Martín Lasarte se ha acostumbrado a jugar al despiste con la prensa y, por extensión, con los aficionados a la hora de confeccionar sus once iniciales. ¿Que deje entrever que va a dar descanso a Griezmann? El chaval juega. ¿Que a preguntas de los periodistas destaca el trabajo y el juego de algún jugador en concreto, en este caso Agirretxe? Se queda en el banquillo. Nsue como delantero único fue la gran novedad del once del técnico realista y fue un experimento que no terminó de salir bien, como bastantes de las cosas que intentó la Real en Irún. Vaya por delante que si un equipo mereció la victoria fue el de Lasarte. Vaya también por delante que los dos equipos tuvieron ocasiones para ganar, aunque más numerosas fueron las del conjunto que vistió de rojo. Pero también es obligado decir que no fue un buen día para la Real. Y no lo fue por muchas razones.
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La fundamental hay que encontrarla en el resultado final, claro. Si se juega para ganar, hay que ganar. Si se tiene lo necesario para sumar los tres puntos, se ha de hacerlo. La magnífica actitud del equipo consiguió que el siguiente paso, el de no perder, se consiguiera sin apenas sufrimiento, pero en Irún se quedaron dos puntos que debieron ser para la Real. ¿Por qué? Porque el 0-0 parecía un botín muy asequible, casi asegurado sólo con la gran calidad de la defensa txuri urdin y de su portero y teniendo en cuenta las limitaciones del equipo local. Bravo, lesionado. Riesgo, lesionado. Y aún así la Real cuenta siempre con un porterazo. Este fin de semana, Zubikarai. El canterano siempre se las arregla para mostrarse seguro en líneas generales (aunque suele también dejar alguna duda por alto) y hacer un paradón que dé puntos a la Real. En Gal, esa acción llegó a diez minutos del final, al despejar un lanzamiento de falta. Y lo de la línea defensiva es, sencillamente, impresionante. Pero a partir de ahí empiezan los problemas de la Real. Su fútbol de ataque no bastó para adelantarse y, aunque también realizó un gran partido bajo palos, Jauregi tampoco tuvo que hacer nada extraordinario para repeler las ofensivas visitantes. ¿Por qué? Fácil de ver (y muy difícil de corregir). No hubo conexión entre la transición y la resolución. Nsue en punta no funcionó. Nunca supo recibir en condiciones, ni de espaldas ni en carrera y tampoco conectó con el llamado a ser su principal surtidor de balones, Zurutuza, que acabó agotado pero sin dar demasiado al juego de la Real, sólo algunas pinceladas. Nsue, que destacó curiosamente por sus caídas a banda, pudo marcar en dos ocasiones. En la primera, a pase de Zurutuza, falló su zancada y el portero llegó antes al balón. En la segunda, ya sin ángulo en el momento del tiro tras regatear a Jauregi, un defensa sacó el balón bajo palos.
Griezmann no termina de recuperar el nivel de hace algunas semanas y en Irún ni siquiera estuvo acertado a balón parado (aunque fue Prieto el principal lanzador y eso restó poderío en el remate). No se puede considerar sorprendente que estos tres jugadores, Nsue, Zurutuza y Griezmann, fueran los tres cambios de Lasarte. El peligro de la Real, una vez Rivas apuntalaba bien el centro del campo (como siempre, aunque de más a menos), vino de los otros dos hombres del centro del campo: Aranburu y Xabi Prieto. El capitán se animó a subir con más frecuencia de lo habitual, y eso siempre lo agradece el equipo. Suyas fueron las dos mejores jugadas personales del partido, dos preciosos slaloms que, por desgracias, acabaron sin remate. En el primero de ellos, un defensa repelió su centro desde la línea de fondo. En el segundo, Nsue se metió en fuera de juego (a Bueno se le ha criticado eso mucho durante la temporada, pero Nsue cometió el mismo error demasiadas veces en Gal, para colmo un campo más pequeño que Anoeta).
Prieto se bastaba para desarbolar el centro del campo irundarra con una facilidad insultante. Tanto, que en apenas veinte minutos ya había sufrido cuatro faltas y forzado una tarjeta (y dicho esto, ¿es normal que el Real Unión haga 24 faltas y se lleve cuatro tarjetas y la Real sume tres amonestaciones con sólo 14 infracciones? No suele ser justo el baremo arbitral con lo que siempre ofrece la Real en este aspecto). Xabi Prieto, además, fue el catalizador de las acciones de más peligro de la Real en la primera mitad, al disparar desde la frontal una dejada de Griezmann y al peinar un corner que ni Nsue ni Mikel González supieron interpretar a tiempo. La Real rondaba el área irundarra con peligro pero la pólvora parece agotada. Bueno no está (y se le está echando en falta), Agirretxe no marca desde hace cuatro meses y se está pagando en alguna medida la falta de confianza en Viguera a lo largo de la temporada. Con más minutos en la primera vuelta, quizá podría ser ahora una alternativa fiable para jugar 90 minutos.
En cualquier caso, la sensación de superioridad fue aplastante durante 70 minutos. Con los cambios, se diluyeron buena parte de las esperanzas de ganar el partido, el juego se hizo más espeso y el Real Unión contó en esos minutos finales con dos ocasiones para desnivelar el partido, la ya referida que desbarató Zubikarai y una anterior a puerta vacía. Agirretxe tuvo el partido en un remate de cabeza muy claro, pero el balón cayó muy cerca del portero local, demasiado cerca para la facilidad con que se efectuó el remate. Y dispuso de una segunda llegada clara. En buena posición, entrando por el vértice izquierdo del área irundarra, disparó inocentemente fuera del marco de Jauregi. Para entonces, el partido ya agonizaba sin que los cambios de Lasarte hubieran dado mucho resultado. Personalizar siempre es delicado, pero Songo'o acaparó todas las miradas. No está rindiendo en absoluto como se esperaba de él. La sequía actual de la Real hay que buscarla en la ausencia de su hombre gol, sí, pero también en que otros jugadores no han asumido la responsabilidad anotadora que les toca. Songo'o es uno de ellos, porque además su aportación al juego es escasa.
El sustento de la Real en los últimos minutos estuvo en dos de los hombres del partido y de este tramo de la temporada. Carlos Martínez y De la Bella se han consolidado como dos magníficos laterales, y eso que ninguno de los dos tuvo suerte durante la primera vuelta. El navarro se lesionó en el primer entrenamiento de la pretemporada y eso, añadido al notable rendimiento del reconvertido Dani Estrada, le condenó al ostracismo durante la mitad del campeonato. Su aparición ha sido un soplo de aire fresco para la Real que no sé si estamos valorando como se merece. En el caso del catalán, la sorpresa es doble. Carlos Martínez no engaña a nadie, sabemos de sus cualidades y de sus defectos. De la Bella, en cambio, se pasó la mitad de la temporada sin enseñar nada que justificara su fichaje. Nadie se llevó las manos a la cabeza cuando Mikel González acabó jugando de lateral izquierdo. Pero resulta que De la Bella se ha destapado como un pieza magnífica, tanto defensiva como ofensivamente. Ellos sustentan lo que el centro del campo no aporta.
Como viene sucediendo durante toda la segunda vuelta, la interpretación del resultado es múltiple. Yo reconozco que salí molesto de Gal. Creo que era un partido claro para vencer y no se venció porque faltó fútbol. No actitud, ojo, porque en toda la temporada a este equipo sólo le ha faltado eso durante el tramo final del partido en Alicante y en las dos salidas a Córdoba y Huelva. Pero sí que la superioridad que todos veíamos se plasmara en el marcador. Son dos puntos perdidos, pero eso no signifique que el punto logrado no valga. Vale y mucho. Todos sabemos que ganar los partidos de casa bastará seguramente para que la Real suba, por lo que todo lo que se gane fuera es importante para afianzar la posición en la tabla y prevenir algún tropiezo. Pero ganar el sábado hubiera sido casi definitivo.
Los fallos de Betis y Elche hacen que las preocupaciones de la Real se centren ahora (todavía hay tiempo para que la situación cambie, seis jornadas son muchas) en el Hércules. Levante y Cartagena ganaron. Están a tres puntos, pero son cuatro por el average. El Hércules juega esta noche y lo hace estando a ocho puntos. Ganando serán cinco, que sigue siendo una distancia considerable con respecto al cuarto clasificado como para que la Real, el líder de Segunda (que nadie lo olvide), afronte el final de temporada con tranquilidad. Lo que hagan los alicantinos determinará el valor real del punto de esta jornada y ganar al Castellón definirá la importancia del próximo partido, en Sevilla ante el Betis. Eso sí, subir en la ciudad hispalense parece casi descartado pase lo que pase la próxima jornada. Sumamos y seguimos. Quedan seis estaciones y todas son tan importantes como las precedentes.
3 comentarios:
Se debería haber ganado, otra oportunidad fuera de casa perdida.
Nos falta llegada, y los delanteros llevan demasiado tiempo con la pólvora mojada.
Gano el Hercules que parece el mas peligroso para quitar una de las tres plazas de ascenso.
El viernes hay que ganar al Castellon si o si.
Por oportunidades se tenía que haber ganado, pero bueno, seguimos sumando y los 70 están más cerca.
Lo mejor de la jornada es que se descuelguen Elche y Betis, que si tienen difícil coger a Levante y Cartagena, pues a la Real ni te digo, tendrían que ganar los 6 partidos ó 5 y un empate.
Si los rivales son Cartagena, Levante y Hércules, en el calendario hay un Cartagena-Levante y un Cartagena-Hércules, y ahí se van a restar, y con poco que se dejen en algún otro partido lo tenemos con 70.
Soy el primero que habla de cuentas, lo reconozco, pero todo esto se acaba ganando 3 partidos y no hay que tirar de calculadora.
Hay que ganar al Castellón y no importa cómo(aunque para la Real decir que 1-0 y de penalty sonaría a chiste).
Cityground, llegada creo que tenemos, o por lo menos tenemos la que hemos enseñado en muchos partidos de la temporada, pero sí falta pólvora. Sí o sí, estoy de acuerdo, hay que ganar al Castellón.
Javilanzarote, eso también es cierto, llevamos cuatro semanas sumando y eso siempre acerca al objetivo. También estoy contigo en que los duelos directos nos van a acercar a Primera. Ya podíamos ganar los tres próximos y, como dices, dejarnos de cuentas...
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