Imanol ofreció antes del viaje a Barcelona una atípica convocatoria. Atípica porque es la que tendremos de cara a los dos próximos partidos, el del Camp Nou y el que se jugará el próximo sábado en Valencia ante el Levante. Atípica porque entra en ella Illarramendi, pero Imanol aclaró que es para darle carga de trabajo y no jugará en ninguno de los dos partidos. Atípica también porque Oyarzabal está en ella, pero está totalmente descartado para enfrentarse al Barça y no se sabe si llegará al choque contra el Levante. Y atípica, en último término, porque incluye a tres porteros y dos son de los equipos inferiores, Ayersa y Marrero. Silva no ha llegado para colarse entre los 25 elegidos, una nueva ausencia que merma las opciones en ataque del técnico txuri urdin y que se suma de nuevo a la lista de bajas que componen Moyá, Aritz, Sangalli y Guridi. Los potrillos González de Zárate y Robert Navarro se unen al grupo escogido por Imanol para estos dos encuentros.
Ausencias importantes las que tiene la Real, y eso hará que su once no sea precisamente el de gala, aunque aún así Imanol dispondrá de un buen equipo para romper el mal fario del Camp Nou. Remiro estará bajo palos, con una defensa formada seguramente por Gorosabel y Monreal en los laterales y Zubeldia y Le Normand en el centro. Zubimendi tiene alguna opción más que Guevara dentro de la rotación habitual que practica Imanol en ese puesto, aunque no es descartable que jueguen los dos junto a Merino, como en Nápoles. Si no es así, la mediapunta sería seguramente para Januzaj, con Portu y Barrenetxea en las bandas. El nueve será seguramente Willian José. Si esto se cumple, el banquillo lo completarían Ayesa, Marrero, Sagnan, Zaldua, Aihen, González de Zárate, Illarramendi y Oyarzabal aunque no jueguen, Robert Navarro, Roberto López, Merquelanz, Bautista e Isak.
La Real llega a este encuentro adelantado de la decimonovena jornada como líder con 26 puntos, los mismos que el Atlético de Madrid, que tiene dos partidos menos. El Barcelona, al que también le faltan dos partidos, es octavo con 17 puntos. El equipo txuri urdin viene de empatar sus tres últimos encuentros de Liga, una racha que llega hasta las seis igualadas contando los partidos europeos, y nueve sin conocer la derrota, y pudiendo presumir de que todavía no ha perdido fuera de casa, cuatro victorias y dos empates en Liga, y siendo el máximo goleador de la competición, 23 goles en trece encuentros. El conjunto blaugrana, por su parte, cimenta su puntuación en el Camp Nou, donde ha sumado 13 de sus17 puntos, pero donde ha dejado escapar dos resultados en seis encuentros, el empate a uno ante el Sevilla y la derrota por 1-3 ante el Real Madrid.
El equipo txuri urdin tiene en el feudo barcelonista uno de los peores por historia. Siempre en Primera División, se han visto las caras en 73 ocasiones y 63 fueron triunfos del Barça, por solo tres de la Real y siete empates. Como hemos dicho, las últimas 24 visitas de la Real al Camp Nou se han saldado con derrota, algo que no le ha sucedido a ningún equipo en su trayectoria en este estadio. El último triunfo de la Real es también el más abultado, el 1-3 de la temporada 1990-1991, con dos goles de Aldridge y otro de Atkinson, igualando el marcador de la primera victoria, en la 10978-1979, con goles de Satrústegui, Idígoras y Zamora. No puntúa el equipo txuri urdin en Barcelona desde el 1-1 de la temporada 1994-1995, con un gol de Imaz en el último minuto. Koeman e Imanol, hoy entrenadores, estaban en el césped aquel día. La mayor goleada encajada es el 8-2 de la temporada 1950-1951.
La pasada temporada, la 2019-2020, la Real salió del Camp Nou con una inmerecida derrota en el último partido que se jugó con público. El equipo de Imanol consiguió limitar el teórico caudal de ocasiones que un conjunto como el Barcelona suele hacer en su estadio y Remiro conjuró las pocas claras de las que dispusieron sobre todo Messi y Rakitic. Oyarzabal, con un disparo lejano, estuvo cerca de hacer el 0-1. El partido lo decidió Martínez Munuera con ayuda del VAR, señalando un penalti por mano de Le Normand que nadie reclamó y que en otros partidos no se había señalado en jugadas análogas y tras un centro de Braithwaite que se aprovechó de una posición de fuera de juego en el despeje que sí se habría señalado en otros encuentros. Messi no falló desde los once metros y firmó una cruel derrota para la Real, a pesar de que Remito adivinó la dirección de su disparo. Ya en el añadido, el VAR anuló por un exiguo fuera de juego de Ansu Fati el 2-0 de Jordi Alba.
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