Lunes de carnaval en demasiados sentidos. Muchos disfraces ha vestido hoy la Real y la mayoría le han dejado en muy mal lugar. Pero muy malo. Conclusión, derrota. La de casi siempre cuando la Real no se presenta como lo que es. Pero con muchas lecciones por aprender en un día en el que había que apuntar mucho más alto. Hoy la Real ha demostrado, con meridiana claridad, qué es lo que no tiene que hacer si quiere ganar partidos. Si se aprende, el equipo txuri urdin logrará muchas cosas. Si no se aprende, perderemos muchos más partidos como el de hoy. Y son dolorosos, porque delante de ellos no había ni siquiera un rival competitivo. El Depor hizo poco, muy poco, para ganar el partido. Poquísimo. Pero ganó. Casi parece una broma que gane tras lo hecho hoy, pero es que la Real ha regalado tanto tiempo y tantas cosas que sólo cabe concluir que han sido grandes aliados del equipo gallego. Eso sí, incluso en el horror que ha mostrado la Real durante muchos minutos el equipo ha podido sacar algo de Riazor. No lo mereció por muchos motivos, pero pudo sacar algo. De momento, lunes de carnaval. Semana de carnaval, en realidad. ¿Enterramos ya la sardina?
Lasarte planteó un once con alguna novedad. Por un lado, Illarramendi fue el pivote del equipo junto a Rivas. Por otro, Mikel González recuperó el lateral izquierdo que había reconquistado De la Bella en los últimos partidos. El resto, y una vez que Zurutuza estaba apto para jugar, fue lo esperado. El juego de la primera mitad invita a pensar que la apuesta salió mal, pero no sería del todo justo, porque eso señalaría a Lasarte y no es él el objetivo primordial de lo criticable. El caso es que la Real hizo 45 minutos infames, puede que incluso la peor primera mitad de la temporada. Aranzubía bien podría haber subido a rematar las jugadas de ataque del Depor, puesto que el equipo txuri urdin no disparó a gol ni una sola vez. El único momento en que se vio al guardameta del equipo local fue en una cesión con la cabeza de su defensa. Aunque hasta eso quedará afeado por el encefalograma plano del juego realista, su defensa estuvo más que correcta. Pero quizá contigiada por la desidia y el desacierto del resto del equipo (y de los propios defensas a la hora de sacar el balón), el gol llegó en una fallo garrafal de la defensa. Una nueva jugada a balón parado que acaba en gol sin que Bravo tenga opción alguna de actuar como salvador. Riki, que ya marcó en el anterior Depor - Real de hace cuatro años, hizo el gol. Lotina, tan afortunado como siempre, pues Riki no fue titular y entró por la lesión de Lassad en el minuto 12.
Lo curioso es que hasta ese momento, minuto 40, el chileno no había tenido ninguna opción de actuar, más que un disparo fuera del propio Riki que Bravo controló perfectamente. Es decir, que el rival no fue la causa de que la Real no fuera la Real. Descartado eso, parece obvio que la culpa fue interna. No había salida de balón, no había apoyos en la banda (Estrada hizo su peor partido desde que regresó a la titularidad y Mikel González sólo intentó subir una vez por su carril) y sobre todo la línea de tres centrocampistas ofensivos, muy lejos del nivel que se espera de ellos. Agirretxe, en el día en que regresaba a la titularidad, se peleó contra gigantes y contra molinos de viento al mismo tiempo. Sin ayudas, sin apoyos y sin recibir ni un solo pase en condiciones. Y lo curioso es que en ese escenario sólo hubo un jugador que le echó valentía: Illarramendi. El chaval, con sólo dos partidos, ha demostrado que ya tiene un sitio en esta Real. No estuvo brillante en algunos momentos, pero estuvo valeroso, estuvo con desparpajo, intentó cosas. Algunas le salieron, otras no. Pero jugó al fútbol. Otros no. Por la causa que sea, pero otros no lo hicieron. Y, sobre todo, no lo hicieron como equipo.
Lasarte cometió un error, que fue el colocar a Mikel González en el lateral y cercenar opciones de ataque. Eso vale contra equipos superiores, pero no contra este Depor menor. Pero Lasarte sabía, y lo dejó muy claro en la rueda de prensa posterior al partido, que hoy era el día señalado. Porque los que luchan por la Europa League no son equipos contundentes y porque esa lucha está abierta. Y el equipo no le ha respondido. Su apuesta era clara porque en una semana con tres partidos, y a diferencia de lo que ha hecho en ocasiones anteriores, no buscó las rotaciones sino que colocó a sus mejores jugadores disponibles. El técnico uruguayo lanzó frases muy duras al término del encuentro, como que "creo que no estamos preparados para cotas superiores", "estamos para lo que estamos", "me duele decirlo porque hoy era el día para dar el salto y no lo dimos", "estuvimos my flojos, perdimos de la forma más fea" y que sabía la causa de la derrota pero que quiso guardársela para ofrecérsela primero a los jugadores. Y probablemente esos mensajes no iban sólo para los que jugaron hoy, sino también por los que no jugaron y, en algunos casos, no terminan de ofrecer la competencia deseada a los teóricos titulares.
La bronca en el descanso debió de ser importante, porque la Real mejoró en la segunda mitad. No como para tirar cohetes o pensar en una remontada clara, siquiera factible. Ni mucho menos. Pero mejoría al fin y al cabo, tampoco hay que esconderlo. En cinco minutos Zurutuza e Illarramendi tuvieron sendos disparos desde fuera del área en jugadas más o menos claras. Pero a los once minutos de la reanudación llegó el 2-0, obra de Adrián. Sin que el Depor hiciera nada de nada, jugando un partido normal, malo, bastante malo, sin apenas tirar a puerta. Y el caso es que tampoco es la primera vez que la Real encaja casi todo lo que le tiran y pierde un partido. Doloroso detalle también porque el equipo de Lasarte se afianza como uno de los más goleados de la categoría. ¿Reacción? Desde el banquillo esta vez sí. Y rápida. En menos de cinco minutos, Lasarte colocó sobre el césped su once más ofensivo de las dos últimas temporadas. Retiró a Rivas para colocar a Illarra de pivote único, con Zurutuza cerca, y colocó a Sarpong arriba, en la banda derecha, centrando a Xabi Prieto. Y quitó a Mikel González, desperdiciado en la banda, para poner a De la Bella.
Casualidad o no, el gol de la Real tardó tres minutos en llegar. Y lo marcó Agirretxe. En el único balón decente que le cayó. Agirretxe ha recibido muchas críticas, pero está demostrando una paciencia encomiable. La ha demostrado a lo largo de la temporada y la demostró hoy. Lleva dos goles, los dos curiosamente al Depor, en apenas 161 minutos repartidos en nueve encuentros. Será engañoso, pero sale a gol cada 80 minutos. Uno por partido. Era su primer día como titular. Y marcó. Quizá haya que pensar algo más en él. El pase fue de Xabi Prieto, en el único balón decente que tocó en todo el partido. El único en el que apostó por atacar con seriedad y con claridad. Muy significativo. ¿Suficiente? No. ¿Por qué la Real no buscó más a su delantero? Con el 2-1, Lasarte acabó por concretar su apuesta ofensiva: un Griezmann en muy baja forma (y, por lo visto, sin relevo) dejó su sitio a Ifrán. Dos delanteros, dos extremos, dos laterales que jugaron en el centro del campo y dos pivotes de la calidad de Illarra y Zurutuza. Y con eso sobre el campo lo único que tuvo la Real fue un disparo de Sarpong que se fue a córner. Asombra que la Real ni siquiera buscar balones colgados. Ni disparos desde fuera del área. Ni jugadas individuales. Nada en realidad.
A pesar de la debacle, la Real lo tiene fácil. Lasarte ha dejado un duro mensaje que no comparto del todo en su fondo pero que quizá era necesario. Puede que el equipo se haya creído lo bueno que es. Y lo es, pero no puede creérselo. Esa lección parecía aprendida, pero ha quedado claro que no lo está. Porque en esta semana de carnaval ha jugado tres partidos y ha dejado pasar tres oportunidades magníficas para demostrar que es mejor de lo que dicta la clasificación. Eso da la razón a todo aquel que piense que no lo es, que Europa le viene grande. Les da la razón y eso a Lasarte le duele. Se le ha notado. Es lógico, pues sale derrotado de un campo muy asequible, vencido por un rival algo ramplón y casi inofensivo. Pero, desde el desastre, el camino ha quedado claro. Pasa por jugar al fútbol, porque dos pases seguidos desarbolaban a un Depor que acabó más nervioso de lo que le provocó la propia Real. Por recuperar a sus mejores jugadores y a una segunda línea que les obligue a mejorar. Por la cantera, porque Illarra fue el mejor. Europa sigue a tres puntos y la Real tiene que jugar contra los dos rivales que le preceden en la tabla. Contra ambos, como visitante. A pesar de las tres ocasiones desperdiciadas, qué mejor ocasión de demostrar que sí podemos ser más. Pero después de ganar ya en Anoeta. Lo de hoy, sencillamente carnavalesco.
4 comentarios:
Hola Juan:
Estoy muy de acuerdo con tu columna, y con las duras declaraciones de Lasarte al finalizar el partido. Creo que fue una decepción para todos la imagen de la Real ayer. El primer tiempo, sin palabras, todo negativo. Una Real sin personalidad, sin carácter. Nada que ver con el primer tiempo de la última salida a Barcelona.
En el segundo tiempo, mejoramos (no era difícil) pero no merecimos ni un punto.Yo creo que la Real tiene un serio problema cuando juega fuera de casa, en la mayoría de los partidos hasta ahora: se transforma, se diluye y se empequeñece. No se si será cuestión de conformismo con la situación en la tabla, (ganando en casa es suficiente) o de falta de carácter de un grupo que, en gran parte, no está acostumbrado al más alto nivel de competición. Yo ayer quedé hundido.
Espero por lo menos, que en casa no fallemos más. Habrá que recuperar la moral de nuevo para el domingo contra el colista.
Aupa Real.
AGY
Si despues de los dos anteriores partidos estaba cabreada, hoy estoy que muerdo...
De 9 puntos 1, si señor asi se consiguen las cosas, que verguenza, luego sacaran excusas hasta debajo de las piedras, como el domingo no ganen al Malaga, ya se pueden ir a jugar a las chapas.
A europa? Si al final no tenemos que estar haciendo cuentas nos podremos dar con un canto en los dientes.
Salu2
Hola Juan!!
El Lunes no pude ver el partido, pero viendo los partidos anteriores creo dos cosas:
-Se le ha perdido la perspectiva a la temporada, donde nos tenemos que salvar primero y cuanto antes mejor. Europa no es la meta,ya que siendo claros no estamos entre los 7 mejores de la liga (para mí tenemos equipo para no pasar apuros y eso ya es un éxito).
-Las bajas se están notando
Tenemos que ganar dos partidos y luego ya vemos si alguno de arriba falla y seguimos haciéndolo bien y nos metemos arriba, pero sin desubicar el punto de mira, no podemos creer que por el puesto actual ya está hecho (hace dos temporadas el Sporting estaba parecido a nosotros y se la jugó en el último partido porque no ganó ni un partido)
AGY, yo me quedé igual porque me da rabia ver a la Real perder con equipos de bajo nivel. Que nos ganen por fútbol, pero no así. De todos modos, fuera hemos visto a una Real muy buena: Málaga, Gijón, Alicante, Getafe, incluso la primera parte de Cornellá. El problema es que eso no se vea más a menudo.
Campanilla, ya sabes que no comparto valoraciones tan negativas, pero te entiendo... De todos modos, ya te digo yo que no vamos a hacer cuentas por el descenso. Estamos muy por encima de eso ahora mismo. Bajones tienen todos en algún momento de la temporada.
Javi, un placer volver a leerte. En cuanto a los objetivos, es que no creo que haya que marcarlos tan claramente, como digo en mi última entrada. Juguemos domingo a domingo y ya veremos dónde acabamos. Ni estamos salvados ni es obligatorio entrar en Europa. Simplemente juguemos. Pero sin dejar de mirar la realidad.
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