viernes, mayo 11, 2018

PREVIA Real Sociedad - Leganés. Un día de gloria y agradecimiento

Xabi Prieto, ante el Leganés la temporada pasada.
La Real no lucha este sábado por un título. No va a conseguir la clasificación europea. Lo que suceda en Anoeta no se contará en las primeras páginas de los periódicos ni abrirá los informativos. Pero esto es la gloria que hace de la Real un equipo grande. Ante el Leganés (sábado, 16.15 horas, Anoeta, beIN La Liga), la Real y su gente despiden a Xabi Prieto, su capitán, su emblema, un jugador de enorme talento que ha jugado más de 500 partidos en el equipo, se dice pronto, y que es todo lo que representa el club. Canterano, de procedencia y de corazón. Capitán ejemplar. Callado y responsable. Y muy bueno. Un jugador que decidió quedarse en la Real cuando muchos abandonaron el barco en los malos momentos. Uno que ahora dice adiós porque quiere, y no porque el fútbol le retire. Gracias, Xabi. Y gracias, Txarli, porque el bravo Carlos Martínez también deja la Real después de una década. Son dos de esos jugadores que devolvieron a la Real a Primera y nos hicieron exigir Europa como algo normal. Todo lo bueno que se diga de ellos será poco. El aplauso de Anoeta será un justo reconocimiento a dos grandes.

Jueguen poco o mucho, la extraordinaria noticia es que tanto Xabi Prieto como Carlos Martínez están en la convocatoria para el encuentro en el que han de despedirse de Anoeta. Aunque Imanol quiere que la fiesta quede para después del partido, porque ganarlo es el mejor homenaje posible a los que dicen adiós, también sabe que despedirse en el campo es mucho más especial. El hueco en la lista lo tienen también gracias a que el técnico se lleva a todos los disponibles a excepción del tercer portero, Toño. Los que se quedan fuera son por lesión o molestias. El que más posibilidades tenía de haber llegado era Aritz Elustondo, pero Imanol decidió no forzar. Junto a él se quedan fuera Zubeldia, Guridi, Januzaj y Agirretxe, que salvo recuperación milagrosa para jugar en Barcelona en el último encuentro cerrará la temporada sin haber visto puerta.

El once es una auténtica incógnita en muchos sentidos. Moyá estará bajo palos, eso parece seguro, y a priori la defensa la deberían formar Navas y Llorente en el centro, sin descartar que entre Héctor Moreno por el segundo, y Odriozola y De la Bella en los laterales. Illarramendi y Zurutuza formarán el doble pivote, con opciones para que Pardo entre una vez cumplida su sanción. Y en ataque, si todo va según el guion más habitual, lo único que tendrá que decidir Imanol es el sustituto de Januzaj, toda vez que Oyarzabal, Canales y Willian José parecen fijos. Juanmi parece ser el que más opciones tiene de entrar también en el once. Rulli, los homenajeados Carlos Martínez y Xabi Prieto, Kevin Rodrigues y Bautista parecen tener menos opciones de entrar en el último once de la temporada en Anoeta.

A efectos clasificatorios, el partido no tiene ya demasiada importancia. Solo la de quedar lo más arriba posible, que, en realidad, no es poca cosa. La Real es undécima con 46 puntos, ya ocho por debajo de la séptima plaza con solo seis por jugar. El Leganés, decimoséptimo con 40, libre también de todo peligro. El equipo de Imanol pugna con Eibar y Girona por la novena plaza. Y por mejorar sus números en casa, ya afortunadamente enderezados, para ser el octavo equipo que alcanza las diez victorias como local. Con Imanol, la Real está invicta en su campo y lo ha ganado todo, tres victorias consecutivas en Anoeta. El Leganés solo supera a domicilio a los tres equipos que van a bajar a Segunda, con apenas doce puntos sumados, tres victorias y otros tantos empates. Llega a Anoeta después de lograr un solo punto de los últimos doce posibles y como visitante no gana desde la octava jornada de Liga, habiendo perdido sus últimos cuatro encuentros.

Con un único precedente, el de la temporada pasada, la estadística obliga a decir que la Real busca ganar su primer partido en Anoeta ante el Leganés. Y como la historia no deja demasiados datos que aportar, siendo como es esta una jornada de homenajes, es obligado hacer lo propio con el Leganés. No es nada habitual en el fútbol moderno que un equipo tenga gestos como los que ha tenido el equipo madrileño con la Real en la presente temporada. En el partido de la primera vuelta, el Leganés accedió a jugar en su propio estado con la camiseta suplente para facilitar que la Real no tuviera que saltar al campo con la publicidad de Qbao tras el escándalo vivido. Y en este encuentro de vuelta, en el que el cambio de camisetas tendría que haber sido al revés, ha renunciado a ejercer esa opción para que la despedida de Xabi Prieto sea de txuri urdin. Gracias, Leganés, Gracias por hacer que el fútbol siga siendo fútbol.

Como se ha dicho, el único precedente es de la temporada 2016-2017, y la Real, en plena lucha por Europa, no fue capaz de ganar. Tras gozar los dos equipos de alguna ocasión clara de gol, fue el Leganés el que se adelantó en el marcador. A le media hora de juego y tras una salida algo blanda de Rulli a los pies de Szymanowski, el propio jugador pepinero recogió el balón y a la media vuelta colocó una buena vaselina por encima del arquero argentino. Odriozola, el mejor de los realistas, estuvo en todas las jugadas. Pudo sufrir un penalti en la primera parte pero no se lo pitaron, y un gran caracoleo en el área en la segunda mitad, en el minuto 53, le permitió dar un espléndido pase atrás para que Juanmi hiciera el empate. La mejor ocasión para ganar la tuvo Willian José en el segundo palo a la salida de un córner, pero no enganchó bien el balón y el empate ya no se movió.

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