Una vez despreciada la posibilidad de medir el joven talento de la Real contra la asentada categoría del Barcelona, llega la hora de probar al equipo de Philippe Montanier como visitante en su segunda prueba lejos de Anoeta (sábado, 22.00 horas, Iberostar Estadi, La Sexta). Dos partidos ya disputados, una victoria y una derrota. A la renuncia de Barcelona le siguió un buen debut en Anoeta que se debió solventar con mucha más claridad de la que expresó el marcador final. La timorata apuesta en el Camp Nou encontró su reflejo luminoso en la alegría atacante que sufrió el Celta en su visita a San Sebastián. Y ahora le toca a Montanier decidir qué Real quiere enseñar lejos de San Sebastián. El temor está en que toque lo que funciona y que prolongue la leyenda de sentar al autor de los goles. La esperanza, en que la Real asuma por fin todo el fútbol que lleva dentro y juegue lejos de Anoeta como lo hace en algunos tramos de los partidos ante su público.
De un tiempo a esta parte, las convocatorias de Montanier generan casi tanta expectación como sus onces iniciales. En esta ocasión, los 19 escogidos hacen que la alineación del técnico francés en Mallorca sea todo un misterio. Hay tres bajas con respecto al grupo que escogió el galo para enfrentarse al Celta, todas ellas por problemas físicos: Zubikarai, Elustondo y Chory Castro. Los cuatro que entran son noticia por diferentes motivos. Iñigo Martínez y Zurutuza entran en su primera convocatoria tras superar sus respectivas dolencias, y es una sorpresa especialmente la presencia del centrocampista. Vuelve Javi Ros, que debutó en Primera en el Camp Nou. Y entra por primera vez Royo, que será el suplente de Claudio Bravo. Una vez cedido Sarpong al Hércules y teniendo en cuenta el parte médico, Montanier sólo ha tenido que descartar a un jugador, que ha vuelto a ser un Carlos Martínez que da la impresión de que lo tendrá difícil para lograr la confianza de Montanier si no media sanción o lesión de Estrada.
Bravo será el portero titular, regresando de nuevo al campo en el que debutó con la Real. La defensa sólo parece plantear una incógnita, y es el nombre del lateral izquierdo. De la Bella ha iniciado bien la temporada, pero José Ángel, fichaje de este verano, aún no ha jugado en ese puesto. Por la derecha jugará Estrada y en el centro sería una sorpresa que no entrara Iñigo Martínez para acompañar a Mikel González. Cadamuro estará en el banco. Sin Elustondo, parece claro que Markel Bergara será el 4 del equipo. Pero la duda está en sus acompañantes, que determinarán qué apuesta hace Montanier. Illarramendi parece fijo y Zurutuza sería raro que entrara en el once. Mantener a Griezmann reforzaría el mensaje ganador. Ros parece una opción más conservadora y la duda, camino de ser eterna, vuelve a ser si Pardo tendrá un hueco en el once inicial. A falta de conocer el descarte, Montanier se lleva toda la artillería. Si Griezmann jugara en el ataque, Xabi Prieto, Vela y Agirretxe (bigoleador la pasada jornada) se jugarían dos puestos. Vistos los precedentes, Ifrán tiene menos opciones.
La Real arranca la tercera jornada en la duodécima posición, gracias a los tres puntos que consiguió ante el Celta. El Mallorca, por su parte, es sexto (la última posición europea) con cuatro puntos, los que logró ganando en casa al Espanyol por 2-1 y empatando en Málaga en la pasada jornada. El balear es uno de los nueve equipos que todavía no conoce la derrota en lo poco que llevamos de Liga. El foco de atención en este partido, una vez que Montanier aclare el descarte y siga perfilando el papel de todos sus jugadores en este equipo, está en el rendimiento que pueda dar la Real lejos de Anoeta. El equipo txuri urdin no ganó ni un solo encuentro como visitante en la segunda vuelta de la temporada pasada, emulando lo que sucedió en la anterior, con Martín Lasarte en el banquillo. Si esta Real quiere aspirar a algo más que la permanencia, debe ser más regular a domicilio y campos como el Iberostar parecen propicios para luchar por los tres puntos en condiciones de igualdad. En las filas del Mallorca hay tres ex realistas, Nsue, Víctor y Martí.
Mallorca y Real Sociedad se han visto las caras en las islas en 24 ocasiones, 21 de ellas en Primera División. El balance es claramente favorable a los locales en la máxima categoría, con sólo tres victorias del conjunto donostiarra y seis empates, por doce triunfos bermellones. La victoria más abultada de la Real es el 1-3 de la temporada del subcampeonato, la 2002-2003, con goles de De Pedro de penalti, Karpin y Kovacevic. La mayor goleada del Mallorca es el 5-2 de la temporada 2005-2006. Aunque con el cambio de siglo la Real acumuló cuatro temporadas consecutivas puntuando en Mallorca, no gana allí precisamente desde el año 2003. Desde entonces, ha acumulado cuatro derrotas y dos empates. En el Iberostar han jugado en diez ocasiones, con dos triunfos de la Real y cinco del Mallorca. En Segunda División, estos dos equipos se han enfrentado en tres ocasiones, todas ellas en la década de los 40 del siglo pasado, en los que la Real no conoce la victoria, sólo sumó un empate a uno en la temporada 45-46 y los otros dos encuentros se saldaron con triunfo local.
La última vez que la Real visitó Mallorca fue en la Copa del Rey de la pasada temporada, en la sonrojante noche del 6-1 que supuso la eliminación del equipo de Montanier. Con el 2-0 favorable de la ida y un gol más anotado por Ifrán al comienzo del partido de vuelta, la Real se dejó remontar en un partido inaceptable. Encajó cuatro goles en ocho minutos antes del descanso. Montanier, brazos a la espalda, no movió ficha hasta que la debacle era irremediable y el 6-1 campeaba ya en el marcador. Una noche muy negra. En la Liga, el equipo txuri urdin se llevó también una derrota de Mallorca pero el escenario fue diametralmente opuesto. Era la quinta jornada del campeonato liguero y la Real todavía estaba intentando encontrar su fútbol. En Mallorca exhibió grandes ideas, con algo de lentitud, y mereció ganar con claridad, pero estrelló tres balones en los palos. Agirretxe no desaprovechó una gran asistencia de Vela para adelantar a los realistas, pero el Mallorca empató casi inmediatamente por medio de Víctor y el ahora txuri urdin Chory Castro hizo el 2-1 ya en la segunda mitad. Esta fue una derrota inmerecida.
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