Desde que se produjo el descenso a Segunda División, la Real vive en el complicado alambre de tener la cantera como base tanto por necesidad como por elección. Hay que reconocer lo complejo de convencer a la gente de que haces lo que quieres cuando no tienes otra posibilidad. No es descabellado decir que el éxito o el fracaso de esa apuesta descansa ya casi exclusivamente en los jugadores que ahora mismo están en el primer equipo. Viéndolo con absoluta frialdad, el modelo será un éxito si llega el ascenso. Si no se consigue, casi todos lo darán por fracasado. Porque serían ya tres tentativas con esa hoja de ruta sin volver donde este equipo debe estar siempre. Porque los logros, los debuts y las buenas sensaciones quedan eclipsadas por el hecho de seguir un año más viendo Anoeta con sus gradas a medio poblar y con rivales que no despiertan ilusión.
Entre los jugadores de la cantera, los hay que ya llevan muchos años, que ya han demostrado, en mayor o menor medida, más o menos tiempo, un potencial suficiente al menos para vestir esta camiseta. Aranburu, Mikel González, Ansotegi, Labaka, Elustondo o Xabi Prieto formarían este grupo Los hay que acaban de aterrizar, y que todavía son capaces de despertar ilusión y progresar. Agirretxe es su cabeza visible, pero también hay que incluir a Sarasola, Esnaola, Viguera, Zubikarai y los que todavía están a caballo entre el Sanse y la Real. Pero hay tres jugadores en la primera plantilla realista que han salido ya de este segundo grupo pero no han encontrado acomodo en el primero. Y por eso están ante la oportunidad definitiva. Si esta temporada no demuestran su valía, algo que todavía no han terminado de hacer, estarán en una situación difícil. Me refiero a Carlos Martínez, Dani Estrada y Markel Bergara.
Los tres presentaron credenciales ilusionantes cuando llegaron al primer equipo. Charlie debutó con unas ganas que sus compañeros no demostraban y, siendo un defensa, aportó dos goles y mucho amor propio. Estrada ascendió al primer equipo, todavía en Primera División, con unos números anotadores en el Sanse muy interesantes para un extremo y con cierta polivalencia. Y Markel ha sido inernacional en todas las categorías y es de los pocos potrillos de los que venimos oyendo hablar desde hace años. Pero el primer equipo y lo que le rodea han devorado ya por completo las expectativas que se tenían en ellos. Hoy la gente recuerda del lateral su limitada técnica y sus muchas lesiones (de hecho, ahora mismo está lesionado y se va a perder buena parte de la pretemporada). Al extremo por no haber dejado huella cuando ha jugado y, dos campañas y media después, por no haber anotado todavía un solo gol con el primer equipo. Y al mediocentro por no haber podido suplir lo que Elustondo ofreció al equipo antes de lesionarse la pasada campaña y por no haber dado un auténtico salto de calidad, a pesar de haber dejado atrás las lesiones que le taparon en su primer año.
Todavía es pronto para saber el protagonismo que Martín Lasarte quiere dar a estos tres jugadores. Parece que, a pesar de la salida de Gerardo y de la baja de Carlos Martínez, la Real no va a fichar un lateral derecho y que el puesto se lo van a jugar el propio Carlos Martínez y Dani Estrada, con lo que al menos uno de los dos tendrá que dar un paso al frente si quiere triunfar en la Real. Da la sensación de que Markel lo va a tener mucho más complicado. Pugna con la credibilidad que se ganó Diego Rivas en el final de la temporada pasada (y con los elogios que le ha dedicado públicamente el entrenador), con la ilusión que despertó Elustondo en lo poco que pudo jugar, con la veteranía de Mikel Aranburu y con el empuje de los potrillos Illarramendi (se especula con el interés del Athletic y es internacional en categorías inferiores), Ros (una de las mejores noticias de la pasada campaña) y Albistegi (del que se habablan maravillas durante la anterior pretemporada, justo antes de que se lesionara de gravedad).
Pero lo cierto es que está todo en manos de Carlos, Dani y Markel. El éxito de cualquiera de estos tres jugadores, o de los tres, dará mayor credibilidad a la apuesta de cantera que debe ser siempre símbolo de este club. Y curará también algunas de las heridas que han dejado Castillo o Díaz de Cerio, jugadores que han menospreciado la posibilidad de vestir esta camiseta que tanto queremos. Reconozco que tengo más confianza en Carlos Martínez que en Estrada y Markel. Quizá porque del lateral esperaba menos y me ofreció mucho en su primera campaña. Quizá porque de los otros dos esperaba mucho y no he visto aún demasiado. Quizá los tres han pasado por ese síndrome de la segunda temporada, que tan difícil parece para tantos profesionales. Quizá. Pero ahora parten de cero, con una nueva oportunidad y con un entrenador que les acaba de conocer. Que tengan suerte, porque su suerte será, probablemente, la de la Real.
2 comentarios:
Confió mas en Carlos Martínez, esta temporada tiene su gran oportunidad, va a ser el lateral derecho titular y debe demostrar el nivel de hace un par de temporadas.
A Dani Estrada lo poco que le he visto no me ha gustado, y Makel prometía mucho en juveniles pero hace unos años que lo veo muy estancado.
Jordi, muchas gracias, pasaré a echar un vistazo a tu página.
Cityground, compartimos juicio. En quien más esperanzas tengo de estos tres jugadores es en Carlos Martínez.
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