Hablar de la presencia histórica de la Real en la Eurocopa invita a pensar, de forma inmediata, en Luis Arconada. Para bien y para mal, su participación en el torneo de 1984 marcó su carrera. El guardameta txuri urdin fue el único superviviente de la Real en la selección española tras la debacle del Mundial de 1982. Ya en la fase de clasificación para el torneo que se disputó en Francia, Arconada se convirtió en el jugador que más partidos había jugado con la selección, superando los 49 de Iribar. En la fase de grupos, fue importante ante Rumanía y Portugal, pero absolutamente decisivo resultó su partido ante la República Federal de Alemania, con paradas de pura antología. Rummenigge, sin duda, todavía se acordará de algunas de ellas.
Igualmente estelar fue la aportación de Arconada en semifinales, ante Dinamarca. Después de parar lo imparable en más de una ocasión, aquella ronda se decidió en los penaltis, aunque Arconada sólo pudo parar uno que el árbitro inglés Courtney mandó repetir. Y en la final sucedió lo que todo el mundo recuerda. En el minuto 57, Platini lanzó una falta. Arconada llegó bien al balón, pero, al abrazarlo con ambas manos, se le escurrió por debajo del cuerpo. Es el famoso fallo de Arconada, el que se llevó por delante, a ojos de sus críticos y en un alarde de injusticia, el más que brillante torneo que había hecho el guardameta txuri urdin. Sin él, España jamás habría llegado a la final, pero el sueño de ser campeones se escapó con ese resbaladizo balón. Francia acabó marcando el 2-0 en el descuento de la segunda mitad. Arconada, aún así, es el realista que más lejos ha llegado en una Eurocopa.
Arconada también había jugado la Eurocopa de 1980, que se celebró en Italia. Ya entonces era el guardameta titular de la selección y disputó los tres partidos de España en aquel torneo, ante la anfitriona, Italia, además de contra Bélgica e Inglaterra. El combinado dirigido por Kubala quedó último de grupo y se marchó para casa a las primeras de cambio. La Real venía de quedarse a las puertas del título de Liga, en la más que célebre campaña de la imbatibilidad, y eso hizo que hubiera otros tres jugadores realistas en la convocatoria de Kubala. Zamora jugó los tres partidos, Satrústegui los dos primeros y Diego, que sólo fue una vez internacional en toda su carrera, formó parte del grupo que viajó a Italia pero no llegó a debutar en el torneo continental.
La temporada 1987-1988 se cerró con el doble subcampeonato de Liga y Copa para la Real, lo que llevó a Miguel Muñoz a echar un vistazo a las filas de Toshack para hacer la convocatoria de cara a la Eurocopa que se celebró en la Reública Federal de Alemania en 1988. Los dos jugadores realistas que estuvieron allí ya habían sido fichados para la siguiente temporada por el Fútbol Club Barcelona, José Mari Bakero y Txiki Begiristain. El primero jugó como titular los tres partidos, ante Dinamarca, Italia y la propia Alemania, el segundo apenas disputó unos minutos ante el conjunto transalpino. España sólo pudo ser tercera en la fase de grupos y tuvo que hacer las maletas. Ningún realista estuvo en 1992 (España ni siquiera se clasificó) y 1996. Agustín Aranzabal estuvo en la selección de José Antonio Camacho para la Eurocopa del año 2000, la primera que se celebró en una doble sede, Bélgica y Holanda. El realista le había arrebatado la titularidad en el lateral izquierdo al barcelonista Sergi y jugó tres de los cuatro partidos de España en aquel torneo, en el que se despidió en cuartos de final.
Xabi Alonso aún no se había hecho con la titularidad en la selección en 2004, cuando se celebró la Eurocopa de Portugal. Iñali Sáez no se atrevió a romper con él el doble pivote que formaban Alberda y Baraja y cuando le colocó en el once, en el último partido, fue sólo para ver la eliminación de España en primera ronda a manos de Grecia, posterior y sorprendente campeona, y Portugal, la anfitriona. La historia del tolosarra en la selección es, aunque ya no vista la camiseta de la Real, una de las más satisfactorias para el seguidor txuri urdin. Ya vistiendo la camiseta del Liverpool, en 2008 ganó este torneo que se jugó en Austria y Suiza, jugando cuatro de los seis partidos que disputó España. No obstante, no era aún titular indiscutible en el equipo de Luis Aragonés (en la final ante Alemania saltó al campo en el minuto 63), que prefería a Marco Senna. Vicente del Bosque ya le dio los galones de la selección y, con él iniciando el juego, España se proclamaría campeona del mundo en 2010, en Sudáfrica.
A pesar de que pocos lo recuerdan, sin duda por la alargada sombra de Arconada, el primer jugador de la Real en disputar una Eurocopa fue Inaxio Kortabarria, aunque lo hizo de una forma muy distinta a como se viven ahora estos torneos. En 1976, Yugoslavia fue la anfitriona de la fase final, pero eso sólo suponía acoger las semifinales y la final. Hasta entonces, las eliminatorias se jugaban a doble partido y en campo de cada una de las dos selecciones enfrentadas. En octavos de final, España se enfrentó a la entonces campeona del mundo, la República Federal de Alemania. Tras empatar a uno en Madrid, España cayó por 2-0 en Munich. Aquel fue el día que Kortabarria debutó con la selección española, el primero de los cuatro partidos que jugó. Entró en el minuto 17 sustituyendo al lesionado Sol y heredó la marca a Toppmoller, que fue quien hizo el 2-0 definitivo en claro fuera de juego.
Curiosamente, el primer jugador que vistió la camiseta de la Real a lo largo de su carrera y llegó a jugar una Eurocopa no era precisamente de la cantera. No formaba parte ya del conjunto txuri urdin, pero Agne Simonsson disputó el torneo continental en 1964. El sueco sólo militó una temporada en la Real, la 1961-1962, que finalizó con el descenso a Segunda y abrió el periodo de cinco años en la división de plata que se cerró con el ascenso de Puertollano. Simonsson disputó los dos partidos completos de los cuartos de final de aquella Eurocopa, en la que Suecia cayó eliminada ante la Unión Soviética. El empate a uno del partido de ida, en Estocolmo, se resolvió con el 3-1 de la vuelta, disputada en Moscú. Simmonson no pudo marcar ni evitar la eliminación de Suecia.
Valery Karpin jugó con Rusia la Eurocopa de Inglaterra de 1996, justó después de anunciar su marcha al Valencia. En aquel combinado ruso, que cayó en la primera fase, también estaba un joven Dimitri Khokhlov, que cuatro años después fichó por la Real. Sin vestir la camiseta de la Real en el momento de celebrarse la Eurocopa, otros futbolistas que antes o después jugaron de txuri urdin y disputaron este torneo son los portugueses Ricardo Sa Pinto (1996 y 2000) y Oceano (1996), los turcos Tayfun Korkut y Arif Erdem (1996 y 2000), el sueco Hakan Mild (2000), el serbio Darko Kovacevic (con Yugoslavia en 2000) y Nihat Kahveci (2008).
No hay comentarios:
Publicar un comentario