Lo decía Mikel Aranburu durante la semana. La Real está ante una gran oportunidad (domingo, 17.00 horas, El Helmántico; Canal + Liga y Gol TV). Ha llegado a este momento de la temporada en una posición envidiable y en las próximas semanas, con la visita a Anoeta de rivales director por el ascenso como Levante y Hércules, tiene la posibilidad de dar un golpe de autoridad definitivo. Ganar fuera de casa, algo que no hace la Real desde hace casi dos meses, dejaría sin aliento a unos contrincantes que contemplan una magnífica fortaleza txuri urdin en Anoeta. El rival de esta semana, además, permite soñar con la posibilidad de lograr los tres puntos. Y mucho más si tenemos en cuenta la Historia de estos enfrentamientos y la masiva presencia de aficionados realistas, dispuestos a dejarlo todo por su equipo. Ahora falta que el equipo haga lo mismo por su gente y les dé una alegría más.
Para buscar la victoria en Salamanca, Martín Lasarte se lleva a los mismos 18 jugadores que convocó para el partido de hace una semana en Anoeta frente al Numancia. En el once sí podría haber al menos un cambio, y será en la línea con más dudas de las últimas alineaciones, el centro del campo. Zurutuza, ya totalmente restablecido de su lesión y tras disputar unos buenos minitos ante los sorianos, tiene muchas papeletas de volver al once inicial. La duda es saber a qué jugador dejará el técnico en el banquillo para acomodar al canterano en la mediapunta. El cambio directo sería por Aranburu, pero el capitán podría retrasar su posición hasta el mediocentro, junto a Rivas, dando así a Elustondo el descanso que muchos piden para él. Otra posibilidad sería que fuera Griezmann el sacrificado y Aranburu se moviera en la línea de tres mediapuntas desde la izquierda, aunque ésta parece menos probable.
El resto del once no presenta demasiadas dudas. Bravo estará en la portería y la defensa será la misma de las últimas jornadas, con dos laterales en alza, Carlos Martínez y De la Bella (ante el Numancia, el primero dio una asistencia y el segundo marcó el gol del triunfo) y los dos únicos centrales de la convocatoria, Ansotegi y Labaka (Mikel González ultima su recuperación y Esnaola sigue esperando una segunda oportunidad que refrende el buen papel que hizo en la primera). Diego Rivas es indiscutible en el pivote, al igual que Xabi Prieto por la banda derecha (Nsue estará en el banquillo, Songo'o no). En punta lo normal sería que repitiera Agirretxe, pero ya sabemos lo dado que es Lasarte a las sorpresas en el puesto de delantero, muy cambiante a lo largo de la temporada y no siempre por lo que se ve en el terreno de juego cada fin de semana. Sin ir más lejos, la semana pasada Bueno fue suplente por estar algo bajo durante la semana por su ausencia en la convocatoria de su selección.
La Real comienza la jornada en la segunda posición con 51 puntos, los mismos que el líder, el Hércules. Todos los rivales del equipo txuri urdin en la carrera por el ascenso juegan esta semana en casa, a excepción del Betis, que rinde visita al Real Unión. Si los de Martín Lasarte consiguen el triunfo y alguno de los demás no, el golpe sería grande porque Anoeta sigue siendo un factor muy a tener en cuenta en el devenir de esta Liga. La Real cuenta con la aparente ventaja (aunque nunca se sabe si se puede tomar como una desventaja por aquello de la presión) de saltar al campo sabiendo ya lo que habrán hecho todos los demás. Y saltara a un campo abarrotado de realistas. Se prevé la presencia de más de 3.000 almas realistas, una cifra que no estará muy lejos del público local que animará al Salamanca. Qué tesoro tiene la Real en su gente.
El Helmántico sólo ha visto cuatro victorias de los suyos en los catorce partidos disputados hasta la fecha esta temporada, por lo que es un escenario propicio para dar ese golpe de autoridad. Hay quien piensa que se puede llegar al ascenso sólo con amarrar los partidos de Anoeta. La Real, en todo caso, está en la obligación de ganar ya algún partido fuera, ya que no logra una victoria como visitante desde hace dos meses, desde que Nsue diera los tres puntos en Vigo ante el Celta. Desde entonces, sólo dos puntos de los nueve posibles y una sensación bastante pobre en el juego, que no en la capacidad de competir (para muestra, el postrero gol de Labaka en Huesca). Los de Lasarte aspiran de nuevo a hacer un gran partido lejos de San Sebastián y recuperar las sensaciones que dejó el equipo en los desplazamientos grandes de la primera vuelta, como Soria o Vallecas.
Además, la Historia está del lado de la Real. De los 18 partidos disputados en tierras castellanas entre Salamanca y Real Sociedad, sólo tres acabaron victoria local, aunque bien es cierto que todos ellos se produjeron cuando ambos conjuntos militaban en Segunda División. Los seis partidos jugados en la categoría de plata se reparten con absoluta igualdad: tres triunfos para cada equipo. La última derrota llegó en la temporada 07-08, por 3-2 con un gol en el último minuto producto de un penalti inexistente. En Primera, en cambio, la Real no perdió nunca en Salamanca, logrando cinco victorias y siete empates en los doce partidos jugados. La goleada más amplia la logró en la campaña 78-79, ganando por 1-3. Satrústegui marcó aquel día dos goles y López Ufarte redondeó el marcador desde el punto de penalti.
La pasada temporada, la Real visitó Salamanca en el tramo final de la temporada, a sólo cinco jornadas para que acabara el campeonato. De hecho, fue la última victoria del equipo de Lillo antes de perder definitivamente todas las remotas opciones de ascender que todavía mantenía, lo que sucedió una semana después en Anoeta y frente al Córdoba. El equipo txuri urdin jugó un partido solvente, lo que tuvo mérito teniendo en cuenta que las lesiones sólo respetaron a catorce jugadores del primer equipo para aquella jornada y que tres jugadores tuvieron que ser sustituidos por este mismo motivo. Agirretxe marcó el único gol del partido con un buen disparo tras una gran asistencia de Xabi Prieto. La mejor noticia del partido la dejó el joven Ros, que debutó con el primer equipo con un gran encuentro, apoyándose en un muy buen Diego Rivas. El marcador pudo ser algo más amplio, pero lo cierto es que el Salamanca, que llegó al encuentro sólo un punto por debajo de la Real, no puso nunca en peligro la victoria.
En la primera vuelta, la Real hizo uno de los mejores partidos de la temporada. Ganó 2-0 al Salamanca, pero los goles no llegaron hasta la segunda mitad. Y no porque la Real no los mereciera en una magnífica primera mitad (otro malísimo árbitro anuló uno legal a Zurutuza y después compensó quitándole otro tanto que nada tuvo de ilegal al Salamanca). Pero para adelantarse en el marcador tuvo que aparecer Xabi Prieto para sacar rápido una falta de pillo, tuvo que llegar Estrada desde atrás, ya afianzado en el lateral, y ceder el balón a un listísimo y decisivo Griezmann para que convirtiera el gol. Ansotegi hizo el segundo, gracias a la incansable lucha de Agirretxe por balones imposibles. Todo un partidazo que mereció un marcador más abultado pero que dejó a la Real el premio más bonito: el liderato de Segunda División. Todo salió a la perfección aquel día. Que se repita la historia en Salamanca.
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