Griezmann, protagonista absoluto del partido. |
Porque aunque el triunfo ante el Elche tenga un nombre propio, el de Griezmann, que sobresale de forma evidente por encima del de sus compañeros, la victoria es del bloque. Todo el equipo respondió con una actuación profesional, solvente y sobresaliente. Todos y cada uno de los jugadores que escogió Arrasate, el mejor equipo posible teniendo en cuenta las circunstancias (más que ausencias, estados físicos y de forma) y el once tipo de esta temporada a excepción de la entrada de Ansotegi por Mikel González (¿quién puede ponerle pega alguna a la temporada de Ansotegi?), siguieron al pie de la letra las explicaciones del técnico. En los desmarques, en los pases, en la presión, en los movimientos sin balón, en la línea defensiva. El Elche, por mucha posesión de balón que tuviera en algunas fases del encuentro, se enfrentó a una máquina que rozó la perfección durante los 90 minutos. Y así, la goleada era el único resultado posible.
Bien es verdad que los partidos suelen apaciguarse mucho cuando cae le primer gol de forma tempranera. Y eso sucedió en éste porque los dos jugadores franquicia de esta Real son imparables cuando se asocian. Corría el segundo minuto de juego cuando Vela lanzó un espectacular pase largo para la carrera de Griezmann, que salvó la salida del portero con un ligero toque. Podemos discutir si el gol es suyo o si es propia puerta, porque en realidad Damián llega a despejar la pelota antes de que atraviesa la línea de gol, pero la introduce después con el cuerpo tras estrellarla en el larguero. En todo caso, la acción del francés es decisiva y propia del crack que es. Además, Griezmann no tardó en hacer el segundo. Llegó tras la primera intervención de Bravo para despejar un centro desde la banda izquierda del ataque ilicitano, que sirvió para montar un buen contragolpe que condujo Vela y que Xabi Prieto hizo bueno con una magnífica asistencia que encontró la cabeza del francés, para que éste colocara el balón muy lejos del alcance de Toño.
Era el minuto 11 y el partido estaba prácticamente resuelto. En un césped inmaculado pese a la continua lluvia, el Elche era incapaz de llegar hasta el área de Bravo con su dominio del balón. ¿Por qué? Porque todo el entramado defensivo de la Real fue perfecto, sobresaliendo la sencillez con la que Rubén Pardo tapaba espacios (aunque estuviera algo más fallón con el balón en los pies) y la gran actuación de un pletórico Iñigo Martínez, además del enorme trabajo de los laterales y, también defensa, de Griezmann. Esa seguridad minó al Elche de tal manera que la posesión se fue equilibrando con cierta facilidad, y eso terminó de provocar que la única portería que viera peligro fuera la de Toño. Por tercer partido consecutivo, la Real vio cómo se le anulaba un gol legal. En esta ocasión lo hizo Agirretxe y también se lo anularon por fuera de juego, como los que marcó Vela ante Getafe y Racing. Se puede aceptar que esta vez era una jugada más difícil que aquellas del mexicano, pero la coincidencia es molesta, por mucho que el partido acabara 4-0 y la Real no echara de menos el gol.
La primera parte, aunque en realidad se puede decir lo mismo de todo el partido, fue muy plácida para la Real, que incluso pudo marcar más goles. Pudieron sumar más tantos Agirretxe tras un gran pase de Vela en una contra sensacional primero y después con un disparo desde la frontal del área, y el mexicano en una jugada en la que estuvo muy cerca de adelantarse a la salida de Toño. Y es que el partido tenía unas constantes muy claras que no variaron en la segunda mitad, con el Elche manejando la pelota sin generar peligro y la Real generando inquietud constante en la defensa visitante. Por si había alguna duda de que el choque tenía claro color txuri urdin, una jugada personal de Vela a los cinco minutos de la reanudación acabó con el 3-0. El mexicano, otro jugador superlativo, controló el balón algo más allá de la línea del centro del campo e inició la carrera, tuvo suerte en el corte que intentó Sánchez y enganchó una fenomenal volea que no dejó más opción a Toño que la de ser un magnífico figurante en la fotografía del gol.
Para entonces, Arrasate había tenido que relevar a Markel Bergara por unas molestias. Son de esos cambios que molestan más cuando el partido no sale como uno espera, pero es curioso que, con un marcador tan a favor, el jugador fuerce para salir en la segunda mitad y tenga que sustituido a los dos minutos por Gaztañaga después de haber arriesgado ya en Getafe hace una semana. Un pequeño lunar en una gran noche. Vela también acabó algo tocado, precisamente tras la jugada del gol y por la acumulación de partidos, y dejó su sitio a Zurutuza, que sigue evidenciando una falta de ritmo pero que al menos así va sumando minutos con el mínimo riesgo para el equipo. Y tuvo su papel en el cuarto gol. Agirretxe peleó el balón dentro del área y consiguió sacar un centro que Toño, molestado aunque legalmente por Zurutuza, despejó mal. El balón cayó en los pies de Griezmann, que no falló.
Arrasate quiso frenar la relajación final colocando a Ros en el campo junto a Gaztañaga y dando descanso a Pardo, que lució un vendaje en una de sus rodillas, pero aún así el Elche gozó de dos claras ocasiones de gol en esos minutos. Primero la tuvo Boakye, pero se encontró con la espléndida intervención de Bravo. El chileno apenas tuvo que aparecer en el partido, pero dio una seguridad terrible al equipo, atrapando balones por muy mojado que estuvieran el cuero y el césped, e incluso permitiéndose el lujo de hacer un regate que, aún saliendo bien, seguro que a muchos recordó la fatal jugada en la que fue expulsado, precisamente ante el Elche, en la temporada del ascenso. A cuatro minutos del final, Damián estrelló una falta directa en el larguero, aunque el chileno se había estirado bien, poniendo el punto final del encuentro, sensacional para los intereses realistas y de absoluta impotencia para el Elche.
La Real ha sabido aprovechar una jornada en la que casi todo ha sido perfecto. La derrota del Villarreal acerca la quinta plaza a sólo un punto (más el average, bastante perdido con el 5-1 de El Madrigal), pero sobre todo es importante que la derrota del Sevilla le deja en la séptima posición a cinco puntos. La temporada sigue oliendo a Europa, por mucho que la victoria del Athletic siga manteniendo a seis puntos la cuarta posición y por tanto el regreso a la Champions League. Son tres puntos importantes que confirman una trayectoria sensacional, que ha convertido las victorias en una costumbre que no hay que dejar de valorar y con un estado de forma brutal de sus estrellas que compensa los efectos de aquella mala racha del primer tramo de la temporada, la desazón de la Champions y las muchas bajas a las que ha tenido que ir haciendo frente Arrasate a lo largo de la competición. Y, claro, luego está Griezmann. Pero es que el francés está haciendo que cualquier elogio se quede corto.
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