Es un día más, pero es un día especial. La Real debuta en Primera División (domingo, 17.00 horas, Anoeta, PPV), pero en realidad no es un debut, pues es el sitio natural del equipo txuri urdin. Estaba allí cuando la competición arrancó en 1928. La comenzó dos veces recibiendo la copa de campeón. Y no vive un partido como el de este fin de semana desde hace 43 años. Pero es un debut, o más bien un regreso, y eso lo convierte en un día especial. Porque los últimos tres años los ha pasado la Real sufriendo por volver a este lugar. Tanto trabajo, tanto esfuerzo, tantos gritos, tantos jugadores sólo cobrarán sentido a partir de las cinco de la tarde del domingo, cuando comencemos a disfrutar de lo que nos hemos ganado con nuestro sudor, cuando veamos y saboreemos el merecido premio. Hay quien dice que esta temporada se va a sufrir más que las anteriores. No estoy de acuerdo. Es el momento de disfrutar. Empezando con un día más, pero con un día especial.
Martín Lasarte, quien dijo el viernes que ya tiene escogido el once con el que abrirá la competición, ya ha dado algunas pistas con la primera convocatoria de la temporada. Sigue viejos patrones, como el de no tener un lateral en el banquillo. Pero también habrá nuevos hábitos. Entran tres de los cinco fichajes, y el único disponible que de momento se queda fuera es Sarpong, quien también es verdad se incorporó al equipo sólo hace unos días. La gran novedad entre los 18 escogidos es, en realidad, Borja Viguera, que se ha convertido en lo que no fue la temporada pasada: miembro de pleno derecho de la primera plantilla de la Real. En el año del descenso tuvo número pero no presencia. Ahora está ante su gran oportunidad. De momento, y como era previsible, no se cuela entre los 18 ninguno de los canteranos que entrenan con el primer equipo. La gran sorpresa es la ausencia de Agirretxe, quien a pesar de ser el máximo goleador de la pretemporada ve su camino cerrado, al menos de momento, por los nuevos fichajes.
Pese a tenerlo ya decidico, el técnico uruguayo no adelantó cuál será el once que saltará al cesped de Anoeta, pero hay cosas que parecen bastante claras a tenor de lo visto en los amistosos de pretemporada, en los entrenamientos y también con sus declaraciones. La defensa será la misma que facilitó el ascenso con sus grandes actuaciones de la temporada pasada. Bravo estará en la portería, con Carlos Martínez (Estrada se ha quedado fuera de la lista) y De la Bella en los laterales y Mikel González y Ansotegi en el centro. El primero de los centrales será el recambio si hay un percance en alguna de las bandas y Labaka esperará en el banquillo. Si Lasarte mantiene, como parece que hará, el 4-2-3-1 habitual de la pasada campaña, Llorente es el delantero que parte con ventaja. No hay sorpresa ahí. Tamudo esperará en el banquillo. En el centro del campo, y por uno u otro motivo, el único jugador que parece tener asegurado un lugar en el once y un puesto concreto sobre el campo es Xabi Prieto, que ocupará como es habitual la banda derecha.
Los dos puestos de mediocentro se lo disputan cuatro jugadores. Tres, en realidad, porque no parece que Markel cuente con las mismas posibilidades de ser titular. Elustondo, Diego Rivas y Aranburu pugnan por esos lugares, y aunque parece que la apuesta es dejar al manchego en el banquillo hay varias dudas, debidas sobre todo al estado físico de Zurutuza. Si el canterano está en condiciones de jugar, será titular en la mediapunta. Si no, el capitán podría adelantar su posición, permitiendo que Rivas y Elustondo repitieran el doble pivote más habitual de la pasada campaña. La otra alternativa para el enganche con Llorente sería Viguera, con lo que Lasarte respondería a la gran pretemporada que ha hecho el canterano. Por la izquierda, Sutil y Griezmann se disputan el último puesto en el once titular. El jienense ha tenido molestias durante la semana, pero ha tenido toda la pretemporada para ponerse a punto, mientras que el joven canterano francés llegó tarde debido a la disputa del Campeonato de Europa sub-19 y apenas pudo tener minutos en los dos últimos partidos amistosos. Lo normal es que juegue Sutil, pero no se puede descartar la presencia de Griezmann.
Anoeta presentará una gran entrada para abrir el campeonato y para ver fútbol de Primera División tres años después. Si contemplar el estadio donostiarra con 20.000 personas todos los días en Segunda y ante rivales que no despiertan expectación alguna ya era impresionante, rozar los 30.000 en Primera será aún más fabuloso. Los casi 26.000 abonados y los aficionados que puedan estar en partidos puntuales lo harán posible semana a semana. El otro gran centro de atención, por paradójico que parezca en la primera jornada de un campeonato liguero, será el árbitro. La Federación ha decidido dar la bienvenida a la Real designando para su partido a González González, un árbitro que se distinguió en Segunda por perjudicar notablemente al equipo txuri urdin (el gol en fuera de juego del Sporting en Gijón o sus polémicas decisiones en el duelo ante el Eibar en Anoeta) y para el que Lillo llegó a pedir públicamente que lo desterraran de los partidos de la Real. Pese a sus nefastas actuaciones, ascendió a Pimera. A ver de qué pie cojea en esta categoría.
Real Sociedad y Villarreal sólo se han visto las caras en Primera División (en Segunda sólo huboi un duelo con el filial castellonense, el año pasado, con victoria realista por 2-1). Y los datos son muy negativos para el conjunto txuri urdin: sólo una victoria en nueve partidos, por cuatro triunfos del equipo amarillo y tres empates. La Real apenas fue capaz de ganar en la temporada 2001-2002, por la mínima e in extremis, 2-1, con goles de Aranburu y De Paula. Las tres últimas visitas del Villarreal se cuentan por derrotas realistas, incluyendo la más abultada de la historia de estos enfrentamientos, la que aconteció en la campaña 2004-2005, cuando el Villarreal logró un rotundo y comodísimo 0-4, con Riquelme como estrella. El empate más doloroso se produjo en la temporada del subcampeonato, la 2002-2003. La Real llegó al descuento ganando 2-0 gracias a dos goles de Kovacevic, uno de ellos de penalti, pero el Villarreal acabó empatando un partido que el árbitro prlongo hasta el exceso, hasta el gol del empate.
La última visita del Villarreal, que llegó a Anoeta con una delantera formada por Forlán y Nihat, fue el año en que la Real bajó a Segunda, en la temporada 2006-2007. El conjunto amarillo venció por 0-1 y la derrota txuri urdin llegó además de forma cruel. No sólo jugó un buen partido, sino que además perdió el punto que al menos mereció de forma injusta: a nueve minutos del final y por culpa de un gol que Arruabarrena marcó con la mano sin que Clos Gómez señalara la infracción o atendiera las protestas de los realistas, sobre todo de un Claudio Bravo que, sin poder llegar al centro desde la banda izquierda del ataque visitante, tuvo una visión privilegiada del tanto. Cinco jugadores que saltaron al cesped aquel día siguen en la Real (Bravo, Labaka, Ansotegi, Rivas y Aranburu). Aquella derrota fue el primer partido de Miguel Ángel Lotina al frente de la Real, después del cese de José Mari Bakero. El partido se jugó a finales de octubre y la situación del equipo ya era dramática: colista, con seis derrotas en ocho partidos y todavía sin conocer la victoria. Que este fin de semana no se repita la historia y podamos celebrar el regreso a Primera con un triunfo.
1 comentario:
Este año es el de el regreso de una ilusión que nunca prdimos en la segunda ivisión, pero que se renueva con aires frescos.
Que bonito sería tener una temporada de alegría, no sé si como la del subcampeonato, pero algo así. De tranquilidad y disfrute de la afición con el equipo.
Vovemos a la primera y habría que celebrarlo a lo grande. Y que mejor que ganándole al Villareal hoy.
Vamos pa´ allá.
Una temporada más Juán, gracias por deleitarnos con tus análisis.
Aupa erreala.
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