Illarramendi, en el partido de la temporada pasada. |
Si ya es bastante impredecible como entrenador, qué difícil va a ser aventurar los planes de Imanol para el derbi en estas circunstancias, después de su primer descalabro en el primer equipo y sin mucho margen de maniobra por las lesiones. Para empezar, ha convocado a los 19 jugadores que tiene disponibles, excepción hecha del tercer portero, que en la actual tesitura es claramente Toño Ramírez, con lo que tendrá que hacer un descarte que se conocerá al llegar el equipo a Anoeta. Los que se quedan fuera son los cuatro lesionados, Carlos Martínez, Xabi Prieto, Guridi y Agirretxe. Quizá el descarte haya que buscarlo en la línea defensiva, ya que la polivalencia de Aritz Elustondo hace que el técnico realista tenga a su disposición cuatro hombres que pueden jugar de central y otros tantos que se adaptan a la demarcación del lateral.
La primera gran decisión será la del portero que colocará bajo palos. Rulli parece tener ventaja sobre Moyá, pero nada es descartable. En defensa, y aunque hay muchos escenarios posibles, lo más normal es que jueguen Odrizola por la derecha, De la Bella por la izquierda y Navas y Elustondo en el centro. Illarramendi es fijo en el centro del campo, más después de haber descansado en Málaga, y Pardo podría ser su acompañante, jugándose el puesto con Zurutuza. Oyarzabal y Januzaj parecen también fijo, como Willian José, y está por ver si la tercera plaza en la línea de mediapuntas es para Juanmi o para Canales. Menos opciones parecen tener Llorente, Héctor Moreno, Kevin Rodrigues, Zubeldia y Bautista, aunque Imanol ya nos ha acostumbrado a que sus onces tengan muchas sorpresas.
La derrota ante el colista y ya descendido Málaga enterró casi todas las opciones que la Real podría haber tenido de luchar por Europa. La séptima plaza queda a cinco puntos de los 43 que tiene la Real, undécima en la tabla, con solo quince por jugarse. El equipo txuri urdin es el primero de los cuatro equipos vascos, que se suceden en la clasificación hasta el decimocuarto lugar que ocupa el Athletic con 40. Con Imanol en el banquillo, la Real solo ha perdido uno, el último, de los cinco últimos partidos. El Athletic, al contrario, suma una victoria en unas últimas cinco jornadas. Anoeta dista mucho de ser un fortín, pero se va recuperando. La Real suma ocho victorias, tres empates y seis derrotas como local. El Athletic, por su parte, ha ganado cuatro de los 17 partidos jugados lejos de San Mamés, perdiendo ocho y empatando siete.
Clara ventaja histórica en los derbis jugados en San Sebastián, siempre en Primera División. Se han disputado 70, con 33 victorias de la Real, 20 del Athletic y 17 empates. Toca romper una racha, ya que Anoeta no ve una victoria realista ante el equipo bilbaíno desde enero de 2014, cuando se impuso por 2-0. Desde entonces, dos empates y una derrota. Sin ese último resultado negativo, la Real había encadenado cuatro derbis sin perder, dos victorias a los que siguieron dos empates. La mayor goleada txuri urdin sigue formando parte de los sueños de los aficionados realistas, el 5-0 que se produjo en dos ocasiones, en el mítico día de la ikurriña, en la temporada 1976-1977, con sendos dobles de Gaztelu y Satrústegui y un gol más de Zamora, y el logrado en la 1994-1995, con tres goles de Kodro y uno por cabeza de De Pedro e Idiákez. La victoria realista más clara es el 1-7 logrado en la temporada 1929-1930.
La pasada temporada, Real y Athletic pugnaban por Europa, y aunque al final la balanza de la batalla global se decantó en el último segundo del lado txuri urdin con el gol de Juanmi, el derbi se lo llevó el equipo rojiblanco. A la media hora, una liviana zancadilla de Xabi Prieto se convirtió en un penalti que Raúl García no desperdició y que Rulli estuvo cerca de parar. A los diez minutos de la reanudación, un mal pase atrás de Odriozola al que ni Martínez ni Rulli reaccionaron adecuadamente, permitió que Iñaki Williams marcara el 0-2 a placer. No fue el día de la Real, pero Sánchez Martínez, casualmente el mismo colegiado que arbitrará este derbi, cercenó cualquier posibilidad de remontada inventándose una falta de Raúl Navas en el salto para anular un gol a todas luces legal. Quedaban minutos para que, con el 1-2, al menos se viviera un final diferente, pero el marcador no volvió a moverse y los tres puntos volaron de Anoeta.
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