Quien avisa no es traidor, la crónica de hoy va a estar plagada de elogios a la Real y a sus jugadores. Pero plagada de verdad. Lo de hoy ha sido una demostración de fuerza, de poderío, de grandeza, de calidad. Ha caído en Anoeta el Betis, que se queda a nueve puntos del equipo txuri urdin. Se ha sumado la séptima victoria consecutiva en casa. La séptima. No es fácil llegar a esos números, no, y más vale que nos demos cuenta de lo que supone. Aunque sea en Segunda. Y mirando uno por uno los jugadores que han estado hoy en el campo, todos se han salido. Cada uno en lo suyo y todos con una capacidad de trabajo, de esfuerzo y de compromiso encomiable. Y si la vista se va hacia la clasificación sólo se puede hablar de felicidad. Ocho puntos al cuarto clasificado, líder por tercer jornada consecutiva. Y con una respuesta de líder. Grande. Y con un Xabi Prieto imperial.
Aunque se esperaba algún cambio en el once (Griezmann o Aranburu), Martín Lasarte ha dado continuidad a los que ganaron en Castellón y golearon en Anoeta al Real Unión. Nsue por la izquierda, Zurutuza en la mediapunta, Xabi Prieto por la derecha y Bueno en punta. Eso en teoría, porque en la práctica la Real ha vivido por la derecha. Xabi Prieto ha hecho un partido descomunal y ha conseguido volcar todo el partido hacia su zona. Pero todo. El fútbol ha sido grande en esa parcela y el diez realista ha hecho su encuentro más completo en Segunda. Con una asistencia en el primer gol, su séptima de la temporada, y con el segundo gol (¡qué clase!), el que resolvía definitivamente el partido y el cuarto de esta campaña. No es sólo lo que hace con el balón en los pies, es la sensación de peligro que genera. Es el fútbol que mueve. Es todo lo que tiene dentro. Es el Xabi Prieto que todos esperamos. El jugador del partido sin ninguna duda, en su encuentro 200. Felicidades, Xabi.
Y a pesar del partidazo de Prieto, lo cierto es que todos han estado sensacionales. Carlos Bueno estuvo metido en todos los fregados. Marcó un gol legal que le anularon por fuera de juego en el minuto siete. Adelantó finalmente a la Real con un tanto (quinto de la temporada) que a pesar de las protestas béticas no pareció falta (Bueno salta hacia arriba en vertical y el jugador del Betis se incrusta debajo de él, por eso la parte superior del cuerpo del uruguayo se coloca sobre el de su rival; quizá en la segunda parte, todavía con 1-0, sí pudo haber un penalti por mano de Labaka). Y corrió como lo hace siempre. En la parte negativa, vio su quinta amarilla y no estará en Villarreal en el primer partido del año. No pasa nada. Esta Real tiene mucho, mucho banquillo. Y lo han demostrado los que han salido hoy. Aranburu ha salido para dar la asistencia a Xabi Prieto en el segundo gol (Martín Lasarte no pudo ocultar su felicidad de que fuera Aranburu protagonista de ese tanto), Griezmann ha creado peligro y Markel la estabilidad habitual en el centro del campo y hasta una llegada a la frontal que casi acaba en gol.
La primera parte fue de gran dominio de la Real. Pero grande, y más teniendo en cuenta el rival que había enfrente. Bastantes ocasiones de gol, más posesión (no estamos todavía tan acostumbrados a tener más balón que el rival), ventaja en el marcador... y el Bravo salvador de siempre, cuyo nombre Anoeta ha coreado con toda justicia. Dos grandes paradas que han mantenido el 1-0 y siempre una sensación de seguridad aplastante. En la segunda mitad, el equipo de Marín Lasarte ha cedido algunos metros, el Betis ha dominado más pero no ha sido capaz de generar ninguna ocasión clara de gol, nada que forzara a Bravo a intervenir. ¿El mérito de eso? Hay que buscarlo en una defensa descominal. Cómo mando Ansotegi, cómo crece Labaka con un central tan seguro a su lado, qué prodigio es ver a Mikel González cortando balones como siempre y hasta adquiriendo los hábitos ofensivos de un gran lateral, y qué despliegue físico de Estrada.
Pero es que ahí no acaba el entramado defensivo de la Real, y eso es otro de sus grandes valores. Elustondo está recuperando el ilusionante nivel que ofreció a comienzos de la temporada pasada, y eso lo agradece el equipo. Y lo agradece Diego Rivas, que también se perderá el partido de Villarreal por tarjetas. Y Zurutuza, ¡qué inmenso esfuerzo también el suyo! Todos los jugadores, también Nsue, que ha colaborado desde el principio en la sensación de peligro que siempre rondaba la portería del Betis. El juego ha sido magnífico, con el balón y sin el balón, en ataque y en defensa, ofreciendo tal cantidad de alternativas y variantes que hacen de esta Real un equipo temible, durísimo de batir y tremendamente solvente. Un serio, muy serio candidato al ascenso, porque sabe jugar, sabe luchar y sabe sufrir en partidos que ofrecen condiciones muy diferentes.
Y es que el gran mérito de esta Real es que sabe jugar en todas las situaciones que ofrece un partido. Salvo el tropezón en Alicante, la trayectoria de la Real es grande e intachabale. Y Anoeta está siendo clave en esta felicidad. Siete victorias consecutivos y ya un hueco en la Historia de este club para la Real de Martín Lasarte gracias a ese récord. El primer hueco en la Historia, porque el más importante espera en junio, con el ascenso. El cuarto clasificado, el Rayo Vallecano, se queda a ocho puntos de distancia. El Hércules, segundo clasificado, sigue dos por debajo. Se acaba el año del centenario y se acaba con la mejor situación en años. Esta vez somos felices. Esta vez estamos disfrutando. Esta vez somos líderes. Que 2010 sea definitivamente nuestro año, aquel en el que la Real recupere el puesto que le corresponde entre los grandes. Sí, este año la Navidad sí es feliz. A disfrutarla.
1 comentario:
Primero para terminar el año, buena demostración del equipo ante el en teoría conjunto mas fuerte de la Segunda.
me gusta el equipo, muy seguro atrás y con peligro arriba, Bravo y Xabi Priero son un lujo para 2ª.
Publicar un comentario