jueves, agosto 28, 2014

KRASNODAR 3 - REAL SOCIEDAD 0. El final de un proyecto

Markel, en el desastre ante el Krasnodar.
Momentos tan duros como éste merecen calificativos igual de contundentes. La Real ha enterrado en Krasnodar un proyecto. Da igual ya que la culpa sea de Arrasate, de los jugadores, de Loren o de la directiva, que cada cual tendrá el suyo y seguramente el entrenador será el señalado por la mayoría, pero el ridículo ha sido de tal calibre que la ausencia de consecuencias daría la sensación de que no será más que engordar para morir. El proyecto de la Real ha sido herido de muerte, y ya sólo queda certificar cuándo expirará por completo. Puede que la Liga acaba sorteando la impresión que deja la prematura y sonrojante eliminación en la Europa League antes de llegar siquiera a lo que todos consideramos la competición propiamente dicha. Pero la muerte es ahora mismo una certeza. El Krasnodar, un equipo desconocido que está lejos del nivel que se había apuntado, ha destrozado a la Real, sus ilusiones, sus esperanzas y sí, su proyecto. 3-0 y a casa. Eliminados. Fuera de la Europa League por la puerta de atrás, sin haber llegado a la puerta de hecho, y con uno de los partidos que mayor frustración e impotencia han generado en años.

El análisis no puede concluir más que en el fracaso absoluto. Esta eliminación es producto directo de la desidia con la que el equipo acabó la temporada pasada, cuando se despreció la posibilidad de optar a la quinta posición y se mostró un conformismo criticable con la séptima plaza. Pero, ojo, si la Real hubiera ganado su último partido contra el Villarreal habría sido sexta y esta eliminatoria contra el Krasnodar se habría jugado igual. No llegar a la Europa League es un fracaso y los fracasos han de tener consecuencias. La Real sabrá si quiere que esas consecuencias surjan de los despachos o del vestuario, Arrasate tendrá que decidir si se siente capacitado para hacer que reacciones este grupo de futbolistas, poseedores de muchísima calidad pero que por algún motivo que excede las capacidades del entrenador no están rindiendo a su nivel. Krasnodar 3 - Real Sociedad 0. Es un resultado infame, escrito desde ya en los libros de historia y que en el ahora produce un efecto helador inconcebible.

Es evidente que la Real no está jugando demasiado bien. Pero hay que asumir también que con los jugadores que tenía en el campo el debate sobre esquemas, entrenadores o posiciones es hasta superfluo. No hay excusas, dijo Xabi Prieto en la víspera. Y es que no las hay. Tampoco el calor que ha provocado el pintoresco parón a la media hora de cada una de las dos mitades del encuentro. La Real, contra un equipo del nivel del Krasnodar, debe ganar nueve de cada diez partidos y el décimo sería un accidente. Pero lo que ha sucedido en el Kuban Stadium, desde hoy un lugar para la historia negra del equipo txuri urdin, no ha sido un accidente. No lo ha sido porque la Real nunca ha sido mejor que el Krasnodar, y en eso sí hay que apuntar al nuevo esquema, que ha naufragado en todas sus supuestas bondades. Todas las estadísticas del partido han jugado a favor de los rusos, que han tenido más balón, que han tirado más a puerta, que han generado más ocasiones de gol, que han dispuesto de más córners, que hasta han hecho más faltas a pesar de todo, y que, por supuesto, han convertido tres goles más que la Real, con la ayuda también de un medriocre colegiado polaco que ayuda a pensar que lo de la UEFA es igualmente vergonzoso.

Antes de que el señor Marcinak desnivelara caprichosamente el marcador, que no el partido, la Real se había empeñado en no asumir el rol que debía jugar en este partido de vuelta. El 0-1, ese resultado que nunca pareció estar cerca de llegar, habría derrotado a este equipo con más facilidad incluso que al Aberdeen en la eliminatoria precedente, porque a los equipos escoceses siempre les queda ese sabor a fútbol añejo que obliga a luchar hasta el final. Este conjunto ruso no parecía tener eso, no lo demostró en Anoeta ni tampoco en el Kuban. Lejos de lo que cabía esperar, su inicio de partido fue plácido para la Real. Los rusos, siempre lejos del área de Rulli, que tendrá ya para siempre un terrible recuerdo de su debut con la camiseta txuri urdin a pesar de su sobresaliente actuación, sólo inquietaban a balón parado. No es nuevo, ni siquiera de esta temporada, pero la defensa de la Real en las jugadas de estrategia fue terrible. Jedrzejcyk dispuso de un cabezazo completamente solo y Granqvist dispuso de un tiro también sin demasiado marcaje en el despeje de una secuencia de cuatro córners consecutivos a favor del Krasnodar.

La Real no opuso prácticamente nada en ataque. El famoso rombo de Arrasate no carbura más que a ratos, y en el Kuban no se vio ninguno de esos momentos de lucidez. La única forma de que ese esquema sirva es que Markel, Pardo y Zurutuza, los tres titulares ante el Krasnodar, den un paso adelante y es bastante evidente que no lo han dado. Si ellos no lo sostienen, da absolutamente igual cuánta calidad se junte en el centro del campo porque el balón jamás llegará a posiciones de peligro, y no importa cuánto cabalguen los laterales (Zaldua fue de nuevo lo poco salvable) porque su actuación será anecdótica. Lo único que logró sumar en ataque la Real en el primer tiempo fue un cabezazo muy defectuoso de Iñigo Martínez y un disparo fuera, muy fuera, de Agirretxe tras un buen pase de Prieto. A cambio, la única buena noticia que se iba pudiendo constatar en esos minutos es que la Real se ha hecho con la cesión de un espléndido portero. Rulli hizo una parada estratosférica al sacar con una estirada felina un nuevo cabezazo de Jedrzejcyk tras un córner. A pesar de que el Krasnodar no demostró nada del otro mundo, lo mejor al descanso era el 0-0.

Dio la impresión de que con el arranque del segundo tiempo la Real trató de adelantar las líneas, y eso provocó una primera ocasión de Canales que acabó en córner aunque su disparo parecía que no iba a coger portería. Pero el espejismo duró apenas unos minutos. Para el cuarto de hora, Rulli ya había tenido que recordar que él era el único realista que estaba dando un nivel adecuado para un partido de estas características con una doble parada, aunque la segunda de ellas no valiese porque el colegiado ya había señalado fuera de juego. El sufrimiento empezaba a ser palpable, aunque el Krasnodar no diera para intimidar demasiado, más que con cuentagotas, y encontrándose con un Rulli siempre muy inspirado. Pasada la primera hora de juego, Arrasate hizo uno de sus cambios habituales, colocando a Granero por Pardo. Ni frío ni calor, ni con la entrada de uno ni con la salida de otro. Y es que los cambios en la Real hace mucho que no parecen efectivos.

Pero, claro, la eliminatoria estaba muy abierta con el 1-0 de Anoeta y la Real no estaba haciendo gran cosa por cerrarla, ni siquiera jugando con el nerviosismo que el paso de los minutos pudiera sembrar en las filas rusas. El Krasnodar estaba a un solo gol de empatar la ronda y eso da demasiado margen a los accidentes. El de hoy, a pesar de que la Real hizo bastante para que llegara de otra forma, tuvo color arbitral, lo cual tampoco es una sorpresa. El polaco Marcinak, muy casero todo el partido en la señalización de las faltas, convirtió algo que no era ni siquiera un forcejo en penalti de De la Bella, al que también amonestó. Al menos esta vez sí salió todo el equipo a protestar la dramática decisión del colegiado, cuyo nombre engrandece aún más la podredumbre de la UEFA en ese como en otros muchos aspectos del fútbol contemporáneo. Pero por supuesto no sirvió de nada porque el asistente decidió adoptar la posición más cobarde, a pesar de los intentos de los realistas de que el colegiado principal consultara con él. Joaozinho no desaprovechó el regalo arbitral e igualó la eliminatoria cuando quedaban por disputarse algo menos de veinte minutos.

A partir de ahí, la Real se deshizo de una forma impresentable, indigna de la historia que representa la camiseta que llevan los once jugadores que estaban en el campo, profesionales suficientemente cualificados para hacer algo más que ésto, por mucha responsabilidad que tenga su entrenador en lo que por desgracia no queda ya más remedio que admitir, salvo enorme golpe de timón en las próximas fechas, como una progresiva y quién sabe si imparable devaluación. Rulli tuvo tiempo para salvar dos goles antes de que la noche se convirtiera para él en un increíble drama, porque tuvo que abandonar el partido por lesión. Muy a su pesar y sin tener culpa absolutamente de nada, la marcha del arquero argentino, de largo el mejor jugador txuri urdin, fue la imagen del descalabro que estaba protagonizando el equipo. Y menos mal que a Arrasate le quedaba un tercer cambio y pudo colocar bajo palos a Zubikarai. Pero prácticamente en la primera jugada tras el cambio, el Krasnodar hizo el 2-0, sorpréndanse, tras un mal despeje de una jugada a balón parado que le cayó a Pereyra en la frontal del área para enganchar un buen disparo junto al palo.

Quedaban sólo dos minutos y la Real se lanzó, como diría el bueno de Toshack, como pollos sin cabeza a por el gol que le diera la clasificación, ya con Vela en el campo en lugar de un apagadísimo Zurutuza. El justo castigo a tan poca ambición durante el partido o al conformismo en la ida con un 1-0 que no reflejaba la superioridad realista frente al Krasnodar fue que la triste eliminación devino en sonrojante goleada. Ari hizo el tercero en un contragolpe que culminaron tres atacantes del Krasnodar solos ante Zubikarai, después de que, y sin ser especialmente responsable del gol, el único defensor realista, Elustondo, mostrara de nuevo una endeblez que invalida la misión de rescatador de la zaga que le ha encomendado el club (no sólo el entrenador). El final fue aún más esperpéntico. Marcinak, en un gesto casi miserable, puso siete minutos de descuento para una eliminatoria rota, decisión que se podría haber vuelto en su contra si la madera no repele una postrera acción de Iñigo Martínez. Pero en realidad sólo hubo tiempo para que todo quedara aún más feo con una tangana que terminó con la expulsión de Markel y Joaozinho.

La Real está fuera de Europa. No sorprende viendo las dudas que estaba generando el equipo desde hace ya demasiados meses, pero quema como las brasas del infierno porque la plantilla de la Real es mucho mejor de lo que está demostrando sobre el césped. y sí, ha de haber consecuencias. No vale agachar la cabeza, esperar que el temporal escampe o mirar hacia otro lado. Este 3-0 en Rusia ha sucedido. La eliminación destroza por completo lo que el club quiso colocar como un éxito europeo cuando era una penitencia peligrosa, rompe en mil pedazos la explicación que se dio de la triste andadura en la Champions League y arruina la apuesta del Consejo por Arrasate. Y lo que es más lamentable, da argumentos a quienes han roto el corazón de los realistas abandonando el barco para competir en otros equipos. Sí, eso también es una consecuencia de la desgraciada actuación de la Real en Rusia, que cierra así su participación europea más patética en varias décadas y sume en las tinieblas el futuro más cercano del equipo, salvo que con fútbol comience a demostrar lo contrario.

6 comentarios:

Antonio R. dijo...

Ridiculo.

Antonio R. dijo...

Bueno jode pero tampoco es la champions league. No deja de ser un torneo de segunda que hasta las ultimas rondas no interesa a nadie. Y teniendo la real una plantilla tan justa no es recomendable gastar fuerzas en viajes largos y partidos entre semana. Hay que centrarse en la liga que es lo que cuenta.
Eso no quita que sea preocupante y todos sean culpables aunque a mi particularmente no me gusta el entrenador. Y lo digo ahora. A principio de temporada. No me parece un Cholo que arrastre a toda una plantilla hacia algo grande. No digo que no tenga conocimientos pero siempre me ha parecido un mustio sin sangre.

Unknown dijo...

Tu comentario es masque respetable, pero desde mi punto de vista la real no lo estaba haciendo tan mal, excepto en varias ocasiones el krasnodar no había creado ocasiones de peligro y la real habido algún momento que si habido creado alguna ocasión (remate de canales, un fallo en el remate de zurutuza y de otro de agirretxe),cuando mejor estaba jugando la real ha llegado el penalti por decreto (tenían que pasar los rusos).y luego te doy la razón el equipo desapareci iinexplicablemente (los de ETB comentaban en euskera que tenían que mantener la calma que solo habian empatado la eliminatoria y que todavía no estábamos fuera). Pero no se que les paso, pero fue un acoso y derribo de los rusos, cosa que no habían hecho los 75 minutos anteriores.y después del 2_0 mejor no hablar.
De todas formas el krasnodar no es ningún paquete y basta que nos ha eliminado (aunque antes del penalti no ha sido mejor que nosotros en los 165 minutos anteriores) le deseo lo mejor tanto en la liga rusa y sobre todo en la Europa leegue, a la larga no seria tan fracaso si llegara lejos.
Gira krasnodar, txapelduna izango dará ( seras campeon).

Unknown dijo...

También quería decir que si no había pitado ese penalti problemente ahora estaríamos hablando de una clasificación decepcionante, pero que estaríamos en la fase de grupos y que nadie se acordaría de ese partido.
Perdonarme pero casi me hecho simpatizante del krasnodar. Cuanto más lejos lleguen más minimizaran nuestro fracaso.
Gora krasnodar. Era batez ERE gira reala!.

Unknown dijo...

Mucho ánimo. Todos los años hay alguna que otra sorpresa desagradable en estas rondas de chichinabo. Ya nos tocó a los sevillistas hacer el ridículo con el Hannover96 hace unos años, pero no es el fin del mundo.

Un saludo y suerte en Liga y Copa!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Antonio, no lo vemos igual. Para llegar a las últimas rondas hay que pasar por éstas y hay que saber darles importancia. La Copa de 1987 se ganó eliminando a equipos como el Montijo o el Baskonia, al Eibar o al Villarreal (cuando ambos eran de Segunda B). Y tampoco veo que la Real tenga una plantilla tan corta. Pero me encanta ver disparidad de opiniones, es la salsa del debate.

Guti, yo no lo pienso de forma tan tajante. No me gusta que el entrenador sea el paraguas de los jugadores, y más cuando son tan buenos como éstos. Y ya sabéis que a Arrasate le veo luces y sombras, es lo que defiendo desde hace tiempo.

José Ricardo, por supuesto, todos los puntos de vista son respetables. Para mí, hay mucha diferencia entre el Krasnodar y la Real y no se vio por deficiencias nuestras y no méritos de los rusos. Y por supuesto que hay que tener en cuenta que en la eliminación influye un penalti que no era y la pérdida de cabeza del equipo por no entender que el 1-0 era el empate, no una debacle.

Kike, muchas gracias. Está claro que no es el fin del mundo, pero días así marcan mucho. Veremos cuánto lo hace, pero como decía al fútbol esto sólo se soluciona con fútbol. A ver si lo han entendido, y más después de este 4-2 al Madrid de ayer. Gracias e igualmente, también en la Europa League.