Irún debe vivir el último derbi de la Real en Segunda (sábado, 18.00 horas, Gal; ETB-1). Después de tres años en la categoría de plata, el equipo txuri urdin está cerca de recuperar su sitio en la élite. Y si lo quiere, todavía se lo tendrá que ganar en las siete jornadas que quedan para el final de la competición. El campo irundarra es una plaza perfecta, en un derbi, con buen ambiente, lleno en las gradas y mucha presencia de aficionados realistas, para dar por fin el ansiado golpe sobre la mesa y acercar muchísimo el objetivo final. Ganar no sólo supondría alcanzar los 66 puntos, sino lanzar un mensaje claro: que la Real no va a dejar escapar el premio del ascenso y que tendrán que hacer una racha final intachable para inquietar a los de Martín Lasarte. Ganar supondría también romper una racha de casi cuatro meses sin conocer la victoria lejos de Anoeta. Y supondría prolongar el estado de felicidad de este equipo y de su afición, cada día más cerca de la fiesta final.
Y eso que Lasarte no gana para sustos últimamente. El último entrenamiento en Zubieta le ha dejado una nueva mala noticia en forma de lesión. Riesgo ha sufrido una fractura en la mano y no estará en Irún, con lo que la portería txuri urdin vive el enésimo vuelco esta temporada. Zubikarai volverá a ser el titular y Mandaluniz estará en el banquillo. En todo caso, la portería realista es el puesto mejor cubierto como han demostrado Bravo, Riesgo y Zubikarai a lo largo de la temporada. Éste no es, obviamente, el único cambio en una lista en la que aparecen tres nombres nuevos. Dos ya estaban previstos, Diego Rivas y Aranburu, que vuelven una vez cumplidas sus sanciones (y, en el caso del primero, superar un esguince de tobillo) y devuelven al Sanse sin haber podido debutar a Illarramendi y Albistegi. El otro relevo supone una rotación ya habitual en las listas del técnico realista: Songo'o entra en lugar de Johnatan Estrada.
La alineación titular no debiera distar demasiado de la formada por Zubikarai; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Diego Rivas, Aranburu; Xabi Prieto, Zurutuza, Nsue; y Agirretxe (que busca romper una sequía de nada menos que 16 jornadas sin marcar, desde que anotara ante el Cádiz el 9 de enero). No obstante, hay algunas dudas. Labaka podría entrar en el once, aunque no es fácil aventurar por quién. La estrategia parece ser una de las obsesiones de este partido (El Real Unión domina esta faceta y el último gol encajado por la Real, en Cartagena, llegó por un fallo en una de estas jugadas) y quizá Labaka refuerce la defensa. Ese planteamiento sugiere el nombre de De la Bella como sacrificado, pero el lateral está en un gran momento. Difícil de decir qué hará Lasarte. Donde sí parece la cosa más clara es en la situación de Griezmann, que seguramente descansará. Nsue, toda vez que Estrada no está en la lista, tiene todas las papeletas para ser el titular en ese puesto.
Mucho se ha hablado esta semana de la motivación de unos y otros. Bien es cierto que el Real Unión se juega la vida después de haber recuperado el aliento con seis puntos seguidos. ¿Pero existe una mayor motivación que el ascenso a Primera? ¿Que colocarse en la Historia txuri urdin al mismo nivel que los héroes de Puertollano? ¿Que alcanzar por fin la posibilidad de butar en Primera en el caso de muchos realistas? Aunque eso habrá que demostrarlo en el campo, no creo que a motivación pueda ganar el equipo local. A Historia, tampoco. Y la diferencia en la clasificación entre los dos equipos es nada menos que de 27 puntos y 20 puestos. Que estos tres aspectos se noten sobre el césped. El césped, precisamente, es otro de los elementos a tener en cuenta. Las lluvias de la semana y las que se prevén para este sábado podrían dificultar un juego más técnico y reducir el derbi a sus características más primarias de fuerza, lucha y entrega. La inferioridad de la Real en Cartagena será el modelo a seguir. Y ojo porque arbitra Pino Zamora, el árbitro que desquicio el partido en Anoeta ante el Levante.
La tabla sigue marcando el magnífico estado de salud de esta Real, más aún después de la victoria ante el Rayo de la última jornada y los resultados de algunos rivales directos como Elche y Betis, que, con especial importancia en el caso de los sevillanos, de nuevo se dejaron puntos en el camino. El equipo txuri urdin sigue líder, y lo seguirá siendo incluso en caso de derrota en Irún, pues mantiene cinco puntos de ventaja sobre Levante y Cartagena, segundo y tercer clasificados respectivamente. Los primeros viajan a Huelva, los segundos reciben al Numancia, en lo que, esta vez sí, parece la última opción de los sorianos para engancharse a la pelea. El Hércules, cuarto con 56 puntos y siete por debajo de la Real, cerrará la jornada el lunes en casa ante el Córdoba. Elche y Betis están a nueve puntos de los de Lasarte. Los ilicitanos viajan a Cádiz, los sevillanos reciben al Murcia.
La Historia obliga a echar la vista atrás bastantes décadas para encontrar precedentes ligueros (lo que también explica que este partido sea todo un acontecimiento), y éstos son bastante favorables a la Real. Ocho visitas ha rendido hasta ahora a Irún y ha ganado nada menos que en cinco. Los otros tres encuentros acabaron con victoria del Real Unión, sin que se haya producido hasta la fecha empate alguno entre estos dos equipos. En Primera, ambos equipos se cruzadon en las cuatro primeras temporadas de la Historia de la Liga, de la 28-29 a la 31-32. La Real venció 2-3 en la primera de ellas, con dos goles de Bienzobas y uno de Kiriki, y 2-4 en la temporada 30-31, repitiendo Bienzobas el doblete y con otros dos goles de Mariscal. El Real Unión venció 3-2 en la 29-30 y 2-0, su triunfo más amplio, en la 31-32, la última vez que se vieron las caras en la máxima categoría del fútbol español.
En Segunda, la estadística es aún más favorable a la Real, con tres victorias en cuatro partidos, dos de ellas además con goleadas de escándalo: 2-5 en la temporada 39-40 (dos goles de Terán y Epi, y uno de Chechu) y 1-6 en la 40-41 (tres de Chipia y uno de Pedrín, Chechu y Terán). La última vez que se enfrentaron Real Sociedad y Real Unión fue en Segunda, y ganaron los donostiarras. 1-3 fue el resultado en la campaña 63-64, con goles para la Real de Eceiza, Urreisti y Amas. Aquel año, ninguno de los dos equipos logró los objetivos que también persiguen esta temporada: ni la Real consiguió subir a Primera ni el Unión mantenerse en Segunda. La única victoria del conjunto local en Segunda fue en la temporada 35-36, la que acabó con el no consumado descenso de la Real a Tercera División (a causa de la Guerra Civil), por 3-0.
En la primera vuelta, la Real hizo saltar por los aires el miedo que había cogido en Segunda a los derbis con una merecida goleada al Real Unión. Carlos Bueno abrió pronto el marcador, Ansotegi marcó dos goles (por primera vez en su carrera) en sendos córners y Nsue cerró la cuenta aprovechando una mala salida del portero del Real Unión. Juan Domínguez anotó el 3-1 en el último minuto de la primera mitad, pero fue insuficiente siquiera para que el equipo de Irún metiera algo de miedo. La Real se limitó a jugar bien en todas sus líneas y aprovechar los fallos defensivos del equipo visitante. El equipo de Lasarte, ya plenamente consolidado en puestos de ascenso, consiguió ante el Real Unión su sexta victoria consecutiva en Anoeta. Ahora lo que toca es romper cuatro meses sin ganar fuera, desde que Nsue diera los tres puntos en Vigo el 16 de enero.
(Nota: último derbi en Segunda, partido bonito de ver y estará allí para hacerlo. La crónica con sus correspondientes fotos la podréis leer el lunes)
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