No hay forma más indignante de perder que por un penalti injusto, lamentable, de esos que nunca nos creemos al verlos en televisión, y además en el tiempo de descuento. Se te queda un mal cuerpo que no hay forma de remediar. Los colegiados, malos como ellos solos por mucho que nos quieran vender la moto de su gran nivel, son malos cuando benefician y cuando perjudican. Y lo que más duele es que saben perfectamente cuándo destrozan el trabajo de un equipo (horroroso en la primera parte, notable en la segunda). Y la prueba está en cómo ha señalado el final del partido tras regalarle la victoria al Salamanca con ese penalti que nadie ha visto. El portero del Salamanca, que por lesión del que jugó de titular era en realidad el tercer portero de la plantilla, retrasó el último saco de puerta hasta el límite. El árbitro perdió más tiempo todavía sacándole tarjeta amarilla (¡qué más le dará al portero, si no volverá a jugar en mucho tiempo!) y pitó nada más sacar de puerta el arquero salmantino. Vergonzoso. El penalti que no vieron ni siquiera los jugadores del Salamanca, que ya se volvían a su campo, además supuso la tarjeta roja a Gerardo, que no podrá jugar la próxima semana. "Nos han robado un punto", sentenciaba Xabi Prieto tras el partido.
La impotencia, la sensación de robo y el cabreo son inmensos, pero el partido deja muchas más cosas. Más negativas que positivas. Y si no fuera el penalti del descuento que nos ha birlado un punto, la discusión sería la de siempre en esta Real. ¿Qué pesa más, lo bueno o lo malo? ¿Hay que quedarse con la nefastas primera parte, con la incapacidad para crear ocasiones, con la falta de concentración en momentos puntuales, con los pases fallados de Elustondo, con que a Delibasic no le llega ni un solo balón? ¿O la capacidad de reacción de este equipo, que empató hasta en dos ocasiones, con que Gari haya marcado su primer gol por fin, la movilidad que han generado juntos Garu y Díaz de Cerio o la inteligencia de Xabi Prieto, a pesar de seguir siendo muy intermitente? ¿Con qué nos quedamos? Esta Real de Segunda División parece tener siempre una excusa.
Lo peor es que este debate ni siquiera se puede producir (al menos no en clave de futuro, de fichajes y de cambios) porque estamos a expensas de lo que suceda mañana, de lo que ocurra tras la reunión que mantendrán el nuevo presidente, Iñaki Badiola, y el todavía entrenador, Chris Coleman, que quizá se despida mañana del banquillo de la Real aunque en la rueda de prensa ha dejado entrever que espera seguir siendo el técnico. Al descanso la visión era catastrofista, las buenas palabras que dedicó la prensa tras el partido ante el Tenerife (como dije entonces, yo vi otro partido) cayeron en el olvido y quien más quien menos afilaba las plumas para atacar al equipo. Pero la reacción de la segunda parte y la forma injusta, arbitraria y deprimente en la que se marchó el punto que tanto se luchó por conseguir en la segunda parte hacen inviables estos análisis.
Sí se puede decir que la primera parte de hoy ha sido indigna de un equipo que quiere ascender. Indigna en todo. Arrollado por el rival, que ha tenido numerosas ocasiones de gol por un triste tiro de Xabi Prieto, único bagaje ofensivo del equipo. Sin nada que ofrecer en cuanto a juego, ni siquiera en cuanto a garra y pundonor, lo mínimo que se le puede exigir y se le exige a la Real. Los jugadores, dormidos y carentes de toda ánimo para jugar al fútbol. Y sin capacidad de reacción desde el banquillo por parte de un Coleman que, desde mi humilde punto de vista, se equivoca al no aprovechar el estado de gracia de Díaz de Cerio. Sus cinco goles merecen algún día el premio de la titularidad porque es el que mejor está respondiendo a los retos de la Segunda División.
Pero a pesar de que los debates y los análisis sean difíciles después de este partido tan extraño, con dos mitades tan distintas y con un desenlace tan fatal como éste, hay cosas que no forman parte de la casualidad. Es el sexto partido de la Real como visitante que comienza con un gol del equipo local. El de hoy, como tantos otros, de chiste, en el minuto 1 y por medir mal Castillo el bote del balón. ¿Todavía de vacaciones o pensando todavía en que las elecciones y la situación institucional pueden seguir sirviendo de escudo? A tenor de lo que se ha visto la primera parte, parece que más de un jugador sí que seguía pensando en el turrón y en que no se les iba a mirar con lupa. Qué difícil es reprochar esto a un equipo que, al final, remonta cuatro de esos seis partidos, con dos victorias y dos empates, ¿verdad?
Pues no. Ya es hora de que a la Real se le reproche que tire directamente a la basura tantos minutos de un partido. Porque no es la primera ni la segunda vez. A Coleman le han preguntado en la rueda de prensa si han podido afectar las largas vacaciones que han tenido los jugadores, que sólo hayan podido hacer un par de entrenamientos antes del encuentro. El técnico galés admitió que el ritmo del comienzo "fue muy lento" y que vio al equipo "mentalmente cansado", y también hizo hincapié en la faceta extradeportiva, "no es culpa de nadie pero es una forma difícil de afrontar los partidos". Una explicación algo insuficiente que se utiliza a conveniencia del resultado. ¿Que se pierde? Nos ha afectado. ¿Que se gana? Es que estamos muy unidos. No vale todo para justificar un resultado. O no debiera.
Y, claro, Coleman puede argumentar que sus cambios tácticos han llegado en el descanso y han servido para que la Real diera la cara. Cambio de jugadores (han entrado Gari y Díaz de Cerio, se han ido Estrada y un Delibasic que no termina de cumplir el papel que se esperaba de él, y sin que sea culpa totalmente suya) y de sistema, con un trivote atrás formado por Garitano, Elustondo y Aranburu, con Xabi Prieto como mediapunta y dos delanteros. Y ha funcionado, hasta el punto de que el Salamanca ha pasado largos minutos sin tirar a puerta más que en su segundo gol (de falta directa, no en juego). Luego ha tenido alguna ocasión más, solventada de maravilla, como durante casi toda la temporada, por Riesgo. Pero esto ha sido cuando el partido se ha abierto y los dos equipos han tenido algo de miedo a perder.
La historia le ha dado hoy unas cuantas bofetadas a la Real. Nunca perdió en Salamanca en Primera, y sólo una vez en Segunda; hoy ya son dos derrotas. Llevaba tres temporadas sin ganar el primer partido del año; ya son cuatro. Llevaba sólo una derrota como visitante en esta Liga, y fue en Soria, en Castilla y León; y en Castilla y León se ha producido la segunda. Y se acaba una racha de nueve partidos sin perder. La Real vuelve a dejar pasar, por los motivos que sea, que al final de la temporada éstos darán igual, una oportunidad de acercarse a los puestos de ascenso, que con el empate del Sporting se colocan hoy a cuatro puntos. Parece que esta Real está condenada a dar la cara de verdad sólo en las situaciones límite. El equipo txuri urdin se queda en séptima posición, con 28 puntos. Y lo dejo ya, porque si no acabó diciendo algo que no quiero decir sobre el árbitro.
1 comentario:
...que lastima perder asi... no es justo...pero estoy seguro que ganaremos el proximo partido en Anoeta.
Ahora lo mas importante es Coleman... Espero que mañana vaya todo bien... Aupa Real desde Roma!
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