lunes, junio 09, 2008

ALAVÉS 3 - REAL SOCIEDAD 2. El día más duro

Nadie podía imaginar un final tan cruel para un día tan ilusionante. Ni siquiera quien más empeño tenga en que la Real no suba o quien más animadversión pueda sentir hacia este equipo podía imaginar algo como lo que se vivió el domingo en Mendizorroza. El ascenso estaba en la mano. Y el partido acabó casi fulminando toda opción de volver a Primera. Casi. Insisto, casi. El mazazo es salvaje, brutal, duro y, en condiciones normal, definitivo para cualquier equipo. Pero hablamos de la Real. Y el ascenso, como llevamos tiempo diciendo, se decide el 15 de junio. La crueldad del desenlace en Vitoria no puede esconder que ni Málaga ni Sporting ganaron sus partidos y dejaron abierta esta dramática carrera por el ascenso. El domingo fue el día más duro que recuerdo en toda mi vida txuri urdin. Ni el descenso a Segunda fue tan duro como la forma en que se perdió en Vitoria. Pero, a diferencia de aquel día, ahora todavía nos queda una semana para dar la vuelta a la situación.

Lo que es díficil, por no decir imposible, es tratar de analizar futbolísticamente un partido jugado en el terreno de las emociones. Porque de emociones se vivió en los minutos previos, con la enésima lección de la afición realista, plagado de emociones se desarrollo el partido y qué decir del final. Emociones a flor de piel. Pero entre medias había 90 minutos de fútbol. Bueno, 94. Y los cuatro últimos se han quedado grabados para siempre en la más triste historia de la Real. Grabados al menos hasta la semana que viene, si no hay ascenso será para siempre. Porque este equipo nunca jamás debiera de destrozar en apenas cuatro minutos el trabajo de 41 jornadas. Y lo hizo el domingo. A falta del descuento, la Real rozaba el regreso a Primera. Ahora está más lejos que nunca. A una distancia todavía salvable pero que pesa. Ya lo creo que pesa. Porque estuvo tan cerca que la losa ha crecido considerablemente.

Más triste que la derrota es la forma en que llegó. Por tercera semana consecutiva, la Real no fue capaz de mantener una ventaja conseguida en los diez primeros minutos del partido. Eso es grave, y más teniendo en el campo a profesionales con años y años de fútbol en sus botas como Martí, Aranburu, Garitano o Gerardo. Más grave aún que no sepa mantener una segunda ventaja con sólo 20 minutos por jugarse. Pero mucho peor es dilapidarlo todo en el descuento. La Real, durante toda la temporada, ha sufrido mal de altura. Sufre todo lo que puede conllevar el pensar que los partidos están acabados cuando el árbitro todavía no ha señalado el final. Le pasó en Tenerife, le pasó hace una semana en Anoeta ante el Salamanca, le pasó en Vitoria. Y en otros muchos partidos de la temporada. Eso puede ser uno de los factores que le cueste el ascenso al equipo txuri urdin.

Atrás quedaron las buenas intervenciones de Riesgo durante 90 minutos, los dos balones decisivos y de categoría que tocó Díaz de Cerio en todo el partido (un gol, van 16, y una asistencia), el gol de Delibasic que tendría que haber pasado a la historia como el decisivo para conseguir el ascenso, la categoría de Mikel González (el único jugador de la plantilla que está manteniendo un verdadero nivel de Primera en este tramo final ; y más mérito tiene, porque lo hace superando un bache que pasó hace algunas jornadas). Porque todo eso también se lo comió la emotividad.

La emotividad también es lo que provocó la convocatoria de Lillo, plagada de hombres ofensivos. A posteriori es fácil decir que fue un error. El técnico pensó que el partido iba a ir al revés de cómo fue. Pensó que era más factible que fuera la Real la que tuviera que buscar la victoria en los minutos finales. Y no fue así. Sacó a hombres para generar fútbol (Víctor, Xabi Prieto y Nacho) cuando el partido demandaba justo lo contrario. Quizá los cambios también fueron errados. El partido demandaba pausa. Demanaba que el final se acercara más rápido que los jugadores del Alavés al área rival. Y los cambios no consiguieron ese objetivo. Todo hubiera cambiado, y esta crónica sería muy distinta, si hubiera entrado la ocasión de Víctor, un mano a mano ideal, perfecto. El 1-3 soñado. Pero no lo fue, y desde hoy, si la Real no consigue subir la próxima semana, será una pesadilla recurrente para Víctor.
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El inverosímil desenlace contó con la colaboración de un árbitro casero que decidió lavarse las manos ante la invasión del terreno de juego por parte de los aficionados alavesistas y hacer como que el partido se había acabado. Las cosas no hubieran cambiado. El palo fue tan inmenso que es más creíble pensar que habría llegado un cuarto gol del Alavés antes que el empate de la Real. Pero todo fue tan emotivo que el fútbol se difuminó. En eso habría ganado la Real. Pero en la emotividad, y a pesar de casi 5.000 almas realistas se dejaron parte de su vida en las gradas de Mendizorroza, ganó el Alavés. Claramente. Lo decía el marcador y las caras de todos los que estábamos en las gradas de Vitoria.

Hasta esos minutos de descuento, la Real había controlado con solvencia un encuentro simplemente pasable. Lo emotivo se comía a lo futbolístico. Pero si algo estaba claro es que, en el minuto 70, con el 1-2 en el marcador, el Alavés ya no tenía fuerzas para intentarlo. Sólo la Real podía perder lo ganado hasta entonces. Y lo perdió, ya lo creo que lo perdió. Empezó a perderlo al fallar las dos ocasiones clamorosas de las que dispuso para sentenciar. Continuó la faena al no darle al partido lo que exigía: detenerlo. De cualquier forma, por lo civil o por lo criminal. Con faltas, desplazando el balón, con protestas, con tarjetas. Con lo que fuera. Pero parar el partido. No se hizo. Y culminó cuando dejó que los nervios saltaran al campo para sustituir a todas las cualidades deportivas y humanas que tiene este equipo. Que las tiene. Pero que desaparecieron durante cuatro lamentables minutos, de los más tristes de la historia reciente de la Real.

El inverosímil desenlace contó con la colaboración de un árbitro casero que decidió lavarse las manos ante la invasión del terreno de juego por parte de los aficionados alavesistas y hacer como que el partido se había acabado. Pero la sensación nítida es que las cosas no hubieran cambiado. El palo fue tan inmenso que es más creíble pensar que habría podido llegar un cuarto gol del Alavés antes que el empate de la Real. Todo fue tan emotivo que el fútbol se difuminó. En eso, en fútbol, habría ganado la Real. Pero en la emotividad, y a pesar de casi 5.000 almas realistas se dejaron parte de su vida en las gradas de Mendizorroza y se comieron a la afición local hasta el minuto 94, ganó el Alavés. Claramente. Lo decía el marcador y las caras de todos los que estábamos en las gradas de Vitoria.

Y a pesar de esta debacle, catástrofe, palo, mazazo o como se quiera llamar, que hoy tiene visos de entrar en las historia más triste de la Real, lo cierto es que queda una jornada. Ni Sporting ni Málaga han subido todavía a Primera División. Quedan 90 minutos de juego y todo puede pasar. Lo de Vitoria dolió. Muchísimo. Pero queda una semana más. Un partido. Esto es fúbol. ¿Alguien puede asegurar el final? No, nadie puede hacerlo. Este deporte brinda las sorpresas más grandes. Hasta ahora, todas las sorpresas que se ha llevado la Real en los últimos años han sido negativas, todas las tardes a recordar tenían un halo de tristeza. Toda la épica ha sido del rival. Quién sabe si dentro de una semana estaremos celebrando el ascenso que hoy casi todo el mundo ve imposible en San Sebastián y prácticamente conseguido en Gijón y Málaga. Quién sabe.

6 comentarios:

Unknown dijo...

¡Vaya palo!

Primero, creo que todavía es posible. Tendremos que confiar en el Tenerife, que es buen equipo y seguro que no se lo pone fácil al Málaga. Y desde luego ganar al Córdoba. Pero mientras hay vida hay esperanza.

Y como segunda cosa, creo que la convocatoria no es buena. No tener un central entre los suplentes me parece un error (aunque Garitano pueda actuar de central).

Venga, a ver si el lunes nos cuentas el ascenso.

Txuri Urdin Por El Mundo dijo...

La verdad yo mantengo la ilusión. Estoy convencido que la mala suerte que tuvimos en Vitoria la vamos a tener a favor la última jornada.
Hablando rápido a claro hay que ganar cómo sea al Córdoba y esperar resultados.

Yo la verdad no veo tan dificil que el Tenerife se lleve algún punto de La Rosaleda o que el Eibarpool gané al Sporting.

Estoy seguro que Badiola ya se ha acercado a Eibar; alguna prima, alguna cesión para el año que viene ... qué tal Gari Uranga o Gaizka Garitano? Incluso los 2 en el mismo pack. La verdad La Real la cago en Mendizorroza, pero los otros aspirantes al ascenso tampoco sentenciaron.

No sé porque pero creo que VAMOS A SUBIR A PRIMERA :)

Edu dijo...

Sinceramente, veo más difícil que le ganéis al Córdoba, que que el Málaga no gane el Domingo.
El Córdoba se juega la existencia, además, el Málaga ya os ha dado muchas oportunidades para que nos adelantéis y creo que esta vez no fallarán, pero sufriremos muchísimo en Málaga, de eso estamos segurísimos. No descartaría un empate de Málaga y Real.
No descarto tampoco un batacazo del Sporting en su casa. El Eibar no se dá por vencido de cualquier forma y el Sporting cuando se pone nervioso y se ofusca con un resultado en contra le cuesta reaccionar (un ejemplo claro el del Castellón).
Un saludo.

Unknown dijo...

...quien sabe...
Aupa Real desde Roma!

Iván dijo...

EL DOMINGO HAY QUE ESTAR

Cuando acabó el partido, se pueden imaginar la cara de tonto que se te queda.

Pero en cinco minutos te planteas, en el partido decisivo, hay que estar. Con un walkman, con televisor, con radio, o en el campo.

El Tete y el Eibar no se juegan nada, pero la Real si, y por eso será poco lo que hagamos para subir este equipo a primera.
Que ellos metan los goles que nosotros les llevaremos los ánimos.
La presión se perdió en Vitoria el pasado domingo. Ahora solo nos queda jugar como sabemos, ganar como nos gusta y esperar.

Anoeta guardame un sitio para el domingo, poruqe yo no me lo pienso perder.

AUPA ERREALA

PD. Como sueles decir tu Juan, disculpen pero esta semana no podré leer el blog hasta el lunes por la noche. Pero tranquilos ya se cual sera el titulo.

PatiodeCaballos dijo...

Solo dire que después de grandes decepciones (la del domingo)vienen grandes alegrias (el ascenso). Aunque la gente crea que es una gran carambola la que se tiene que dar para subir no lo es tanta, lo mas importante es que la real gane el domingo, si gana tendra pie y medio en 1º, ya que no es tan dificil que el malaga o sporting pinchen.