jueves, junio 02, 2011

AQUELLOS MARAVILLOSOS CROMOS: Óscar de Paula

Termina la temporada 94-95 y el sabor de boca en la Real es formidable. Salva Iriarte había sustituido en el banquillo unos meses antes a John Toshack y una magnífica racha de resultados había hecho pensar incluso en llegar a puestos europeos. Al final no fue posible, pero los 23 goles de Kodro (la cifra más alta jamás conseguida por un jugador txuri urdin en Liga) y, sobre todo, el memorable 5-0 que le endoso la Real al Athletic en Anoeta sirven para dar por buena la temporada. Eso y el gran trabajo de cantera de Iriarte, López Ufarte y Etxarri, consolidando en el primer equipo una gran generación de potrillos que Toshack había llevado a la élite. Kodro se marchó como un ídolo al Barcelona y el 9 lo iba a heredar Joseba Etxeberria. Como éste decidió mandar a paseo su formación en la Real y el agradecimiento a quienes le dieron la oportunidad de ser futbolista profesional, hubo que lanzarse al mercado. Apenas seis días después de que Etxeberria fuera presentado con la camiseta del Athletic, Anoeta vivía la puesta de largo como realista de un chaval de 20 años recién cumplidos: Óscar de Paula.

Este cromo de la temporada 95-96, su primera en la Real, dice de él que "es una de las esperanzas de la Real Sociedad. Hábil, de regate fácil, tiene un gran futuro". En su presentación, a la que corresponden las dos imágenes de dicho cromo, De Paula declaró lo siguiente: "Tenía varias ofertas, pero jugar en la Real era mi sueño y llegué a un acuerdo en un día. Espero no defraudar a los técnicos que han confiado en mí". Cuatro días después, la Real fichaba a otro joven delantero, Markus Pürk, que completaba la nómina de delanteros junto a Gica Craioveanu, fichado dos semanas atrás. Parece mentira que ya hayan pasado dieciséis años desde entonces. Procedente del Badajoz, De Paula vistió la camiseta txuri urdin diez años, hasta la temporada 2005-2006, jugando un total de 302 partidos y marcando la nada despreciable cantidad de 60 goles. Nada despreciable porque De Paula, casi siempre, fue el revulsivo desde el banquillo. Siempre jugaba mejor así, como suplente, que cuando se le daba la responsabilidad de ser titular. Cosas del fútbol.

Nunca he sido un grandísimo admirador de De Paula, pero es obligado reconocer que nos ha dado buenos momentos. De su carrera sólo lamentó que le faltara un gol. No marcó ninguno en la temporada 2002-2003 y no termino de quitarme de la cabeza la idea de que si hubiera convertido siquiera uno la Real hubiera logrado aquel campeonato de Liga. Fue la única de las diez temporadas de txuri urdin en la que no marcó ninguno. Cosas del fútbol, insisto. Claro que, para desquitarse de aquello, De Paula será siempre el autor del gol que colocó a la Real entre los 16 mejores equipos de Europa. Suyo fue aquel 1-1 en Anoeta ante el Galatasaray que daba la clasificación para los octavos de final de la Champions en la temporada 2003-2004. Y jugó aquel día de titular porque a Darko Kovacevic le habían expulsado con dos tarjetas amarillas increíbles, ambas por mano, en el campo del Olympiakos dos semanas antes. ¡Para que luego digan de los arbitrajes europeos! Y De Paula, el eterno suplente, el inagotable revulsivo, aquel día cumplió de titular. Cosas del fútbol, sí.

En su retirada, motivada por una lesión de rodilla, De Paula se ha acordado de aquel gol y del primero que marcó con la camiseta de la Real. Aquel 22 de noviembre de 1996, el equipo donostiarra visitó La Romareda con Iriarte ya algo cuestionado por un errático comienzo de Liga. Marcó Albistegi el 0-1 en el minuto 18. Empató Poyet en el 69. Y el Zaragoza se comía a la Real buscando la victoria. Pero en el último minuto, Karpin sacó una falta desde la derecha y un dificilísimo escorzo permitió a De Paula rematar y hacer el definitivo 1-2. Un pedazo de gol, aunque se le recuerden mucho más el que le hizo al Atlético de Madrid y que valió para derrotar al líder y campeón de aquella misma temporada, o aquel que le marcó al Real Madrid en la campaña 2001-2002, un tanto que ayudó a confirmar la permanencia de la Real en Primera. En su última temporada, aquella 2005-2006, marcó tres goles en Liga y los hizo en tres jornadas consecutivas: en Málaga, en Anoeta frente al Real Madrid y en Santander. Ninguno de los tres goles sirvió para ganar. Efectivamente, cosas del fútbol.

El caso es que De Paula se retira como futbolista de la Ponferradina, equipo con el que llegó a jugar en Zubieta contra el Sanse. Entonces ganó. Y marcó un gol. Se va a causa de una lesión, una cruz que marcó demasiado su carrera como futbolista. Y como ha sido parte integrante de la historia reciente de la Real, merece un recordatorio. Gracias por aquellos años y mucha suerte en esta nueva etapa de la vida.

2 comentarios:

Xabi dijo...

¡Cómo se agradece un blog `txuri-urdin´ por estos lares! Espero que por Anoeta pronto volvamos a ver a jugadores de esa talla, esa pasión y sentir de los coloren blanquiazules.

¡Un saludo desde http://futblogeador.blogspot.com/ !

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Juan Rodríguez Millán dijo...

Xabi, muchas gracias por tus palabras. Me pasaré por tu blog, no lo dudes.