La Real ha dado hoy un paso de gigante hacia la Primera División. No lo ha hecho, como suele ser habitual, con un gran juego, pero sí con armas muy suyas. Sobre todo la pegada. Sobre todo la garra de algunos de sus jugadores, en especial la de un valiosísimo Carlos Martínez, cuyo pundonor le convierte en santo y seña de los valores de la Real. El equipo de Martín Lasarte no ha tenido el balón para salir en jugadas de ataque, pero sí ha sabido entender el juego de ataque del Numancia, un equipo que ha tenido más posesión, más colocación, más control del juego, pero absolutamente nada de peligro. Ha marcado en su única llegada clara y ha necesitado de tres disparos para hacerlo. El 2-1 final es un paso de gigante, sí. Porque son tres puntos más que nos acercan al objetivo. Porque en realidad son cuatro y dejan al Numancia a once puntos que son doce, gracias al average. Porque supone volver a iniciar una racha triunfal en Anoeta (segunda victoria consecutiva) y hace olvidar el punto de seis posibles sumados en los dos viajes anteriores.
Lasarte ha sorprendido con el once inicial. No por su continua (y una vez nás fallida) apuesta por Elustondo en el doble pivote junto a Diego Rivas (que no ha empezado bien el partido, pero que ha ido claramente de menos a más), ni tampoco por la esperada presencia de Xabi Prieto, por mucho que el técnico jugara al despiste en su rueda de prensa previa al encuentro. La sorpresa ha sido la inclusión en el equipo titular de Agirretxe. La delantera realista no pasa por un buen momento, y el partido hoy de Agirretxe ha sido una buena muestra, ya que no ha tenido ni una sola ocasión de gol y no ha entendido muy bien por dónde iba el juego hasta el tramo final. Ahí sí ha tenido sus opciones, pero el cansancio ha limitado sus posibilidades de acercarse al gol. Lasarte no termina de gestionar bien a su delantera, porque Bueno y Agirretxe están entrando en el equipo sin que parezca que hayan hecho méritos para entrar. Y Viguera sigue sin debutar y con sólo un par de convocatorias.
El partido comenzó con un Numancia bien armado en el centro del campo y con dos consignas claras por parte de Gonzalo Arconada: robos de balón en el centro para buscar contraataques rápidos y disparos lejanos. Lo primero le salió bien durante la primera media hora. Lo segundo, pese a ensayarlo durante los noventa minutos, no le sirvió para generar ni una sola ocasión de peligro. Muchos tiros, alguno entre los tres palos sin excesiva colocación, pero ninguna probabilidad de batir a Bravo. No sé qué informes manejaría Arconada para pensar que esa era la mejor forma de batir al chileno, pero él y sus ayudantes se equivocaron. La Real, mientras tanto, recurría a balones largos enviados, sobre todo, por sus centrales. De esta forma, creaba el mismo peligro que el Numancia, es decir, ninguno. El partido tenía ciertos rasgos que lo asemejaban al de hace dos años, pero con menos calidad. Hasta que apareció, precisamente, la calidad.
La Real se adelantó en el marcador con el primer balón que control Xabi Prieto en condiciones de girarse. El diez realista se lo cedió a Carlos Martínez, que hizo un recorte y centró para Griezmann, que marcó de hermosa volea aunque sin oposición ninguna. Un diestro centró con la zurda (segunda asistencia de gol del lateral, y ambas con su pierna mala) y un zurdo remató con la diestra (sexto gol del joven potrillo francés, que rompe una racha de siete jornadas sin marcar) en la primera jugada de calidad del partido. A partir de ahí la Real cayó en un error que se ha repetido mucho en lo que llevamos de segunda vuelta. Si en la primera mitad del campeonato un gol parecía sinónimo de victoria, ahora los partidos no se ven tan cerrados cuando la Real se adelanta en el marcador. El Numancia se limitó a aprovechar su primera acción clara de gol, un corner en el que se produjeron hasta tres remates. Bravo sacó el primero, De la Bella el segundo (y pareció que, por desgrcia, se lo quitó al portero de la manos) y el tercero fue dentro. Empate a uno cuando, quizá, lo más justo hubiera sido el empate a cero.
La segunda parte pareció empezar con una velocidad más por parte de ambos equipos, sobre todo por la de la Real, pero duró poco y el partido volvió a los cauces marcados en la primera mitad. Hasta que llegó el segundo gol txuri urdin. Un error de Del Pino, que se confió al borde del área numantina, permitió a De la Bella robarle el balón y, con la colaboración del portero visitante, anotar el gol del triunfo. Ahí sí pareció que el partido quedaba más cerrado que con el 1-0. Y eso que Bravo tuvo que emplearse a fondo para sacar de la misma línea un centro envenenado. Pero, en realidad, eso fue todo el peligro que pudo generar el Numancia, a pesar de coger siempre los despejes de la defensa realista, de tener mucho más balón y de dominar mucho más el centro del campo. Hoy en Soria lamentarán aquello de que las victorias se logran, no se merecen. La Real pudo matar el partido con un terce gol, pero le faltó precisión. Para entonces, Lasarte ya había metido en el centro del campo a Zurutuza, Nsue y Markel. Eso dio más consistencia y permitió un final bastante tranquilo.
Lo mejor del partido es el resultado, no hay duda alguna. Y aunque se tenga la tentación de pensar que el resto fue catastrófico (como ha pasado ya en precedentes actuaciones de la Real, en especial fuera de casa), lo cierto es que el partido deja apuntes interesantes. Para empezar, y a pesar de la laguna defensiva en el gol, la fortaleza de los cuatro de atrás es inmensa. Y ahí lo mejor es que el equipo no se resiente por las bajas. A comienzos de la temporada, Mikel González partía como el mejor central, y hemos descubierto a un líder natural en Ansotegi. La aportación de Estrada fue al principio la manifestación de una carencia de planificación de la plantilla, y después su lesión pareció un drama. Pero Carlos Martínez ha respondido con todo el entusiasmo que lleva dentro y mostrándose cada día mejor. Hoy no es descabellado decir que ha sido el mejor. Y De la Bella tiene que entender que puede y debe apoyar más en ataque. Hoy una subida suya, una de las pocas, le ha permitido estrenarse como goleador.
Xabi Prieto ha estado más ausente que hace una semana (bien es verdad que no es lo mismo para un jugador que sale de una lesión saltar al campo en los últimos minutos que jugar desde el inicio; él mismo reconoció que ha acabado muy cansado), pero a cambio la Real ha recuperado a Zurutuza, quien ha vuelto a demostrar en los instantes finales que es muy necesario para este equipo. ¿En el lado negativo de la balanza? Hay que volver a citar a Elustondo, que no encuentra su sitio. Su nombre es el que destaca para referirse al discreto juego general del equipo. Pero ese juego, que tanto debate parece estar generando esta temporada, no puede eclipsar lo bueno que está haciendo la Real, todo lo que permite mirar a la clasificación con una sonrisa y soñando con la fiesta de junio. Porque no es fácil estar donde está la Real, que nadie se olvide de ello, y las dos temporadas anteriores son buena prueba de ello. Es lícito e incluso necesario exigir al equipo más aún de lo que ofrece, porque tiene capacidad para ello, pero sin perder de vista la realidad.
Y esa realidad nos habla de que la Real, con su victoria ante el Numancia, ha dado hoy un paso de gigante, un golpe sobre la mesa. Suma ya 51 puntos y sólo tres goles en el average general con el Hércules le impiden ser líder de Segunda (para serlo al final, parece lógico pensar que habrá que sumar un punto más que los alicantinos, pues el 5-1 de la ida puede ser definitivo para solventar empates). Sólo ha encajado un gol más que el menos goleado, el Hércules, y sólo ha marcado dos menos que los máximos goleadores, de nuevo el Hércules y el Rayo. Hoy ha dejado al Numancia a una distancia sideral y con el average particular favorable a la Real. De los seis primeros, sólo ha ganado el conjunto txuri urdin y el Betis. El líder ha cedido tres puntos, el Cartagena y el Levante no pudieron pasar del empate. Es una gran jornada. Es un gran triunfo. Es una gran temporada. Tres puntos más y una jornada menos para llegar a Primera.
3 comentarios:
Un poco mas cerca de Primera, era uno de esos partidos que hay que ganar y se gano.
A ver si Zurutuza no se lesiona mas y va entrando en el equipo porque lo necesitamos.
De acuerdo con Cityground, con Zurutuza mucho mejor. Pienso que Elustondo no es que esté tan mal, es que con Rivas no puede jugar. O uno o el otro, y que juegue Zurutuza, que sumado a Prieto, Aranburu y Griezmann, tenemos el mediocampo más creativo de 2ª.
Ayer fue un partido duro pero que aunque el Numancia plantó cara, siempre me pareció que íbamos a ganar.
¿Probará un día Lasarte a Nsue de punta? Por velocidad y lucha que no quede y en las selecciones inferiores jugaba ahí, Agirretxe y Bueno están un poco flojitos.
La real tiene pinta de que subirá y me alegro más que nada por que los históricos tienen que estar en primera si o sí.
Te dejo un enlace muy útil de tenis:
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