Y para afrontar esta final, quizá la primera de las tres que quedan en el torneo liguero por Europa, por la Europa League y por la quinta plaza que aún está a tiro, Imanol va a tener que afrontar muchas bajas. Muchísimas. A los ausentes por cuestiones médicas, que son los ya conocidos Monreal, Barrenetxea, Oyarzabal y Carlos Fernández, se unen los dos sancionados por cumplir ciclo de tarjetas amarillas con la amonestación que vieron en el partido contra el Levante, Le Normand, que de esta manera se despide de la posibilidad de jugar todos los minutos de la Liga, e Isak. Es decir, el técnico txuri urdin no cuenta con al menos cuatro teóricos titulares. Se dice pronto. Para paliar estas ausencias, Imanol ha decidido incluir en la convocatoria potencia de fuego del Sanse. Tanto Lobete como Karrikaburu se había colado rn la lista de 23, en la que permanecen Djouahra y Ander Martín. Illarramendi, que se perdió el último entrenamiento por una gastroenteritis, ha entrado también en el grupo para este encuentro en el que la Real se juega certificar su clasificación europea.
La ausencia de Isak puede provocar un cambio de sistema, aunque lo más probable es que haya que esperar a conocer el once, una hora antes del partido, para salir de dudas. Remiro estará bajo palos y sorprendería mucho que en la defensa no estuvieran Rico por la izquierda, con Zubeldía y Aritz en el centro, con la única duda de Gorosabel o Zaldua por la derecha. Zubimendi, Merino y Silva parecen fijos, y a partir de ahí surgen las dudas. Sorloth estará en el agaque, y la ausencia de Isak probablemente colocará detrás de él a Rafinha y a Januzaj. Si esto fuera así, para el banquillo quedarían Ryan, Pacheco, Aihen, Illarramendi, Guevara, Guridi, Portu, Ander Martín, Djouahra, Lobere y Karrikaburu. No obstante, Imanol siempre se guarda la opción de sorprender y podría hacerlo, con un cambio de sistema o con alguna apuesta inusual.
A veces parece que se nos olvida que la Real es sexta con 56 puntos, que tiene a tiro la quinta plaza, la del Betis ahora mismo con 58, y que tiene un colchón de tres y cuatro puntos con respecto a Villarreal y Athletic respectivamente. Todos los averages particulares, eso sí, los tiene perdidos, a falta del partido en Villarreal. El Cádiz es decimosexto con 35 puntos, tres por encima de la zona de descenso que ahora marca el Mallorca. La Real, el equipo menos goleador en casa, solo doce tantos en 17 partidos, suma dos empates, dos derrotas y solo dos goles a favor en los últimos cuatro partidos. De los ocho primeros, solo el Betis ha sumado menos como local, se han escapado puntos de Anoeta en cinco empates y tres derrotas. El Cádiz, con dos victorias y un empate en las cuatro últimas jornadas, intenta escapar de la quema. Los gaditanos han puntuado en diez de sus 17 salidas, cuatro victorias y seis empates, y en sus tres últimos desplazamientos han ganado al Barcelona y empatado al Valencia y al Sevilla, nada menos.
Pocos rivales tiene más propicios la Real por historia que el Cádiz jugando en Donostia, y es que los gaditanos no han ganado en ninguno de los trece partidos que han jugado allí en Primera División. El equipo txuri urdin venció en once y solo cedió dos empates, el último de ellos en la temporada 1990-1991. En los cuatro últimos partidos, todos victorias realistas, diez goles de la Real por solo uno del Cádiz. La mayor goleada local que ha visto la hinchada realista sigue siendo el 6-1 de la temporada 1977-1978, el primero de los duelos contra el Cádiz. El 6-1 lo firmaron López Ugarte, Alonso, Zamora, Idígoras y Satrústegui en dos ocasiones. El Cádiz tampoco ha ganado en Segunda, pero en los dos precedentes hay más igualdad, una victoria y un empate. Los andaluces solo salieron victoriosos de San Sebastián en el 0-1 que lograron en la fase de ascenso a Primera de la temporada 1939-1940, en la que ni Real ni Cádiz lograron llegar a la máxima categoría.
La pasada temporada, la 2020-2021, la Real goleó al Cádiz con cierta comodidad. Un penalti de estos modernos que se pitan por mano de Negredo permitió a Mikel Oyarzabal adelantar a la Real desde el punto de penalti cuando no se había cumplido la media hora de juego. A renglón seguido, Pizarro Gómez pitó mano de Zubeldia dentro del área, otra mano absurda, pero esta vez Mateu Lahoz le corrigió desde el VAR y no hubo penalti. Y a continuación Oyarzabal puso el 2-0 tras una buena batalla en carrera con la defensa del Cádiz tras un balón largo de Merino. La roja a Marcos López por cortar una carrera en solitario de Oyarzabal en la última jugada del primer tiempo acabó con la resistencia cadista. En la segunda parte, en cinco minutos, Isak marcó dos veces, la primera batiendo por bajo a Ledesma tras un pase de Januzaj y la segunda de cabeza aprovechando el rechace del portero a un remate de Oyarzabal. El Cádiz marcó el gol del honor, el definitivo 4-1, en el minuto 65, obra de Jairo.
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