Alguno pensará que me he vuelto loco al titular así una entrada sobre la dimisión de un entrenador galés que apenas ha estado seis meses en el banquillo de la Real Sociedad y ha dirigido al equipo en una veintena de partidos. Pero no, no me he vuelto loco. Realmente lo creo. Su última acción como entrenador de la Real me ha convencido para siempre: Chris Coleman era un tipo destinado a trabajar en este equipo. Con sus defectos y con sus virtudes, pero ha entendido lo que es ser de la Real. Ha entendido lo que es la Real. La lástima es que muchos nos demos cuenta ahora que no entrenará más a la Real.
Coleman dimitió y lo hizo por convicción. Sabe que es imposible conciliar posiciones con el nuevo presidente de la Real. El galés lo ha intentado reculando primero en su idea de marcharse con el anterior Consejo y después en la de no admitir cinco fichajes sobre los que no fuera consultado. Badiola en realidad no ha hecho ni un solo movimiento para acercarse al entrenador. Lo único que le ha presentado al técnico son imposiciones, y Coleman las aceptó por el bien de la Real y porque los jugadores le habían pedido que siguiera. Sí, por el bien de la Real y no por intereses personales. El despido de Salva Iriarte, desafortunadísimo en las formas, fue la gota que colmó el vaso. Coleman tenía que salir de la Real.
Hubo quien dijo que si Coleman había cambiado de parecer y seguía en la Real era únicamente para forzar su salida y cobrar íntegro el salario pactado en su contrato. Hubo quien dijo que no incluir a Fran Mérida en la convocatoria del pasado fin de semana fue un intento de que Badiola se cansara de él y le cesara. Coleman, sin embargo, ha renunciado a cobrar un solo euro de la Real por el trabajo que no hará a partir de ahora. En la situación económica en la que se encuentra el club, y con todos los antecedentes de esta decisión, Coleman ha realizado el mayor gesto de realismo en años. Le ha perdonado más de un millón de euros y ha dejado vía libre al nuevo proyecto. Sí, me ratificó. Coleman ha entendido lo que es la Real mejor que muchos que presumen de realistas desde hace años.
He escrito muchas veces que Coleman me parece un tipo valiente. Como entrenador y también como persona. Eso le ha llevado a tener que retractarse en más de una ocasión. Hay quien dice que más vale pedir perdón que permiso, una frase perfectamente aplicable al galés. Coleman se ha ganado el respeto de la plantilla. De los numerosísimos entrenadores que han pasado por la Real en los últimos años, ninguno pudo presumir realmente de tener tanto respaldo de la plantilla, ya fuera por el poco tiempo que pasó en el banquillo o porque realmente no lo merecía. Coleman se lo ganó a pulso, creyendo en un ideario de cantera (el mismo en el que todos los realistas hemos crecido), defendiendo a los jugadores en todo momento y formando grupo.
Sí, le costaba leer los partidos. Sí, muchas veces no acertaba con los cambios. Sí, mostró, sobre todo en las primeras jornadas, un fuerte desconocimiento de la Primera División. Sí, el fútbol de la Real no enamora. Y sí, lo de la lavadora se lo inventó. Pero, ojo, cuando muchos hablaban de mirar más a la permanencia que al ascenso, él siguió confiando en su idea y en su plantilla. Sin la necesidad imperiosa de subir este año, pero sin desdeñar esa posibilidad, más que factible con el equipo que tiene la Real digan lo que digan desde algunos sectores de la prensa e incluso desde el nuevo Consejo de Administración del club. Y era factible porque la Real ha aprendido a defender y a no perder.
Y hoy, con esos medios, la Real está a un solo punto de los puestos de ascenso. Sin el descalabro de la primera jornada ante el Castellón, sin aquel partido inverosímil que más pareció el final de la pasada temporada que el comienzo de ésta, la Real estaría metida de lleno en los puestos de ascenso. ¿No queríamos subir? Estábamos en el camino. Quien me conoce sabe que yo tenía confianza en que este equipo subiera. La he tenido incluso en los peores momentos, aunque también me hayan salido críticas, como es natural a jugadores y entrenador. El domingo estaba convencido de que en junio la Real sería uno de los tres primeros. ¿Ahora? Ahora no tengo ni idea, habrá que ver las decisiones que adopten Badiola y su Consejo.
Ese análisis lo dejo para cuando el presidente y su Consejo den la cara, cuenten su versión de los hechos de esta semana y nos hablen de futuro. Ahora toca despedir a Chris Coleman. Mucha suerte, mister, y muchas gracias por haber conseguido que la Real, por mucho que fuera en Segunda, se olvidara de la dinámica de perder partidos y encajar goles en la que todos hemos vivido los últimos cinco años.
5 comentarios:
Cris ha demostrado con este gesto que las "buenas intenciones" del consejo no es trigo limpio, y aunque algunos lo cuestionen, coleman es el mejor hombre para dirijir a la real y un buen entrenador para cualquier equipo de primera dibision de cualquier equipo de europa.
Este badiola ha entrado como un elefante en una cacharreria, y hoy se reia en una rueda de prensa bromeando que iba a contratar a piterman de entrenador...igual estamos ante el piterman euskaldun.
el tiempo lo dira
Perdéis un gran entrenador... pero ganáis un mejor hincha.
Saludos
¿Soy el único que no entiende ya nada nada nada nada de nada?
Yo era de un equipo saben ustedes que se llamaba la Real Sociedad, y hasta donde me alcanza la memoria, pues como que estas cosas no pasaban.
Maestro Juán, esto es eterno, o volverán aquellos tiempos
Y como deciamos de niños, ¿cuanto falta?, me aburro, llegamos ya
A mí me hubiera gustado que Coleman siguiera, pero tampoco todo el monte es orégano.
Para mí Coleman cometió un error grande: posicionarse en unas elecciones del club del que él es empleado. Eso lógicamente le dejaba en una posición bastante mala. La mayoría de entrenadores cuando hay elecciones en su club, siguen trabajando y punto.
Y además sinceramente y a pesar de lo que se nos quiere vender yo tampoco veo los proyectos deportivos tan diferentes. Trabajar la cantera y refuerzos de calidad. Tres?, cinco?. El número es lo de menos, pero que sean de calidad y mejoren lo que tenemos.
Yo creo solo que Badiola es una persona que no me gusta para nada...Nunca me ha gustado... Se quedarà a la Real hasta el 30 de junio... como todas sus 'promesas'...
Ha ganado las elecciones solo porque no habia otro candidado... solo por eso...
Coleman es un gran entrenador y un gran señor.
Me estaba ilusionando mucho con el.
Ahora le toca a Aramburu lidear al equipo en Cordoba.
Aupa Real desde Roma!
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