La historia de la Real es tan maravillosa que no hay libro que sea capaz de abarcarla. Esfuerzos como el de Kike Marín en 100 nombres que hicieron grande a la Real son de los que nos ponen la piel de gallina. Porque la Real es eso, una emoción. En otros sitios vivirán del brillo de sus trofeos, de la grandilocuencia de sus cifras económicas o del número de páginas que y minutos que sus rutilantes estrellas ocupan en los medios de comunicación. Pero la Real es otra cosa, y para entenderlo en toda su magnitud el trabajo de Marín es tan irreprochable como necesario. De la A de Arconada a la Z de Zamora, como dice el subtítulo del libro, estas páginas son un canto de amor al fútbol más romántico, el que se construye desde el momento y no desde la estadística.
Tan inabarcable es la Real, que el propio Kike Marín se da cuenta de que con 100 nombres no le basta para decir todo lo que lleva dentro, todas las historias y personajes que sienten la necesidad de ensalzar como parte imborrable de nuestras vidas.No siempre hay un solo nombre en cada capítulo. Hay más de 100 en sus páginas. Porque uno lleva a otro. No podemos hablar de Kovacevic sin De Pedro. De Górriz sin Gajate. De Anoeta sin Atotxa. Y así con todo, porque la historia de la Real está viva, es puro sentimiento, y el autor del libro la recorre con la naturalidad de quien la ha vivido desde hace muchos años y de quien la conoce desde aquello que el tiempo no le ha permitido experimentar en primera persona.
La estructura del libro hace que su disfrute sea múltiple. Se puede leer de principio a fin. Se puede saltar de un capítulo a otro. Se puede recorrer el presente del equipo a través de presencias indiscutibles, como la de Illarramendi, y otras más debatibles como la de Juanmi (a pesar de su gol en Vigo, el que nos llevó a Europa hace un año, seguro que muchos no ven tan evidente su inclusión en este listado), la era del equipo campeón con las dos figuras inmortales ya citadas y otras como Celayeta, López Ufarte o Satrústegui. Nos permite conocer a los jugadores extranjeros más importantes, a Kovacevic, a Kodro, a Karpin,o a Aldridge. Y a presidentes Orbegozo o Uranga, entrenadores, desde el inolvidable Ormaetxea al gran Benito Díaz.
Pero si hay algo que 100 nombres que hicieron grande a la Real hace como pocos libros es recordarnos que la Real es mucho más que lo que se vive dentro del terreno de juego. Hay lugares, médicos, delegados, utilleros, periodistas, nombres que han construido la leyenda txuri urdin con la misma fortaleza que el once que todos nos sabemos de carrerilla, el de El Molinón. Aintzane Encinas nos recuerda que hay una sección femenina en el club de la que nos podemos sentir orgullosas, Parxi Alcorta la grandeza de la tradición más bonita que perdura en el fútbol actual, la de los cohetes para anunciar los goles, Plácido Eceiza el fervor de una afición organizada en grupos como la Peña Anastasio. Y así mil historias, que no cien, un millón en realidad, contadas a medio camino entre el amor a unos colores, el necesario rigor periodístico y el respeto a la historia.
Kike Marín ha sabido condensar en pequeñas píldoras de dos páginas vidas enteras dedicadas a la Real Sociedad, y a su vez trazar con ellas un recorrido histórico de más de cien años del que todos tendríamos que saber más para valorar todavía con más intensidad los logros de un equipo al que ninguno de nosotros podremos dejar de querer nunca. Con libros así, todo es más fácil. Son más de 200 páginas de pura emoción txuri urdin, de recuerdos comunes y personales, de hermosos descubrimientos y de emotivos recuerdos. Nunca estarán todos los que son, porque la Real es inagotable, pero los que están son suficientes para entenderlo. Una joya para degustar tantas veces como uno quiera.
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