domingo, noviembre 22, 2009

REAL SOCIEDAD 1 - CARTAGENA 0 El sufrimiento que compensa

Cómo sufre Anoeta. Cómo sufrimos todos los realistas que no estamos en Anoeta. Pero qué sufrimiento tan dulce cuando acaba como lo ha hecho hoy. La Real le ha ganado al líder, el Cartagena, que deja de serlo. Si es el propio equipo txuri urdin o el Hércules el que ocupa la primera plaza lo sabremos esta tarde, pero superar en la tabal a quien ocupa la primera plaza sabe a gloria. La victoria ha llegado con enorme sufrimiento. Pero es un sufrimiento que compensa. Ya lo creo que compensa. No hay más que ver cómo lo celebraba Griezmann incluso antes de que acabara el partido, cuando se marchó sustituído con los brazos en alto y dando saltos. En él se ve el carisma de Juanito, jugador del Real Madrid de los años 80 tan odiado como idolatrado. Pocos como él han sabido sufrir en un campo de fútbol y hacer disfrutar a la grada. Hoy Griezman no ha sido el jugador decisivo del partido pero la imagen que refleja lo que pasó en el campo es la suya. La de todos los que estaban en la grada. La de todos los que estábamos frente al televisor.

De entre todas las opciones de que disponía para el once titular, Martín Lasarte ha dispuesto un equipo de corte más conservador, con Mikel González en la banda izquierda (inmenso partido el suyo, lleno de coraje además para pasarse media segunda parte como extremo), un doble pivote formado por Diego Rivas (tan inmenso y colosal en el corte como impreciso en los pases) y Elustondo (que gana lo indecible cuando decide sumarse al ataque) y Bueno como delantero. El uruguayo es un jugador que apunta cosas pero que tiene un problema esencial que está lastrando su rendimiento. Suele equivocarse en las decisiones, tanto en las más fáciles, las que adopta con tiempo (incurrió en gran cantidad de fueras de juego innecesarios, sobre todo en carreras hacia atrás para peinar balones) como en las precipitadas (frustró un espléndido contraataque lanzado por Griezmann por no devolverle el balón al francés).

La primera parte, como suele ser habitual en Anoeta, acabó con 0-0. Un resultado justo, puesto que ninguno de los dos equipos fue capaz de disparar entre los tres palos de la portería contraria. No quiere decir eso que el partido fuera aburrido, puesto que tuvo un alto ritmo, pero nada de ocasiones de gol. Nada de nada. Hasta el descuento, en el que el Cartagena tuvo su más clara ocasión, un libre directo que se estrelló en el larguero de la portería de Bravo. La Real había empezado mejor el partido, pero poco a poco bajó el ritmo, seguramente por el hecho de no haber conseguido forzar al meta rival ni haber logrado que la grada exclamara un gol aunque no hubiera entrado. A los de Lasarte les faltaba profundidad y juego de banda, además de una mejor presión (ahí sobre todo se echó en falta a Aranburu). Por recordar otro partido que la Real jugó ante un líder de Segunda, el encuentro recordaba por momentos a la visita hace dos años del Numancia. De poder a poder pero sin inquietar las porterías. Aquel día se perdió, y ese era el temor.

El descanso no cambió mucho el panorama. Quizá parecía que el Cartagena salió algo más dispuesto a defender su condición de líder, quizá rondó más el área txuri urdin pero tampoco es que se volcara sobre la meta de Bravo (de hecho, su mejor ocasión llegó en el minuto 44, justo antes del postrero gol de la Real, a causa de un inorportuno resbalón de Estrada dentro del área). Y entonces llegó le momento clave del partido: la expulsión de Cygan. El jugador del Cartagena ya debió ser expulsado en la primera parte, cuando convirtió una falta suya por retención de balón en un doble intento de agresión a Bueno (lanzándole una patada desde el suelo al jugador realista y después golpeándole con la cabeza en el hombro, lo que incluso le provocó a Cygan una leve hemorragia en la nariz). La superioridad cambió por completo el panorama y entonces la Real sí se lanzó a por la victoria.

Lasarte tardó en colaborar al ánimo del equipo, pero los dos cambios que introdujo acabaron cambiando el rumbo del partido. Entraron Nsue y Agirretxe. El primero dio un espléndido pase desde la banda izquierda y el segundo entró poseído por las ganas de marcar gol para introducir el balón en el interior de la portería. Y miramos el reloj, y marcaba el minuto 90. Lo que tenía visos de parecerse a aquel encuentro ante el Numancia, acabó convirtiéndose en el de la pasada temporada ante el Salamanca, con aquel gol de Ansotegi sobre la bocina. Agirretxe, que rompe así con ocho semanas de sequía goleadora (¡y de qué forma!) explotó de felicidad, Griezmann también. Todos los jugadores. Toda la grada. Triunfo ante el líder, ante un buen líder que puso las cosas muy difíciles en todo momento, incluso con diez jugadores. Quizá faltó por ver cómo habría reaccionado con once a una segunda parte con empate a cero, pero fue un buen rival, valiente y serio.

El resultado, con el condicionante de la expulsión y a pesar del buen nivel del rival, parece justo, porque en la segunda parte hubo más opciones realistas de ganar el encuentro antes del gol de Agirretxe en el minuto 90. Sobre todo Elustondo pudo convertirse en el héroe del partido, con un disparo tras un jugadón de Xabi Prieto y entrando con fuerza desde atrás, disparo que se estrelló en la cruceta. Elustondo anduvo algo perdido durante buena parte del encuentro, pero cuando encontró huecos y llegada al área creció. Como creció Griezmann en la parte más oscura del juego, partidazo de nuevo el del chaval dando opciones de salida, ayudando en la presión y, sobre todo, forzando la expulsión de Cygan en una jugada en la que apenas tenía opciones y de la que sacó petróleo como sólo los grandes son capaces de hacerlo. Como creció Ansotegi, con otro enorme partido en el centro de la defensa.

La Real acaba el partido como líder, a la espera de lo que el Hércules haga en Salamanca hoy. Pero, a pesar de que el Cartagena ha tenido sus opciones de ganar, el partido deja muchos aspectos positivos además del resultado, y eso es tan importante como los tres puntos. Es la quinta victoria consecutiva en Anoeta. Queríamos que nuestro estadio fuera un fortín y ya lo es. Pero cómo lo es. Cinco victorias sin encajar un solo gol. Eso tiene un valor inmenso en Segunda, y eso, además de una marcha más que interesante como visitante, es lo que ha colocado a este equipo en los puestos de ascenso, en los que seguirá al menos una semana más. Y con otro gran reto por delante: Vallecas. Una vez superado el síndrome de jugar a las doce de la mañana, llega la hora de tomarse la revancha ante el equipo que mejor impresión dejó ante la Real la temporada pasada y el que eliminió de la Copa al equipo txuri urdin en la presente. Y si hay sufrimiento, que compense. Como el de hoy. Porque así todos firmamos el sufrimiento. Bendito sufrimiento.

5 comentarios:

Luis dijo...

Vallecas allá vamos

Estaremos animando como siempre.

¿Quién quiere que llevemos su ánimo?
Que se nos apunte debajo.

cityground dijo...

Que importante la victoria ante el líder, sufriendo pero tres puntos de oro y además marco Aguirreche que ya le tocaba.

Ahora a defender el liderato en Vallecas, campo complicado pero a ver si logramos mantener el liderato mas de una semana que las otras veces lo perdimos enseguida.

Iván dijo...

Luis lleva el mio, que me queda algo lejos, pero que se sienta ehhh.

Un saludo

Luis dijo...

Así será. Iván, estarás en Vallecas. Una gran parte de la victoria será tuya.
Un abrazo a las Islas Canarias.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Luis, allí estaremos. El reto merece la pena, a ver si el equipo responde.

Cityground, muy importante. A ver si Vallecas ofrece la verdadera medida de esta Real.

Iván, seguro que se siente tu ánimo, seremos muchos los realistas en la grada de Vallecas.