Y es que la prueba no es sencilla. Esta semana se ha escuchado mucho ese titular que coloca a la Real como el equipo con más lesionados de la Liga, y la situación ha empeorado de cara a este encuentro, tanto que Imanol ha tenido que hablar largo y tendido de este tema en su comparecencia ante la prensa. Sea como fuere, el caso es que el técnico txuri urdin tiene nada menos que nueve bajas en la primera plantilla. A Monreal, Rico, Illarramendi, Guridi, Silva, Barrenetxea y Carlos Fernández se suman Isak, como se vio el domingo, y ahora Pacheco. Casi nada. A poco se puede hacer un equipo maravilloso con las ausencias que tiene ahora mismo la Real. Pero es, efectivamente, la Real, y eso supone que el Sanse siempre está ahí para lo que haga falta. Hasta seis jugadores del filial le sirven a Imanol para completar su lista de 22: Cristo, Valera, Lobete, Turrientes, Djouahra y González de Zárate.
No parece probable que ningún potrillo sea titular, pero no se pueden descartar sorpresas en el once, y más teniendo en cuenta que el domingo hay un nuevo partido. Remiro estaría bajo palos, con una defensa formada por Gorosabel y Aihen en los laterales, con Aritz y Le Normand en el centro, sin descargar a Zubeldia como respiro. En el centro lo normal es que repitan Zubimendi y Merino, con Guevara junto a ellos. En ataque, recuperando el dibujo más habitual, Oyarzabal sigue siendo fijo, Sorloth tendrá su segunda oportunidad de inicio y Januzaj parece tener cierta ventaja sobre Portu. Además de los seis potrillos ya mencionados, también parecen tener más papeletas para empezar desde el banquillo Ryan, Zaldua y Robert Navarro. Pero ojo, que el Sanse pisa fuerte, Imanol no tiene miedo, la apuesta de la Real por lo físico es decidida y estamos en una semana de tres partidos, por lo que no hay que descartar sorpresas.
Tras su empate ante el Sevilla, la Real mantiene la cuarta posición de la Liga con diez puntos, a uno del segundo puesto y a tres del liderato, plaza que ocupa el Real Madrid. Osasuna, su rival, es séptimo con ocho puntos, ahora mismo con un colchón ya nada desdeñable de siete sobre la zona de descenso que, de mantenerse, le puede llevar a pensar en cotas más altas. Tanto Real como Osasuna han perdido un único partido en la Liga. La diferencia está en que los navarros lo perdieron en casa, 1-4 ante el Valencia, y la Real fuera, 4-2 ante el Barcelona. El equipo txuri urdin encadena cuatro jornadas sin perder y todas ellas con su portería a cero. Su reciente empate es el primer partido de la temporada en el que no ha marcado al menos un gol. Osasuna lleva tres jornadas sin empatar, dos victorias y una derrota, y en El Sadar no conoce la victoria, dos empates, ambos a cero, y la mencionada derrota ante el Valencia. Solo ha marcado un gol ante su afición, aunque apenas ha encajado en un partido. La Real ha marcado dos goles en las dos ocasiones en las que ha jugado lejos de Anoeta.
La historia juega en contra de la Real en sus desplazamientos a Granada. En los 22 que se han registrado en Primera División, el equipo txuri urdin solo pudo ganar en cinco, por trece derrotas y cuatro empates. Cierto que Granada ya no es como antes, porque la Real ha ganado cuatro de los siete últimos y rompió la pasada temporada una espléndida racha de seis visitas sin conocer la derrota, pero no son buenos números globales. El mejor resultado logrado por el equipo realista en Granada se repitió en dos ocasiones. El 0-3 de la temporada 1969-1970 se logró con dos goles de Urreisti y uno de Arambarri y en el de la 2015-2016 con un hat trick de Agirretxe. Los andaluces lograron su goleada más abultada en la Liga 2011-2011, un 4-1. Las malas estadísticas de la Real en Granada tienen su reflejo también en Segunda División, categoría en la que perdió en las tres visitas que hizo a la ciudad andaluza, todas ellas en la década de los 40 del pasado siglo.
El último precedente, el de la temporada 2020-2021, acabó en derrota de la Real en un encuentro bastante pobre de los dos conjuntos y con pocas ocasiones de gol. La peor noticia de la primera parte fue la lesión de David Silva, tras recibir un golpe en la parte baja de la espalda por parte de Eteki. Oyarzabal desde fuera del área dispuso de las opciones más claras de la Real, ninguna verdaderamente inquietante para Rui Silva. Al poco de empezar la segunda parte llegó el afortunado tanto del Granada. Tras el despeje de un córner, disparó Víctor Díaz, que acababa de entrar al campo, y el balón rebotó en Germán Sánchez, desviando su trayectoria y haciendo imposible que Remiro llegara a salvar el gol. Aunque quedaba casi toda la segunda parte por jugarse, la Real fue incapaz de generar ocasiones de peligro como para pensar en el empate y salió derrotada de Granada por primera vez desde la temporada 2011-2012, la segunda desde el regreso a Primera del equipo txuri urdin.
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