su fuerza, su capacidad física, sus constantes subidas por la banda, pero casi nadie le colocaría en el equipo tipo de aquella primera temporada en Segunda. Nadie se fija demasiado en él. No suena nunca para un traspaso (cosa que sí ha sucedido, por ejemplo, con los dos últimos laterales izquierdos que salieron de Zubieta, Garrido y Castillo, además de uno del Sanse, Balenziaga; y ninguno de los tres era Roberto Carlos precisamente). Y desde luego nadie le coloca entre los jugadores de más valor del primer equipo.
Lo mismo le sucede en la temporada 2008-2009. Juega, pero no es titular indiscutible, sigue compitiendo con Gerardo y algunas lesiones le cortan las alas. Incluso acaba la temporada como central, lo que unido al flojo rendimiento final del equipo le coloca alguna que otra cruz sobre los hombres. Llega la pretemporada de 2009. Y se lesiona en el primer entrenamiento. Eso con entrenador nuevo, Martín Lasarte, se paga. A pesar de que Carlos Martínez era el único lateral derecho de la primera plantilla (lo que, eso sí, es una muestra de confianza por parte del club), el uruguayo encuentra un recambio. Y es un recambio que da un rendimiento notable: Dani Estrada. La primera ausencia de éste, por sanción, las cubre Lasarte con un central, Mikel González. Casi sin que nos demos cuenta, Carlos Martínez se ha pasado toda la primera vuelta sin jugar un solo minuto. Sin decir una palabra que no fuera para alabar a su sustituto y para afirmar que él seguirá dejándose la vida para entrar en el once titular.
Y en esto que Estrada se lesiona de gravedad en Villarreal. Al principio Lasarte parece reticente a usar a Carlos Martínez y repite con Mikel González de lateral. Encima, la Real golea ese día al Cádiz, con lo que parece más difícil entrar en el equipo. Pero una semana después, en Vigo, Carlos Martínez es por fin titular. Y lo es, entre otros motivos, porque De la Bella estaba en baja forma y Mikel González pasó al lateral izquierdo. Ya no dejó de jugar en toda la temporada. Y toda la temporada se ha escuchado lo mismo, que Carlos Martínez estaba bien para Segunda pero que en Primera iba a sufrir lo indecible. Pero, cómo son las cosas, llega el día de debutar en Primera. Lasarte le escoge por delante de Dani Estrada y el bravo lateral realista realiza un partido completo, en el que sigue subiendo la banda como un jabato, mete varios centros peligrosos, fuerza algunos corners y mantiene con mucha dignidad el nivel en defensa.
Si repasáis esa historia, veréis que con Carlos Martínez en el Sanse llegaron dos laterales derechos a la Real. Nadie pensó que estuviera cortando su progresión. Le subieron al primer equipo cuando se acabó el dinero para despilfarrar en fichajes que no merecían la pena. Tuvo competencia desde fuera de Zubieta. Se perdió la pretemporada y toda la primera vuelta del año del ascenso. Pero hoy es titular. Tendríamos que valorarle más, porque sigue consiguiendo partido tras partido que sus virtudes tapen sus defectos. Y entre esas virtudes, destacan la paciencia y la entrega. Es un espejo en el que tendrían que mirarse todos los jugadores, sobre todo los del Sanse y también alguno del primer equipo que hoy no pasa por su mejor momento. No hace falta que diga que estoy pensando en Agirretxe. Sigue el camino de Carlos, Imanol. Seguro que con paciencia y esfuerzo acabas teniendo tu oportunidad. A nuestro lateral no le ha ido mal con esa fórmula.
3 comentarios:
Todo un ejemplo Carlos Martínez, su despliegue físico en los partidos es brutal, aun puede mejorar algunos aspectos defensivos para ser una gran lateral en 1ª pero condiciones tiene.
Por aquí de nuevo.
Saludos gente de bien.
Pues yo a Carlos le tengo en un pedestal, con lo de no entender mucho y no seguir los partidos, tampoco puedo hablar de futbol.
Pero siempre que se va a visitar nuevas Peñas, a pueblos y tal, es fácil verle, con lo que yo creó que es de los que está con la afición siempre. Pero el día que dije, este tío lo vive, fue en un partido (no recuerdo cuál y eso que he estado buscando la foto y creó que fue de los polémicos, polémicos. Seguro que Juan) que nos robaron, y a él estando en el banquillo le sacaron la amarilla y se le veía a Carlos con esa sensación de impotencia.
Por muchos años, Carlos.
Vamos paso a paso.
Un abrazo.
Cityground, claro que sí. Aprenderá con los partidos y si somos benevolentes con él el día que falle como cualquier otro jugador.
Luis, un placer volver a leerte por aquí con la nueva temporada, ya lo sabes. Ese partido al que haces mención, en el que expulsaron a Carlos Martínez estando en el banquillo, fue el Real Sociedad - Eibar que se jugó el 8 de noviembre de 2008, y esa foto la saqué yo aquí en el blog el día 11 de aquel mes. Y lo arbitró González González, el mismo que nos pitó ante el Villarreal. Qué cosas.
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