La Real ha sido madrugadora este año y ya ha vuelto a los entrenamientos. La foto de grupo del primer día, la imagen de las incorporaciones del equipo y la primera rueda de prensa del entrenador. Todos esos detalles son los que hacen que siempre, irremediablemente, se parta de cero cada verano. Las dudas de la temporada anterior forman parte ya del pasado, aun teniendo todavía a Philippe Montanier como comandante del barco en esta nueva travesía. El capitán es ya Xabi Prieto, aunque tanto los jugadores como los aficionados nos sintamos raros al ver una estampa del equipo sin la figura de Aranburu. A mediados de agosto todo empieza de nuevo, sin ataduras. No valen excusas ni viejas explicaciones. Ni siquiera los viejos temores. La Real 2012-2013 ya está en marcha y no tiene por qué repetir aciertos o errores de la Real 2011-2012.
Sin embargo, el pasado está ahí por algo y no se puede olvidar. Eso es lo que tienen que tener en cuenta la Real y sus responsables esta temporada. A muchos, entre los que me incluyo, nos costó entender la falta de ambición que se respiró durante la pasada Liga. La excusa estaba en la juventud del equipo y en la falta de experiencia con el grupo y en la Liga española de Montanier. Ya no valen esas excusas. El grupo tiene un año de experiencia en Primera División y sólo habrá en la plantilla un jugador que no haya debutado en la máxima categoría, Javi Ros (que tuvo, no lo olvidemos, su bautismo de fuego con el primer equipo hace ya tres años, por lo que algo sabrá acerca de qué va esto). ¿Y Montanier? En el técnico siguen puestas muchas miradas, y con razón.
En su primera rueda de prensa, el francés ha explicado que el reto es mejorar la pasada temporada. No me quito de encima la sensación de que está hablando más de cuestiones clasificatorias que de otras cosas que generaron más frustración en el último año que la propia tabla, pero aún así es cierto. Hay que mejorar. Hay que mejorar mucho y en muchos aspectos. La Real cuenta con una buena plantilla que hace que el mensaje de Xabi Prieto en la víspera, ejerciendo ya de capitán, me haya convencido muchísimo. Hay equipo para pelear por grandes objetivos. Con todos los defectos exhibidos desde el regreso a Primera y a pesar de que la permanencia ha sido el único objetivo que se ha permitido este equipo a sí mismo, Europa no ha estado en realidad tan lejos en ninguna de las dos campañas. Es hora de dar un paso al frente del que todos se hagan responsables. No darlo sería una profunda decepción.
Esa incógnita, en todo caso, planeará sobre el equipo hasta los dos primeros meses de competición. Será entonces cuando muchas dudas comiencen a resolverse. Y, a menos que el verano nos traiga movimientos, será entonces cuando sepamos si es verdad que Montanier cuenta con todos los jugadores de su plantilla. Llorente e Ifrán siguen estando en el centro del pensamiento del aficionado txuri urdin. Toda la temporada pasada, las vacaciones y la primera rueda de prensa del entrenador no han servido para aclarar en nada su futuro, más bien al contrario. Quizá ahora no se puede decir mucho más de lo que ha afirmado Montanier, que en pretemporada cuenta con todos y que ya veremos si hay salidas durante el verano, pero no me contenta esa incertidumbre. Hemos vuelto, pero el verano, por mucho que la Liga vaya a empezar antes que nunca, será largo para todos.
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