¿Y por qué no iba a sacar algo la Real del Camp Nou? Esa era la pregunta antes del partido. Y vaya respuesta se han llevado los de txuri urdin. Pues porque así es imposible. Cuando un rival es tan superior como lo ha sido hoy el Barcelona con respecto a la Real, la única explicación es esa, que es sencillamente imposible. El partido no ha llegado a durar ni diez minutos. Diez minutos en los que el equipo de Martín Lasarte ha saltado al césped con la intención de hacer historia, con la de expresar al mundo su capacidad futbolística, que la tiene, ante el mejor rival posible. Pero esa pizca de suerte que es obligatoria para sacar algo de aquí no estuvo del lado de la Real. Primera llegada del Barça, primer gol. Y a partir de ahí todo ha sido tan sencillo para el conjunto barcelonista que si algo deja es la necesidad de una reflexión para mantener la competitividad de una Liga que, mientras algunos siguen cegados por las luces de dos equipos, se muere para el resto. Llegará un momento en que directamente se tiren todos los partidos contra Barcelona y Real Madrid, sobre todo ahora mismo contra el Barcelona, por la misma razón por la que hoy el equipo txuri urdin no podía sacar nada del Camp Nou: porque así es imposible.
La alineación fue la prevista. Zurutuza no debía de estar para jugar 90 minutos y dejó su puesto en el once a Elustondo. La variante táctica prometida por Lasarte consistió en alterar mínimamente su esquema para pasar del 4-2-3-1 al 4-1-4-1. Elustondo adelantó un tanto su posición para dejar a Rivas cubriendo la zona del mediocentro. Durante nueve minutos, la apuesta de Lasarte funcionó. Quizá a muchos les suene a exageración, pero me quedé absolutamente convencido de que si esa apuesta se hubiera mantenido durante 90 minutos y si el azar del fútbol se hubiera colocado del lado de la Real, hubiera sido posible no sólo empatar sino incluso ganar al Barcelona. El comienzo realista fue intenso, presionante, con robos de balón muy arriba y buscando la opción de llegar a la portería de Víctor Valdés. Griezmann llegó a la línea de fondo y no hubo ocasión por un mal toque en la carrera que le devolvió la ventaja a Puyol. Llorente estuvo cerca de llegar a un gran centro de De la Bella aunque estuviera en fuera de juego. El propio delantero realista se peleó con Valdés aunque fuera en falta. Xabi Prieto dejó un par de detalles de clase, uno de ellos una asistencia a Griezmann magnífica. Y quedó el gusto amargo de pensar que Zurutuza era quien debía dar la pausa necesaria para jugar este partido.
Pero llegó el minuto 9 y se acabó la ilusión. El sueño se rompió con la primera triangulación del Barcelona. Messi desarboló a toda la defensa realista con un pase, el mismo que dejaba a Pedro en condición de dar un pase de la muerte y el mismo que colocaba a Villa en disposición de empujar el balón sin oposición alguna. Y ahí se acabó el partido. El despliegue de Rivas ya había perdido sentido. La enorme fortaleza de Carlos Martínez (que pese al resultado final, para mí se doctoró hoy como lateral de Primera División) ya no tenía posiiblidades de servir para algo. Los gritos de Lasarte desde la banda y sus anhelos tácticos para frenar el juego del Barcelona se quedaron irremediablemente en nada. Hasta acabó sentado Lasarte, algo inédito para quien le ha visto en una banda. No llegó a diez minutos, pero fue un sueño bonito. Los otros 80 expresaron dos necesidades, la de quitarse el sombrero ante el rival y la de reconocer que hoy el partido le vino muy grande a la Real. O más que a la Real, a sus jugadores. Queda la sensación de que Lasarte sabía cómo jugar al Barcelona, hubiera ganado o hubiera perdido. Pero también dio la impresión de que, como dijo Lasarte, esto forma del aprendizaje y dio la sensación en algunos momentos de que la Real estaba pidiendo permiso donde tenía que haber enseñado credenciales.
Si acaso, la Real aguantó su generoso esfuerzo hasta el segundo gol, el de Iniesta (en el que Bravo debió cerrar su palo con más contundencia), una obra de arte en la que el Barcelona estuvo mareando a todos los jugadores realistas durante incontables pases hasta que el balón acabó en el interior de la portería. Es reprochable que el equipo txuri urdin no se dejara la vida en las ocasiones a balón parado, pues ni siquiera se aproximó a dar una sensación de peligro en los dos corners de los que dispuso. Llegar al descanso con 2-0 era casi una invitación a soñar con la épica. ¿Por qué no? Y con esa intención saltó la Real al césped en la segunda mitad. Volvió la presión arriba, pero el Barcelona la rompía con la facilidad que le da tener a uno ya no sabe cuántos campeones del mundo y los tres aspirantes finales a ganar el Balón de Oro. Y esta vez el sueño, esta vez más imposible todavía que el sueño previo al partido, se acabó a los dos minutos, los que tardó Messi en marcar su primer gol de la noche. Quedaba otro del argentino. Y el quinto, este conseguido por Bojan. En el lado realista, sólo la entrada de Tamudo y el odio que se le profesa en el Camp Nou reactivó mínimamente a los de Lasarte. Zurutuza y Sarpong fueron los otros dos cambios de Lasarte.
Lasarte se quejó mucho en la rueda de prensa de que la Real no fue la Real. Y tiene razón. De que no es lo mismo perder 3-0 que 5-0 y que esos dos últimos goles los regalaron sus jugadores. Y también tiene razón. Pero es difícil discernir cuánta parte de culpa tiene todo eso en la derrota y cuanto la capacidad futbolística que tiene el Barcelona. Que cada cual se quede con la versión que prefiera. Quizá lo ideal será una mezcla de ambas. Pero estamos hablando de que hemos perdido en un campo en el que han caído de forma consecutivamente Sevilla, Valencia, Villarreal y Real Madrid, casi todos ellos goleados como la Real, y de que el Barcelona ha marcado 26 goles en los últimos seis partidos que ha jugado y por contra no ha encajado ni uno solo. Hoy no hubo partido. Hoy hubo una exhibición. Y es una exhibición que tampoco ha necesitado de la total capacidad ni del equipo culé como colectivo ni de sus jugadores individualmente. Ese es el mayor pecado hoy de la Real, haber dejado que el Barcelona jugara a su antojo y ampliara el marcador de una forma importante. Y dolorosa. Porque cinco goles son cinco goles, te los meta quien te los meta. Me da igual que marque Messi marchándose de cinco defensas realistas o que lo haga Drenthe de falta directa rebotando en la espalda de Xabi Prieto.
El panorama en la clasificación no cambia gran cosa. Cierto es que la Real cae de la zona europea a la novena posición con los 22 puntos que ya había sumado. Cierto es que los dos goles finales permiten al Athletic de Bilbao superarle en la clasificación (aunque sea por esa absurda norma de no contabilizar el gol average particular hasta el final del campeonato). Pero nada cambia. La temporada de la Real sigue siendo muy buena. Y aunque hoy el Barcelona ha recordado a la Real la inmensa diferencia que hay entre los jugadores de ambos equipos, esa norma no se aplica al resto de la competición. El trabajo de Lasarte esta semana será decirle a sus jugadores que este partido, como seguramente lo será el del Bernabéu a no ser que se den todos los condicionante favorables del mundo, no cuenta en la temporada. Pero cuenta hoy y el 5-0 es muy duro. El caso es que la Real hoy no ha exisitido en el Camp Nou. No ha existido. Diez minutos no bastan para hacer algo aquí. Punto. Ese es el demérito inmenso de la Real, acostumbrada a dar lo mejor de sí en los partidos grandes y que hoy lo único que sacó es la foto en un escenario incomparable. No es lo que esperaba. Pero cómo juega el Barça. Que Anoeta nos rescate dentro de seis días.
3 comentarios:
desde que vi el cambio en el sistema, por minimo que fuera, me dio mala espina. meterte los goles que te meten al principio del partido no cabiaria, pero probablemente si la goleada. ¿porque? pues yo creo que con un mediapunta llorente no hubiera estado tan solo, tenia que parar el balon, mirar y o bien abrir a banda e intentar un 3 para 4, o bien retrasar el balon al medio y la defensa blaugrana ya se posicionaba.
con un mediapunta, llorente tenia una variante(que es lo que hacemos en otros partidos) quien le da o bien la pausa o bien el aceleron necesario y con uno mas arriba.
si el balon iba abanda, ahi moria porque prieto o griezmann no tenian mas que uno en el area. uno contra 3!!!!
resumido: demasiado MIEDO, como bien dijo lasarte en rueda de prensa, asi es imposible, y no aludia al barsa, a su nivel, sino al miedo de la real de hacer algo mas.
saludos!!
El cambio vino motivado por una lesión de Zurutuza( una torsión de tobillo dos días antes). Creo que era un día para que Zurutuza, Griezman y Xabi Prieto se lucieran. Espero que esto no deje huella para el partido del valencia.
Comparto la opinión del moderador sobre el peligro que todo esto está suponiendo para la competición, pero es algo que se veía venir y no es fácil la solución.
os dejo mi opinión con un post de mi blog
http://laporteriadefrutas.blogspot.com/2010/12/me-aburren-los-monologos.html
Sammymoly, a mí el cambio de dibujo no me entusiasmó porque a la Real no le suelen ir bien los experimentos, pero también te digo que salimos muy, muy bien al campo desde mi punto de vista. Pero sí que es verdad que después estuvimos a verlas venir. Mi "así es imposible" iba por los dos, por el Barça que es y por la Real que jugó allí.
Haritz, sí, no entendí porque en la retransmisión o en Internet achacaban la ausencia de Zurutuza a una decisión técnica cuando no era así. Se veía, se veía venir, cuánta razón tienes.
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