lunes, septiembre 10, 2018

El último adiós a Agirretxe

Uno de los vuelos de Agirretxe en San Mamés.
Cuando puede que todavía no hayamos asimilado el mazado de su retirada, el sábado diremos adiós a Imanol Agirretxe. La despedida será de las grandes, porque al final, cuando las lesiones le han obligado a decir basta, todos nos hemos dado cuenta de que se va uno de los delanteros más grandes que han salido nunca de la cantera de Zubieta. No es una exageración. Hasta dónde podría haber llegado si se hubieran dado otras circunstancias es algo que nunca sabremos. El cariño y el fervor txuri urdin que ha sentido estos últimos días hace que se olviden muchas cosas, pero Agirretxe es, probablemente, uno de los canteranos que menos facilidades ha tenido para llegar a este momento de reconocimiento unánime.

Estos días hemos leído hasta la saciedad que debutó en la 2004-2005 de la mano de José María Amorrortu, pero quizá no todo el mundo sepa que no tuvo dorsal del primer equipo hasta la 2009-2010. Cuatro temporadas más tarde, y con esa cesión al Castellón de por medio. Y si ese número fue el 9 fue porque la incorporación de Carlos Bueno, el primero de los muchos delanteros fichados para jugar por delante de él, no se produjo hasta el final del verano. Para Martín Lasarte nunca fue el primero y jugó poco en esa temporada del ascenso. Llegaron Llorente, Tamudo, Ifrán, Finnbogason, Seferovic, Jonathas... Y aún así Agirretxe se seguía abriendo camino. Nunca superó los 2.200 minutos en una Liga de Primera División, 2.197 fue su tope, en la temporada 2011-2012, apenas el 64 por ciento de los minutos totales de la competición.

Y aún así, Agirretxe tiene dos marcas sensacionales. Su último gol, aquel que hizo ante el Málaga en febrero de 2016, le convirtió en el undécimo máximo goleador de la historia de la Real en Primera División. El undécimo, igualado con Paz, que también hizo 56 goles A pesar de sus suplencias, de sus cambios, de que no tuvo tantos minutos como otros, de su prematura retirada y de que pasó sus tres primeros años reales en el primer equipo en Segunda División. Y si hablamos de jugadores guipuzcoanos, solo hay tres que hayan celebrado más goles que él en la máxima categoría del fútbol español. Jesús Mari Zamora hizo 63 y Silvestre Igoa hizo 60. Después, Agirretxe.

Eso no le convierte en leyenda. Lo es. Podría haberlo sido mucho más. Aquella triste tarde en el Santiago Bernabéu tuvo lugar cuando tenía números de récord. Cuando su promedio amenazaba los 25 goles que hizo Meho Kodro en la temporada 1994-1995, convirtiéndole en el jugador de la Real que más tantos hizo en una sola temporada en Primera. Recordemos todo eso cuando Anoeta, el nuevo Anoeta, se convierta en el escenario de una nueva despedida que pondrá a prueba nuestras lágrimas. Imanol las merece también en este su último vuelo.

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